Los restos en llamas del transbordador Columbia
sobre el cielo de Texas el 1 de febrero de 2003 constituyen
un recuerdo doloroso para la NASA, que 20 años después del
accidente en el que murieron siete astronautas señala que
es vital la vigilancia permanente de las misiones espaciales
cuando la mirada está puesta en la Luna y Marte. La mañana
del 1 de febrero de 2003, la misión STS-107 a bordo del Columbia
se aprestaba a concluir un viaje de 16 días con un aterrizaje
en el Centro Espacial Kennedy, en Florida, pero durante el
descenso, y a minutos de tocar tierra, la torre de control
perdió comunicación con la nave y la tripulación, encabezada
por el comandante Rick Husband.
Lanzado al espacio por primera vez en abril
de 1981, el Columbia, que con esta misión cumplía su vuelo
número 28, sufrió una rotura en el sistema de protección térmica
del ala izquierda cuando se hallaba a unos 203.000 pies (62.000
metros) de altura sobre el norte de Texas, lo que provocó
que la nave se desintegrara. La posterior investigación de
siete meses emprendida por la NASA, en la que se recuperaron
unos 85.000 restos del transbordador, determinó que el origen
del accidente fue un pedazo de espuma aislante del tanque
externo que durante el lanzamiento desde el centro Kennedy
se desprendió y dio en el ala izquierda del Columbia. Las
altas temperaturas generadas durante el reingreso a la atmósfera
propiciaron que el daño se incrementara y comprometiera el
escudo térmico de la nave, la cual había dado comienzo al
Programa de Transbordadores Espaciales.
Insignia de la misión STS-107.
Viajaban en el transbordador, además del comandante
Husband, los astronautas de la NASA William McCool, David
Brown, Michael Anderson, Laurel Clark y Kalpana Chawla, ésta
última la primera mujer de origen indio que llegó al espacio,
así como el miembro de la Agencia Espacial Israelí Ilan Ramon,
también el primer miembro de esa nación en alcanzar el espacio.
"Es absolutamente crítico mirar a nuestro pasado y asegurarnos
de que efectivamente aprendimos todas las lecciones, todas
las causas que contribuyeron al accidente", dijo a EFE Mike
Ciannilli, gerente de un programa de la NASA dedicado a este
accidente, así como los ocurridos con el Apolo I (1967) y
el transbordador Challenger (1986). Ciannilli fue parte del
equipo de lanzamiento de la que fue la última misión del Columbia
y, tras el accidente, fue uno de los miembros de las tareas
de recuperación de los restos de la tripulación y de la nave.
"Es uno de esos recuerdos que nunca te olvidas, las imágenes
que viste y lo que escuchaste son cosas que se te quedan impregnadas
en la memoria", dijo el directivo, quien suele dar conferencias
por todo el mundo, participar en foros virtuales y trabajar
con diferentes agencias del Gobierno, instituciones privadas
y académicas para que no se repitan ese tipo de accidentes.
"Cada vez que volamos al espacio siempre hay una porción de
riesgo, no diferente de cuando salimos de casa cada mañana.
Siempre hay riesgo en cada cosa que hacemos", agregó el ingeniero,
quien recordó que tras el accidente, que motivó una pausa
de dos años del programa de transbordadores, se realizaron
otros 22 vuelos exitosos.
Espuma de aislamiento térmico del tanque de
combustible principal del transbordador.
El último de los 135 vuelos de ese programa
de la NASA fue el del transbordador Atlantis, que despegó
el 8 de julio de 2011 desde el Centro Espacial Kennedy, en
Cabo Cañaveral (Florida), al que retornó el 21 de ese mes
tras entregar una carga a la Estación Espacial Internacional
(EEI). El centro Kennedy acoge desde 2015 la exhibición permanente
"Forever Remembered" ("Siempre Recordados") dedicada al Columbia
y al Challenger y que incluye restos de ambas naves, así como
algunos objetos que pertenecieron a los astronautas de ambas
misiones. Como cada mes de enero, la NASA celebró la semana
pasada su jornada anual de conmemoración a los astronautas
fallecidos en el cumplimiento de su deber con una ceremonia
en el Space Mirror Memorial del centro Kennedy, un monumento
de granito de 42 pies (12 metros) de alto por 50 pies (15
metros) de ancho con los nombres de los astronautas caídos.
