Parias del recuerdo.
Los zan-ryu Nippon hei, soldados de Japón dejados
atrás o rezagados fueron soldados japoneses que tras la rendición
oficial de Japón tras la Segunda Guerra Mundial como consecuencia
de la firmeza y el dogmatismo de sus convicciones, el miedo
al deshonor si se rendían al enemigo o bien por no recibir
la orden de rendición por parte de sus superiores al haber
cortado las tropas estadounidenses las líneas de comunicación,
continuarían luchando primero contra las fuerzas de ocupación
aliadas y, posteriormente, con la policía local años después
de que la guerra terminase. Hiro Onoda se entregó en marzo
de 1974, Teruo Nakamura, se entregó en diciembre de ese mismo
año. La rendición del Imperio Japonés durante la Segunda Guerra
Mundial fue proclamada por el emperador Hirohito el 14 de
agosto y ratificada el 2 de septiembre de 1945, concluyendo
las hostilidades bélicas.
Fueron varios los intentos llevados a cabo tanto
por los estadounidenses como por los japoneses para convencer
a los rezagados de que se entregaran. Se dejaron caer desde
el aire en varias islas miles de octavillas que informaban
del fin de la guerra, y en otras se usó equipos de megafonía
pero los rezagados pensaron que se trataba de una artimaña
del enemigo.
Fotografía de la entrada a la reproducción de
la cueva del soldado japonés Shoichi Yokoi en Guam.
El capitán Sakae Oba, no se rindió hasta transcurridos
tres meses del final de la guerra. El soldado de 1.ª clase
Yuichi Akatsu permaneció en la isla filipina de Lubang desde
1944 hasta que se entregó en 1951 en el pueblo filipino de
Looc. El cabo Shoichi Shimada, siguió combatiendo en Lubang,
murió en 1954 durante un enfrentamiento con soldados filipinos.
El oficial Shigeichi Yamamoto y tres soldados sobrevivieron
durante 11 años en la isla de Mindoro. Bunzo Minagawa vivió
oculto en Guam desde 1944 hasta mayo de 1960. El Sargento
Tadashi Ito, miembro de la unidad de Minagawa, se entregó
en Guam días más tarde que aquel, el 23 de mayo de 1960. El
cabo Shoichi Yokoi, sirvió bajo las órdenes de Ito, fue capturado
en Guam en enero de 1972 cuando dos cazadores le descubrieron
mientras pescaba en un torrente, había leído las octavillas
lanzadas por los aviones norteamericanos que indicaban que
la guerra había terminado pero estaba convencido de que se
trataba de propaganda enemiga.
Volvió a Japón convertido en un héroe pero él
se mostraba apesadumbrado por no haber podido servir al emperador
de manera satisfactoria. Kinshichi Kozuka, junto con Onoda
vivió oculto durante 28 años hasta que en 1972 murió durante
un tiroteo con tropas filipinas. El teniente Hiro Onoda, junto
con Akatsu, Shimada y Kozuka, se ocultó en Lubang desde 1944
hasta marzo de 1974. Fue encontrado por un aventurero japonés
pero Onoda no creyó que la guerra había terminado y le aseguró
que sólo entregaría su oxidado fusil si su antiguo oficial
al mando le daba la orden. El viajero regresó a Japón con
la increíble historia y rápidamente encontraron al superior
de Onoda, que regentaba una librería y volvieron a Filipinas.
Cuando se encontraron y Onoda recibió la orden de incorporarse
a la vida civil entendió que la guerra había finalizado. Lo
primero que visitó en su país fue su tumba, que la familia
había erigido convencidos de que había muerto. El soldado
Teruo Nakamura fue descubierto por las Fuerzas Aéreas Indonesias
en Morotai y se entregó a una patrulla de búsqueda el 18 de
diciembre de 1974. Ishinosuke Uwano, a diferencia del resto,
ha vivido en sociedad, creando una familia en Ucrania, ya
que fue capturado por los soviéticos. Se indicó en diversos
medios que dos soldados, Yoshio Yamakawa, de 87 años de edad,
y Tsuzuki Nakauchi, de 85, se entregaron a las autoridades
militares filipinas en 2005, pero el hecho resultaría ser
un fraude.
