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Descenso del Sella en Ribadesella, agosto de 1965, de Gonzalo Juanes.
Representante asturiano del grupo Afal, colectivo fundamental de
fotografía española del siglo XX, Juanes fue un pionero en el uso
del color con una obra que no ha sido suficientemente reconocida.
Sus fotografías son imágenes reflexivas, meditadas y líricas, con
las que retrata su Asturias natal, pero también urbes como Madrid
con su particular retrato de la calle Serrano en los setenta.
La faceta desconocida de Giacomo Puccini como fotógrafo, el periodista
de la Magnum Eliott Erwitt o las menos conocidas Consuelo Kanaga
y Paloma Navarés, son solo algunas de las propuestas imprescindibles
que este año ofrece el festival PHotoESPAÑA 2024, que comienza oficialmente
este viernes. Y además con un caso asturiano, un pionero de la fotografía
en color, Gonzalo Juanes, cuya obra nos mira desde el Descenso del
Sella de 1965. PHotoESPAÑA se desarrollará hasta el 29 de septiembre
bajo una nueva dirección, la de María Santoyo, y cuenta con un total
de 84 exposiciones que mostrarán el trabajo de 293 artistas bajo
el lema de 'Perpetuum mobile' -movimiento perpetuo-.
Los cielos de varios países del planeta -como España, Canadá o
Francia- se tornaron de una variedad de colores durante el fin de
semana del 10 al 12 de mayo a causa del fenómeno de las auroras
boreales. Estas son resultado de la interacción del viento solar
con la magnetosfera, lo que crea sinuosas y coloridas formas en
el cielo. La mayor visibilidad de las luces de la aurora es el resultado
de una “tormenta geomagnética extrema”, según el Centro de Predicción
del Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica
de Estados Unidos (NOAA).
.Aurora boreal observada el 10 de mayo desde el pantano de la Baells,
en Cercs, Barcelona, Cataluña (España).
La agencia advirtió el sábado que las comunicaciones por radio,
GPS y satélite podrían verse afectadas durante el fin de semana
como resultado de una erupción solar extrema. La NOAA dijo que el
último evento de escala similar ocurrió en octubre de 2003, cuando
instalaciones eléctricas en Suecia y Sudáfrica resultaron dañadas.
Era la primavera de 1992 y la guerra acababa de comenzar en Bosnia
y Herzegovina cuando un joven fotógrafo español sin experiencia
previa en informes de guerra aterrizó en Sarajevo para tomar el
pulso del conflicto en la ciudad. Se llamaba Jordi Pujol Puente,
tenía 24 años y trabajaba para la agencia de noticias Associated
Press y Avui. «Llegamos a Sarajevo con el último vuelo [antes de
que el asedio cortara la ciudad del resto del mundo]», dijo a BIRN
el amigo de Pujol Puente, el ex periodista Eric Hauck. En ese momento,
Hauck, Pujol Puente y el resto de los periodistas que estaban en
la ciudad en ese momento no vieron el asedio como el acontecimiento
central que se convertiría en el transcurso de la guerra. Sin embargo,
a medida que el peligro de las fuerzas serbias que asediaban la
ciudad se intensificó rápidamente, comprendieron el significado
histórico y simbólico de lo que estaba sucediendo y se comprometieron
a contar la historia al mundo a pesar de los riesgos que implicaba.
«Sentimos que no solo estábamos haciendo nuestro trabajo sino que
también estábamos participando, con nuestro trabajo, en defender
una idea de Europa», dijo Huack, refiriéndose al ideal de la convivencia
multicultural.
Brauchli capturó a Pujol Puente apoyado en
Hauck, dos días antes de la muerte de Puente.
«Fue el primer día del asedio sin bombardeos y, de hecho, cubrían
una manifestación de los ciudadanos de Sarajevo contra la guerra»,
explicó, refiriéndose a Pujol Puente y su compañero fotógrafo David
Brauchli. Los dos hombres fueron juntos a la manifestación el 17
de mayo de 1992. Mientras cubrían la manifestación, se alejaron
un poco de la multitud, y luego dispararon un mortero en su dirección.
La explosión del proyectil mató a Pujol Puente e hirió gravemente
a Brauchli.