Acercamiento de la sección izquierda de la rampa
aislante bípode de espuma que se desprendió y dañó el ala
del transbordador.
"Es para que no olvidemos las duras lecciones
aprendidas del Apolo, Challenger y Columbia. Puedo apostar
a que la mitad de la fuerza laboral de la NASA no estaba aquí
cuando lanzamos la última misión del transbordador. Es muy
importante que aprendan estas lecciones para que no se vuelvan
a repetir", resaltó el administrador asociado de la NASA Robert
Bob Cabana sobre el por qué del llamado Día de Conmemoración.
A su turno, la directora del centro Kennedy, Janet Petro,
destacó que el accidente del Columbia, cuyo 20 aniversario
ha sido recordado con actos celebrados en las diferentes sedes
de la NASA en el país, marca el presente de la agencia espacial,
dando forma a su cultura. "Ayudándonos a forjar el camino
a seguir", ahondó.
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El accidente del transbordador espacial Columbia
se produjo el sábado 1 de febrero de 2003 a las 13:59 UTC,
cuando la nave se desintegró sobre los estados de Texas y
Luisiana en su reingreso a la atmósfera terrestre, muriendo
los siete miembros de la tripulación. Durante el lanzamiento
de la misión STS-107, que era la número veintiocho del Columbia,
una pieza de aislamiento de espuma se desprendió del tanque
externo del transbordador espacial y golpeó el ala izquierda.
En la mayoría de los lanzamientos anteriores del transbordador
ocurrieron daños menores por desprendimiento de espuma, pero
algunos ingenieros sospecharon que el daño al Columbia fue
más grave. Los administradores de la NASA limitaron la investigación,
con el razonamiento de que la tripulación no podría haber
solucionado el problema. Cuando el transbordador reingresó
en la atmósfera, el daño permitió que los gases atmosféricos
calientes penetraran y destruyeran la estructura interna del
ala, lo que provocó que la nave espacial se volviera inestable
y poco a poco se rompiera.
Después del desastre, las operaciones de vuelo
del transbordador espacial fueron suspendidas durante más
de dos años, de forma similar a las secuelas del accidente
del Challenger. La construcción de la Estación Espacial Internacional
(ISS) fue puesta en espera; la estación se basó enteramente
en la Roscosmos para reabastecerse durante veintinueve meses
hasta que se reanudaron los vuelos del transbordador con la
misión STS-114 y 41 meses para la rotación de la tripulación
hasta la misión STS-121. Se hicieron cambios técnicos y organizativos,
incluyendo la adición de una minuciosa inspección en órbita
para determinar el estado del sistema de protección térmica
del transbordador tras soportar el ascenso, y mantener una
misión de rescate designada lista en caso de encontrar un
daño irreparable. A excepción de una última misión para reparar
el telescopio espacial Hubble, las misiones posteriores fueron
solo traslados a la ISS para que la tripulación pudiera usarla
como un "refugio seguro".
La tripulación de la misión STS-107. De izquierda
a derecha: Brown, Husband, Clark, Chawla, Anderson, McCool
y Ramon.
Comandante Rick D. Husband: coronel de la Fuerza
Aérea de los Estados Unidos e ingeniero mecánico que pilotó
un transbordador durante el primer acoplamiento con la Estación
Espacial Internacional (STS-96). Piloto William C. McCool:
comandante de la Armada de los Estados Unidos. Comandante
de carga Michael P. Anderson: teniente coronel y físico a
cargo de la misión científica. Especialista de carga Ilan
Ramon: coronel en la Fuerza Aérea Israelí y el primer astronauta
israelí. Especialista de misión Kalpana Chawla: ingeniera
aeroespacial nacida en India. Era su segunda misión espacial.
Especialista de misión David M. Brown: capitán de la Armada
de los Estados Unidos entrenado como aviador y cirujano de
vuelo. Brown trabajó en experimentos científicos. Especialista
de misión Laurel Blair Salton Clark: capitana de la Armada
de los Estados Unidos y cirujana de vuelo. Clark trabajó en
experimentos biológicos.
