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Endre Erno Friedmann (en húngaro: Friedmann Endre Erno; Budapest,
Hungría; 22 de octubre de 1913 - Thai Binh, Vietnam; 25 de mayo
de 1954) y Gerda Taro, pseudónimo de Gerta Pohorylle (Stuttgart,
Alemania; 1 de agosto de 1910 – El Escorial, España; 26 de julio
de 1937), fueron una pareja de corresponsales gráficos de guerra
y fotoperiodistas durante el siglo XX que trabajaban bajo el nombre
común de Robert Capa. Al compartir seudónimo es difícil saber de
quién es cada foto. Cubrieron diferentes conflictos: la Guerra Civil
Española, la Segunda guerra sino-japonesa, la Segunda Guerra Mundial
(el Blitz de Londres en la batalla de Inglaterra, la guerra del
norte de África, la invasión de Italia, la batalla de Normandía
en la playa de Omaha y la liberación de París), la guerra árabe-israelí
de 1948 y la primera Guerra de Indochina. En 1947, en París, Endre
Erno Friedmann fundó, junto con David "Chim" Seymour, Henri Cartier-Bresson,
George Rodger y William Vandivert, la organización Magnum Photos,
la primera agencia de cooperación para fotógrafos independientes
de todo el mundo.
Endre Erno Friedmann nació en la ciudad de Budapest en el seno
de una familia judía que gozaba de una buena posición económica.
Su madre era diseñadora de moda y su padre un pensador intelectual
con influencias aristocráticas. En Hungría era costumbre en aquella
época pertenecer a un círculo de índole artístico o político y Endré
entró en uno de ellos, en el que recibió el sobrenombre de "Bandi".
Endre estuvo condenado en su adolescencia a vivir vagando por la
ciudad por la instauración del taller de sus padres en la casa,
después de que estos perdieran el local a raíz de la depresión económica
de 1929. En estas andanzas conocería a una de las mujeres que más
influyó en su vida, y se puede decir que, si no hubiera sido por
ella no habría llegado a ser un gran fotógrafo. El nombre de esa
mujer era Eva Besnyo, quien desde muy joven tuvo un gran interés
por la fotografía. Eva era una de esas personas a las que le parecía
más productivo tomar fotografías que hacer sus deberes escolares.
En su juventud ya tomaba fotografías con su cámara Kodak Brownie.
Ella y su especial gusto por este arte motivaron el primer contacto
de Endré con la fotografía. Era muy solicitado por sus amigos, ya
que se caracterizaba por ser un joven generoso y leal.
Ya hacia los diecisiete años y esperando terminar su vida escolar,
Endré conoce a una de esas personas que moldearían su vida, uno
de esos buenos amigos que emprendían sus senderos, con excelentes
consejos, apoyo económico oportuno, conexiones apropiadas, sugerencias
artísticas y concepciones acerca de la vida. Este ilustre personaje
se llamaba Lajos Kassák, quien, con tendencias socialistas, se decidió
a ayudar a cualquier artista con corrientes constructivistas. Dio
a conocer la fotografía como un objeto social mostrando las injusticias
del sistema capitalista y presentando trabajos en sus seminarios
como los de Jacob Riis y Lewis Hine. En 1929 la situación política
iba de mal en peor con la imposición de un gobierno fascista en
Hungría, lo que obligó al joven Endré a salir del país junto a la
gran masa de jóvenes que se sentían presionados por la falta de
un gobierno democrático y garantías económicas. En su caso, sale
del país apenas un año después de instaurado el régimen fascista.
En 1930, cuando es capturado y herido por la policía mientras participaba
en una protesta contra el régimen, parte hacia Berlín al día siguiente.
Al respecto escribió:
En la plaza del cuartel, el jefe de la policía silbaba la quinta
sinfonía de Beethoven mientras golpeaba a muchachos con el cabello
muy largo. Yo tenía 17 años y el cabello muy pero muy largo. La
mañana siguiente el comisionado llamó a mi madre y le dijo que si
abandonaba Hungría en 24 horas, ciertas preguntas no serían formuladas.
La Hungría de entreguerras se acercó peligrosamente a la Alemania
nazi. Cuando quiso virar, era tarde. El cerco soviético a Budapest,
la capital del país, sería uno de los más duros de la II Guerra
Mundial. Soldados soviéticos en Budapest tras tomar la ciudad en
1945.
