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El mundo del arte contemporáneo llora el fallecimiento ayer viernes
del fotógrafo Juan Carlos Martínez (Campanario, 1978). El autor
pacense, que se quitó la vida, residía en Madrid y recibió el pasado
mes de octubre en Cáceres el premio internacional de fotografía
Santiago Castelo 2022, un certamen que organiza el Centro Unesco
de Cáceres, que ha mostrado públicamente este sábado sus condolencias
por la pérdida de este reconocido y carismático autor, cuyas pompas
fúnebres tendrán lugar hoy en Campanario.
La misa tendrá lugar a las 16.30 en la iglesia de la localidad.
Juan Carlos Martínez era Licenciado en Bellas Artes por la Universidad
de Sevilla y había desarrollado su trabajo en el campo de la fotografía.
A sus 44 años tenía una interesante carrera artística y había obtenido
numerosos premios como el ABC de pintura y fotografía en 2008, que
le entregó el entonces ministro de Cultura César Antonio Molina.
En su nómina de premios figuraba también el Unicaja de Artes Plásticas.
En 2019 fue finalista del Pilar Citoler.
El Teide ha amanecido este lunes cubierto por un gran manto blanco.
Las bajas temperaturas han provocado que las nevadas tomaran intensidad
y alcanzaran las cumbres de Tenerife. La estampa que ha dejado ha
sido tan especial que se ha podido divisar desde la isla vecina,
la segunda nevada del año en el Teide.
Muchas tribus creían que sacarse una foto significaba que sus almas
les eran robadas. Por ejemplo los navajos. Consideraban que esa
camarita atrapaba no sólo la imagen de la persona, sino también
su esencia. Una opinión respetable. Pero sin fotos no podríamos
recordar cosas maravillosas. Guardar momentos únicos e irrepetibles.
Llorar o reír ante una imagen que no recordábamos. Recuperar los
rostros de aquellos que ya no están. Un paramédico británico, Chris
Porsz, tiene un hobby: sacar fotos. Es su pasión y lo demuestra
con sus instantáneas. Lo hace desde los años setenta cuando empezó
a recorrer la región de Peterborough, en Inglaterra, con su cámara
a cuestas.
Recuerda que su primera cámara la compró para el nacimiento de
su hijo en 1978. Y haber elegido a los habitantes de Peterborough
no fue casual. Allí nació él. Por eso, cuando recorría las calles
del lugar, a toda persona que consideraba interesante, la retrataba.
A ninguno de ellos les robó el alma. Y hace siete años, a Porsz
se le ocurrió una idea: ¿y si rastreaba a todos aquellos a los que
había fotografiado? Una tarea de titanes.
Usó las redes sociales, hizo cientos de llamadas telefónicas, y
su empeño tuvo premio. Pudo reencontrarse con más de 200 personas
fotografiadas por él casi cuarenta años atrás. Y tanto trabajo se
convirtió en dos libros llamados Reunions y Reunions 2. Y con un
fin maravilloso: dona las ventas para campañas de lucha contra el
cáncer.
Casi el 90% de los que fueron fotografiados por él aceptaron repetir
la foto en el mismo lugar donde había sido realizada. Es asombroso
y encantador ver las imágenes del antes y el después. En su página
web Porsz escribió: "Las fotografías han estado acumulando polvo
todos estos años y este proyecto es por fin mi oportunidad de compartirlas
con la gente".
Los primeros con los que contactó fueron Tony y Sally Wilmot. Una
pareja que consiguió fotografiar en 1980 mientras se despedían con
un beso en la estación de tren de Peterborough. En esa época Sally
tenía 21 años y vivía en Stafford. Tony era un profesor de 22 que
trabajaba en Essex. Y se encontraba a mitad de camino, en Peterborough.
Ahora, ambos son directores de escuela. Para los románticos, una
buena noticia. Sí, se casaron. Tienen dos hijos, Jenny y Tom, de
edad similar a la que tenían ellos cuando posaron, sin saberlo,
para aquella foto.
El padre de Tony descubrió la foto en las páginas de un diario
y avisó al matrimonio que Porsz los buscaba. La pareja repitió con
placer la romántica escena. Esa es la foto de portada del primer
libro Reunions. Y también están Tina y Doug, dos punks que eran
novios y posaron para Chris en 1985, cerca de la catedral de la
ciudad. La pareja tuvo gemelos pero luego separaron sus caminos.
Hace más de veinte años que abandonaron la onda punk. Que decir
de Andy Jackson, Richard Hillson, Devinder Singh y Tony James, todos
compañeros de escuela. Cuando fueron fotografiados tenían 15 años.
Gracias al libro de Porsz se reencontraron y se mantienen en contacto.
Las chicas que posaron en 1980 haciendo globos con sus chicles son
Emma y Anna Hankins. Tenían 13 y 11 años, respectivamente. Ahora
las dos son peluqueras, se casaron y tienen hijos. Y ninguna mastica
chicle.
Otra foto del pasado muestra a John Morris, Paul Barnard y Andrew
Pollard haciendo cola para usar el teléfono público. Para repetir
la foto, y ante la ausencia de la cabina telefónica (el teléfono
se devoró esa parte del pasado), posaron ante un cajero automático
que ocupa el mismo lugar de la cabina. Era 1983 cuando Layla tomaba
a la fuerza su mini brick de leche en el colegio. Era obligatorio
para todos los alumnos. Actualmente sigue viviendo en Peterborough,
se casó con su novio de toda la vida y tiene dos hijos. En 1980,
el italiano Gino Borillo vendía helados con su puesto ambulante.
Ahora tiene un restaurante de pastas que maneja junto a su hija.
Y para cerrar, como parte de este enorme muestrario, está el punk
Badger Farcue, fotografiado en 1985 al ganar un concurso de comer
pizza. Ahora es padre de cinco hijos, pero sigue siendo punk. Hace
25 años se mudó a otra ciudad, Somerset, y trabaja pavimentando
carreteras. Y se prestó gustoso a la repetición de la foto.
La mejor fotografía internacional llega a las Islas Canarias. Con
sede este año en la isla de Lanzarote, el Canarian Photo Awards
recoge una selección de la mejor fotografía de naturaleza del mundo.
Jonathan Lhoir ha ganado el Concurso de Fotografía de Naturaleza
'Las Aves Silvestres', organizado por la Dirección General de Turismo
en el ámbito de la Feria Internacional de Turismo Ornitológico (FIO).
El francés se ha hecho con el primer premio con la imagen de un
flamenco titulada 'The Pen and Inkwell'. Tomó la instantánea en
La Camarga, al sur de Francia, y ha sido la elegida por el jurado
entre las 6.453 imágenes de 38 países de Europa, América, Asia y
Oceanía. Esta fotografía, ganadora en la categoría 'C1 Retratos
de aves', se impuso a las otras tres que optaban al primer premio:
'Albatros al viento', de Daniel López-Velasco, vencedora en la categoría
'C2 Aves en su entorno'; 'Snowy Battle', de Victor Tyakht (Rusia),
en 'C3 Aves en acción'; e 'Impresionismo', de Uge Fuentes Sanz,
en 'C4 Visión artística de las aves'. 'Claroscuro', de Cuyén Sláma
(Argentina), venció en la categoría 'Jóvenes fotógrafos' (menores
de 18 años).
La entrega de premios de la 18ª edición se celebró el sábado en
Villarreal de San Carlos, en el Parque Nacional de Monfragüe, y
contó con la presencia del director general de Turismo, Francisco
Martín Simón, el alcalde de Serradilla, Francisco Javier Sánchez
Vega, y la directora de Feval, Susana Cortés.
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