Muchos chinos debieron sentirse como en aquella
escena de Fantasía en la que dos escobas se convierten en
cuatro, luego en ocho, y así sucesivamente hasta monopolizar
el paisaje. Un ejército de hierro, en este caso, que creció
desorbitadamente hasta cubrir por completo parques y aceras
de ciudades como Xiamen, Fuzhou, Shanghái o Nanjing. En 2017
el "bike-sharing" desembarcó con fuerza en el país asiático.
Decenas de compañías vieron al tiempo una oportunidad de negocio
en ofrecer redes de bicis desbloqueables vía app y que podían
depositarse sin necesidad de aparcamientos específicos. Deja
tu bicicleta en cualquier parte y paga sólo lo que hayas recorrido
con ella. Ha llegado el "Uber de las bicis", decían.
El espectacular aumento de la oferta excedió
la demanda interna. Ni la infraestructura ni las regulaciones
estaban preparadas para lo que se venía, y las ciudades se
congestionaron. La tercera gran empresa de bike-sharing entró
en bancarrota y en apenas dos días el exceso de stock permitió
que los fotógrafos retratasen estos modernos cementerios de
la movilidad inteligente. Si Londres ofrecía 11.000
bicis públicas a sus ciudadanos, Shanghái, con una población
tres veces mayor que la capital británica, acumulaba 1.5 millones
de bicis en sus calles. En un intento por recuperar algo de
su inversión, Mobike, Ofo y Bluegogo vendieron las bicicletas
supervivientes a distintas ciudades europeas que planearan
mejorar sus redes de transporte público y ecológico. El sistema
vía app no es malo, anunciaron, siempre y cuando los ciudadanos
hagan un aprendizaje social para no amontonarlas en la calzada
y el despliegue de vehículos no se haga inasumible para el
territorio. En su segunda llegada, la bici china se lo tomó
con más calma. En parte, para evitar que gigantes ovillos
de cuadros, sillines y pedales volvieran a repetirse.

Esta zona del distrito Jing'an de Shanghai era
uno de los estacionamientos ilegales descontrolados a medida
que la bici compartida extendía su dominio.
Ni economía verde, ni apoyo a la ecología y
al medio ambiente. A veces pedalear también daña a nuestro
ecosistema. Y es que con los manillares apretados en filas
serpenteantes de colores, miles de bicicletas abandonadas
se alineaban en un campo abierto a las afueras de la ciudad
de Shenyang, reliquias de una manía por las bicicletas compartidas
que abrumó a las ciudades de China. Las bicicletas
turquesas, azules y amarillas, dispuestas en largas filas,
algunas apiladas unas sobre otras, llevaban los logotipos
de las empresas que dominaron el sector de las bicicletas
compartidas en China: Hellobike, Didi y Meituan. Las bicicletas
compartidas de bajo coste y desbloqueadas mediante aplicaciones
y para aparcar prácticamente en cualquier lugar, irrumpieron
en las calles chinas con inversores que se apresuraron a financiar
empresas de bicicletas como las ya desaparecidas Ofo y Mobike.
Pero los vehículos de dos ruedas no tardaron en adueñarse
de las aceras y desbordar los carriles bici y las calles,
aparcados de forma desordenada por los usuarios, que a veces
se limitaban a tirar las bicicletas a los arbustos, creando
un dolor de cabeza para las autoridades urbanas y los peatones.
Muchas bicicletas sufrieron daños o fueron robadas, mientras
que algunas incluso fueron reutilizadas como barricadas improvisadas
cuando estalló Covid-19 el año pasado.

El problema es familiar para las ciudades de
todo el mundo que luchan por acorralar a las bicicletas extraviadas,
desde las estaciones de metro de Washington DC, las barcazas
en Amsterdam pescando en los canales hasta el fondo del río
de Melbourne. Las fotografías aéreas de los suburbios de Shenyang,
en la provincia de Liaoning, muestran un cementerio de bicicletas,
uno de los muchos que empezaron a aparecer a principios de
2018, cuando la estrella tecnológica Ofo implosionó, incumpliendo
sus deudas al reclamar sus usuarios la devolución de los depósitos
de alquiler. Las bicicletas se disputan ahora el espacio en
las calles chinas con hordas de patinetes electrónicos compartidos,
que también han hecho su aparición en otros lugares del mundo,
como París y California.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------




--------------------------------------------------------------------------------------------------------------


--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
|