A los 18 años abandona Hungría, entonces ya bajo un gobierno fascista.
Tras su paso por Alemania, viaja a París, donde conoce al fotógrafo
David Seymour, quien le consigue un trabajo como reportero gráfico
en la revista Regards para cubrir las movilizaciones del Frente
Popular. En uno de sus trabajos con la revista logró mezclarse con
unos obreros que verían un discurso de León Trotsky en Copenhague.
Él fue el único fotógrafo de la revista que había conseguido retratar
al exiliado ruso, y las fotos se hicieron famosas por retratar el
intenso carisma de Trotsky. Entre 1932 y 1936, tratando de escapar
del nazismo, Endre Friedmann, establecido en Francia, conoce a la
fotógrafa alemana Gerda Taro (nacida Gerta Pohorylle), que acabaría
siendo su compañera sentimental y profesional. Para tratar de aumentar
la cotización de los trabajos de la pareja a menudo rechazados,
se inventan el nombre de un supuesto fotógrafo estadounidense, Robert
Capa, utilizando ambos indistintamente dicho seudónimo. Este hecho
constituye la base de la polémica sobre quién de los dos tomó en
realidad algunas de sus fotografías más relevantes.
Al estallar la Guerra Civil Española en julio de 1936, la pareja
se traslada a España para cubrir los principales acontecimientos
de la contienda española. Implicados en la lucha antifascista y
con la causa de la República, estuvieron presentes, desde ese lado,
en los principales frentes de combate, desde los inicios en el frente
de Madrid hasta la retirada final en Cataluña. Siempre en primera
línea, es mundialmente famosa su fotografía Muerte de un miliciano,
tomada en Espejo, en el frente de Córdoba, el 5 de septiembre de
1936.
Muerte de un miliciano es una de las fotografías más conocidas
de la Guerra Civil española, atribuida a Robert Capa y tomada el
5 de septiembre de 1936, en el término municipal de Espejo. Esta
fotografía está considerada como una imagen icónica del siglo XX.
Una copia de ‘Muerte de un miliciano’, de Robert Capa, se vendió
en 2018 por 144.000 euros. La imagen se ha subastó en la
galería fotográfica Westlicht, en Viena. Su precio de salida era
de 60.000 euros.
Reproducida en la mayoría de los libros sobre la Guerra Civil,
su autenticidad ha sido puesta en cuestión por diversos expertos.
A pesar de que un historiador local de Alcoy puso nombre al miliciano,
Federico Borrell García, miliciano anarquista, el documental La
sombra del iceberg (2007) niega tal atribución con testigos, médicos
forenses y documentos del archivo local de Alcoy. Asimismo, muestra
lo inconsistente de dicha tesis y aporta nuevas fotos de la secuencia
del miliciano que avalan la tesis de la puesta en escena, así como
la posibilidad de que la instantánea no la tomara Endre, sino Gerda
Taro. En enero de 2008 se encontró, según la CNN, una valija perdida
por Capa donde están innumerables negativos de tomas que efectuaron
en la Guerra Civil Española; un tesoro de incalculable valor histórico.
Quedaba de manifiesto que dicho grupo de fotografías fueron tomadas
a 10 kilómetros del frente, en la localidad de Espejo, donde tenían
en esas fechas las tropas republicanas su cuartel general.
Gerda Taro perdió la vida en un accidente durante el repliegue
del ejército republicano. Gerda se subió al estribo del coche del
general Walter (miembro de las Brigadas Internacionales). En un
momento dado, unos aviones enemigos volando a baja altura hicieron
que cundiera el pánico en el convoy y Gerda cayó al suelo, tras
una pequeña elevación del terreno. En ese momento un tanque republicano
entró marcha atrás al camino saltando la elevación tras la que se
encontraba Taro y cayó sobre ella. La oruga del tanque la destripó,
por lo que fue trasladada urgentemente al hospital inglés de El
Goloso de El Escorial. Allí murió pocas horas después, en la madrugada
del 26 de julio de 1937, seis días antes de cumplir 27 años. Su
cuerpo fue trasladado a París, donde recibió todos los honores como
una heroína republicana. Sus restos se encuentran enterrados en
la división 97 del Cementerio de Père-Lachaise, en París.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Endre estuvo presente en los
principales escenarios bélicos. Del desembarco aliado en Normandía,
el 6 de junio de 1944, el famoso día D, son clásicas sus fotografías
tomadas, junto a los soldados que desembarcaban en la propia playa
denominada Omaha en la terminología de la operación. Sobre el desembarco
dijo:
... a las 4:00 am nos reunimos en cubierta. Dos mil hombres de
pie en completo silencio. Cualquier cosa en la que pensaran debía
ser alguna forma de plegaria (...), nos bajamos del bote y comenzamos
a andar. Entonces vi a los hombres caer y debí empujar sus cadáveres
para seguir. Las balas hacían huecos en el agua a mi alrededor y
debí ocultarme tras el primer obstáculo de acero que vi. Mis encuadres
estaban por completo llenos de humo de mortero, tanques quemados
y botes que se hundían. Cada pedazo de mortero chocaba con el cuerpo
de algún hombre. Tome foto tras foto enloquecidamente...
