Volos, ciudad situada a 300 kilómetros al norte
de Atenas y capital de la unidad periférica de Magnesia, es
la entrada de la península de Pelión, una de las maravillas
naturales más espectaculares de Grecia, en donde playas de
agua cristalina se encuentran a poca distancia de pistas de
esquí que transcurren por montañas que parecen los Pirineos.
Pero Volos es también la ciudad más contaminada de Grecia
debido a una cementera situada en las afueras, que integra
una incineradora de residuos para generar la energía que necesita
en la fabricación del cemento. Debido a ello, las enfermedades
respiratorias en esta región son entre 25% y 55% más frecuentes
que en otras áreas del país. Además del aire, en la región
de Magnesia hay una fuerte controversia por la calidad del
agua. Organizaciones vecinales acusan a la administración
local de desatender el mantenimiento de la red de suministro
con el objetivo último de acometer la privatización del agua
proveniente de los manantiales en la impresionante montaña
que crece desde el mar, cuando el deterioro sea irreversible.
Por si esto fuera poco, Volos fue la ciudad
más afectada por las devastadoras inundaciones que provocó
la dana Daniel en septiembre de 2023. Y, probablemente, relacionado
con los efectos de esta, desde hace días, el puerto de Volos
está cubierto por millones de peces muertos. La cantidad de
ejemplares sin vida flotando en el mar ha obligado a las autoridades
a prohibir el baño en numerosas playas cuando todavía no ha
terminado la temporada turística. El Departamento de Salud
Pública y Asistencia Social de la Región de Tesalia recomienda
evitar nadar en las siguientes playas: Sutrali Agrias, Plakes,
Anavros, Xenia, Pefkakia-costa municipal de Volos (playa de
Alykon), Alykes, Amfanon y Amaryllis. La Cámara de Comercio
de Magnesia ha definido el hallazgo de los peces como un “desastre
ecológico y económico sin precedentes”.
En declaraciones, el profesor del departamento
de Medio Ambiente Acuático de la Universidad de Tesalia Dimitris
Klaudatos sostiene que la causa de la muerte de los peces
se remonta a las inundaciones que sufrió la región el año
pasado. Según él, las lluvias desbordaron el lago Karla y
el agua ocupó unas 20.000 hectáreas de cultivos a su alrededor.
“Debido al desvío de cauces fluviales o la ruptura de embalses,
muchos peces de agua dulce del lago ingresaron en estas zonas
inundadas”, explica Klaudatos.
Un hombre recoge peces muertos el miércoles
en el puerto de Volos. La ciudad asiste a su enésimo desastre
ambiental cuando los efectos de la dana ‘Daniel’ aún son visibles
en la sexta ciudad más poblada de Grecia.
Para achicar el agua, el gobierno regional de
Tesalia abrió la compuerta de la presa situada en el arroyo
Xiria, por la que los peces fueron arrastrados de las zonas
inundadas hasta el mar. Los animales han muerto por falta
de oxígeno o en contacto con el agua salada, por tratarse
de especies de agua dulce. Klaudatos detectó ya en mayo algunos
peces muertos, pero cuando disminuyeron las zonas inundadas,
que eran su nuevo hábitat, aumentó el volumen de peces arrastrados
hasta el mar. El gobernador de la región de Tesalia, Dimitris
Kuretas, ha defendido su actuación con el argumento de que
la única solución que había el año pasado para evitar nuevas
inundaciones era abrir la citada compuerta, en la medida en
que las precipitaciones extremas habían destruido una estación
de bombeo y las acequias no podían cumplir su función. El
alcalde de Volos, Ajileas Beas, es una de las figuras más
controvertidas de la política griega. En su faceta como presidente
del club de fútbol de la ciudad, que compagina con el cargo
de alcalde, ha tenido varios expedientes abiertos por comportamientos
racistas. Como regidor, son frecuentes sus salidas de tono,
los comentarios sexistas respecto a políticas rivales y las
acusaciones de autoritarismo. A pesar de ello, revalida su
mayoría absoluta en cada elección. Beas no ha perdido la ocasión
tampoco esta vez para analizar la situación con su característico
estilo. Ha tachado las declaraciones de Kuretas de “payasada”
y le ha calificado como “esta caricatura que se hace pasar
por el gobernador regional de Tesalia”. Considera que Kuretas
es el único responsable del desastre por haber ordenado la
apertura de la presa.
Un hombre sentado en una barca mientras toneladas
de peces muertos cubren el puerto griego de Volos, el miércoles.
El viernes las autoridades han ordenado la instalación
de una segunda red en el río Xiria. La función de las dos
mallas es contener los peces muertos y concentrarlos en un
área de 200 metros para que no ocupen el puerto entero como
los días anteriores. Tres grandes excavadoras están operando
en el lugar, pero organizaciones ecologistas locales consideran
que no son suficientes y que sin la utilización de embarcaciones
adecuadas no será posible limpiar la zona antes de que el
daño sea aún mayor. En 24 horas se han recogido del mar más
de 57 toneladas de peces muertos, según el gobierno local
en declaraciones al portal News247. El fiscal del Tribunal
Supremo ha anunciado la apertura de diligencias para dilucidar
si se ha cometido un delito ecológico pero, al menos de momento,
no ha citado a nadie como investigado. Los operarios continúan
retirando peces muertos mientras, según testigos, el hedor
de la descomposición provocada por las altas temperaturas
se extiende desde el mar hasta varios kilómetros al interior.
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