En 2020 Persépolis cumple 20 años. En dos décadas
hemos visto cómo la autobiografía de Marjane Satrapi le ha
dado la vuelta al mundo revitalizando el género de la novela
gráfica en pleno nacimiento de la era digital y visibilizando
la idea de la angustia juvenil, la ansiedad del extranjero
y la rebelión religiosa bajo la influencia estadounidense
dentro del nuevo régimen islámico en Irán. Este año, Reservoir
Books, sello de Penguin Random House, recupera la obra de
Satrapi con nueva traducción por parte de Carlos Mayor, en
un gran y nuevo formato, con un diseño y rotulación perfectos
para la lectura; sin embargo, deja a un lado fenomenales adiciones
de ediciones anteriores como el epílogo escrito por la novelista
iraní donde reflexiona sobre cómo los estragos de la guerra
dejan heridas profundas en la psique de quienes la viven.
Persépolis, si alguno aún no la ha leído, comienza
con la historia de Marjane cuanto tenía seis años. Desde su
infancia hasta su adultez Satrapi rememora y reflexiona no
solo cómo proviene de una familia progresista y privilegiada,
sino que va desarrollando un tono político que la hace ser
diferente a las otras niñas. Satrapi se convierte en una rebelde
en la adolescencia cuando ya la revolución iraní está instalada
en el poder y su adicción a ese caos tan propio de esa edad
que la hace buscar formas de retar al poder: compra discos
de punk y heavy metal en el mercado negro, responde a las
profesoras islámicas en contra del velo y entiende las causas
de la injusticia cuando su familiares mueren por cargos falsos
debido a un gobierno fundamentalista.
La adolescente Marji es una auténtica líder
adolescente, necesita encajar y está ansiosa por nuevos conocimientos
que un país como el de ella ya no puede darle en tiempos de
guerra y revolución. Marji rompe las reglas no por ser una
rebelde sin causa, sino por una inocencia con causa. Ella
desea, desea todo lo que puede darle el mundo libre.
Ante una hija tan desbocada, su familia, que
esquiva misiles al estallar la guerra con Irak, temerosos
por su seguridad, deciden enviarla a Austria a los 14 años.
En ese exilio construido por sus padres, nuestra rebelde conoce
las costumbres occidentales y algunas le parecen extrañas;
sin embargo, su historia familiar y su interés político a
tan temprana edad la hacen entender por qué los europeos no
tienen idea de lo que pasa en el resto del mundo y menos en
países como Irán.
Son esas contradicciones que se le desvelan
en el exilio con las que Marjane de Persépolis lucha, tratando
de forjar una identidad propia aún dividida en dos. Por ejemplo,
se le considera iraní en Occidente, pero en Irán es una extranjera.
Sin embargo, un consejo de su abuela la hace sentir bien consigo
misma: “si no conservaba la integridad, nunca me integraría”.
En su ir y venir desde el exilio, Sartrapi entiende
que su deseo pertenece a otro país que no es el suyo, que
la libertad como mujer está en otra parte pero que su nostalgia
y sus afectos están en Irán. Releer esta novela de formación
define las múltiples rebeliones, de pequeña a gran escala,
que se deben hacer para forjar una identidad en el exilio.
Los diferentes volúmenes de Persépolis empezaron
a publicarse en el año 2000. El primer volumen recibe ese
mismo año el premio Coup de coeur al mejor autor revelación
en el Festival de Angoulême y, al año siguiente, con el segundo
volumen en el mismo festival, el premio al mejor guion. Continúa
el éxito y el tercer y cuarto volumen terminan de consagrar
la historia de Satrapi. Tanto que la novela gráfica fue adaptada
al cine animado por la propia autora y el dibujante de cómics
Vincent Paronnaud. En el Festival de Cannes de 2007 gana el
Gran Premio del Jurado al mismo tiempo que el rechazo de los
responsables culturales iraníes que la calificaron de hereje.
