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18 - Enero - 2023
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6 - Noviembre - 2023

Sucedió durante la luna de miel, en la habitación de un hotel de Dubai, país donde la práctica sí es legal. Una alemana de Baja Sajonia, que tenía entonces 31 años, fue sometida por la fuerza a la ablación del clítoris por parte de su propio marido, que responde por estos hechos en el juicio que comienza hoy ante el tribunal regional de Braunschweig y que tiene previstas seis sesiones. La acusación, que pide diez años de prisión por mutilación y lesiones corporales graves, ha explicado en su presentación de cargos que la mujer soportó la operación por miedo a la amenaza de divorcio y al ostracismo cultural asociado a este. El hecho de que la profesión del marido sea la de ginecólogo ha puesto en alerta a las autoridades de la región, por temor a que esté llevando a cabo esta práctica a otras mujeres de forma clandestina.

Ambos cónyuges son alemanes de origen inmigrante, una comunidad en la que esta práctica no es para nada un hecho aislado. Según la más reciente estimación de la organización de defensa de los derechos de las mujeres Terre des Femmes, en Alemania hay más de 100.000 mujeres y niñas a las que se ha practicado la mutilación genital y entre 2.000 y 17.000 niñas nacidas en Alemania corren en este momento riesgo grave de sufrirla. Esto convierte a Alemania en uno de los países de la UE de mayor riesgo, el cuarto por detrás de Francia, Bélgica y Holanda.

Una niña muestra un estilete utilizado para la mutilación femenina en Costa de Marfil.

«El aumento de la inmigración ha traído a Alemania una práctica intolerable contra la que es muy difícil luchar, porque para las autoridades es imposible saber si, cuando las familias viajan al extranjero, albergan esta intención», dice Fadumo Korn, fundadora de la asociación Nala, en Frankfurt, que también asume que las mutilaciones genitales tienen lugar en secreto en Alemania sin ser descubiertas hasta el momento del primer parto.

Los Mossos d'Esquadra evitaron a mediados de 2023 que tres hermanas de un pueblo de la comarca de la Segarra (Lérida) pudieran salir del país mediante el protocolo que detecta el riesgo de ablación y el matrimonio forzado. Unos meses antes se impidió viajar a una bebé de 17 meses a Sierra Leona. La madre explicó que quería que le hiciesen «lo mismo que a ella».

«En muchos países africanos, es un requisito previo para casarse, sólo entonces las niñas se consideran puras, por lo que a menudo son las madres las que se encargan de promover la operación durante la infancia, porque no quieren que sus hijas queden solteras», explica Cornelia Strunz, del Holspital Waldfirede de Berlín Zehlendorf, «es una cuestión de mentalidad que se traslada a Alemania hasta la segunda y tercera generación de inmigración». Esta creencia se arraiga también a través de mitos. «Entre mujeres y hombres se cuenta que el clítoris puede dañar al pene durante las relaciones sexuales, causándole una picadura salvaje, o que los labios de la vulva seguirán creciendo hasta ser monstruosos si no se lleva a cabo la ablación», relata la tradición oral, por lo que Korn no cree que estos juicios garanticen la seguridad de las mujeres, sino que confía más en «campañas de información en los colegios que abran los ojos a las niñas y les proporcionen herramientas para hacer frente a sus padres». «Tienen que poder cuestionar esa decisión dentro de su propia familia y aprender que tienen derecho a hacer algo al respecto», dice, «tienen que ser conscientes de los peligros de desangrado o de que se les vuelva a abrir la cicatriz, y sobre todo saber que la está prohibida en Alemania según el Código Penal». El mayor foco de peligro en este momento son los centros de acogida de refugiados, dice.

Aminata Touré, ministra regional de Asuntos Sociales de Schleswig Holstein, ha pedido que la mutilación genital femenina sea motivo de concesión del estatus de asilo en Alemania. «Se debe prestar mayor atención a los derechos de las mujeres y niñas refugiadas y se debe reconocer la violencia de género como motivo de asilo», ha reivindicado, pero la imposibilidad fáctica de que Alemania preste asilo a todas las mujeres africanas amenazadas y la nueva política restrictiva de asilo del gobierno alemán alejan de la realidad esta reivindicación. Por el momento, Alemania está formando a los empleados de la Oficina Federal de Migraciones para poder responder con sensibilidad a este peligro que se cierne sobre las niñas y mujeres refugiadas.