Hito Onoda quizás sea el mas conocido.
Abnegados soldados nipones inasequibles a la derrota permanecieron
emboscados durante años. A la sazón de la victoria,
el Emperador y otras zarandajas.
El Teniente General Tadamichi Kuribayashi lidera
las tropas japonesas en una batalla perdida contra las fuerzas
estadounidenses que invadieron la isla durante la Segunda
Guerra Mundial.
Hiro Onoda fue un militar japonés, oficial de
inteligencia del Ejército Imperial Japonés que luchó en la
Segunda Guerra Mundial y no se rindió hasta 1974, después
de haber pasado casi treinta años sobreviviendo en las selvas
de Filipinas. Esto hizo que fuera el penúltimo soldado en
rendirse tras la Segunda Guerra Mundial —al haberlo hecho
siete meses antes que el soldado taiwanés Teruo Nakamura—,
y el último de nacionalidad japonesa.
Onoda fue entrenado como oficial de Inteligencia
por el comando Futamata de la Escuela Nakano y el 26 de diciembre
de 1944 lo enviaron a la Isla de Lubang en Filipinas. Las
órdenes de Onoda eran realizar una guerra de guerrillas contra
los estadounidenses, que estaban listos para invadir la isla,
especialmente atacando las pistas de aterrizaje y los muelles
del puerto para evitar que fueran usados por el enemigo. Sus
órdenes también incluían el no rendirse bajo ninguna circunstancia
o suicidarse. Cuando Onoda desembarcó en la isla, se le destinó
a un grupo de soldados japoneses que habían sido enviados
allí con anterioridad. Los oficiales en el grupo sobrepasaban
en rango a Onoda y le impidieron llevar a cabo su misión,
lo que hizo más fácil para Estados Unidos y las fuerzas de
la Commonwealth de Filipinas tomar la isla cuando desembarcaron
el 28 de febrero de 1945. Poco tiempo después del desembarco,
todos menos Onoda y otros tres soldados habían muerto o se
habían rendido y Onoda, que había sido ascendido a teniente,
ordenó a los hombres que ocuparan las colinas.
Onoda, joven y lleno de sueños.
Onoda continuó su campaña, viviendo inicialmente
en las montañas con tres compañeros (el soldado Yuichi Akatsu,
el cabo Shoichi Shimada y el soldado de primera clase Kinshichi
Kozuka). La primera vez que vieron un folleto que afirmaba
que la guerra había terminado, fue en octubre de 1945 y decía
lo siguiente: "La guerra terminó el 15 de agosto de 1945.
¡Bajen de las montañas!". Onoda, sin embargo, desconfió del
folleto al pensar que se trataba de propaganda aliada y razonando
que no lo hubieran lanzado si de verdad la guerra hubiera
concluido. Hacia el final de 1945 se lanzaron panfletos por
aire con una orden de entrega impreso en ellos del general
Tomoyuki Yamashita. En este momento llevaban ya más de un
año en la clandestinidad, y este prospecto había sido la única
prueba que tenían de que la guerra había terminado. El grupo
de Onoda lo examinó para determinar si era auténtico o no,
y decidió que era un engaño. Uno de los cuatro, Yuichi Akatsu,
se alejó de los demás en septiembre de 1949 y se rindió a
las fuerzas filipinas en 1950 después de seis meses de vagar
por su cuenta. Esto les pareció al resto un problema de seguridad,
por lo que se hicieron aún más cuidadosos. En 1952 se lanzaron
desde un avión cartas y fotos de familiares instándoles a
rendirse, pero los tres soldados llegaron a la conclusión
de que se trataba de un engaño. Shimada recibió un disparo
en la pierna durante un tiroteo con pescadores locales en
junio de 1953, tras lo cual Onoda lo cuidó hasta que se curó.
El 7 de mayo de 1954, Shimada murió por un disparo efectuado
por un grupo de búsqueda que trataba de detener a los japoneses.