Persépolis muestra una gran influencia estilística
de La ascensión del gran mal (2001-2007) de David B.,
como reconoce su propia autora. Publicada originalmente
en seis volúmenes por L'Association entre 1996 y 2003,
la obra destaca por la sinceridad -la crudeza, en ocasiones-
con que aborda algunos sucesos de su vida familiar,
así como por su original y sugerente estilo de dibujo.

La ascensión del gran mal es un relato autobiográfico,
en que el narra gráficamente su infancia y juventud,
presididas obsesivamente por la enfermedad de su hermano,
la epilepsia (el gran mal). En opinión del crítico Quim
Pérez, la obra tiene, sin embargo, varias lecturas posibles,
que van desde la crónica médica al relato de formación
del propio autor, con calas en la historia militar de
Francia y la mitología.

La ascensión del gran mal destaca por sus viñetas abigarradas
y sin embargo equilibradas, así como por la capacidad
de David B. para presentar de forma visual conceptos
de una gran abstracción. En 2005 la editorial estadounidense
Pantheon Books la recopiló en un único tomo. La serie
recibió varias nominaciones en el Festival de Cómic
de Angulema: en 2000, el tomo 4º obtuvo el premio al
mejor guion, y dos tomos de la serie, el 2º y el 6º,
fueron nominados como mejor álbum del año, en 1998 y
2004, respectivamente. Para muchos críticos, es la obra
más importante de la historieta francesa de los años
90.

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Persépolis lideró el camino para que otros representantes
de la novela gráfica y el cómic alcanzaran la aprobación literaria
y el respeto crítico que el medio siempre mereció pero que
anteriormente apenas obtuvo. Persépolis no es la historia
feliz de una niña iraní occidentalizada, es la historia de
un destierro, de la separación, de la diáspora y también de
la creatividad, el descubrimiento y la libertad.
Es un clásico que ha resistido la prueba del
tiempo y continúa asombrando con la belleza única y la relevancia
de su historia para la población iraní. Inclusive a los 10
años de su publicación fue revisitada por otros iraníes que
crearon una versión fandom 2.0, Spread Persepolis –hoy inactiva,
solo quedan pdf y cuentas de Flickr–, para explicar la indignación
de los partidarios del opositor Mir Hossein Mousavi y sus
enfrentamientos con la policía luego de declararse victorioso
Mahmoud Ahmadinejad. Esta revisión digital aprobada por la
misma Satrapi detalla el creciente apoyo internacional a la
oposición y la importancia de las redes sociales para acabar
con la desinformación.
"Aprendí que siempre debes gritar más fuerte
que tu agresor", descubre la joven protagonista en el libro.
Pero 40 años después de la revolución de 1979, donde colapsaron
las relaciones entre Estados Unidos e Irán, los líderes de
las dos naciones ideológicamente opuestas continúan discutiendo
sobre las armas nucleares y las sanciones, mientras siguen
las protestas generalizadas en las calles de Irán. Luego del
intento de prohibiciones tanto en Irán como en Estados Unidos,
el espíritu de la novela de Satrapi sigue presente en las
ciudades y la cultura iraní. Muchos jóvenes iraníes siguen
siendo moldeados por las ideas y el pensamiento occidental,
oponiéndose a la política binaria y fundamentalista a través
de actividades y formas artísticas como el skateboarding,
el hip hop o el heavy metal pero con los toques propios de
cultura propia iraní.

La emisión del film 'Persépolis' provocó
violentas protestas en Túnez.
A la par de la mezcla de culturas en Irán, la
novela gráfica se va abriendo camino en los programas de estudio
de secundaria en Estados Unidos. Satrapi visibiliza la cultura
iraní y la posibilidad del mestizaje cultural sin perder la
esencia. Persépolis se convierte en un artefacto de consumo
masivo para entender las posibilidades culturales del mundo
árabe fuera de los blancos y negros, los buenos y los malos.
