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30 - Agosto - 2020
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Las 'selfies' no están limitadas a los confines de la Tierra. Un buen número de intrépidos astronautas y máquinas de todo tipo se han tomado este tipo de retratos en el espacio.

¿Qué haces cuando no hay nadie para sacarte una foto? Te haces un selfi. Los autorretratos tienen una larga historia en el mundo del arte y, con el aumento de los smartphones, ha crecido la popularidad de los selfis sacados por cámaras en lugar de inmortalizados en cuadros. Los autorretratos fotográficos han existido desde que las cámaras han estado en manos humanas. Pero ¿y los selfis espaciales? En 2018 en Twitter, el astronauta Edwin «Buzz» Aldrin de la NASA, que se convirtió en el segundo hombre en pisar la luna en julio de 1969, reclamó un hito espacial: haber sacado el primer selfi en el espacio durante la misión Gemini XII en 1966. «En mi opinión, tiene que ser digital para ser un selfi», sostiene Jennifer Levasseur, comisaria del Museo Nacional del Aire y el Espacio del Instituto Smithsonian. Según Levasseur, el concepto de «selfi» está vinculado estrechamente a la cultura de Internet y al deseo humano de interactuar en plataformas sociales. «Lo que hace de un selfi un selfi es compartirlo», afirma.

Con todo, los astronautas han llevado cámaras a bordo de los vehículos espaciales desde los años 60 y se han sacado muchas fotos por el camino. En 1966, Aldrin utilizó una cámara Hasselblad que estaba diseñada específicamente para el espacio, con un disparador extragrande para adaptarse a los gruesos guantes de los astronautas. Hasselblad también pintó de negro mate la primera cámara espacial para minimizar los reflejos de la ventana del orbitador. Pero las cámaras empleadas en el espacio debían sobrevivir a condiciones extremas, como las oscilaciones de temperatura de -100° a 120°C, de forma que Hasselblad pintó los modelos posteriores de color plata para ayudar a la cámara a ajustarse a estos cambios térmicos.

El extraordinario "selfie" de un satélite y un cometa.

Los astronautas que visitaron la luna tenían que extraer los carretes y abandonar las carcasas y los objetivos de las cámaras cuando volvían a la Tierra, ya que las primeras misiones espaciales estaban restringidas por un límite de peso muy conservador durante el viaje de vuelta. Los viajeros lugares también debían trabajar sin la comodidad del palo selfi: para sacar su autorretrato durante la misión Gemini, Aldrin fijó la cámara a un lado de la nave para estabilizarla y encuadrar su rostro. Levasseur indica que se produjo un gran cambio en la tecnología de las cámaras espaciales tras la trágica pérdida del transbordador espacial Columbia, que se desintegró durante su regreso a la Tierra en 2003.

«El miedo por no poder recuperar los carretes [del espacio] y perder todo ese trabajo» aceleró la presión por lo digital, según ella. En la actualidad, los astronautas también pueden acceder a Internet y a plataformas sociales en el espacio y pueden subir selfis espaciales reales hechas con cámaras digitales cubiertas con mantas térmicas. Levasseur afirma que, cuando los astronautas sacan y comparten selfis en redes sociales, pueden participar desde el espacio en las mismas actividades cotidianas que los habitantes de la Tierra. El primer selfi de un astronauta que se hizo viral en Internet fue el del astronauta japonés Akihiko Hoshide en 2012. De forma similar, los robots espaciales también participan en la cultura selfi y capturan imágenes remotas de sí mismos en el espacio u otros planetas para después enviarlas a la Tierra.

El astronauta Buzz Aldrin inauguró la categoría mucho antes de que los autorretratos se convirtieran en todo un fenómeno digital. Aldrin tomó esta foto durante una caminata espacial de la misión Gemini 12 a 17,000 millas por hora en 1966.

El astronauta Barry 'Butch' Wilmore se tomó esta imagen en febrero de 2015 mientras colocaba un cable en el exterior de la Estación Espacial Internacional, lo cual generó 54,000 likes en Facebook.

Los terrícolas más vanidosos llegan a usar los espejos de su baño para tomarse fotos. Pero en la Luna, el astronauta Charles 'Pete' Conrad se tomó a sí mismo reflejado en el casco de su colega Alan Bean. La imagen fue tomada durante la misión Apollo 12 de 1969 mientras Bean recolectaba muestras de arena.

La curvatura de la Tierra detrás del astronauta Mike Hopkins es un fondo muy impresionante para una selfie, que se tomó el 24 de diciembre de 2013. Hopkins fue un miembro de la expedición 38 y participó en una caminata espacial para cambiar una pieza de la Estación Espacial Internacional.