Kozuka murió por dos disparos de la policía local el 19 de
octubre de 1972, cuando él y Onoda, como parte de sus actividades
de guerrilla, quemaban arroz recolectado por unos agricultores,
dejando a Onoda solo. Aunque Onoda había sido declarado oficialmente
muerto en diciembre de 1959, este suceso sugirió que era probable
que aún estuviera vivo y se enviaron grupos en su busca, aunque
ninguno lo logró.
Guam es una isla perteneciente a Estados Unidos
en Micronesia, en el Pacífico Occidental. Se caracteriza por
sus playas tropicales, aldeas chamorras y antiguos pilares
de piedras Latte. La importancia de Guam en la Segunda Guerra
Mundial se aprecia en el Parque Histórico Nacional de la Guerra
en el Pacífico, cuyos sitios incluyen la playa de Asan, un
antiguo campo de batalla. La herencia colonial española de
la isla se manifiesta en el fuerte Nuestra Señora de la Soledad,
sobre un risco en Umatac.
El 20 de febrero de 1974, Onoda conoció a un
estudiante japonés que había abandonado la universidad, Norio
Suzuki (1949-1986), que estaba viajando por el mundo en busca
de "El teniente Onoda, un panda, y el Abominable Hombre de
las Nieves, en ese orden". Onoda y Suzuki se hicieron amigos,
pero Onoda todavía se negaba a rendirse, diciendo que estaba
esperando órdenes de un superior. Suzuki volvió a Japón con
las fotografías en las que aparecía con Onoda como prueba
de su encuentro, y el gobierno japonés localizó al superior
de Onoda, el comandante Yoshimi Taniguchi, que se había convertido
en un librero. Taniguchi voló a Lubang el 9 de marzo de 1974
e informó a Onoda de la derrota de Japón y le ordenó deponer
las armas. El teniente Onoda surgió de la selva 29 años después
del final de la Segunda Guerra Mundial y aceptó la orden de
rendirse, con la entrega de su uniforme y su espada, junto
a su fusil tipo 99 Arisaka, todavía en condiciones de funcionar,
500 cartuchos y varias granadas de mano. A pesar de que había
matado a una treintena de habitantes de la isla filipina y
participado en varios tiroteos con la policía, se tuvieron
en cuenta las circunstancias y Onoda recibió un indulto del
presidente Ferdinand Marcos. Después de encontrar a Onoda,
Suzuki rápidamente encontró un panda salvaje y afirmó haber
visto un yeti desde la distancia en julio de 1975, caminando
en la cordillera Dhaulagiri del Himalaya. Se casó en 1976
pero no abandonó su búsqueda. Murió en noviembre de 1986 en
una avalancha mientras buscaba al yeti en el Himalaya. Sus
restos fueron descubiertos un año después y devueltos a su
familia.
Onoda fue tan popular tras su regreso a Japón
que algunos japoneses lo impulsaron a presentarse como candidato
a la Dieta Nacional, la asamblea u órgano máximo de poder
de Japón de acuerdo con la Constitución japonesa. También
publicó una autobiografía, No Surrender: My Thirty-Year War
(Sin rendirse: Mis treinta años de guerra), poco después de
su entrega, que detallaba su vida como guerrillero en una
guerra que hacía tiempo que había terminado. Sin embargo,
Onoda no estaba contento con el hecho de ser objeto de tanta
atención y estaba preocupado por lo que consideraba como debilitamiento
de los valores tradicionales japoneses. En abril de 1975,
siguió el ejemplo de su hermano mayor, Tadao, y salió de Japón
con rumbo a Brasil, donde se dedicó a la cría de ganado. Se
casó en 1976 y asumió un papel de liderazgo en la comunidad
japonesa local.
Hiroo Onoda (dcha.), entrega su sable al presidente
filipino Ferdinand Marcos el día de su rendición, el 11 de
marzo de 1974.
