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El Holodomor literalmente en ucraniano 'matar de hambre'), también
conocido como Genocidio ucraniano u Holocausto ucraniano, es el
nombre atribuido a la hambruna que devastó el territorio de la República
Socialista Soviética de Ucrania, Kubán, Ucrania Amarilla y otras
regiones de la URSS, en el contexto de la colectivización de la
tierra emprendida por la URSS, durante los años de 1932-1933, en
la cual habrían muerto de hambre entre 1,5 y 12 millones de personas.
A 90 años del Holodomor, la gran hambruna que mató a millones de
personas.
Los archivos secretos desclasificados tras la disolución de la
Unión Soviética reflejan un aumento de la mortalidad en 1932 estimado
en una tasa adicional a la media de años anteriores de unas 150
000 personas, mientras que 1933 refleja algo más de 1,3 millones
de personas –lo que hace un total de unas 1,5 millones de personas
fallecidas a consecuencia directa de la hambruna según estos documentos–,
si bien desde 1934 tanto la mortalidad como la natalidad descendieron
entre el 20 y el 40 % en comparación con la media de los años previos
a la hambruna.
Si el Holodomor fue un genocidio, sigue siendo objeto de debate
académico, al igual que las causas de la hambruna y la intencionalidad
de las muertes. Algunos académicos sostienen que la hambruna fue
planeada por Stalin para eliminar un movimiento independentista
ucraniano. Otros sostienen que la hambruna fue una consecuencia
del proceso de industrialización soviético. Según los críticos del
régimen soviético si se tiene como referencia la definición jurídica
de genocidio y algunas opiniones, se verificaría la naturaleza genocida
del Holodomor al haber fuertes indicios de haber sido una hambruna
artificial creada por el régimen soviético, comandado por Iósif
Stalin. Así, de acuerdo con Anne Applebaum, «la hambruna no fue
causada por el caos ni por fallos, sino por culpa de las requisas,
así que eso solo pudo ser intencional».
Para los amantes seguidores del grillao con mostacho.
Los partidarios de la visión del genocidio consideran que la hambruna
está relacionada con la política de rusificación de Ucrania y supresión
del idioma ucraniano, las élites culturales y los representantes
implementados después de la hambruna. El general de la NKVD, Vsévolod
Bálitski, creía que se produciría un levantamiento armado en la
primavera de 1933 para derrocar al gobierno soviético y crear una
nueva nación capitalista de Ucrania. El secretario del óblast de
Járkov Pável Póstyshev se refirió a los «nacionalistas burgueses»
como «enemigos de clase» que deben ser eliminados.
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Requisa de trigo en el óblast de Kiev, 1930.
Las principales ciudades de la óblast, provincia,
de Kiev son Bila Tserkva, Prípiat, Brovarý y Boríspil. La antigua
planta nuclear de Chernóbil estaba situada en el norte de la región,
Kiev cuenta con el enclave territorial de Slavútych en el noroeste
de la óblast de Chernígov.
El resentimiento hacia Moscú en Ucrania tiene profundas
raíces históricas. En la Gran Hambruna de la década de 1930, hasta
cuatro millones de ucranianos murieron de hambre durante la colectivización
forzosa de las granjas por parte del dictador soviético Joseph Stalin.
Fergal Keane, de la BBC, estuvo en la ciudad oriental de Kharkiv,
cerca de la frontera con Rusia, y se reunió con algunos de los últimos
supervivientes de la hambruna. Se apresuraron a echar el cerrojo
a la puerta y cerrar las ventanas de la pequeña casa de madera,
que vibraba por los golpes de los hombres afuera. Petro Mohalat,
ahora de 95 años, recuerda las primeras redadas de alimentos en
el invierno de 1932. Tenía cinco años cuando la "brigada" comunista
llegó al pueblo. Su abuela les dijo a los niños que se escondieran
donde pudieran. "Fue muy aterrador. La brigada tenía horcas y venían
a todas las casas a buscar pan", recuerda. "Usaron palancas para
entrar. Luego fueron a todos los graneros tratando de encontrar
pan enterrado".
Bajo las órdenes de Stalin, los funcionarios comunistas
incautaron alimentos e impidieron que los campesinos salieran de
sus aldeas para buscar suministros. Estaban siendo castigados por
resistirse a la colectivización forzosa de las fincas.
Cerca de cuatro millones de personas murieron en la
hambruna de 1932-33.