Los humanos no son los únicos en tomarse selfies espaciales. El vehículo Mars Curiosity de la NASA se hizo esta selfie sobre la superficie del Planeta Rojo en 2014 para celebrar su primer año marciano en la superficie. La imagen está hecha de docenas de imágenes juntadas por la NASA para formar la imagen completa.

El cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko se metió en la foto de la nave Rosetta de la Agencia Espacial Europea en esta impresionante selfie tomada en septiembre de 2014. La imagen fue tomada mientras el equipo que controla a Rosetta estaba en proceso de determinar un buen lugar para que el módulo Philae aterrizara en el cometa.

El astronauta Chris Cassidy tomó esta selfie espacial durante una caminata espacial el 16 de julio de 2013. Una cámara digital le cubre casi todo el visor, y la Estación Espacial Internacional se puede apreciar en el fondo.

El astronauta Aki Hoshide de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial, parte del equipo de la expedición 32 de la Estación Espacial Internacional, se tomó esta selfie durante una caminata espacial en 2012 que duró más de seis horas. Ese brillo sobre su hombro es el Sol.

La agencia aeroespacial NASA ha sorprendido a propios y extraños con una insólita creación: una fragancia con el olor del espacio. Se llama Eau de Space y el motivo para su creación no ha sido otro que el de familiarizar a los astronautas con el olor del espacio durante sus entrenamientos en nuestro planeta.

Desde hace unas décadas, la NASA contactó con diversos especialistas para intentar desarrollar el “aroma del espacio”, y así evitar que los astronautas se sorprendiesen con el peculiar olor espacial cuando llegasen a su destino en el espacio exterior. El proyecto estuvo bajo llave durante años y reservado exclusivamente para los entrenamientos del personal de NASA. Sin embargo, ahora podría estar disponible para el público general gracias a, que han creado un proyecto de crowfunding en Kickstarter para que todos puedan hacerse con un frasco. La fragancia ha sido desarrollada por el químico Steve Pearce, fundador de Omega Ingredients, que fue contratado originalmente por NASA en 2008 para recrear el perfume, que finalizó en 2012 tras muchas mezclas e investigaciones.

Según la astronauta Peggy Whitson (en la foto, en 2017, momentos antes de cumplir su récord como mujer astronauta que más veces ha viajado en el espacio) el espacio huele como 'un arma recién disparada'.

Pero, ¿a qué huele el espacio? Según contó la astronauta Peggy Whitson al canal CNN en una entrevista en 2002, el espacio olería a algo así como “el aroma que deja un arma recién disparada”. Así lo confirma Pearce, que asegura que el aroma es una mezcla de pólvora, carne asada, frambuesas y ron. La empresa que aspira a comerciar el producto para el público general tiene un objetivo claro: promover y aumentar el interés de los jóvenes para el estudio de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Es más, sus creadores ya están pensando en crear otro perfume muy particular: uno con olor a la Luna.

El astronauta Steve Robinson salió del transbordador Discovery para reparar la base de la nave en 2005. Removió un par de objetos que sobresalían de la capa protectora de la nave contra el calor y, también, se tomó esta selfie.

El astronauta Reid Wiseman publicó esta selfie en Twitter en 2014, una imagen fascinante llena de detalles como la luz que rebota en su casco y sus manos reflejadas en el visor.

Samantha Cristoforetti, la astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA), compartió su amor por la serie Star Trek con esta selfie en 2015 a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS). Cristoforetti, la primera mujer italiana en ir al espacio, usa el uniforme en honor a la Capitana Janeway de Star Trek: Voyager.

En esta adorable selfie, Curiosity se retrata su cabeza. La foto fue tomada a principios de 2018.

Opportunity ha estado en Marte por mucho más tiempo que Curiosity. A principios de 2018, se tomó esta selfie para celebrar su día número 5.000 en el Planeta Rojo.

Esta selfie se tomó en la Tierra. Puedes ver el reflejo del ingeniero Larkin Carey reflejado en la superficie del espejo secundario del telescopio espacial James Webb.

Tanto 'Curiosity' como 'Opportunity han sido diseñados como verdaderos laboratorios sobre ruedas. De ahí su nombre técnico: Mars Science Laboratory. Entre la gran cantidad de artilugios que llevan a su lomo, los todoterreno de Marte cuentan hasta con cinco tipos de cámaras: una para imágenes y vídeos a color, una para obtener imágenes microscópicas del suelo marciano, una para capturar el momento de descenso a la superficie de Marte, una para captar el espectro de luz visible en tres dimensiones y una para obtener imágenes en blanco y negro del terreno que faciliten la navegación. Estos instrumentos, diseñados para la investigación, proporcionan una información detallada sobre el estado del planeta rojo. En este contexto, los entrañables selfies que nos envían estos vehículos de exploración espacial resultan totalmente accesorios si los comparamos con su misión de descubrir los secretos de Marte.