La muerte de Pujol Puente fue un factor crucial para que los catalanes
sintieran que la guerra también era suya, sugirió Hauck. El espíritu
de resistencia y la lealtad a sus propios valores mostrados por
los Sarajevans causó una profunda impresión en muchos catalanes,
y una ola de simpatía y actos de solidaridad fue catalizada por
la muerte de Pujol Puente. Miles de grupos de la sociedad civil
enviaron ayuda humanitaria a Bosnia y muchas familias catalanas
acogieron a refugiados bosnios. El alcalde de Barcelona en ese momento,
Pasqual Maragall, incluso añadió un ‘distrito 11’ a las diez demarcaciones
administrativas de la ciudad: Sarajevo. Al declarar que Sarajevo
es un distrito de Barcelona, Maragall eliminó las restricciones
burocráticas de las iniciativas humanitarias municipales para la
ciudad sitiada que de otro modo hubieran retrasado o abortado muchos
de los proyectos. Además de todo esto, Barcelona y Sarajevo compartieron
un entusiasmo por el sueño olímpico. Barcelona se estaba preparando
para organizar sus primeros Juegos Olímpicos en 1992, mientras que
Sarajevo tuvo la misma experiencia histórica en 1984, cuando la
ciudad organizó los Juegos Olímpicos de Invierno. Esto conectó las
dos ciudades aún más y Maragall invitó a su homólogo de Sarajevo,
Muhamed Kresevljakovic, a Barcelona semanas antes de que comenzaran
los Juegos Olímpicos de 1992. Junto con el Comité Olímpico Internacional,
el alcalde de Barcelona también pidió (sin éxito) una tregua olímpica
en los Balcanes durante la duración de los Juegos.
"No podemos irnos ahora. No los podemos dejar. Quien explicará
Sarajevo al mundo".
Jordi Pujol Puente.
En Estados Unidos, aquellos que abogan por la causa palestina no
ceden en su empeño. Este sábado 18 de mayo, cientos de manifestantes
se congregaron en torno al Capitolio, en la capital. Los motivos
de esta movilización son dos: la demanda de un cese el fuego en
la actual guerra en Gaza y la conmemoración de la Nakba, el éxodo
de unos 700.000 palestinos que fueron obligados a abandonar sus
casas cuando se creó el Estado de Israel en 1948.
Fueron unas 400 personas las que desafiaron las constantes lluvias
para manifestarse en el National Mall en la semana del aniversario
número 76 del éxodo palestino. Pero los activistas por la causa
palestina no se reunieron allí exclusivamente por una cuestión de
memoria: también quieren justicia en la actualidad. Además de recordar
la importancia del respeto a la vida de los palestinos —con más
de 35.000 muertos desde el inicio de la escalada de la guerra el
7 de octubre—, los manifestantes también arremetieron contra el
presidente de EE. UU., Joe Biden. Según estos, para el mandatario
los muertos en Gaza son solo un número.
Un joven que lleva una keffiyeh y un collar de estrellas judías,
a la izquierda, sostiene una pancarta junto a una niña de 7 años
de Springfield, Virginia, que viste un traje tradicional sobre los
hombros de su abuelo, que es palestino, durante una protesta.
'EEUU. Manifestación contra la guerra de Vietnam'. Una joven norteamericana,
Jan Rose Kasmir, se enfrenta a la Guardia Nacional norteamericana
frente al Pentágono durante la marcha anti-Vietnam de 1967. Esta
marcha contribuyó a que la opinión pública se volviera en contra
de la guerra de Estados Unidos en Vietnam.
Marc Riboud (Saint-Genis-Laval, 24 de junio de 1923-París, 30 de
agosto de 2016) fue un fotógrafo francés especializado en periodismo
fotográfico que formó parte de la agencia Magnum.
Tras haber trabajado de ingeniero, en 1952 entró a formar parte
de la agencia Magnum, tras entrevistarse con Henri Cartier-Bresson
y Robert Capa donde ha realizado los reportajes más importantes
de su carrera hasta 1979. Su primera fotografía publicada en Life
en 1953 fue «Pintor en la Torre Eiffel» y otra muy conocida se titulaba
«Muchacha ofreciendo una flor a los soldados» y la realizó en 1967,
tras una importante manifestación en contra de la guerra de Vietnam.