“Me acuerdo de cuando viajábamos a Europa. Bastaba
con mostrar el pasaporte iraní y te ponían la alfombra roja.
Antes éramos ricos. Ahora, cuando se enteran de nuestra nacionalidad,
nos registran de pies a cabeza, como si fuéramos todos terroristas.
Nos tratan como apestados”. Las líneas de Satrapi desvelan
la nostalgia de que todo pasado fue mejor al presente, así
como el destino de muchos de los países petroleros: primero
son ricos y queridos por el mundo entero, para luego pasar
a la lista negra cuando Estados Unidos desea hacer algo con
ese producto nacional tan codiciado.
Persépolis continúa siendo un clásico relevante
porque ha resistido a la prueba del tiempo, no solo porque
posee reflexiones universales sobre la migración, el exilio,
la desigualdad y la injusticia a través de una belleza narrativa
única sino porque sigue reflejando el problema del fundamentalismo
gubernamental iraní, así como las múltiples formas culturales
que se expanden desde esa herida social.
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Persépolis es el título de una novela gráfica
autobiográfica escrita e ilustrada en blanco y negro escrita
por Marjane Satrapi. La autora relata las etapas fundamentales
que marcaron su vida, desde su niñez en Teherán durante la
revolución islámica, hasta su difícil entrada a la vida adulta
en Europa. La buena recepción de la crítica hizo de Satrapi
una de las autoras francófonas más reconocidas. En 2007, la
adaptación en largometraje de animación de Persépolis, obra
de Vincent Paronnaud y la misma Marjane Satrapi, obtuvo el
Premio del Jurado del Festival de Cannes.
Los dibujos se realizaron en blanco y negro.
Los fondos de las viñetas son generalmente negros o blancos,
algunos son decorados en forma bastante sencilla para dar
mayor importancia al texto. La imagen se hace reflejo del
texto, y no al revés, lo que es importante porque le evita
tener sólo un valor explicativo. La información está incorporada
en el texto, lo cual refuerza la importancia del mismo. El
lenguaje de esta historieta es utilizado en la multiplicidad
de sus registros (familiar y estándar, dejando a veces sitio
para la vulgaridad), mostrando al público la diversidad y
autenticidad de una vida cotidiana.
Persépolis es la historia autobiográfica de
la iraní Marjane Satrapi, la historia de cómo creció en un
régimen fundamentalista islámico que la acabaría llevando
a abandonar su país. El cómic empieza a partir del año 1979,
cuando Marjane tiene diez años y desde su perspectiva infantil
es testigo de un cambio social y político que pone fin a más
de cincuenta años de reinado del sha de Persia en Irán y da
paso a una república islámica. Además de diferenciarse de
los demás niños por haber sido educada al estilo occidental
dentro de una familia de clase alta y por unos padres de ideología
progresista y partidarios del laicismo, "Marji" (como la conoceremos
al principio de la historia) también tiene una considerable
inquietud intelectual para una niña de su edad y notable imaginación
que la lleva a mantener conversaciones con Dios -al que encuentra
un curioso parecido con Karl Marx- o soñar con llegar a ser
algún día la última profeta que siga los pasos de Jesús y
Mahoma. La historia de unos antepasados ilustres (su bisabuelo
fue el último rey de la dinastía persa de los Qadjar), una
familia que se opone activamente al gobierno del Sha, las
manifestaciones, la diferencia de clases sociales o la marginación
de la niña son algunas de las piezas del rompecabezas que
Marji se esfuerza por componer con la intención de comprender
el mundo que la rodea. Al tiempo que va creciendo, Marjane
se da cuenta de que el nuevo régimen por el que lucharon sus
padres ha caído en manos de los integristas y que no trae
consigo nada bueno.
