En el antiguo Egipto, varias deidades eran representadas
como animales. Toth, el dios del aprendizaje y la sabiduría,
estaba representado por un babuino hamadryas. Los babuinos,
probablemente cautivos en Egipto, eran momificados como ofrendas
votivas tras su muerte. Hoy en día, no viven babuinos salvajes
en Egipto, y no hay pruebas que sugieran que estos primates
lo hicieran en el pasado. En un proyecto interdisciplinar
en el que participaron biólogos, egiptólogos y antropólogos,
Gisela Kopp, bióloga de Constanza que investiga sobre primates
no humanos, se planteó la cuestión de cómo y de dónde llegaron
los babuinos a Egipto. Los resultados se han publicado en
el número actual de la revista eLife. Como demuestran los
estudios de los esqueletos, a los babuinos se les extraían
los peligrosos dientes caninos. Para determinar el origen
geográfico de los babuinos, Gisela Kopp y su equipo utilizaron
análisis genéticos. La región de la que proceden los animales
puede determinarse con ayuda del genoma mitocondrial de las
momias de los animales. La distribución de los babuinos por
el continente africano y su diversidad genética están bien
estudiadas.
Disponemos de muestras comparativas de casi
todas las regiones donde viven babuinos en la actualidad,
afirma Gisela Kopp. Éstas se complementaron con especímenes
de entre 100 y 150 años de antigüedad procedentes de colecciones
de museos. La comparación de muestras de épocas muy separadas
es posible porque la localización de las distintas variantes
genéticas de las poblaciones de babuinos es muy consistente
a lo largo del tiempo. Uno de los colaboradores del estudio,
el antropólogo Nathaniel Dominy, del Dartmouth College de
Estados Unidos, ya había utilizado isótopos estables para
identificar las respectivas ubicaciones geográficas de babuinos
momificados. Este método de uso de firmas químicas puede emplearse
para distinguir entre el lugar donde nacieron y donde crecieron
los animales.
Toth representado como un babuino en una estatua
erigida por Amenhotep III, Dinastía XVIII, Imperio Nuevo,
1390-1353 a.C.
El estudio, publicado en 2020, pudo identificar
el Cuerno de África como la región de origen de los babuinos.
Mediante el análisis genético, que tiene una mayor precisión
geográfica y también puede determinar de dónde proceden originalmente
los animales y sus antepasados, se acotó la ubicación a una
zona bien definida de Eritrea y las regiones vecinas. La muestra
comparativa más similar a la variante genética del espécimen
de la momia procede de la región costera de Eritrea, donde
probablemente se encontraba en la antigüedad el puerto de
Adulis. Los textos antiguos hacen referencia a Adulis como
lugar de comercio de artículos de lujo y animales.
La momia utilizada por Gisela Kopp y su equipo
fue excavada en 1905 en el «Valle de los Monos» y se conserva
en el Museo de las Confluencias de Lyon. Se calcula que la
momia data de entre los años 800 y 500 a.C., en el Periodo
Tardío del antiguo Egipto. Es decir, mucho antes de que Adulis
floreciera como importante centro comercial y puerto. Los
primeros textos históricos mencionan Punt como lugar de origen
de los babuinos, una región legendaria de la que Egipto importó
artículos de lujo durante siglos, hasta principios del primer
milenio antes de Cristo. Sin embargo, se desconoce la ubicación
exacta de Punt. Los egiptólogos llevan mucho tiempo desconcertados
con Punt, ya que algunos estudiosos la han considerado un
lugar de las primeras redes mundiales de comercio marítimo
y, por tanto, el punto de partida de la globalización económica,
afirma Gisela Kopp.
Localización de Adulis, en el reino de Axum.
Punt está documentada en ilustraciones y textos
antiguos de la misma época que las momias. Los conocimientos
egiptológicos del proyecto permitieron vincular Punt con Adulis.
El espécimen que estudiamos encaja cronológicamente con las
últimas expediciones conocidas a Punt. Geográficamente, sin
embargo, encaja con Adulis, una localidad que, siglos después,
era conocida como lugar de comercio, también de primates.
Nuestra hipótesis es que Punt y Adulis son dos nombres diferentes
para el mismo lugar que se utilizaron en momentos distintos,
afirma Gisela Kopp. Y Sólo cuando pusimos nuestros hallazgos
biológicos en el contexto de la investigación histórica, la
historia cobró realmente sentido.
En el campo de la biología propiamente dicho,
los hallazgos suponen un gran avance científico, ya que es
la primera vez que se analiza con éxito ADN antiguo de primates
no humanos momificados. Esto abre oportunidades para estudiar,
por ejemplo, el impacto de las interacciones entre humanos
y animales salvajes en la diversidad genética y su papel en
la transmisión de enfermedades. El contacto que los antiguos
egipcios tenían con animales exóticos es una prueba de las
primeras interacciones intensivas entre animales salvajes
y humanos. La momificación masiva de distintas especies animales
y primates es una práctica cultural extraordinaria.
Una basílica cristiana bizantina del siglo v
en Adulis, excavada en el año 1914.
La representación de babuinos en imágenes y
obras de arte desde la antigüedad sólo se encuentra en Egipto.
Desconocemos qué hacía especiales a estos primates para la
gente de la época y por qué fueron elevados al papel de representación
de la deidad Thoth. Las personas que comparten un entorno
con babuinos no suelen tener a estos animales en gran estima.
Para ellos, los babuinos eran y son considerados una molestia
y una plaga por dañar los cultivos.
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