Después de leer acerca de un adolescente japonés
que había asesinado a sus padres en 1980, Onoda regresó a
Japón en 1984 y estableció el Onoda Shizen Juku ("Escuela
de Naturaleza de Onoda"), campamento de educación para jóvenes,
situado en distintos lugares en Japón. Onoda volvió a visitar
la isla de Lubang en 1996, donando 10 000 dólares estadounidenses
para la escuela local. Su esposa, Machie Onoda, se convirtió
en jefa de la Asociación de Mujeres de Japón en 2006. En sus
últimos años pasaba tres meses al año en Brasil. Le fue concedida
la medalla al Mérito de Santos-Dumont por la Fuerza Aérea
Brasileña el 6 de diciembre de 2004. Falleció el 16 de enero
de 2014 a la edad de 91 años.
El disco Nude de 1981 grabado por el grupo Camel,
está basado en la historia de Onoda. En la teleserie “Fargo”
(III temporada, VIII episodio) se le cita. El libro El sutil
arte de que te importe una mierda de Mark Manson incluye la
historia de Hiro Onoda en el Capítulo 4. En 2021, el director
Arthur Harari grabó la cinta "Onoda, 10.000 noches en la jungla"
dónde Yuya Endo y Kanji Tsuda interpretaban al teniente Onoda.
La película, de producción francesa, ganó un premio César
al mejor guion original.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Ishinosuke Uwano es un exsoldado del Ejército
Imperial Japonés que saltó a la fama en abril de 2006 después
de haber sido descubierto viviendo en Ucrania seis décadas
después del fin de la Segunda Guerra Mundial. Uwano fue considerado
muerto en las bases de datos japonesas. Uwano estaba sirviendo
en el lado japonés de la Isla de Sajalín al término de la
guerra, y estuvo en contacto con su familia hasta 1958.
Cambiar de vida como quien cambia de videoclub.
Posteriormente se casó con una ucraniana y se
estableció en Kiev, donde tuvo tres hijos. Sin embargo, la
falta de contacto llevó a su familia a declararlo legalmente
muerto en 2000. Como consecuencia, cuando volvió a Japón a
visitar a su familia el 2006, tuvo que entrar a su país con
su pasaporte ucraniano.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Sakae Oba fue un oficial del Ejército Imperial
Japonés durante la Segunda Guerra Mundial. Sirvió en la Segunda
Guerra Sino-Japonesa y en la Guerra del Pacífico. Después
de que las fuerzas japonesas fueron derrotadas en la batalla
de Saipán, lideró un grupo de soldados y civiles en la selva
para evitar ser capturados por las fuerzas aliadas. Bajo el
liderazgo del capitán Oba, el grupo sobrevivió durante más
de un año después de la batalla y finalmente se rindió en
diciembre de 1945, tres meses después del fin de la guerra.
Tras su regreso a Japón, se convirtió en un exitoso hombre
de negocios y sirvió en el concejo de la ciudad de Gamagori,
Aichi.
Sakae Oba nació el 21 de marzo de 1914 en la
ciudad de Gamagori, en la prefectura de Aichi, Japón. Fue
el primer hijo de Isuke Oba, un agricultor. En marzo de 1933,
Sakae se graduó de la Escuela de Práctica de Educación y el
mes siguiente aceptó un puesto docente en una escuela pública
en el área. Mientras trabajaba como maestro se casó con Mineko
Hirano (1912-1992), también de Gamagori
Una pareja con sus historias, 1937.
En 1934 Oba se unió al 18.º Regimiento de Infantería
del Ejército Imperial Japonés, con sede en la cercana ciudad
de Toyohashi. Fue designado como aspirante a oficial de primera
clase, recibió capacitación especializada y fue enviado a
Manchukuo donde la mayor parte del 18.º Regimiento, fue estacionado
como unidad de ocupación. En 1936 el regimiento regresó a
su guarnición en Toyohashi y Oba se reunió brevemente con
su esposa. En julio de 1937 la Segunda Guerra Sino-Japonesa
estalló y su regimiento fue movilizado. En agosto Oba y su
regimiento fueron enviados a China, donde se unieron a la
invasión anfibia de Shanghái. En diciembre de ese año Oba
ya había sido ascendido a teniente segundo. En 1939 fue ascendido
a teniente primero y en noviembre de 1941 se le dio el mando
de una compañía de infantería. En marzo de 1943 fue ascendido
a capitán.
A principios de 1944 el 18.º Regimiento, fue
transferido de Manchuria y desplegado en el teatro del Pacífico.