En el caso de los autoretratos, 'Curiosity' y 'Opportunity' utilizan la cámara incorporada al final de su brazo robótico para capturar su mejor ángulo. Con esta, los vehículos de exploración de Marte capturan decenas de "frames" del terreno que, posteriormente, son ensamblados para formar una sola imagen. En algunos casos, para conseguir un solo selfie se necesitan hasta 57 pequeños fragmentos de Marte. Todo sea por el postureo de decir que has estado en el planeta rojo.

Esta imagen "sin retocar" muestra cómo recibimos estos selfies de Marte.

Pero la gran pregunta sobre los selfies del 'Mars Rover' es cómo consiguen hacerse un autoretrato sin que se vea su brazo robótico. Como en el caso de los mejores influencers, estos todoterreno tienen práctica. El secreto de sus selfies perfectos está en su técnica de doblar el brazo mecánico lo justo para que no sea visible.

Pero estos autoretratos no siempre son por vanidad. De la misma manera que cuando estás de viaje tus padres te piden una foto para saber cómo estás, el equipo a cargo de la misión Mars Rover recoge imágenes de sus pequeños exploradores para saber qué tal se encuentran en el lejano planeta rojo. A través de estas instantáneas podemos saber el estado del vehículo y controlar algunas incidencias. En el 2015, por ejemplo, gracias a un selfie la NASA detectó que había una piedra atrapada entre las ruedas del Curiosity, lo que dificultaba sus excursiones por Marte. Recientemente, este mismo todoterreno también informó de los efectos de una devastadora tormenta de arena a través de un autoretrato.

"Hoy presentamos resultados sobre moléculas orgánicas halladas en Marte, consideradas como los elementos constituyentes de la vida. Incluso si hoy no estamos anunciado la detección de vida, el hallagzo que anunciamos es muy importante para determinar si en algún momento Marte fue habitable y si lo sigue siendo", anunció la NASA a mediados de 2018.

La misión 'Curiosity' de la NASA, aterrizada en Marte el 6 de agosto del 2012, sigue aportando datos extraordinarios sobre el planeta rojo. La revista Science publica dos estudios que, según los expertos, representan un "avance fundamental en astrobiología". Uno, proporciona evidencias concluyentes de la presencia de compuestos orgánicos en el cráter Gale. Otro informa de la emisión estacional de metano, la molécula orgánica más simple, en la atmósfera marciana.

Ante estos nuevos hallazgos, la astrobióloga Inge Loes ten Kate destacó: "La detección de moléculas orgánicas y metano en Marte tiene implicaciones de gran alcance a la luz de la potencial vida pasada en Marte. El 'Curiosity' ha demostrado que el cráter de Gale era habitable hace unos 3.500 millones de años, con condiciones comparables a las de la Tierra primitiva, donde la vida evolucionó en esa época. La cuestión de si la vida pudo haberse originado o existido en Marte es mucho más oportuna ahora que sabemos que las moléculas orgánicas estaban presentes en su superficie en ese momento".

El cráter Gale, con sus 154 kilómetros de diámetro y una antiguedad aproximada de entre 3.500 a 3.800 millones de años, se ha convertido en un punto clave para la exploración del planeta rojo. En el año 2012, el vehículo de exploración 'Curiosity' aterrizó en su interior y, a partir de allí, empezó a proporcionar muchos de los datos más reveladores que poseemos sobre Marte.

Panoramica de Aeolis Mons o Monte Sharp, pico central del cráter Gale, captada por una de las camaras del 'Curiosity'

Los 12 instrumentos que incorpora el rover lo convierten en un laboratorio sobre ruedas. Gracias a estas herramientas, en el 2014 el vehículo de exploración espacial proporcionó evidencias sobre la presencia de compuestos orgánicos en un punto concreto de Marte. Un nuevo estudio, centrado en otros puntos del cráter, han desvelado la existencia de varias moléculas orgánicas antiguas que recuerdan a la roca sedimentaria rica en compuestos orgánicos que se encuentra en el ámbito terrestre. Para este estudio, los investigadores analizaron unas muestras extraídas por el 'Curiosity' perforando dos puntos del suelo marciano. A través de unos instrumentos incluidos en el vehículo, las muestras fueron calentadas hasta 400 grados centígrados hasta liberar las moléculas orgánicas y volátiles. Los resultados demostraron la presencia de tiofeno, 2- y 3- metiltiofeno, metaniotiol y dimetilsulfuro. La principal hipótesis que barajan los investigadores es que estas moléculas podrían ser fragmentos de moléculas más grandes que se habrían descompuesto con el tiempo.

Hasta el momento, la búsqueda de vida extraterreste se basa en una suposición elemental: que en su esencia la vida marciana no debería diferenciarse de la terrestre. Es decir, que los elementos que constituyen un organismo vivo deberían ser los mismos para todo el universo. El hallazgo reiterado de estas moléculas constituye una prueba de la existencia de los "bloques fundamentales" de la vida más allá de la Tierra.