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El tanque de combustible principal del transbordador
está recubierto de espuma de aislamiento térmico, destinada
a impedir la formación de hielo cuando el depósito se llena
de hidrógeno y oxígeno líquidos. Ese hielo podría dañar el
transbordador si se desprende durante el despegue. La rampa
de espuma bípode es un componente aerodinámico hecho de espuma
de aproximadamente un metro. La espuma, normalmente no considerada
como un material estructural, debe soportar algunas cargas
aerodinámicas. Debido a estos requisitos especiales, solo
un técnico especializado puede realizar el curado de la fundición
y de las rampas en el lugar. Se observaron desprendimientos
de la rampa bípode de aislamiento, en su totalidad o en parte,
en cuatro vuelos anteriores: STS-7 (1983), STS-32 (1990),
STS-50 (1992) y más recientemente la misión STS-112 (2002;
sólo dos lanzamientos antes de la misión STS-107). Todas las
misiones del transbordador afectadas habían sido completadas
con éxito. La dirección de la NASA llegó a referirse a este
fenómeno como «derramamiento de espuma».
Al igual que con los problemas de erosión de
la junta tórica que finalmente condenaron al transbordador
espacial Challenger, la gestión de la NASA se acostumbró a
estos fenómenos, al no existir consecuencias graves en los
episodios anteriores. La socióloga Diane Vaughan designó este
fenómeno como «normalización de la desviación», en su libro
sobre el proceso de decisión del lanzamiento del Challenger.
El STS-112 fue el primer vuelo con cámara «ET Cam», un canal
de video montado en el tanque externo (ET) con el fin de dar
un mayor conocimiento del problema del vertimiento de espuma.
Durante ese lanzamiento se separó un trozo de espuma de la
rampa bípode del ET y golpeó el anillo de unión SRB-ET en
la parte inferior del cohete propulsor sólido izquierdo (SRB)
causando una mella de 12 cm de ancho y nueve de profundidad
en el mismo. Después de la misión STS-112, los líderes de
la NASA analizaron la situación y decidieron seguir adelante
con la justificación de que "el ET es seguro para volar sin
nuevos problemas (y no hay riesgo añadido)" de más golpes
por espuma.
El Transbordador espacial STS era una nave espacial
de la NASA parcialmente reutilizable para órbita baja terrestre.
Su nombre se deriva de un plan de 1969 para un sistema de
naves espaciales reutilizables de las cuales solo el Transbordador
fue financiado.
Dos horas después del despegue se realizó una
revisión de rutina de un video tomado durante el despegue
de la misión STS-107 y no reveló nada inusual. Al día siguiente,
una filmación de mayor resolución que había sido procesada
durante la noche reveló que los restos de espuma golpearon
el ala izquierda, lo que podría dañar la protección térmica
del transbordador espacial. En el momento, no pudo determinarse
el lugar exacto donde la espuma golpeó el ala debido a la
baja resolución de la filmación de las cámaras de seguimiento.
Mientras tanto, se revisó el juicio de la NASA para evaluar
los riesgos. La presidenta del Equipo de Gestión de la Misión
(MMT) Linda Ham dijo que "La razón era pésima entonces y sigue
siéndola". Ham y el director del programa espacial Ron Dittemore
habían estado presentes en la reunión del 31 de octubre de
2002, en la que se tomó la decisión de continuar con los lanzamientos.
Los análisis posteriores al STS-107 revelaron que dos lanzamientos
del transbordador anteriores (STS-52 y STS-62) también tuvieron
pérdida de espuma de la rampa bípode que no fue detectada.
Además, la rampa de espuma de la protuberancia de carga aérea
(PAL) también había derramado piezas, y también hubo pérdidas
puntuales de grandes áreas de espuma.
La misión STS-107 fue el lanzamiento del transbordador
espacial número 113. Se había previsto que comenzara el 11
de enero de 2001, pero se retrasó 18 veces y, finalmente,
se puso en marcha el 16 de enero de 2003, tras la misión STS-113.
Sin embargo, la Junta de Investigación del Accidente del Columbia
determinó que este retraso no tuvo nada que ver con el fracaso
catastrófico. Cerca de 82 segundos después de su lanzamiento
desde el LC-39-A del Centro Espacial Kennedy, una pieza grande
de espuma se desprendió del tanque externo (ET), golpeando
los paneles de carbono-carbono reforzados del ala izquierda
del Columbia. Como se ha demostrado por medio de experimentos
en tierra realizados por la Junta de Investigación del Accidente
del Columbia, es probable que esto creara un orificio de 15
a 25 cm de diámetro, lo que permitió que los gases calientes
entrasen en el ala cuando el Columbia reingresaba en la atmósfera.
