El cráneo de Miguelón con sus siete vértebras
cervicales ya se expone en la colección permanente del Museo
de la Evolución Humana de Burgos. ¿Quién era Miguelón y por
qué su calavera merece ser exhibida en un museo? Con este
nombre se conoce al cráneo número 5 del yacimiento de la Sima
de los Huesos de la Sierra de Atapuerca, el cráneo mejor conservado
del mundo de una especie fósil encontrado hasta la fecha y
una pieza fundamental para el estudio de nuestros antepasados.
Tiene 400.000 años de antigüedad y perteneció a un individuo
de la especie Homo heidelbergensis, antepasado de los neandertales
y uno de los primeros homínidos que habitó Europa.
Todos las fragmentos que componen este magnífico
puzzle de la evolución humana han sido reunidos y expuestos
conjuntamente por primera vez después de un largo proceso
de excavación, limpieza y reconstrucción de las cervicales
que ha durado varios años. Los responsables del Museo de la
Evolución Humana han estado trabajando en un soporte apropiado
para poder exhibir el cráneo junto con las vértebras para
que los visitantes se hagan una idea más completa del aspecto
que tenía este homínido.
Se trata de un conjunto único en el mundo, ya
que el registro fósil de la evolución humana "se compone sobre
todo de dientes y algunos restos craneales, pero prácticamente
faltan cráneos con mandíbula" ha explicado el paleontólogo
Juan Luis Arsuaga, director científico del Museo de la Evolución
Humana. "Aquí tenemos un ejemplo único, con su mandíbula,
gran parte de su dentición y con la columna cervical asociada",
ha resaltado.
El descubrimiento de los huesos de este cráneo
número 5 se produjo hace 30 años y catapultó al yacimiento
de Atapuerca a la fama mundial. Durante la campaña de 1992,
los arqueólogos descubrieron dos cráneos en la llamada Sima
de los Huesos, el cráneo número 4 y el cráneo número 5, bautizados
como Agamenón y Miguelón –en homenaje al entonces bicampeón
del Tour de Francia y estrella del deporte español de la época–
que revolucionarían el estudio de los homínidos en Europa.
En posteriores campañas, se descubriría la mandíbula inferior
y las vértebras cervicales del cráneo número 5, que se convirtió
en el resto de homínido más antiguo y más completo hallado
nunca y a partir del cual se reconstruiría el cuerpo del Homo
heidelbergensis.
Los especialistas del Museo de la Evolución
Humana durante el montaje del cráneo y las vértebras de Miguelón
sobre el soporte en el que serán expuestos.
Gracias al estudio de sus restos, los científicos
han podido saber que Miguelón era un individuo de la especie
Homo heidelbergensis –no sabemos si hombre o mujer– que tenía
alrededor de 35 años cuando murió. Tiene el lado izquierdo
del maxilar deformado, "una inflamación del hueso provocada
seguramente por una infección "que debió ser muy dolorosa
y grave" y que habría acabado provocándole la muerte, según
Juan Luis Arsuaga.
Los hallazgos de la Sima de los Huesos han revolucionado
el estudio de la evolución humana y del poblamiento de los
primeros homínidos en Europa. La sala dedicada a este yacimiento
del Museo de la Evolución Humana, exhibe, además de los restos
craneales mencionados, los fósiles más completos del mundo
del Pleistoceno medio, como la pelvis "Elvis", la mano "X"
o un húmero y una tibia completas de Homo heidelbergensis.
A través del registro fósil de los distintos yacimientos de
la Sierra de Atapuerca se ha podido conocer no tan solo como
eran estos primeros homínidos europeos, sino también la forma
en la que vivían y sus costumbres.
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El cráneo 5 o AT 700 es un fósil de un cráneo
y de su mandíbula de un Homo adulto, llamado popularmente
Miguelón en honor a Miguel Induráin, que está totalmente completo;
fue encontrado en la Sima de los Huesos (Sierra de Atapuerca
Burgos, España) en el año 1992. Jim Bischoff, geocronólogo
estadounidense, dató estos restos en 300 000 años de antigüedad,
usando la técnica de isótopos radiactivos uranio/torio. El
mismo autor, utilizando una versión perfeccionada de la misma
técnica, obtuvo la datación de una estalagmita horizontal
depositada sobre los niveles donde están los fósiles, y los
resultados obtenidos determinan que su antigüedad rebasa el
alcance máximo de la técnica usada, 350 000 años, por lo que
los sedimentos que están bajo ella, los fósiles humanos, son
más antiguos de esa edad, entre 500 000 y 600 000 años.
Dado que es una técnica todavía experimental,
todavía no hay consenso entre la comunidad científica. El
cráneo está excepcionalmente conservado debido a las condiciones
del yacimiento donde fue hallado. Perteneció a un individuo
que murió alrededor de los 35 años de edad. Es difícil saber
si se trata del cráneo de un varón o de una mujer. Los dientes
se encuentran muy desgastados, especialmente los incisivos.
Además de numerosos golpes menores en el cráneo, tuvo una
infección muy grave en el lado izquierdo de la cara provocado
por la fractura y posterior infección de un diente, lo que
ocasionó probablemente la muerte de este individuo. Recientemente
se realizaron estudios que dan cuenta de una lateralidad en
el cerebro, era diestro. Un estudio del ADN de huesos recuperados
del yacimiento de la sima han situado a la población de Atapuerca
de estas fechas y por tanto a este cráneo, en una población
precursora de los neandertales, dejando como obsoleta la clasificación
dentro del Homo heidelbergensis.
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