Tomo 1:
La historia comienza en 1979, poco antes de
la Revolución islámica iraní. La protagonista principal, Marjane,
es una pequeña niña de diez años, nacida en una familia de
tendencia progresista. Por su abuelo materno, quien fue Primer
Ministros de Irán bajo Reza Pahlavi, Marjane es la bisnieta
del último Shah de la dinastía kadjar, Ahmad Shah Qajar. Estamos
a 11 de febrero, el Shah acaba de ser derrocado e Irán está
en efervescencia... Las cosas toman, sin embargo, un giro
inesperado, el pueblo ya no es tan libre como lo cree… Mientras
sus padres manifiestan en las calles contra la llegada al
poder de los islamistas, Marjane crece en un universo muy
politizado y militante. Marjane tiene 10 años, cuando el uso
del velo se vuelve obligatorio en las escuelas, en 1980, y
esta noticia despierta en ella numerosos cuestionamientos.
Muy creyente, Marjane planea hacerse profeta; sin embargo,
acaba por alejarse de aquel que llama su “amigo”, furiosa
por las injusticias crecientes. Este primer tomo de Persepolis
se concentra esencialmente en la atmósfera que reina en el
país a principios de la revolución iraní, revelando las tensiones
vehiculizadas por el ambiente muy politizado de la época.
Cada acontecimiento que marca la vida de la pequeña niña se
inscribe en el telón de fondo que es la historia de Irán,
siempre presente en filigrana: la crisis irano-soviética de
1946 está ligada a la historia de un miembro de su familia;
la difícil situación de la gente modesta se aborda por el
caso de la empleada de la casa de los padres de Marjane; la
liberación de prisioneros políticos de la época del Shah es
representada por la autora con la reaparición de amigos de
la familia, al igual que los primeros exilios y las purgas
de opositores políticos.

Tomo 2:
El segundo tomo comienza con la toma de rehenes
en la embajada de Estados Unidos, firmando la ruptura de lazos
con los Estados Unidos. Marjane ve que se cierran las universidades
durante la revolución cultural iraní mientras ella planea
hacerse química. Sus padres, muy comprometidos políticamente,
manifiestan contra el Integrismo con ocasión del decreto del
porte del velo para todas las mujeres iraníes. El debut de
la Guerra_Iran-Irak (de septiembre 1980 a agosto 1988) también
es evocado en este tomo. Mientras los padres de Marjane están
de viaje en España, se enteran que la guerra ha sido declarada.
Marjane no tarda en enterarse, al igual que todos los habitantes
de Teherán; la penuria se hace fuertemente presente en los
supermercados y las estaciones de servicio. La situación de
los refugiados de las zonas de guerra es presentada por la
llegada de Malí, una amiga de la infancia de la madre de Marjane,
y de su familia, todos albergados un tiempo en Teherán en
el hogar de los Satrapi. La autora trata el desarrollo de
los ocho años de guerra en su carácter global, yendo a lo
esencial. Denuncia en primer lugar, el adoctrinamiento y la
ceguera de los jóvenes iraníes ante los reclutadores quienes
les prometen "las llaves del paraíso" por sacrificarse pereciendo
bajo las balas o saltando en minas, guardándose de ir ellos
mismos. Nos habla de los bombardeos sobre Teherán y de la
Batalla de Khorramshahr (mayo de 1982). Es por esta destrucción
del pueblo iraní que Marjane sale definitivamente de la infancia,
fumando su primer cigarrillo en un acto de rebelión hacia
su madre. La situación de los iraníes que permanecen en Irán
y de sus familias es tratada a través de la historia de un
tío de Marjane, que presiente que va a morir pronto y no puede
ver a su hijo, quien emigró a los Países Bajos. Este tío trata
de falsificar un pasaporte para salir del país. Su intento
fracasa cuando los servicios del gobierno descubren el falsificador.
Muere antes de haber podido salvar a su familia. Después de
la revolución islámica, los productos provenientes de países
occidentales son prohibidos en Irán. Esta prohibición es mostrada
en la historieta por los souvenirs que los padres de Marjane
le traen clandestinamente de Turquía: pósteres, un vestido
de mezclilla, el último modelo de tenis Nike y un pin de Michael
Jackson. También es representada por las escenas de venta
clandestina en las calles de Teherán de los mismos productos.
