En el año 2014 ya había aparecido en Guareña
(Badajoz) la primera pista de lo que los expertos consideraban
un vuelco en la historia conocida de la cultura tartésica
(siglos VIII-IV a.C.). Se trató entonces de un gran edificio
oculto que escondía un sacrificio masivo de animales, principalmente
caballos. La magnitud del hallazgo llevó a un equipo de la
Universidad Autónoma de Madrid a solicitar los correspondientes
permisos para seguir investigando en el yacimiento, donde
se lograría encontrar años más tarde otro imponente espacio
de 70 m2 donde apareció un altar en forma de piel de toro.
Bingo. Se trata de un santuario tartésico. Y ahora la quinta
fase de esta campaña de excavaciones acaba de dar otro giro
a la historia de forma inesperada: los restos de cinco relieves
figurados, que datan del siglo V a.C., los primeros pertenecientes
a la cultura tartésica en la península ibérica. Hasta ahora
sólo se habían encontrado animales, nunca representaciones
humanas. Se trata de altorrelieves, de momento sólo cabezas,
algo hasta ahora inédito en esta civilización misteriosa.
Se trata de cinco esculturas en total, con
un rostro probablemente idealizado, en el que además se aprecian
pendientes en el caso de dos mujeres, y el casco de un guerrero.
Las otras dos esculturas están por identificar. El descubrimiento,
según ha anunciado hoy el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones
Científicas) se ha realizado durante la excavación del sector
este del compeljo, por el que se accede al patio del edificio
donde se documentó un masivo sacrificio de equinos. "Lo insólito
del nuevo hallazgo es que las representaciones corresponden
a rostros humanos", apuntan desde este organismo. Los trabajos,
dirigidos por Esther Rodríguez González y Sebastián Celestino
Pérez, han llevado a recuperar dos de los relieves figurados,
que se encuentran casi completos, y corresponden a sendas
figuras femeninas adornadas con destacados pendientes o arracadas
que representan piezas típicas de la orfebrería tartésica.
Hasta ahora, estas piezas de oro solo se conocían a través
de los hallazgos realizados en enclaves como el yacimiento
de Cancho Roano o dentro del conjunto que conforma el tesoro
de Aliseda, un ajuar funerario tartésico hallado en Cáceres.
"Parece que nos encontramos ante la representación de dos
divinidades femeninas del panteón tartésico", apuntan los
investigados, quienes subrayan "la calidad técnica y el detalle
artístico con el que fueron elaborados". De hecho, no se descartan
que se trate de personajes destacados de la sociedad tartésica.
Además, junto a las dos figuras femeninas, se
han recuperado otros fragmentos de relieves: se trataría de
otros tres individuos, uno de ellos identificado como un guerrero
al conservarse parte del casco. "Este extraordinario hallazgo
supone un profundo cambio de paradigma en la interpretación
de Tarteso, considerado tradicionalmente como una cultura
anicónica por representar la divinidad a través de motivos
animales o vegetales, o a través de betilos (piedras sagradas)",
destacan desde el CSIS. Por tanto, nunca antes se había descubierto
que esta cultura hubiera consagrado a humanos. Por último,
el hallazgo presentado hoy incide en la importancia del yacimiento
como en la transcendencia de la cultura tartésica en el valle
del Guadiana durante sus últimos momentos.
El proyecto 'Construyendo Tarteso' tiene como
objetivo principal es caracterizar la cultura material tartésica
a través del análisis arquitectónico de los grandes edificios
de adobe excavados en las últimas décadas. En esta quinta
campaña, los trabajos se centran en el sector este para intentar
localizar el punto de acceso al mismo: la fachada del edificio.
"Al ser construcciones que siguen un patrón oriental, habitualmente
se orientan hacia el este, es decir, hacia la salida del sol.
Además, se intenta descubrir si existe una simetría con el
patio o si podría existir una puerta que comunicase directamente
con dicho espacio", apuntan los investigadores. El yacimiento
es singular por muchos aspectos, fundamentalmente, por su
excelente estado de conservación. "Hasta la fecha, es el edificio
construido en tierra mejor conservado del Mediterráneo occidental.
Ello se debe, entre otras razones, por conservar sus dos plantas
constructivas, es decir, por la posibilidad de caminar tanto
por el piso superior como por el inferior", inciden los expertos.
Tartessos, Tarteso o Tartesia es el nombre por
el que los griegos conocían a la que creyeron primera civilización
de Occidente. Posible heredera del Bronce final atlántico,
se desarrolló en el triángulo formado por las actuales provincias
de Huelva, Sevilla y Cádiz, en la costa suroeste de la península
ibérica durante el Bronce tardío y la primera Edad del Hierro.
Un ejemplo de ellos es la posible existencia
de una bóveda que cubría una de sus estancias principales
o el uso del mortero de cal, en este caso, para fabricar los
sillares de los peldaños inferiores de la escalera. Además
de los elementos arquitectónicos, como la conservación de
alzados de adobe de hasta cinco metros de altura, es significativo
el sacrificio masivo de animales, el más grande que se ha
documentado hasta la fecha en el Mediterráneo occidental.
Por otra parte, los materiales que atesora y el estado de
conservación de los mismos son excepcionales: la presencia
de una escultura de mármol procedente del monte Pentélico,
del que solo se tienen los pies, o el conjunto de vidrios
de origen macedónico, junto a la colección de marfiles etruscos,
evidencian la riqueza cultural y material de este singular
enclave.
Además del CSIC, colaboran en estos trabajos
investigadores pertenecientes a más de 28 centros de investigación
y universidades de carácter nacional e internacional. Además
del equipo de investigación, a la rueda de prensa han asistido
el director del IAM-CSIC, Pedro Mateos; la representante del
CSIC en Andalucía y Extremadura, Margarita Paneque; y el alcalde
de Guareña (Badajoz), Abel González.
Nota de prensa, Enero 2024:
Los pies de la escultura griega más antigua
de la Península. La figura representa a una diosa que fue
fabricada con el mismo material que los frisos del Partenón
es el nuevo nuevo hallazgo en el Turuñuelo.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
|