Ucrania lo llama "Holodomor" (muerte por inanición),
la muerte de aproximadamente cuatro millones de personas en la hambruna
de 1932-33. Ahora, en medio del conflicto actual, los recuerdos
de lo que sufrieron los ucranianos a manos del Kremlin alimentan
el resentimiento hacia Moscú. "Mi padre tuvo que dar todo a la granja
colectiva: nuestra vaca, caballo, incluso nuestro balde. Mi madre
estaba muy enojada", dice Mohalat. Vive en una casa de campo cerca
del pueblo de Kovyyhi, a unos 60 km de la frontera con Rusia, a
lo largo de un camino angosto lleno de bancos de nieve donde los
campos se oscurecen cuando cae la luz. Para los supervivientes de
la hambruna que quedan, este es un paisaje de fantasmas.
Oleksandra Zaharova, de 98 años, recuerda el hambre
constante, la búsqueda desesperada de comida y los rostros de los
muertos. "¿Qué pude ver?", pregunta. "Vi gente que murió. Hicieron
un pozo grande y arrojaron todos los cuerpos allí". Su padre logró
escapar y viajó al oeste de Ucrania, tomando los objetos de valor
restantes de la familia para tratar de cambiarlos por comida. "Pero
no consiguió nada", cuenta. "Perdimos todo". El bisnieto de Oleksandra,
Dmytro, que creció escuchando sus historias sobre el Holodomor,
sirve en el ejército ucraniano en el este del país.
Oleksandra Zaharova siente la responsabilidad de transmitir
lo que recuerda sobre la hambruna.
Aunque otras partes de la antigua Unión Soviética
también sufrieron las ruinosas políticas agrícolas y la salvaje
represión de Stalin, en Ucrania ocurrió la mayor pérdida de vidas.
Rusia niega que los ucranianos hayan sido blanco político de la
inanición porque Joseph Stalin temía el sentimiento nacionalista.
Poco más de una década antes habían luchado para establecer una
nación independiente, pero fueron derrotados por el Ejército Rojo.
Dice mucho sobre las actitudes oficiales el hecho de que la Corte
Suprema de Rusia ordenó el cierre de Memorial, la ONG más antigua
de Rusia dedicada a revelar la opresión de la era soviética. El
grupo fue acusado de retratar a la URSS como un estado "terrorista"
en lugar de estar "orgulloso de nuestro glorioso pasado".
En el sótano oscuro y frío del Instituto de la Memoria
Nacional de Kiev, el pasado flota en las sombras. Aquí es donde
desaparecían los presos, entre ellos muchos detenidos durante la
persecución que acompañó a la hambruna. Keane visitó allí
al director del instituto, el doctor Anton Drobovych, quien le dijo
que el edificio había albergado a la policía secreta. Su propio
abuelo fue asesinado por el régimen de Stalin. Iluminados solo por
la luz de los teléfonos móviles, caminaros por estrechos pasadizos,
pasando por la red de celdas secretas por las que pasaban miles
de personas en su camino hacia la tortura y la muerte. Drobovych
subrayó que la responsabilidad de los horrores de ese período
no recae solo en Stalin.
Cada noviembre, los ucranianos en todo el mundo encienden
velas para recordar a los que perecieron en el Holodomor.
La represión y la colectivización forzada no podrían
haber ocurrido sin la participación de un gran número de funcionarios
comunistas ucranianos. Ahora ve en los intentos modernos de Rusia
de imponer su voluntad sobre Ucrania ecos preocupantes del pasado
soviético. "Protegen a Stalin, ocultan la verdad, nos atacan. No
nos reconocen como un país independiente, ¿por qué? No entendemos
por qué", expresó.
Como saben todas las naciones, la memoria es un arma
poderosa. La historia del Holodomor es fundamental para la idea
de Ucrania de sí misma como un país que desafía la dominación rusa.
Al recordar el horror de la hambruna, Oleksandra Zaharova siente
la responsabilidad de transmitir lo que recuerda. Pero cuando se
le pregunta si después de sobrevivir al Holodomor pudo tener una
buena vida, me cuenta cómo dos de sus hijos murieron en una hambruna
posterior. Sí, ella sobrevivió, pero no fue una vida que otros quisieran
haber vivido.