Mientras los "Pasdaran" (guardianes de la revolución) hacen
cumplir la ley en las calles, Marjane aprende a jugar un doble
juego en una sociedad de imprevistos, de tabúes y de prohibiciones.
Es por eso que se siente culpable al salir impune gracias
a mentiras, después de un arresto por mujeres Pasdaran,. Los
bombardeos con misiles Scud, las muertes de vecinos, las dificultades
de Marjane a aceptar las nuevas limitaciones (incluidas las
relacionadas con la vestimenta) y el endurecimiento del régimen
político llevan a los padres de Marjane a enviarla a Austria
para continuar sus estudios.
Tomo 3:
Viena, 1984. Marjane está en plena adolescencia;
su madre la envió a casa de unos conocidos de donde tiene
bruscamente que irse, sin haber sido avisada, para instalarse
en un internado católico. Después de algún tiempo encerrada,
Marjane se va del internado furiosa, víctima de una injusticia
y encuentra alojamiento en casa de un médico. Entre tanto,
conoció a nuevas personas, y empezó a integrarse, pero sin
aceptarse por completo e incluso negando a veces sus orígenes.
Primero indignada por la despreocupación de los jóvenes europeos,
quienes escupen sobre la sociedad sin saber lo que es la guerra
y el sufrimiento, finalmente logra entablar amistad con algunas
personas, de las cuales terminará no obstante por desprenderse.
Ella, para quien "pudor", "discreción", "trabajo", y "convicción"
eran palabras clave en la vida, se va a ver iniciada a la
filosofía anarquista, a las drogas y a la liberación sexual.
Para este momento Marjane ha abandonado sus estudios. Es igualmente
la época de sus primeros descubrimientos sentimentales y de
la aparición de otras desilusiones: la infidelidad de aquel
que amaba es un elemento más que profundiza la fractura que
siente entre las dos culturas en las que intenta hacerse un
lugar. Aunado a la soledad y la falta de afecto, zozobra en
una profunda depresión, y termina despertando en un hospital
por haberse desmayado en plena calle, después de días de dormir
en las calles. Por primera vez desde el primer tomo, la fe
de Marjane reaparece y sobre todo su combatividad se fortalece.
Marjane decide entonces volver a Irán cerca de su familia
e intentar hacer su vida allá.
Tomo 4:
Después de cuatro años de ausencia, nos reencontramos
con Marjane en Teherán; estamos en 1988. La guerra contra
Irak ya terminó pero el país está en ruinas y el régimen sigue
tan represivo como antes. Marjane, muy animada por reencontrarse
con su familia, su país y su recámara, descubre rápidamente
que es considerada como occidental en su país, como era considerada
iraní en Europa, en una ciudad fantasma y una recámara vacía
de muchos recuerdos. Ella debe rehacer su vida y decide aplicar
al pie de la letra el consejo de su abuela: ser ella misma.
Marjane regresa a la Universidad donde empieza estudios de
Arte y se enamora de Reza, en una velada. Se casa rápidamente
con él, no por amor, sino debido a que la vida para una pareja
no casada era casi imposible en Irán y acaban por divorciarse
al año. De encuentros en encuentros, Marjane no procura más
callar su espíritu rebelde y a engañar su sed de libertad.
Se inventa, junto con sus amigos de la universidad, una válvula
de escape, a puertas cerradas, un espacio de libertad, de
vida y de identidad. Este espacio, de fiestas y reuniones
secretas no le bastará y siguiendo el consejo de sus padres,
Marjane abandona definitivamente Irán y se va a Francia, donde
vive desde 1994.