De las 134 fotos que tomó del desembarco, solo once sobrevivieron
al revelado, las cuales se conocen como "Las magníficas once". Él
fue el único fotógrafo en la primera ola del desembarco, la que
recibiría todo el fuego enemigo y tendría más bajas. Plasmó asimismo
en imágenes la liberación de París. Huston Hu Riley fue el soldado
retratado en ese momento. Con motivo de su trabajo durante este
conflicto, fue galardonado por el general Eisenhower con la Medalla
de la Libertad.
Tras pasarse décadas en el anonimato, un jubilado norteamericano
fue homenajeado en 2007 en Nueva York como "La cara en medio
del oleaje" que aparece en la mítica imagen en la que Robert
Capa inmortalizó a un soldado nadando hacia tierra firme durante
el desembarco del Día D. Huston Hu Riley, de 86 años en el
momento de su creciente notoriedad, fue identificado como
el protagonista de la imagen que, con un valor a prueba de
bomba, tomó el famoso fotógrafo de guerra mientras nadaba
hacia la orilla de la playa de Omaha el 6 de junio de 1944,
formando parte de la primera oleada de la invasión de Normandía.
La desdibujada imagen en blanco y negro inspiró las primeras
escenas de 'Salvar al soldado Ryan', la película de Steven
Spielberg sobre la II Guerra Mundial. Riley, que todavía tiene
una bala alojada en el pecho debido a las heridas que recibió
durante el desembarco, ha declarado que Capa le ayudó a llegar
a tierra firme. "Me sorprendió verle allí. Ví que llevaba
la chapa de 'prensa' y pensé '¿Qué coño está haciendo aquí
este tío?'. Me ayudó a salir del agua y acto seguido se fue
para la playa a sacar más fotos", declaró.
Riley muestra la fotografía que Robert Capa
le hizo el 6 de junio de 1944.
Capa, nacido en Hungría, el fotógrafo de guerra más famoso
del siglo XX y uno de los fundadores de la agencia Magnum,
desembarcó en la sección denominada Easy Red de la playa de
Omaha, junto con la Compañía E, alrededor de las seis y media
de la madrugada. "Desde el aire, Easy Red debía de parecer
como una lata abierta de sardinas -escribió Capa tiempo después-.
Enfocando desde el punto de vista de las sardinas, el primer
plano de mis fotos estaba repleto de botas mojadas y caras
pálidas. Por encima de las botas y las caras, las fotos estaban
llenas del humo de la metralla; el fondo lo formaban tanques
ardiendo y lanchas hundiéndose". Poco después, Hu Riley, un
soldado raso de la Compañía F del Segundo Batallón del Regimiento
16 de la Primera División de Infantería, saltaba de su lancha
de desembarco, a menos de 50 metros de tierra firme. Capa
realizó un centenar de instantáneas en las dos primeras horas
de la Operation Overlord antes de regresar a Gran Bretaña
a bordo del mismo buque. Desgraciadamente sólo se pudieron
salvar ocho fotos, y borrosas.
La madre de Riley lo identificó cuando la revista 'Life'
publicó las fotografías que se salvaron de la serie de Capa
en su número del 19 de junio de 1944, con un pie de foto en
el que se decía que estaban "ligeramente fuera de foco", una
expresión que Capa emplearía como título de su relato autobiográfico
de la guerra. "Mi madre sabía que era yo. Yo sabía que era
yo, estaba allí, pero nunca dijimos nada de aquello", ha manifestado
ahora Riley. En el 40º aniversario del Día D, 'Life' publicó
una entrevista con un ex soldado, de nombre Edward Regan,
que afirmaba ser el hombre que aparecía en la fotografía.