El capitán Oba fue puesto a cargo de los médicos de combate
del regimiento. El 29 de febrero, un buque de transporte que
trasladaba a su regimiento fue alcanzado por el torpedo disparado
por un submarino estadounidense cerca de la isla de Saipán.
El barco se hundió llevándose consigo más de la mitad del
18.º Regimiento. Los buques de escolta se trasladaron de forma
inmediata al lugar del ataque logrando rescatar a cerca de
1800 sobrevivientes y los trasladaron a Saipán. Después de
la reorganización precipitada, la mayor parte del regimiento
fue transportado con éxito a Guam. Casi 600 soldados, incluyendo
al capitán Oba, tuvieron que ser dejados atrás en Saipán.
En la mañana del 15 de junio de 1944, el Cuerpo de Marines
de los Estados Unidos desembarcaron en las playas de la isla
de Saipán. A pesar de una férrea defensa los japoneses fueron
empujados gradualmente hacia atrás con fuertes pérdidas. El
comando nipón utilizó el monte Tapochau como centro de operaciones
en el centro de la isla como sede para organizar las líneas
defensivas alrededor de la montaña. Sin reabastecimiento o
socorro disponibles, la situación se volvió insostenible para
los defensores y ordenó un ataque final. El 7 de julio el
capitán Oba y sus hombres participaron en la carga Banzai
más grande de la guerra del Pacífico. Después de 15 horas
de intenso e implacable combate cuerpo a cuerpo, casi 4.300
soldados japoneses murieron. Las fuerzas aliadas declararon
la isla asegurada el 9 de julio de 1944. El 30 de septiembre
el ejército japonés realizó una presunción oficial de muerte
para todo el personal por lo que oficialmente fueron declarados
muertos en combate. Eso incluyó el capitán Oba quien fue galardonado
con un ascenso póstumo al rango de mayor.
Fotografía panorámica tomada desde la cima del
Monte Tapochau.
En realidad el capitán Oba sobrevivió a la batalla
y tomó el mando de 46 soldados y 200 civiles japoneses y los
condujo a lo más profundo de la selva saipanesa para evitar
ser capturados. Él y sus hombres organizaron a los civiles
y los instalaron en las cuevas de las montañas, así como en
aldeas escondidas en la selva. Cuando los soldados no estaban
ayudando a los civiles en las tareas de supervivencia, el
capitán Oba y sus hombres continuaron su batalla contra la
guarnición de marines. Oba usó el monte Tapochau como su base
principal. Con 474 m s. n. m., el pico ofrece una vista inmejorable
y sin obstáculos de 360 grados de la isla. Desde su campamento
base en la vertiente occidental de la montaña, Oba y sus hombres
llevaron a cabo emboscadas tipo guerra de guerrillas en contra
de las posiciones estadounidenses. Debido a la velocidad y
el sigilo de estas operaciones y los intentos frustrados para
encontrarlos, los infantes de marina en Saipán se referían
a Oba como el Zorro de Saipán.
El capitán Oba y sus hombres resistieron en
la isla 512 días, cerca de 16 meses. El 27 de noviembre de
1945, el antiguo general de división Umahachi Amo, comandante
de la 9.ª Brigada Mixta Independiente durante la batalla de
Saipán, pidió al capitán Oba y a sus hombres entregarse a
los estadounidenses. El 1 de diciembre de 1945, tres meses
después de la rendición oficial del Japón, los soldados japoneses
se reunieron una vez más en el monte Tapochau y cantaron una
canción por los espíritus de los muertos en la guerra. Oba
y su hombres se presentaron ante los marines de la 18.ª Compañía
de Artillería Antiaérea. Con gran formalidad y la dignidad
acorde el capitán Oba entregó su sable o katana al teniente
coronel Howard G. Kurgis y sus hombres entregaron sus armas
y su bandera. Fue la última resistencia organizada de las
fuerzas japonesas en Saipán.
El capitán del Ejército Imperial Japonés Sakae
Oba entrega su katana en señal de rendición al Tte. Cor. Howard
G. Kurgis del Cuerpo de Marines en Saipán el sábado 1 de diciembre
de 1945.