También fue de los primeros fotógrafos a quien se permitió entrar
en China en 1957 y casi el único occidental que pudo realizar reportajes
de la guerra de Vietnam desde Vietnam del Norte. Puede encuadrarse
en la fotografía humanista tanto por los temas humanos que trata
como por su intención fotográfica con la que pretende «comunicar
y compartir sus sentimientos hacia los demás». De ese modo mientras
por un lado realiza fotografías de la guerra en Vietnam y la revolución
cultural china, por otro refleja aspectos de la vida cotidiana en
ciudades como Fez, Angkor, Shaanxi o Benarés.
Fallece William Anders, el primer científico en abandonar
la superficie de nuestro planeta.
La famosa fotografía fue tomada por Anders. Fue una más de las
casi ochocientas fotografías que se tomaron durante la misión, las
cuales tendrían un valor incalculable para elegir el lugar del alunizaje
del Apolo 11. A mediados de agosto de 1968 Anders recibió una llamada
telefónica que le cambiaría la vida: la NASA acababa de cancelarle
sus vacaciones estivales. A modo de compensación recibiría un billete
con destino a la Luna. Anders había sido seleccionado para pilotar
el módulo lunar. Fue el 21 de diciembre de 1968 cuando el cohete
Saturno V impulsó al Apolo 8 rumbo a nuestro satélite. Tardaron
tres días llegar a la Luna, una vez allí orbitaron diez veces a
lo largo de veinte horas y regresaron a la Tierra amerizando en
un punto geográfico del Océano Pacífico. Fueron recibidos con todos
los honores y la revista Time les premió con el título de «los hombres
del año». Una curiosidad añadida. Los pilotos de reserva del mítico
Apolo 8 eran Armstrong, Aldrin y Haise, que sería sustituido posteriormente
por Mike Collins -ya recuperado de una intervención traumatológica-,
los tres astronautas que formarían la tripulación del Apolo 11.
Durante la misión 'Apolo 8', Anders tomó una imagen icónica del
planeta Tierra elevándose por encima de su satélite. Esta fotografía,
conocida como Earthrise (La Tierra naciente) cambió la percepción
humana del planeta y algunos incluso la consideran el origen de
los movimientos ecologistas actuales.
"Anders ofreció a la Humanidad uno de los regalos más profundos
que un astronauta puede dar", escribió en X el jefe de la NASA Bill
Nelson. "Viajó al umbral de la Luna y nos ayudó a todos a ver algo
más: a nosotros mismos. Encarnó las lecciones y el propósito de
la exploración. Le echaremos de menos".
Reflexiones sobre el parentesco, el legado internacional, la fragilidad
de la memoria o la experiencia migratoria. Estos son algunos de
los temas que aborda la artista haitiana Widline Cadet en la exposición
Take this with you, la primera muestra fotográfica en España de
la autora de origen haitiano que, desde su propia piel, da a conocer
la experiencia migratoria entre su país y EEUU. La exposición, disponible
a partir del 31 de mayo en Casa de América, se enmarca en la iniciativa
Transcultura, una colección de fotografías que pretenden dar voz
y visibilidad a obras de jóvenes artistas procedentes del Caribe
que tienen mucho por contar al mundo.
Para la presentación de la exposición estaba prevista la asistencia
de Widline Cadet, la fotógrafa de la que emerge todo el arte expuesto.
No ha podido asistir ya que debe permanecer en EEUU hasta que consiga
su Green Card o residencia permanente. De la misma forma que no
ha podido asistir a España para la presentación, tampoco puede volver
a Haití, su país natal. Este motivo que le ha obligado a ausentarse
en un día tan importante para ella es precisamente lo que pretende
recoger la muestra, la imposibilidad de volver a su cultura, su
experiencia migratoria que, aún a día de hoy sigue viviendo en su
propia piel. “Widline pretende dar un mensaje de esperanza, contar
una historia de intimidad y hogar, y que hay mucha gente que no
vive en los lugares donde nacieron”, ha explicado Désirée Kroep,
comisaria de la exposición.
Yon etranje ki pa sanble youn / A Stranger Who Doesn't Lool Like
One, 2019.
En la muestra, recogida dentro del festival fotográfico PHotoespaña
y disponible hasta el 7 de septiembre.
Cadet reúne la historia de su familia a través de interesantes
dicotomías como la presencia y la ausencia, la realidad y la ficción
o el pasado y el futuro. Una historia de familia, amigos e, incluso,
personas desconocidas que forman un archivo único y ejemplifican
la manera en la que coexisten diferentes generaciones.
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