El Sahel forma un cinturón de hasta 5400 km que atraviesa África desde el océano Atlántico hasta el mar Rojo. Se desarrolla por una decena de países aproximadamente. Estos son: (de oeste a este) el sur de Mauritania, norte de Senegal, centro de Malí, norte de Burkina Faso, sur de Níger, norte de Nigeria, centro de Chad y de Sudán, Eritrea y norte de Etiopía.

«La herida cicatriza, pero el trauma no», lamenta Safaa Osmon, que llegó a Alemania de niña y de adulta ha recurrido a la clínica especializada en la cirugía reconstructiva de Aquisgrán, «ya no puedes montar en bicicleta, ni correr rápido ni saltar. La micción solo es posible en un chorro delgado. Es imposible estar sentada durante largos períodos de tiempo. Te duelen las relaciones sexuales, te duele al orinar, durante la menstruación...«, justifica su decisión, y subraya que »sólo puede terminarse con esto si los inmigrantes de otros países, tanto los padres como los hijos, son separados de unas ideas y tradiciones que importan desde sus lugares de origen«.

11 - Marzo - 2024

Fatou Baldeh OBE (diciembre de 1983) es una activista de los derechos humanos gambiana, conocida por su campaña contra la mutilación genital femenina (MGF).

Baldeh sufrió la mutilación genital femenina a la edad de siete años y fue víctima de una mutilación similar a la de su madre. Baldeh se licenció en Psicología y Salud en la Universidad de Wolverhampton. Posteriormente, cursó un máster en salud sexual y reproductiva en la Universidad Queen Margaret, Edimburgo.

Tras finalizar sus estudios, trabajó para el Foro de Investigación Dignity Alert en Edimburgo para fortalecer los derechos de las mujeres y las niñas y promover los valores humanos. En mayo de 2015, fue nombrada directora del Foro de Investigación Dignity Alert. En 2013, señaló públicamente los problemas de la mutilación genital femenina de niñas en Escocia y fue duramente criticada por tales declaraciones. Posteriormente, el 30 de enero de 2014, Baldeh compareció ante el Comité de Igualdad de Oportunidades del Parlamento escocés, donde se le pidió que hiciera una presentación individual para explicar las medidas y directrices que deben aplicarse para evitar que las mujeres jóvenes fueran víctimas de la mutilación genital femenina en Escocia. Tras pasar la mayor parte de su vida como activista en Escocia, Baldeh regresó a Gambia en 2018, y creó la organización Mujeres en Liberación y Liderazgo (WILL, en sus siglas en inglés). Asimismo, ha impartido talleres y seminarios en Gambia y en el International Center for Transitional Justice. En marzo de 2020, Baldeh recibió un premio She por su destacada contribución al empoderamiento de niñas y mujeres en Gambia. En enero de 2020, la embajadora británica en Gambia, Sharon Wardle, le concedió la Orden del Imperio Británico en reconocimiento a su valor y compromiso en la defensa de las comunidades étnicas y minoritarias negras en Escocia.

"Ahora sé cómo se siente ser una mujer completa": las cirugías para reparar el daño causado por la mutilación genital femenina.

La Asociación Multicultural de Mujeres Mauritanas DIMBE advierte que la mutilación genital femenina se ha convertido en una realidad social en Canarias. Para luchar contra la exclusión social de esta población en riesgo, DIMBE advierte que debe ser abordada desde diferentes ámbitos profesionales y comunitarios, destacando la importancia de la formación y la sensibilización. DIMBE advierte sobre el peligro de esta práctica, que es reconocida internacionalmente como una violación grave de los derechos humanos, la salud y la integridad de las mujeres y las niñas. Las previsiones de Naciones Unidas para 2021 fueron de 4,16 millones de niñas en riesgo de sufrir una mutilación genital femenina. En España, según datos recogidos del INE 2018, hay 15.562 niñas de entre cero y catorce años en riesgo de que se les practique la Mutilación Genital Femenina.

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