Esta es la primera vez en 50 años que la NASA probó
un nuevo monopropelente de alto rendimiento en el espacio.
Los propelentes usados para motores de cohete, también
llamados propergol o propulsante, son sustancias muy
diversas pudiendo estar en estado sólido, líquido, gaseoso
o mixto. Estos propelentes reaccionan en la cámara de
empuje o cámara de combustión, generando gases a alta
presión y gran temperatura. Cuando estos gases salen
por la tobera a gran velocidad, generan el empuje necesario
para elevar y acelerar el cohete.
Ejemplos de propelentes líquidos son:
- Hidrógeno líquido (combustible) y oxígeno líquido
(oxidante).
- RP-1 (queroseno refinado, combustible) y oxígeno
líquido (oxidante).
- Hidrazina (combustible) y tetróxido de nitrógeno
(oxidante).
- Peróxido de hidrógeno, como monopropelente.
Entre los propelentes sólidos encontramos:
- Los combustibles suelen ser metales en forma de polvo
como magnesio, aluminio o zirconio.
- Los oxidantes pueden ser: nitrato de amonio, perclorato
de sodio, o sustancias similares.
Tienen la desventaja de que una vez encendidos no es
posible regular o detener la reacción. Una vez que es
encendido el motor, proporciona el empuje para el que
fue calculado y no hay forma de detener el proceso.
Pero por otro lado, tienen la ventaja del menor coste
del diseño y fabricación del motor interno. Una ventaja
adicional es su almacenamiento: El propelente sólido
puede almacenarse por mucho tiempo en el cohete antes
del despegue, en cambio el líquido hay que cargarlo
horas antes del despegue, por lo que para los misiles
es comúnmente utilizado.

Tanque externo de un transbordador espacial.
Es el componente del lanzador transbordador espacial
que contiene el combustible (hidrógeno líquido), y el
oxidante (oxígeno líquido). Durante el despegue y ascensión
suministra el combustible y el oxidante bajo presión
hacia los tres motores principales (SSME) del orbitador.
El ET, del inglés External Tank, se desprende del transbordador
10 segundos después del MECO (Apagado de los motores
principales) (Main Engine Cut Off) donde se corta el
flujo de combustible hacia los SSMEs, y vuelve a entrar
a la atmósfera terrestre. Al contrario que los cohetes
aceleradores, el tanque externo no es reutilizable.
Estalla antes de impactar en el océano Índico (o el
océano Pacífico lejos de las rutas marítimas conocidas;
en el caso de seguir una trayectoria de lanzamiento
tipo inserción directa, que es la usada en las últimas
misiones).

Ese primer satélite artificial, el Sputnik 1 o “Compañero
de Viaje”, era una bola metálica de 58 cm de diámetro
que mantuvo comunicación con la Tierra por 21 días,
hasta que las pilas se agotaron, completando mil 440
vueltas. Después de tres meses, el Sputnik 1 reingresó
a la atmósfera terrestre y se quemó debido al calor
generado por la fricción del aire en su caída, terminando
así esa primera misión e iniciando una nueva era, La
Era Espacial. Las consecuencias de este hecho han revolucionado
de manera profunda nuestra vida cotidiana, dotándonos
de telecomunicaciones eficientes, información metereológica,
comida deshidratada, pañales superabsorbentes, instrumentación
médica, telescopios espaciales y hasta la posibilidad
de, algún día, visitar y habitar otro planeta.
Después de la Segunda Guerra Mundial, las dos grandes
potencias mundiales, la Unión de Repúblicas Soviéticas
Socialistas y los Estados Unidos de Norteamérica, enfocaron
sus esfuerzos por ser los primeros en llevar al espacio
las primeras naves.