Irán responderá “de forma rápida y contundente” a cualquier
agresión a sus embarcaciones por parte de “barcos terroristas
estadounidenses”. El general Hosein Salami, comandante
de los Guardianes de la Revolución, ha respondido así
al presidente Donald Trump, que ayer tuiteó: “He dado
instrucciones a la Marina de Estados Unidos de que dispare
hasta destruir a cualquier patrullera iraní que hostigue
a nuestras naves en el mar”. Más tarde, el mandatario
estadounidense precisó de forma gráfica: “Que las vuelen
fuera del agua”. Hace una semana, fuentes militares
estadounidenses revelaron que once patrulleras iraníes
habían realizado maniobras peligrosas y hostiles alrededor
de una flotilla estadounidense. Teherán tardó en reaccionar,
pero finalmente el Guía Supremo de la Revolución, Alí
Jamenei, dijo que sus fuerzas se limitaban a hacer su
trabajo, antes de apuntillar: “Su miedo refleja problemas
dentro de la marina de EE.UU”, dijo, “que con cinco
mil infectados de coronavirus debería atender sus propias
necesidades en lugar de formular amenazas”.
El propio ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif,
ha preguntado retóricamente “qué se les ha perdido a
los estadounidenses a más de siete mil millas de sus
costas”. Teherán compara la presencia de la Quinta Flota
–con base en Bahréin- en aguas del Golfo Pérsico con
una hipotética presencia militar iraní en el Golfo de
México. Washington, por su parte, dice defender la libertad
de navegación en aguas por la que discurre el 20% de
los petroleros. No obstante, ahora mismo el principal
problema de los petroleros no es circular, sino llegar
a vender y descargar su carga sin incurrir en pérdidas,
ante la brutal contracción de la demanda. De modo que
Washington y Teherán, por una vez, tienen un interés
común en mantener las espadas en alto. Irán porque es
su principal producto de exportación –aún bajo sanciones
estadounidenses. Y EE.UU. porque su apuesta política
y económica por el petróleo de esquisto está abocada
a la quiebra a los precios actuales, con el riesgo de
arrastrar a sus principales bancos, que la han avalado.

Patrulleras de la Guardia Revolucionaria
de Iran, próximas a un barco norteamericano el pasado
15 de abril.
Con el barril de Brent en mínimos, hace dos días, fue
cuando Trump tuiteaba que pondría toda la carne en el
asador “para no dejar caer a nuestra gran industria
del gas y del petróleo”. Ayer, con su tuit ya abiertamente
guerrero, el precio del crudo empezaba a repuntar. Cabe
añadir que los Guardianes de la Revolución, que responden
directamente al Guía Supremo, hicieron ayer una demostración
de fuerza con el lanzamiento del primer satélite militar
iraní, sin previo aviso y desde una rampa que se creía
en desuso, todo ello en mitad de una pandemia que ha
golpeado a Irán –y a su cúpula dirigente- más que a
cualquier otro país asiático. Tanto es así, que Teherán
se ha visto obligado a pedir un préstamo al Fondo Monetario
Internacional, que ha sido vetado por Washington, ante
la aparente indignación de la Unión Europea.
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Desde la Revolución Islámica de 1979 y tras siete décadas
de monarquía constitucional, el estado iraní adopta la forma
de república islámica, de acuerdo con la Constitución de 1979.
El sistema abarca varios órganos directivos conectados intrincadamente.
El líder Supremo de Irán es responsable de la delineación
y de la supervisión de las políticas generales del Estado.28?
El líder es comandante en jefe de las fuerzas armadas y controla
las operaciones de inteligencia y la seguridad del estado.
Tiene la potestad de declarar la guerra, así como de designar
y despedir al jefe del poder judicial, del órgano de radiotelevisión
estatal y al máximo comandante del Ejército de Guardianes
de la Revolución Islámica.28? Designa a seis de los doce miembros
del Consejo de Guardianes. El cargo de líder puede ser desempeñado
por un alfaquí —desde 1989, Seyyed Alí Jameneí— o por un directorio
de los mismos, designados por la Asamblea de Expertos en Liderazgo,
elegida por sufragio universal y habilitada para destituir
al líder o líderes.28? Después del líder, el presidente de
la República es el funcionario de mayor rango del país.28?29?