Después de que el gobierno japonés confirmó
que Oba estaba vivo en Saipán, la promoción póstuma a mayor
fue rescindida. Tras su liberación de la custodia de los aliados,
fue repatriado. Una vez de vuelta en Japón, Oba se reunió
con su esposa y finalmente conoció a su hijo, el niño nació
en 1937, justo después de que su padre había ido a China.
Oba fue contratado por la tienda departamental Marue en 1952
donde trabajó como representante y portavoz de la junta directiva
hasta 1992. Desde 1967 hasta 1979, Oba trabajó en el ayuntamiento
de la localidad de Gamagori, en la Prefectura de Aichi. Don
Jones, un ex infante de los marines de los EE. UU., que una
vez fue parte de un grupo emboscado por los hombres Oba en
Saipán, estaba intrigado por la historia de guerrilleros japoneses,
buscó a Oba después de la guerra y juntos escribieron un libro
sobre sus experiencias en Saipán. Jones se convirtió en un
amigo de toda la vida de la familia Oba y se fue tan lejos
como para localizar a al Tte. coronel (retirado), Kurgis ante
quien Oba rindió el 1 de diciembre de 1945 y le preguntó si
le podía devolver la katana que Oba le había entregado cuando
se rindió. Kurgis estuvo de acuerdo y Jones llevó el sable
a Japón donde se la presentó a su muy agradecido amigo. La
katana permanece como una reliquia en posesión de la familia
Oba. Sakae Oba falleció el 8 de junio de 1992, a la edad de
78 años. Sus restos fueron enterrados en la tumba familiar
en Oba Kou'un templo en Gamagori.
El capitán Oba durante su rendición el 1 de
diciembre de 1945.
Como resultado de la colaboración entre Oba
y el escritor Don Jones se escribió una obra novelada que
fue traducida por primera vez en Japón y publicada en 1982,
titulada Oba, el último samurái, Saipán 1944-1945. Curiosamente,
Don Jones estuvo destinado en Saipán y sufrió en una ocasión
el ataque de los hombres de Oba. El libro se convirtió en
un éxito popular de la noche a la mañana y la versión en inglés
fue publicada en 1986. En mayo de 2010, el segundo hijo Sakae
Oba, Hisamitsu, descubrió más de 1,200 páginas de cartas y
tarjetas postales escritas entre sus padres, Sakae y Mineko,
la mayoría entre 1937 y 1941, aunque algunas son de fecha
tan tardía como 1944. Hisamitsu mostró las cartas a su primo,
Keiichiro Hirano, un novelista ganador del prestigioso Premio
Akutagawa en 1998. Hirano, profundamente conmovido por lo
que leyó en la correspondencia de sus tíos durante la guerra,
ayudó a encontrar un editor local. Se ofreció para la tarea
de la publicación a Mari Mizutani, de Toyohashi, quien ha
declarado que las cartas son especialmente significativas
por sus descripciones de la vida cotidiana durante la guerra,
mientras que el marido y la esposa se escribieron de su profundo
afecto entre ambos, se detallan innumerables actividades diarias
de Mineko en Gamagori y de Oba en China durante la ocupación
de Manchuria, antes de ser enviado al Pacífico.
Una selección de las cartas ha sido compilada
y publicada en enero de 2011 bajo el título de Cartas de amor
de los fuegos de la guerra. El 11 de febrero de 2011, la película
El milagro del Pacífico: el hombre llamado Zorro fue estrenada
en los cines retratando las luchas de Oba y su grupo en Saipán,
así como la implacable persecución de los marines. Fue producida
por Toho Pictures, bajo la dirección de Hideyuki Hirayama
y con producción de Japón, los Estados Unidos y Tailandia.