Sin embargo, investigaciones posteriores llevadas a cabo por
Lowell Getz, ex profesor de la Universidad de Illinois, demostraron
que no era cierto. Riley, ahora jubilado, fue invitado de
honor en el acto inaugural de la exposición de la obra de
Capa en el International Centre of Photography de Nueva York
la semana pasada. Al contemplar una ampliación de aquella
fotografía colgada en una pared del museo, Riley manifestó:
"Me trae recuerdos de un montón de chicos que conocí y de
todo aquel estruendo y toda aquella cochambre por los que
tuve que pasar. Mi mujer y yo volvimos [a los lugares del
desembarco] en el 60º aniversario. Eché un vistazo al registro
de tumbas. Una cantidad impresionante de chicos se quedaron
allí para siempre". Capa murió en 1954 tras pisar una mina
cuando cubría la primera guerra de Indochina para 'Life'.
Pásate por fotografía >> Junio 2020.
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Cuando finalmente se cumplió su viejo sueño de ser
un "fotógrafo de guerra en paro" (no por haber renunciado al oficio,
sino debido a la ausencia de nuevos conflictos), llevó durante varios
años una placentera vida cosmopolita en París. En 1947 creó, junto
con los fotógrafos Henri Cartier-Bresson, Rodger, Vandiver y David
Seymour, la agencia Magnum Photos, donde Capa realizó un gran trabajo
fotográfico, no solo en escenarios de guerra sino también en el
mundo artístico, en el que tenía grandes amistades, entre las que
se incluían el realizador John Huston, el actor Gene Kelly, Pablo
Picasso, Ernest Hemingway y John Steinbeck. También en el año 1947
viajó a la Unión Soviética con John Steinbeck para ilustrar Russian
Journal. Al año siguiente visitó Hungría, Polonia y Checoslovaquia
con el periodista Theodore H. White, y en 1949 realizó las fotografías
de Report on Israel, cuyo texto estaba firmado por Irwin Shaw. En
1954, la editorial Mainichi Press le invitó a viajar a Japón para
participar en el lanzamiento de una nueva revista ilustrada, pero
finalmente se suspendió el viaje a finales de abril. Howard Sochurek,
el fotógrafo de Life, que cubría desde hacía varios meses la guerra
de Indochina, tuvo que regresar a Estados Unidos y el editor de
la revista convenció a Robert Capa para que le reemplazara en el
frente. En la madrugada del 25 de mayo, mientras acompañaba a una
expedición del ejército francés junto con dos corresponsales más
por una espesa y peligrosa zona boscosa bajo fuego en jeep, Capa
decidió bajarse y adelantarse a pie para fotografiar el avance.
Entonces el pelotón escuchó una explosión, había pisado inadvertidamente
una mina que le voló la pierna y le produjo una grave herida en
el pecho. Fue llevado en ambulancia pero murió camino al hospital,
siendo el primer corresponsal estadounidense muerto en esta guerra
y terminando así una azarosa vida profesional, guiada por una frase
que popularizó:
Si tus fotos no son lo suficientemente buenas, es
que no te has acercado lo suficiente.
Robert Capa dejó un legado de 70 000 negativos, un
testimonio visual reunido a lo largo de veintidós años de carrera
(1932-1954).
Un día gris, nublado y ventoso, en el Canal de la Mancha.
Unos pocos kilómetros separan a las tropas aliadas del famoso
Muro del Atlántico, el sistema defensivo montado en la línea
de costa por los nazis ante un eventual ataque de los aliados.
El mar picado salpica a los cientos de miles de soldados embarcados
en lanchas camino a Francia. Militares, armas en mano, dispuestos
a dar su vida en la lucha contra el nazismo. Cientos de miles
de soldados y un fotógrafo que, cámara en mano, mostraría
al mundo una masacre que, a la postre, fue decisiva para la
liberación de Europa y la victoria final en la Segunda Guerra
Mundial.
Las 11 magníficas de Robert Capa, las únicas imágenes del
desembarco.
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Gerda Taro se llamaba en realidad Gerta Pohorylle
y era hija de una familia judía polaca. A pesar de sus orígenes
burgueses, desde su juventud formó parte de movimientos socialistas
y obreros. Por esto, con la llegada de los nazis al poder y tras
haber sufrido una detención en 1933, decidió huir con su amiga Ruth
Cerf a París. Un año después, en París, conoció a Endre Erno Friedmann,
un judío húngaro que se ganaba la vida como fotoperiodista y que
tomó como modelo a Cerf. Pohorylle acompañó a su amiga a la sesión
fotográfica y allí conoció a Friedmann. La pareja terminó enamorándose.