La Operación Paperclip (en inglés Operation Paperclip
y originalmente Operación Overcast) también llamada
operación sujetapapeles, se refiere al nombre en clave
de la operación realizada por el Servicio de Inteligencia
y Militar de los Estados Unidos para extraer de Alemania
científicos nazis especializados en las llamadas Armas
Maravillosas del Tercer Reich, como cohetes, armas químicas
y experimentación médica después del colapso del régimen
nazi durante la Segunda Guerra Mundial. El programa
fue llevado adelante por la Agencia de Objetivos de
Inteligencia (Joint Intelligence Objectives Agency),
una institución dependiente del Departamento de Estado
norteamericano creada con este objetivo, que fue disuelta
en 1962. En 1959, 94 individuos de la operación Paperclip
ingresaron a Estados Unidos, incluyendo a Friedwardt
Winterberg, Hans Dolezalek y Friedrich Wigand. En conjunto,
hasta 1990, se calcula que Paperclip involucró a un
total de más de 1,600 personas, como parte de los "reparaciones
intelectuales" debidas a Gran Bretaña y a los Estados
Unidos. Tomando en cuenta las patentes nazis y los procesos
industriales involucrados, se estima que el valor de
estas personas fue de alrededor de $10.000 millones
de dólares.
Algunas figuras clave en la operación fueron
Allen Dulles y Prescott Bush.
Allen Dulles (abogado de Prescott Bush, político estadounidense,
senador republicano por Connecticut y un ejecutivo bancario
de Wall Street con Brown Brothers Harriman. Su hijo,
George H. W. Bush, y su nieto George W. Bush serían
más tarde Presidentes de Estados Unidos.), considerado
el cerebro de la operación Paperclip como Jefe de la
OSS ( Oficina de Servicios Estratégicos, antesala de
la CIA), en Berna, Suiza, y posteriormente director
de la CIA). En 1942, Allen Dulles, abogado y amigo íntimo
de la familia Bush, recibió la misión de impedir a la
prensa que citara o mencionase el nombre de la familia
Bush después de que se hubiera constatado oficialmente
que "grandes partes del imperio Prescott Bush operaron
para la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial",
contribuyendo de esta manera al esfuerzo de guerra nazi.

Kennedy y Allen Dulles. El conocido libro
«El arte de la inteligencia», escrito por uno de los
más sádicos ex directores de la Agencia Central de Inteligencia
(CIA), Allen Dulles, confirma que Estados Unidos repite
en la actualidad, una vez más, sus inescrupulosos y
agresivos planes contra el mundo y particularmente hacia
Latinoamérica y el Caribe para ejercer su dominio en
la región que siempre ha considerado su patio trasero.
Ser el primero en conquistar el espacio representaba
grandes ventajas militares, políticas y económicas.
Por ejemplo, el observar y poder atacar a los demás
países desde “arriba” sin el uso de aviones que invadieran
el espacio aéreo. En esta época se creó una “Carrera
Espacial”, en la que los países líderes destinaron muchos
recursos al desarrollo científico y tecnológico, lo
cual permitió un avance vertiginoso en muy pocos años.
Pasaron 12 años desde la puesta en órbita del primer
satélite artificial hasta la llegada del ser humano
a la Luna, en julio de 1969.
No había pasado ni un mes de la hazaña de puesta en
órbita del Sputnik 1, cuando la perra Laika fue enviada
al espacio también por la URSS a bordo del Sputnik 2.
Durante varios años, perros, monos y ratones siguieron
a la perra Laika, algunos de ellos nunca regresaron
a la Tierra, mientras que otros sí lograron hacerlo.

Siete minutos después de la media noche del 12 de abril
de 1961, tiempo de México, el cosmonauta soviético Yuri
Gagarin, quien acababa de cumplir 27 años de edad, iniciaba
un viaje sin precedentes: el primer viaje de un ser
humano al espacio. A bordo de la nave Vostok 1, Gagarin
dio una vuelta a la Tierra en poco menos de dos horas
a más de 300 km de altura sobre la superficie, mientras
hablaba a la base y comía. Hoy se sabe que Yuri Gagarin
tuvo problemas en el reingreso a la Tierra, pero logró
aterrizar a salvo en un paracaídas probando que el ser
humano era capaz de comer, hablar y sobrevivir en condiciones
de microgravedad y después regresar a la Tierra.
Es casi increíble pensar que uno de los factores que
ayudaron a que Gagarin fuera seleccionado por encima
de más de otros 3 mil pilotos para hacer ese viaje,
fue su baja estatura. La cápsula habitable de la nave
Vostok 1 era muy pequeña y Gagarin, de tan sólo 1.57
m de estatura, cabía más fácilmente que otros pilotos.
Dos años después, el 16 de junio de 1963.