El filme está protagonizado por Yutaka Takenouchi como el
capitán Sakae Oba. En preparación para el papel, Takenouchi
se reunió con el hijo de Oba, Hisamitsu Oba, para presentar
sus respetos ante la tumba de Sakae Oba. La película recibió
comentarios favorables de los críticos de cine.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Shoichi Yokoi fue un sargento del Ejército Imperial
Japonés presente en la Segunda Batalla de Guam de 1944, durante
la Segunda Guerra Mundial. Tras la capitulación japonesa,
varios soldados japoneses se internaron en la jungla e ignoraron
la derrota de su país. El último, el sargento Shoichi Yokoi
vivió en una caverna durante 28 años, temiendo salir de su
escondite incluso después de encontrar folletos declarando
que la Segunda Guerra Mundial había terminado. Yokoi nació
en Saori, Prefectura de Aichi. En su juventud fue aprendiz
de sastre hasta su reclutamiento en 1941.
Yokoi fue llamado al servicio activo por el
ejército japonés en 1941. Inicialmente sirvió con la 29ª división
de infantería en Manchukuo. En 1943 lo transfirieron al 38º
regimiento, destacado en las Islas Marianas como parte del
equipo de suministros. Arribó a Guam en febrero de 1943. Cuando
el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos capturó la isla
durante la Segunda Batalla de Guam, Yokoi se internó en la
jungla con otros diez soldados nipones transformándose en
holdouts (fugitivos). Yokoi y sus compañeros ignoraron las
llamadas de rendición ya que a menudo algunas patrullas americanas
cazaban y asesinaban a los que así lo hacían. Además, caer
prisionero era una deshonra. El sargento Yokoi permaneció
escondido hasta 1972. Siete de los militares originales finalmente
se fueron alejando. Solo tres permanecieron en la región.
En 1952 escucharon rumores de que la guerra había acabado,
pero pensaron que era una artimaña para hacerlos salir y asesinarlos.
Más tarde, estos tres últimos se separaron y se visitaban
mutuamente hasta alrededor de 1964, cuando Yokoi encontró
a sus dos amigos muertos, a causa de la inanición. Los siguientes
ocho años vivió totalmente solo. Yokoi vivía de la caza y
pesca, sobre todo por las noches. Usó plantas nativas para
hacer ropa, ropa de cama y utensilios de almacenamiento, que
cuidadosamente escondía en su cueva situada cerca de las cascadas
de Talofofo.
En la noche del 24 de enero de 1972, Yokoi fue
descubierto por dos hombres de la localidad que estaban revisando
sus trampas de camarones en un afluente del río Talofofo.
Los dos hombres habían asumido inicialmente que Yokoi era
un aldeano de Talofofo (al este de la isla de Guam), pero
se las arreglaron para sorprenderlo y someterlo con pequeñas
contusiones. Fue llevado a la policía y Yokoi se identificó
con su grado y unidad a la que pertenecía. Fue devuelto al
Japón donde fue recibido con honores. "Es un poco vergonzoso,
pero he vuelto", dijo Yokoi a su regreso a su patria. La observación
se convertiría en un dicho popular en Japón. En octubre del
mismo año 1972 el soldado Kinshichi Kozuka murió en un tiroteo
con la policía en Filipinas. En marzo de 1974 el teniente
Hiro Onoda se entregó en Lubang, Filipinas y el 18 de diciembre
de 1974 el soldado Teruo Nakamura, nativo de Taiwan, descubierto
por la Fuerza Aéra Indonesia en la isla Morotai, fue el último
caso comprobado.
Sin contar al que se aficionó al vodka
...
Más tarde tras una espectacular gira de medios
en Japón, Yokoi en noviembre de 1972 se casó con Mihoko Hatashin
(nombre de soltera) 13 años menor de edad que él y se instaló
en la zona rural de la Prefectura de Aichi. Después de haber
vivido solo en una cueva durante veintiocho años Yokoi se
convirtió en una celebridad de la televisión y un defensor
de la vida austera. Apareció en un documental de 1977 llamado
Yokoi y sus veintiocho años de vida secreta en Guam. Con el
tiempo recibiría una exigua pensión con el equivalente de
$300 dólares en pagos atrasados, además de un aporte estatal
vitalicio. Su último período de vida fue el más difícil, dice
su sobrino, Omi Hatashin, quien se dedicó varios años a recopilar
los detalles de las vivencias de su tío político, que nunca
consiguió adaptarse completamente a la sociedad japonesa moderna
y además que visitó a Guam varias veces. En 1991 se le concedió
una audiencia con el Emperador Akihito. A su juicio, la reunión
fue el honor más grande de su vida. Yokoi falleció en 1997
de un ataque al corazón a la edad de 82 años. Fue enterrado
en un cementerio de Nagoya, bajo una lápida que había sido
encargado inicialmente por su madre en 1955. En la ciudad
de Nagoya, en Nakagawa ku, Tomita cho, se encuentra ubicado
el Salón conmemorativo de Yokoi (Shoichi Yokoi Memorial Hall).