El Museo del Holodomor, que fuera abierto al público
en Kiev en el 2008. Es difícil imaginar que hace tan sólo 87 años,
el tirano y autoritario líder soviético, Stalin, les robó todo el
grano a los ucranianos y les confiscó todos sus objetos de valor,
como parte de su conspiración y plan socialista de colectivización.
Eso era parte del Plan Quinquenal de Stalin y del régimen comunista
para industrializar y colectivizar la agricultura, mediante la destrucción
de la clase de los “kulaks”, agricultores de la Rusia zarista dueños
de tierras y que contrataban trabajadores. La policía estatal y
las brigadas del partido eran enviadas a los campos ucranianos para
confiscar todo y cada alimento que pudieran encontrar, dirigidos
hacia las granjas que produjeran granos.
Se rompió el silencio en 1933, por un valiente joven
de nombre Gareth Jones, del Reino Unido, quien expuso la tiranía
y la hambruna y estaba desesperado por descubrir la verdad. Fue
un héroe en el verdadero sentido de la palabra y creía que su tarea
como periodista nunca se debilitaría frente a la verdad, sin importar
lo que fuera. Recibió una cantidad exorbitante de críticas por parte
de Walter Duranty, periodista del New York Times (y simpatizante
de los soviéticos), que deliberadamente engañó al mundo y negó la
hambruna, para así colaborar con el régimen comunista. Duranty afirmó
que la hambruna se debía a circunstancias de desnutrición y enfermedad,
y no era el resultado de acción humana.
Después del acto de vandalismo en 2020, la estatua
restaurada de la niña estaba de vuelta en el Museo Holodomor.
Lawrence Reed escribe, “Duranty escribió una pieza
para The Times en la que alegó que el reporte de Jones era una fabricación.
Incluso hoy en día, es real el peligro de las noticias falsas y
el poder de los medios para encubrir historias para la ganancia
personal o política. Por desgracia, Jones fue calificado de mentiroso
y descalificado por los medios principales de la época. Después,
trágicamente, se le disparó dos veces por la espalda y una vez en
la cabeza en 1935, en China (hay serias evidencias de que eso fue
orquestado por la Policía Secreta Rusa). Tenía tan sólo 29 años
de edad.
Durante más de 50 años, el Holodomor fue borrado de
la historia mediante encubrimientos y negaciones y nunca fue conmemorado.
Por fin, en el 2006, los Estados Unidos reconocieron oficialmente
como genocidio a este atroz acontecimiento histórico, seguido de
Canadá en el 2008. También en el 2008, Gareth Jones fue honrado
y se le otorgó la Orden del Mérito de Ucrania. El mundo recordó
las atrocidades infligidas por las horrendas políticas socialistas
y comunistas de Stalin y de la URSS. No hay nada más importante
que los derechos humanos y continuar la lucha por la libertad de
todo ser humano.
La última vez que Moscú usó la comida como arma murieron
4 millones de personas.
Los grupos parlamentarios de la coalición de gobierno
en Alemania y de los conservadores en la oposición quieren reconocer
estos días como genocidio el Holodomor, la hambruna impuesta
por el dictador soviético Josef Stalin hace 90 años en Ucrania,
en la que murieron al menos 3,5 millones de personas. La moción
conjunta de los grupos parlamentarios de socialdemócratas, verdes
y liberales y del bloque conservador, a la que ha tenido acceso
el semanario Spiegel, recuerda que "toda Ucrania se vio afectada
por el hambre y la represión, no sólo sus regiones productoras de
cereales".
"Desde la perspectiva actual, esto sugiere una clasificación
histórico-política como genocidio. El Bundestag alemán comparte
una clasificación así", escriben los impulsores en torno al diputado
de los verdes Robin Wagener.
Reparto de alimentos en Jersón.
Del Holodomor al Kholodomor, de la muerte por hambre
a la muerte por frío. Los ucranianos regresan a sus dachas de campo
para calentarse con sus chimeneas. En los últimos 100 años no hay
ningún país en el mundo que acumule tanto sufrimiento como Ucrania.
A las dos guerras mundiales con genocidio judío incluido hay que
sumarle la hambruna inducida de Stalin o Holodomor, la represión
soviética y ahora el conflcto, con un clima frio.
Cerca de 4 millones de personas murieron en el Holodomor
de 1932-1933. Muchos intentaron cambiar sus últimas posesiones por
pan, recurrieron a comer alimentos sucedáneos y buscaron setas y
bayas en los bosques.
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Enero 2022.
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