Ella aprendió fotografía y él refinó sus maneras. Gerta y Endre
empezaron una relación y él compartió con Gerta sus conocimientos
de fotografía. Dado que la vida como fotógrafos no cubría sus necesidades
económicas y no conseguían un trabajo estable, Gerda y Endre inventaron
un personaje llamado Robert Capa, que supuestamente era un reputado
fotógrafo llegado de los Estados Unidos para trabajar en Europa.
Este personaje ficticio era tan famoso que vendía sus fotos a través
de sus representantes: Friedmann y Pohorylle, al triple del precio
que un fotógrafo francés. Este truco funcionó perfectamente y al
poco tiempo recibieron una gran cantidad de encargos que les produjo
ingresos económicos. En el taller que tenían en París trabajaban
también Ruth Cerf y Imre Weisz (Csiki).
En 1936 dio comienzo la Guerra Civil Española por
lo que se trasladaron a España para cubrir el conflicto. Fueron
testigos de diferentes episodios de la guerra, y realizaron reportajes
luego publicados en revistas como Regards o Vu. Al principio la
marca «Capa» era utilizada indistintamente por ambos fotógrafos.
Cuando se produjo cierto distanciamiento entre ellos, Endre Friedmann
se quedó con el nombre de «Robert Capa». Poco antes de morir ella
comenzaría a emplear la firma de «Photo Taro».
Del trabajo de Taro en solitario su reportaje más
importante fue el de la primera fase de la batalla de Brunete. Fue
testigo del triunfo republicano en esta primera fase de la batalla.
El reportaje fue publicado en Regards el 22 de julio de 1937 y le
reportó un gran prestigio.
Sin embargo poco después las tropas franquistas iniciaron
un contraataque, y Taro decidió volver al frente de batalla en Brunete.
Allí fue testigo de los bombardeos de la aviación del bando sublevado,
y realizó muchas fotografías, poniendo en peligro su vida. Aquella
batalla finalizó en derrota para el bando republicano.
Gerda Taro perdió la vida en un accidente durante
el repliegue del ejército republicano. Gerda se subió al estribo
del coche del general Walter (miembro de las Brigadas Internacionales).
En un momento dado, unos aviones enemigos volando a baja altura
hicieron que cundiera el pánico en el convoy y Gerda cayó al suelo,
tras una pequeña elevación del terreno. En ese momento un tanque
republicano entró marcha atrás al camino saltando la elevación tras
la que se encontraba Taro y cayó sobre ella. El accidente la dejó
gravemente herida y fue trasladada urgentemente al hospital inglés
de El Goloso de El Escorial. Allí murió pocas horas después, en
la madrugada del 26 de julio de 1937, seis días antes de cumplir
27 años. Al no llevar consigo su pasaporte no fue reconocida e iba
a ser enterrada en una fosa común. Desde el hospital llamaron a
Rafael Alberti y a María Teresa León, dirigentes de la Alianza de
Intelectuales Antifascistas de Madrid, para que la reconociesen
y que le dieran una sepultura digna. Su cuerpo fue trasladado a
París, donde recibió todos los honores como una heroína republicana.
Sus restos se encuentran enterrados en la división 97 del Cementerio
del Père-Lachaise, en París.
Las Brigadas Internacionales fueron unidades militares compuestas
por voluntarios extranjeros de más de cincuenta países que
participaron en la Guerra civil española junto al Ejército
Republicano, enfrentándose al bando sublevado contra el gobierno
de la Segunda República.
Voluntarios polacos jurando lealtad a la República.
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El 26 de septiembre de 2007, el International Center
of Photography inauguró en los Estados Unidos su primera gran exposición
de fotografías de Gerda Taro. En el verano de 2016, una exhibición
al aire libre de fotografías de la Guerra Civil Española, tomadas
por Taro, formó parte del f/stop photography festival en Leipzig.
Cuando terminó el festival se decidió que la exhibición, pagada
en parte por la financiación colaborativa del público, se volvería
permanente. Poco después, el 4 de agosto, la muestra de la obra
de Taro fue destruida con manchas de pintura negra. Con un proyecto
de financiación colectiva para restaurar el trabajo en curso, el
trabajo destruido permanece ahora en su lugar. Se sospecha que la
destrucción estuvo motivada por sentimientos anti-refugiados o antisemitas.