En el momento de la falla de la espuma, la nave estaba a una
altitud de unos 20 km, viajando a Mach 2,46 (840 metros por
segundo). La Misión STS-107 Columbia tuvo un periodo desde
el 16 de enero al 1 de febrero de 2003. Esta misión de 16
días de duración estuvo dedicada a la investigación científica,
a la cual se le destinó las 24 horas del día en dos turnos
alternantes. La tripulación llevó a cabo y de manera exitosa
cerca de 80 experimentos. El 1 de febrero se inició el reingreso
a la atmósfera terrestre.
El programa de transbordadores espaciales de
la NASA, oficialmente llamado el Sistema de Transporte Espacial
(STS, por sus siglas en inglés), fue el programa de lanzamiento
de vehículos tripulados del gobierno de los EE.UU. desde 1981
hasta 2011. El transbordador espacial Endeavour es la única
nave espacial alada y tripulada en haber alcanzado órbita
y haber aterrizado, y el único vehículo espacial reutilizable
que ha hecho varios vuelos en órbita. Fue diseñado como el
Vehículo Orbitador 105, y fue el quinto y último orbitador
en ser construido. En abril de 2011, la NASA anunció que el
California Science Center recibiría el Endeavour, uno de los
cuatro orbitadores en ponerse en exhibición permanente a la
conclusión del programa de transbordadores espaciales.
El 1 de febrero de 2003, el Centro de Misión
esperaba un reingreso sin problemas mayores, estando programado
para las 09:16 a. m.. A las 03:30 a. m. el equipo de control
de vuelo de entrada comenzó su turno en el Centro de Control
de misión. A bordo del orbitador la tripulación guardó artículos
sueltos y preparó la nave para el reingreso. 45 minutos antes
Husband y McCool comenzaron a trabajar en la lista de verificación
de entrada. A las 08:10 a. m. el CAPCOM (Comunicador de Cápsula)
informó a la tripulación que estaban aprobados para la quema
de salida de órbita. A las 08:15:30 a. m. la tripulación ejecutó
con éxito la quema de salida de órbita que duró 2 minutos
y 38 segundos, a las 08:44:09 a. m. el Columbia entró en la
atmósfera terrestre a una altitud de 120 km en un punto denominado
Interfaz de Entrada. El daño al TPS en el ala izquierda permitió
que entrara aire caliente y comenzara a derretir la estructura
de aluminio. Cuando el Columbia aún estaba a 60 km de altura
y a 50 minutos del aterrizaje viajando a velocidad de 2,4
Mach, un sensor comenzó a registrar cantidades de tensión
superiores a las normales en el ala izquierda, los datos del
sensor se registraron en el almacenamiento interno y no se
transmitieron ni a la tripulación ni a los controladores en
tierra. Al principio la tripulación no lo notó debido a las
correcciones del sistema de vuelo del orbitador. Entonces
se empezaron a recibir una serie de lecturas anómalas de temperatura
elevada de algunos de los sensores del ala izquierda del transbordador,
específicamente de la zona delantera del cubo del tren de
aterrizaje izquierdo, luego dejaban de emitir señal. Inicialmente
estas anomalías no fueron consideradas como graves por los
operadores del Centro de Misión, pero las sospechas apuntaban
al ingreso de plasma al interior del ala izquierda en la zona
del panel n.º 8, eso permitía el ingreso de gases ionizados
a alta temperatura que afectaba los sensores de temperatura.
Columbia despegó el 12 de abril de 1981 desde
Estados Unidos y dio lugar a un programa de misiones que finalizó
con el trágico accidente de su último vuelo en 2003.