Valentina Tereshkova fue la primera mujer en orbitar
la Tierra. La cosmonauta de 26 años de edad estuvo tres
días dando 48 vueltas alrededor de nuestro planeta.
Después de Valentina, tuvieron que pasar casi 20 años
antes de que volviera una mujer al espacio. El año 1965
vio dos grandes hechos: la primera caminata espacial,
cuando el cosmonauta Alexei Leonov salió de su cápsula
para dar un paseo de 12 minutos fuera de su ambiente
controlado; y la transmisión de las primeras imágenes
(22 en blanco y negro) de Marte desde la nave Mariner
4, la primera en orbitar con éxito otro planeta.

Valentina Tereshkova, la pionera. Se convirtió
en la primera mujer en ir al espacio, habiendo sido
seleccionada entre más de cuatrocientos aspirantes y
cinco finalistas para pilotar el Vostok 6, lanzado el
16 de junio de 1963. Después de cancelarse por falta
de trajes espaciales con las tallas adecuadas, la primera
caminata espacial de dos mujeres astronautas finalmente
tuvo lugar cuando las estadounidenses Christina Koch
y Jessica Meir salieron juntas de la Estación Espacial
Internacional (ISS) al vacío del espacio para reemplazar
un sistema de carga de baterías eléctricas, en 2019.
Pásate por los destacado de Octubre de ese año.
Finalmente, después de varios intentos
y de una clara ventaja de la URSS en la carrera espacial,
el 20 de julio de 1969, los astronautas estadounidenses
Neil Armstrong y Edwin “Buzz” Aldrin salieron del módulo
lunar de la nave Apolo 11 para hacer la primera caminata
lunar. Esta misión recolectó material lunar para traerlo
a la Tierra y también desplegó instrumentos científicos,
lo cual permitió conocer detalles del satélite natural
de nuestro planeta. En los años subsecuentes, la ciencia
en el espacio empezó a ocupar un papel cada vez más
predominante. En 1971 la URSS lanzó la primera estación
espacial y en 1973 EUA lanzó la suya. Finalmente, el
17 de julio de 1975, astronautas estadounidenses y cosmonautas
rusos estrecharon sus manos en el espacio y pasaron
44 horas en convivencia. Esta misión, la Apolo-Soyuz,
representó un gran avance tecnológico ya que dos naves,
completamente diferentes y construidas en lados opuestos
de la Tierra, lograron un sistema de acoplamiento exitoso.

Buzz Aldrin echando la tarde en nuestro
satelite.
Aunado a ello, esta misión representó
un gran avance en la política internacional, ya que
los equipos de tierra, así como aquellos que iban a
volar, de ambos países, pasaron un tiempo entrenándose
y capacitándose en el otro país, logrando un intercambio
de colaboración muy importante entre ambas potencias.
Al final de los proyectos Soyuz y Apolo, una nueva etapa
comenzó y se empezó a desarrollar por parte de los EUA
un vehículo reutilizable para los viajes espaciales,
naciendo así, en 1981, el Transborador Espacial. En
1990, a bordo del transbordador Discovery, se puso en
el espacio el Hubble Space Telescope, el primer telescopio
que no sufre de las afectaciones de la atmósfera terrestre
para observar el Universo y el cual nos ha permitido
grandes avances en el conocimiento del Universo en el
que vivimos.
Desde entonces, los avances en la exploración
espacial involucran cada vez a más actores. Actualmente
más de 25 países, cuentan con sus propias agencias espaciales
(la NASA es la agencia espacial de los EUA), quienes
se encargan de la política del espacio, así como del
desarrollo de ciencia y tecnología, y de la educación
en torno a estos temas. Se han lanzado naves robotizadas
a los confines del Sistema Solar y aún más lejos. Desde
1998 está en construcción la Estación Espacial Internacional,
un centro de investigación, del tamaño de una cancha
de futbol, en órbita terrestre y cuya organización,
control y administración depende de una cooperación
internacional. Nuestra vida ha cambiado, el teflón de
los sartenes en los que cocinamos, las pilas, el mismo
velcro, la televisión satelital, las comunicaciones,
el GPS, toda esa tecnología que usamos hoy en día, es
producto de la exploración espacial.
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