La novela Waiting for Robert Capa, de Susana Fortes (2011 - traducción
al inglés de Adriana V. López), es un relato ficticio de la vida
de Taro y Capa. La película documental, The Mexican Suitcase (2011),
cuenta la historia de una maleta de 4500 negativos perdidos fotografiados
por Taro, Capa y David Seymour durante la Guerra Civil Española.
La maleta y los negativos se encuentran actualmente en el Centro
Internacional de Fotografía en la ciudad de Nueva York. La obra
teatral Shooting With Light, producida por la compañía de teatro
Idle Motion, se basa en esta película. Al clasificar las obras de
esta colección, se descubrió que muchas fotografías, una vez atribuidas
a Capa, son en realidad de Taro, lo que permite una mejor comprensión
de su contribución al fotoperiodismo. Al describir una diferencia
en su estilo en comparación con la de Capa, la curadora Kristen
Lubben dijo: [Sobre Taro]
“Sus fotografías son mucho más posadas, con ángulos
de cámara marcados. Capa estaba mucho más enfocado en el movimiento”.
La canción "Taro" de la banda británica de indie rock
alt-J trata sobre su papel como fotógrafa de guerra durante la Guerra
Civil Española, así como su relación con Capa. La canción describe
los detalles gráficos de la muerte de Capa e imagina las emociones
complementarias de Taro. En 2018, la ciudad de Leipzig nombró un
nuevo gymnasium (una escuela de educación secundaria) para 1200
estudiantes en honor a Taro, con una exhibición de sus fotografías
en exposición permanente. En 2019, la ciudad de París rotuló una
calle en su honor.
Fue destacada en el Doodle de Google el 1 de agosto
de 2018.
Una vieja lata de película, sellada por el óxido, llegó en
2010 a la Asociación Española de Cine Científico. Era una
donación de la familia de Guillermo Fernández Zúñiga, fundador
de la asociación. Dentro había miles de negativos con escenas
inéditas de la Guerra Civil española. Entre ellas, la imagen
original de un icónico retrato de Gerda Taro, poco antes de
morir, cuya autoría llegó a ser atribuida a Robert Capa. Es
solo uno de los hallazgos en este impresionante acervo.
Nota de prensa, Octubre 2023:
Una excavación para desenterrar la memoria del Madrid arrasado
por la Guerra Civil que retrató Robert Capa.
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Cornell Capa (nacido como Kornél Friedmann; Budapest; 10
de abril de 19181? - Nueva York; 23 de mayo de 2008) fue un
fotógrafo estadounidense de procedencia húngara, miembro de
la Agencia Magnum y hermano del también fotógrafo Robert Capa
(Endre Friedmann).
Nacido en Budapest, Hungría, Capa se trasladó a París cuando
tenía dieciocho años para trabajar con su hermano, Robert
Capa. En 1937 se marchó a Nueva York, donde se incorporó al
equipo de trabajo del laboratorio fotográfico de la Revista
Life. Tras servir en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos,
se convirtió en fotógrafo de Life en 1946. Entre los muchos
trabajos que sirvieron de portada a la revista destacan los
retratos de personalidades como Jack Paar, el pintor Grandma
Moses y Clark Gable. En 1953 visitó Venezuela para hacer un
foto-reportaje de Caracas. En este viaje tuvo la oportunidad
de fotografiar al artista Armando Reverón. Cuando en 1954
su hermano Robert murió a causa de una mina mientras cubría
los inicios de la Guerra de Vietnam, Cornell se integró en
la Agencia Magnum, de la cual su hermano había sido cofundador.
Desfile del día de la Independencia Nacional
del 5 de julio de 1953, en el Paseo de Los Próceres de la
ciudad de Caracas.
Desde Magnum destacaron sus trabajos en destinos tan dispares
como la Unión Soviética, la selva amazónica o en la Guerra
de los Seis Días, en esta última como fotógrafo de guerra.