Es el responsable de que la Constitución sea obedecida. Es,
además, el jefe del Gobierno de Irán. Ha de notarse que, a
diferencia de lo sucedido en otros países, no es el jefe de
las Fuerzas Armadas.

Protesta en Teherán en 1979 junto a la Torre
Azadi.
Según la ley, todos los candidatos presidenciales deben ser
aprobados por el Consejo de Guardianes antes de que formalicen
su candidatura. Una vez confirmados como candidatos, el presidente
es elegido por mayoría absoluta en sufragio universal para
un mandato de cuatro años.29? Después de su elección, el presidente
designa y supervisa el Consejo de Ministros, coordina las
decisiones gubernamentales, y selecciona las medidas gubernamentales
que expone al Parlamento. Ocho vicepresidentes sirven debajo
del presidente, así como un gabinete de 21 ministros, el cual,
debe ser aceptado por el Parlamento. El Parlamento iraní es
unicameral.30? La Asamblea Consultiva Islámica está conformada
por 290 miembros, elegidos para un periodo de cuatro años.30?
Son elegidos por voto directo y secreto, en candidaturas individuales.
Establece la legislación, ratifica tratados internacionales,
y aprueba el presupuesto del país. Toda la legislación de
la asamblea debe ser ratificada por el Consejo de Guardianes,
que actúa en este sentido como una cámara alta.31? Una prerrogativa
constitucional establece cinco escaños para representantes
elegidos entre integrantes de las minorías religiosas no islámicas
reconocidas: cristianos, judíos y zoroastrianos, lo que les
da una representatividad política cercana al 1,5 % que representan.
Los suníes votan junto al resto de la población. Las candidaturas
al parlamento requieren la aprobación del Consejo de Guardianes.

Hasán Rohaní, presidente de Irán.
La Asamblea de los Expertos, que tiene sesiones semanales,
se compone de 86 clérigos "virtuosos y doctos" elegidos por
sufragio universal para un periodo de ocho años. Igualmente
que en las elecciones presidenciales y parlamentarias, el
Consejo de Guardianes determina elegibilidad para candidatura
en esta asamblea.32? Los miembros de la Asamblea de Expertos
asimismo eligen al Líder Supremo dentro de sus propios miembros
y lo reconfirman periódicamente.32? Nunca se ha sabido que
la asamblea desafíe una decisión del Líder. Doce miembros
forman el Consejo de Guardianes, seis de los cuales son clérigos
designados por el Líder. El jefe de la judicatura recomienda
los seis restantes, que han de ser alfaquíes —juristas especializados
en derecho islámico—, y son nombrados oficialmente por el
Parlamento. El Consejo de Guardianes está investido con la
potestad de interpretar la constitución y determinar si las
leyes aprobadas por el Parlamento están en línea con la constitución
y con la Sharia (ley islámica). Por lo tanto el Consejo puede
ejercer veto sobre el Parlamento. Si una ley aprobada por
el Parlamento se juzga incompatible con la Constitución o
con la Sharía, se remite de nuevo al Parlamento para su revisión.
El Consejo también examina a los candidatos presidenciales,
parlamentarios y de la Asamblea de Expertos, para confirmar
que son aptos para postular una candidatura. Creado por el
ayatolá Jomeini en 1988, el Consejo de Discernimiento del
Interés del Estado tiene la autoridad para mediar conflictos
entre el parlamento y el Consejo de Guardianes. El Consejo
de Discernimiento opera también, según la ley fundamental,
como organismo consultivo del líder supremo, haciéndole uno
de los cuerpos de gobierno de más alcance del país, por lo
menos en nombre. El sistema político iraní tiene rasgos de
una democracia presidencialista y teocrática gobernada por
un "líder supremo" autocrático. Se ha descrito al régimen
iraní como autoritario debido a la significativa falta de
libertades, su naturaleza teocrática y a los abusos contra
los derechos humanos
Cinco razones para releer 'Persépolis', la novela que
nos mostró la Revolución iraní a ojos de una niña.