A las 08:56:46 el Columbia cruzó la costa de
California y los observadores en Tierra vieron indicadores
de escombros arrojados, eventos observados por un aumento
de brillo alrededor del orbitador. La grabadora de datos del
Columbia registró una desviación de la horizontalidad hacia
el lado izquierdo. El oficial de Sistemas Mecánicos, mantenimiento,
armado y tripulación (MMACS) informó que los sensores hidráulicos
tenían lecturas por debajo de los umbrales mínimos de detección
a las 08:54:24 a. m.. Continuó su reingreso sobre Utah, Arizona,
Nuevo México y Texas donde los observadores informaron haber
visto escombros arrojados. A las 08:58:03 el ajuste del alerón
del orbitador cambió de los valores previstos debido al daño
en el ala, a las 08:58:21 el orbitador arrojó una placa TPS
que aterrizó sobre Litlefield (Texas). La tripulación recibió
la primera señal de un problema a las 08:58:39 cuando el monitor
del Blackup Flight Software comenzó a mostrar mensajes de
falla por pérdida de presión en las llantas del tren de aterrizaje
izquierdo, el piloto y el comandante recibieron indicaciones
de que se desconocía el estado del tren de aterrizaje izquierdo
ya que diferentes sensores informaron que estaba bajado y
bloqueado pero también en la posición replegada. El arrastre
del ala izquierda continuó guiñando al orbitador hasta que
este ya no pudo ser corregido por el ajuste del alerón. La
pérdida de señal LOSS ocurrió a las 08:59:32 a. m. y la última
transmisión de radio de Husband fue "Roger, uh" que se cortó
a mitad de la transmisión, uno de los canales fue anulado
por un cable defectuoso y una alarma maestra comenzó a sonar,
la pérdida del control del orbitador ocurrió varios segundos
después con la pérdida de la presión hidráulica y una maniobra
de cabeceo hacia arriba descontrolada, el orbitador comenzó
a volar en una trayectoria balística más empinada y con más
resistencia que la anterior, al viajar a Mach 1,5 entró en
un giro plano de 30° a 40° por segundo, el piloto automático
se cambió a control manual y se restableció al modo automático
a las 09:00:05 a. m.; esto habría necesitado la participación
de Husband o MCCool, lo que indica que todavía estaban conscientes
y podían realizar funciones en ese momento; cuando se perdió
toda presión hidráulica, las configuraciones finales de los
interruptores de MCCool indican que habían intentado restablecer
los sistemas hidráulicos.
A las 09:00:18 el orbitador comenzó una ruptura
catastrófica y cesó toda grabación de los datos a bordo, los
observadores notaron un aumento repentino en el desprendimiento
de escombros y todos los sistemas de a bordo perdieron energía,
a las 09:00:35 las secciones delantera y trasera del orbitador
se habían separado la una de la otra, la sacudida hizo que
el compartimiento de la tripulación chocará contra la pared
interior del fuselaje lo que causó la despresurización del
mismo a las 09:00:35 a. m., los pedazos del orbitador continuaron
rompiéndose en fragmentos más pequeños y a las 09:35 a. m.
se estimó que todos los pedazos y restos de la tripulación
impactaron contra el suelo. La pérdida de señal ocurrió cuando
el equipo de Control de Misión esperaba breves cortes de energía,
a las 09:12 a. m. el equipo recibió una llamada telefónica
alertando de la ruptura del orbitador, la información se transmitió
al Director de Vuelo LeRoy Cain que inició los procedimientos
de contingencia.
Transbordador espacial Atlantis en la plataforma
de lanzamiento durante la misión STS-135, la última del programa
del transbordador (NASA).
La rampa bípode (teniendo lados izquierdo y
derecho) fue diseñada originalmente para reducir los esfuerzos
aerodinámicos alrededor de los puntos de unión bípode en el
tanque externo, pero se comprobó que era innecesaria a raíz
del accidente y fue retirada del diseño del tanque externo
después de la misión STS-107. Más tarde también se eliminó
otra rampa de espuma a lo largo de la línea de oxígeno líquido
para evitar que fuera fuente de desechos de espuma, después
de que análisis y pruebas complejas demostraron que este cambio
era seguro.
El otro enero trágico lo marcó
el accidente del transbordador espacial Challenger, el martes
28 de enero de 1986 a las 16:39:13 UTC, cuando el transbordador
(misión STS-51-L) se desintegró 73 segundos tras el lanzamiento,
provocando la muerte de los siete miembros de la tripulación
—Francis Scobee, Michael J. Smith, Ronald McNair, Ellison
Onizuka, Gregory Jarvis, Judith Resnik y Christa McAuliffe—.
La nave se desintegró sobre el océano Atlántico, frente a
la costa del centro de Florida (Estados Unidos) a las 11:38
EST (16:38 UTC).
Ha sido calificado como el accidente más grave
en la conquista del espacio.
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