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Teruo Nakamura fue un soldado originario de
Taiwán que militó en el Ejército Imperial Japonés que combatió
por Japón durante la II Guerra Mundial y que no se rindió
hasta 1974. Su nombre nativo fue aparentemente Attun Palalin.
La prensa de Taiwán se refería a él como Lee Guang-Hui, un
nombre que no conoció hasta 1975.
Nakamura era un aborigen taiwanés, probablemente
de la etnia amis, de Taiwán durante el control japonés. Nacido
en 1919, fue obligado a ingresar a la 4ª Unidad Voluntaria
Takasago del Ejército Imperial Japonés en 1943. Fue situado
en la isla de Morotai de Indonesia poco antes de que la isla
fuese controlada por los Aliados en septiembre de 1944 en
la batalla de Morotai. Después de la captura de la isla, aparentemente
Nakamura vivió junto a otros rezagados, hasta bien entrados
los años 50, mientras iba a periodos extendidos por su propia
cuenta. En 1956, aparentemente decidió renunciar a la resistencia
con otros rezagados en la isla y se construyó un pequeño campo
para sí mismo, que consistía en una pequeña cabaña de entre
20 y 30 metros cercados. Cuando le preguntaron las razones
por las cuales abandonó a los otros, Nakamura dijo que estos
intentaron matarlo; sin embargo, los otros rezagados negaron
estas afirmaciones por su grupo que fue descubierto en 1950.
Nakamura en 1975.
La cabaña de Nakamura fue descubierta accidentalmente
por un piloto a mediados de 1974. En noviembre de 1974, la
Embajada Japonesa en Indonesia situada en Yakarta pidió la
asistencia del gobierno indonesio en una misión de búsqueda
llevada a cabo por las fuerzas aéreas de Indonesia en Morotai
que llevó a su arresto el 18 de diciembre de 1974. Fue llevado
a Yakarta y hospitalizado. Las noticias de su descubrimiento
llegaron a Japón el 27 de diciembre de 1974. Nakamura decidió
ser repatriado a Taiwán, pasando por Japón y murió de cáncer
de pulmón cinco años después en 1979. La repatriación de Nakamura
y su percepción ante el público japonés de su tiempo, difirieron
de otros hallazgos recientes, como el de Hiroo Onoda, quien
fue descubierto unos meses antes. Una razón fue la cuestión
de su nacionalidad. Nacido en Taiwán, Nakamura, que era étnicamente
amis, legalmente no tenía una nacionalidad propia. Las cuestiones
de la nacionalidad eran de gran importancia en el público
nipón de aquel entonces y aunque la embajada japonesa ofreció
repatriarlo, también había inseguridad acerca de cómo tratarlo
en caso de que quisiese ir de nuevo a Taiwán. En el momento
de su captura Nakamura no hablaba ni japonés ni mandarín.
La segunda razón del poco reconocimiento recibido por Nakamura,
fue que Onoda era oficial, mientras que Nakamura era un soldado
raso de una colonia japonesa, lo que no excitó la imaginación
del público y puso en cuestión el papel del colonialismo japonés
durante la guerra. Otra cuestión delicada fue el pago de la
pensión al soldado. Como voluntario, Nakamura no tuvo derecho
a pensión hasta después de 1953 cuando se cambiaron las leyes
de pensión y por tanto recibió una suma de ¥68,000 (US $227.59)
Esto motivó una controversia en los medios, lo cual provocó
que se le diese una cifra similar a la de Onoda. Esto generó
malestar entre otros rezagados taiwaneses causando una discusión
pública acerca del trato distinto que se le dio a japoneses
y taiwaneses.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
|