En 1956 viajó hasta la amazonia ecuatoriana, en donde reportó
la muerte de unos misioneros estadounidenses a manos de una
grupo de indígenas aucas. Sus fotografías fueron publicadas
por la revista Life. Al inicio de 1967, Cornell montó una
serie de trabajos junto a un libro titulado The Concerned
Photographer (El fotógrafo inquieto), que tuvo muy buena acogida
y fue su primera exposición pública. Del resto de su obra
destaca la serie JFK for President que tomó para la revista
Life en la campaña de John Fitzgerald Kennedy a la Presidencia
de los Estados Unidos en 1960. Sobre la misma temática publicó,
junto a otros autores de la Agencia Magnum como Henri Cartier-Bresson
y Elliott Erwitt, un libro sobre los primeros 100 días del
Presidente Kennedy. Fue director del Centro Internacional
de Fotografía de Nueva York. Al mismo tiempo, dedicó una parte
importante de su trabajo a difundir la obra de su hermano
Robert Capa, en especial frente a las acusaciones sobre montajes
o falsificaciones en imágenes como la del miliciano que cae
abatido durante la Guerra Civil Española y sobre la que Cornell
demostró, con datos, que se trataba de una imagen legítima,
ofreciendo el nombre del soldado y la fecha de la muerte.
Capa falleció en Nueva York el 23 de mayo de 2008, a los
90 años de edad.
La valija mexicana o La maleta mexicana es un conjunto de
tres pequeñas cajas de cartón en las que permanecieron guardados
y desaparecidos, durante siete décadas, los negativos de entre
3000 y 4000 fotografías que Endre Friedmann, Gerda Taro (estos
dos bajo el seudónimo de Robert Capa) y David Seymour (Chim)
tomaron, fundamentalmente, durante la Guerra Civil Española,
un período que abarca de julio de 1936 a la primavera de 1939.
Trisha Ziff, realizadora de cine y comisaria
artística, narra la historia de las tres cajas.
Los negativos, si bien no son el total de instantáneas realizadas
por los tres fotógrafos durante la Guerra Civil, suman una
cantidad importante de piezas. En las cajas se encontraron
los negativos de algunas de las fotografías más conocidas
de Robert Capa, entre ellas, la de la mujer amamantando durante
un mitin, que fue utilizada por infinidad de publicaciones.
El conjunto tiene un valor histórico incalculable, tanto por
su importancia como documento de la Guerra Civil como ser
en sí mismo una muestra única de la evolución del fotoperiodismo
bélico.
Los negativos habían sido abandonados por Endre en París
en octubre de 1939, al tener que huir el fotógrafo en previsión
de un futuro avance del ejército nazi y el peligro que sufriría
de acabar en un campo de concentración en tal caso, por su
doble condición de judío y simpatizante del comunismo, si
era atrapado por los alemanes. Al zarpar rumbo a Nueva York,
dejó los negativos en su estudio al cuidado de Emérico Weisz
(Csiki), su ayudante y también fotógrafo, marido de Leonora
Carrington. Sobre la suerte corrida por los negativos, su
ayudante escribió en una carta que:
En 1939, cuando los alemanes se acercaban a París, metí todos
los negativos de Bob en una mochila y me la llevé en bicicleta
a Burdeos, para intentar embarcarla a México. Por la calle
me encontré con un chileno, y le pedí que llevara mis paquetes
de película a su consulado, para que no les pasara nada. Accedió.
Carta del 5 de julio de 1975.
Dos soldados republicanos con un soldado en una camilla,
Puerto de Navacerrada, frente de Segovia, España, finales
de mayo-principios de junio de 1937 (uno de los negativos
recuperados, fotografía de Gerda Taro.
La aparición de las tres cajas se produjo en 1995. Fueron
halladas entre las pertenencias del general mexicano Francisco
Javier Aguilar González, fallecido en 1975, quien había sido
embajador de México ante el gobierno de Vichy los años 1941
y 1942. Tras su muerte, el director de cine mexicano Benjamín
Tarver las recibió de manos de su tía, amiga del general.
Los negativos arribaron al International Center of Photography,
fundación creada por el hermano del fotógrafo, Cornell Capa,
en diciembre de 2007. Después de consultarlo con un profesor
de Queens College, Jerald R. Green, quien le contestó que
las fotografías deberían ser expuestas y disponibles para
que estudiosos de la Guerra Civil pudieran analizarlas, Benjamín
Tarver accedió a uno de los varios requerimientos que Cornell
Capa le realizó para que le entregara el material de su hermano.
La noticia se comunicó oficialmente al año siguiente, 2008,
y se programaron distintas exposiciones de los mismos en Francia,
España y otros países. Robert Capa falleció en 1954, sin saber
que los negativos volverían a hallarse.
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