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Exhibida en la última sesión del festival, la película iraní
No hay maldad, de Mohammad Rasoulof, fue proclamada en la
noche del sábado ganadora del Oso de Oro al mejor film, en
la edición 70 aniversario de la Berlinale de este año.
La proyección oficial en el inmenso Berlinale Palast fue reveladora,
no sólo por la ovación con que fue recibida sino también porque
la butaca reservada al realizador y que llevaba su nombre
impreso en letras de molde, estaba significativamente vacía.
Rasoulof (Shiraz, 1972) tiene prohibido salir de su país,
donde ha enfrentado serios cargos judiciales por su actividad
política en contra del gobierno iraní y muy particularmente
por su película inmediatamente anterior, Un hombre íntegro
(2017), premiada en la sección Una cierta mirada del Festival
de Cannes. “La de Rasoulof es una película que habla de las
difíciles elecciones que todos tenemos que hacer alguna vez
en nuestras vidas y que se enfrenta con coraje a un régimen
autoritario”, señaló enfáticamente desde el escenario el presidente
del jurado, el actor inglés Jeremy Irons, en los considerandos
del premio.
Largometraje estructurado en cuatro episodios, No hay maldad
tiene un eje en común, que es la pena de muerte en Irán, y
cada uno de esos relatos tiene como protagonista no precisamente
a las víctimas sino a los victimarios, aquellos que están
obligados cumplir con la ley de su país y ejecutar a los convictos.
Que puede ser un verdugo profesional, como es el caso del
primer episodio --muy probablemente el mejor, por la sintética
eficacia de su narración— o jóvenes conscriptos a quienes
en el marco del servicio militar obligatorio quizás les toque
“servir a la patria” y ocuparse de hacer funcionar el cadalso,
no sólo reservado a criminales sino también a opositores políticos,
como sugiere uno de los episodios del film.

No exenta de un carácter moralizador, la película de Rasoulof
–un director que no ha podido ver nunca ni uno de sus films
proyectados en su país— propone un llamamiento a la desobediencia
civil: que esos hombres enfrentados al deber de ejecutar a
uno de sus connacionales se animen a negarse a hacerlo, a
pesar de las terribles consecuencias personales que esa decisión
conlleva. “Exigimos la libertad de poder decir ‘no’…”, señaló
uno de los miembros del numeroso equipo iraní que acompañó
la película, entre ellos la hija del director, que fue quien
alzó en nombre de su padre el Oso de Oro.
Esta es la segunda vez en cinco años que la Berlinale premia
a un director iraní in absentia. En la edición 2015, el Oso
de Oro fue para Taxi , de Jafar Panahi, que también está impedido
de salir de su país, en su caso desde hace una década. El
propio Panahi fue una de las figuras públicas que salió en
defensa de Rasoulof cuando las autoridades iraníes le confiscaron
el pasaporte, a su regreso de Cannes, acusado de “reunión
y confabulación contra la seguridad nacional y de propaganda
contra el sistema”. Otro de los realizadores iraníes que en
su momento salió en apoyo de Rasoulof fue Asghar Farhadi,
también ganador del Oso de Oro de la Berlinale con La separación
, en 2011.
A principios de 2013, los responsables iraníes se sintieron
molestos por la imagen de su país que se reflejaba en Argo,
la película de Ben Affleck sobre el rescate por parte de la
CIA de seis de los diplomáticos estadounidenses secuestrados
en Teherán. Desde su estreno, varios portavoces se quejaron
de que daba una mala imagen de los jóvenes revolucionarios
que tomaron la embajada de EE UU en 1979 y de los iraníes
en general, a los que reflejaba como ignorantes y fanáticos.
Así que para compensar la balanza decidieron jugar con las
mismas cartas y rodaron su propia versión de aquellos hechos.
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