Sobre este hallazgo, Josep M. Trigo -investigador del Institut de Ciències de l'Espai (CSIC/IEEC)?, no implicado en la publicación - comenta: "Los depósitos de sedimentos estudiados en el cráter Gale nos hablan de la fase final de un periodo donde cantidades muy importantes de materia orgánica quedaron depositadas allí y preservadas de la radiación. Tales procesos abren vías a que la exploración tripulada de Marte en un futuro pudiese encontrar materia orgánica mucho mejor preservada a mayor profundidad para poder responder a una de las más preguntas más transcendentales: si llegó a surgir vida orgánica sencilla en ese entorno marciano".

El metano marciano se detectó por primera vez en el año 1999 a través de telescopios terrestres. Desde entonces, disponemos de evidencias de la presencia de este gas en la atmósfera de Marte. Este dato, lejos de zanjar el debate, abrió nuevas preguntas sobre el origen de este hidrocarburo y su posible relación con alguna forma de vida.

Los sensores REMS que incorpora el 'Curiosity', claves en el descubrimiento del ciclo del metano, han diseñados en Centro de Astrobiología (INTA-CSIC).

El nuevo estudio publicado en Science plantea la existencia de un ciclo estacional del metano en la atmósfera marciana. Los investigadores analizaron la evolución de este gas en Marte durante más de 2 años marcianos, el equivalente a unos 5 años terrestres. Durante este período pudieron observar la fluctuación de las concentraciones de este gas, produciéndose su máximo pico de emisión hacia el final del invierno y del verano marciano. Según explica Daniel Viúdez-Moreiras, investigador del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) y co-autor de la investigación, los datos disponibles hasta el momento no aclaran si el origen del metano es biológico o no. "Entre las teorías más aceptadas sobre el origen de este gas estaría la de los reservorios de clatratos en el subsuelo marciano. Estos depósitos subterráneos habrían atrapado el metano presente en la atmosfera marciana en el pasado. Ahora estos reservorios se habrían vuelto inestables y estarían liberando este gas. Sin embargo, los datos sugieren que procesos físico-químicos más complejos estarían regulando su emisión a la atmósfera" explica el investigador.

En la Tierra, la mayor parte de metano tiene un origen biológico. Es por ello que, desde los inicios de la exploración espacial, se ha propuesto este gas como un indicador de vida en otros planetas. Sin embargo, en el caso del metano hallado en Marte todos los datos apuntan a que la detección de este gas no indicaría, por el momento, la existencia de vida en el planeta rojo.

Una tormenta de arena sin precedentes documentados en el planeta Marte a mediados de 2018, está poniendo en peligro el futuro del rover 'Opportunity' de la NASA, que se alimenta de energía solar,ha informado la agencia espacial estadounidense. "Estamos preocupados, pero esperanzados que la tormenta terminará y el rover empezará a comunicarse con nosotros", dijo hoy en una conferencia telefónica con periodistas el director del proyecto Opportunity, John Callas.

El rover está en mínimos históricos de batería después de que la tormenta que empezó el 30 de mayo en el mismo punto en el que está estacionado lo haya dejado sin su principal fuente de energía, la luz solar. La NASA ha descrito el estado por el que está pasando su rover como una "oscura, perpetua noche". Según la NASA, 'Opportunity' ha entrado en modo automático de ahorro de energía, con el que ha suspendido la mayoría de sus funciones. Aun así, el rover tiene que mantener la temperatura de sus baterías para sobrevivir en el gélido Marte.

"Mientras el rover se mantenga lo suficientemente caliente, y nuestras predicciones son de que así lo hará, puede pasar varios días", dijo Callas, que se mostró optimista al observar que se acerca el verano, por lo que la temperatura subirá. La tormenta ya afecta a una cuarta parte de la superficie de Marte (un tamaño equivalente a todo el continente americano) y podría rodear al planeta en pocos días tal y como pasó con otros vendavales en 2001 y 2007. "No tiene precedentes por el ritmo al que ha crecido y se ha extendido por todo el planeta", dijo en la misma conferencia Jim Watzin, director del programa de exploración de Marte de la NASA. Los científicos no saben cuándo terminará la tormenta y el rover podrá generar de nuevo energía solar en caso de que sus sistemas no hayan quedado afectados.

'Opportunity' llegó a Marte en el 2004 y ha hecho descubrimientos sobre el pasado del planeta rojo. Por ejemplo, constató que al menos una parte de Marte reunió las condiciones de humedad necesarias para que vivieran organismos mesófilos hace 4.000 millones de años, aunque también ha demostrado que tuvo un ambiente ácido algún tiempo después.

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