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Las 'selfies' no están limitadas a los confines de la Tierra. Un
buen número de intrépidos astronautas y máquinas de todo tipo se
han tomado este tipo de retratos en el espacio.
¿Qué haces cuando no hay nadie para sacarte una foto? Te haces
un selfi. Los autorretratos tienen una larga historia en el mundo
del arte y, con el aumento de los smartphones, ha crecido la popularidad
de los selfis sacados por cámaras en lugar de inmortalizados en
cuadros. Los autorretratos fotográficos han existido desde que las
cámaras han estado en manos humanas. Pero ¿y los selfis espaciales?
En 2018 en Twitter, el astronauta Edwin «Buzz» Aldrin de la NASA,
que se convirtió en el segundo hombre en pisar la luna en julio
de 1969, reclamó un hito espacial: haber sacado el primer selfi
en el espacio durante la misión Gemini XII en 1966. «En mi opinión,
tiene que ser digital para ser un selfi», sostiene Jennifer Levasseur,
comisaria del Museo Nacional del Aire y el Espacio del Instituto
Smithsonian. Según Levasseur, el concepto de «selfi» está vinculado
estrechamente a la cultura de Internet y al deseo humano de interactuar
en plataformas sociales. «Lo que hace de un selfi un selfi es compartirlo»,
afirma.
Con todo, los astronautas han llevado cámaras a bordo de los vehículos
espaciales desde los años 60 y se han sacado muchas fotos por el
camino. En 1966, Aldrin utilizó una cámara Hasselblad que estaba
diseñada específicamente para el espacio, con un disparador extragrande
para adaptarse a los gruesos guantes de los astronautas. Hasselblad
también pintó de negro mate la primera cámara espacial para minimizar
los reflejos de la ventana del orbitador. Pero las cámaras empleadas
en el espacio debían sobrevivir a condiciones extremas, como las
oscilaciones de temperatura de -100° a 120°C, de forma que Hasselblad
pintó los modelos posteriores de color plata para ayudar a la cámara
a ajustarse a estos cambios térmicos.
El extraordinario "selfie" de un satélite y un cometa.
Los astronautas que visitaron la luna tenían que extraer los carretes
y abandonar las carcasas y los objetivos de las cámaras cuando volvían
a la Tierra, ya que las primeras misiones espaciales estaban restringidas
por un límite de peso muy conservador durante el viaje de vuelta.
Los viajeros lugares también debían trabajar sin la comodidad del
palo selfi: para sacar su autorretrato durante la misión Gemini,
Aldrin fijó la cámara a un lado de la nave para estabilizarla y
encuadrar su rostro. Levasseur indica que se produjo un gran cambio
en la tecnología de las cámaras espaciales tras la trágica pérdida
del transbordador espacial Columbia, que se desintegró durante su
regreso a la Tierra en 2003.
«El miedo por no poder recuperar los carretes [del espacio] y perder
todo ese trabajo» aceleró la presión por lo digital, según ella.
En la actualidad, los astronautas también pueden acceder a Internet
y a plataformas sociales en el espacio y pueden subir selfis espaciales
reales hechas con cámaras digitales cubiertas con mantas térmicas.
Levasseur afirma que, cuando los astronautas sacan y comparten selfis
en redes sociales, pueden participar desde el espacio en las mismas
actividades cotidianas que los habitantes de la Tierra. El primer
selfi de un astronauta que se hizo viral en Internet fue el del
astronauta japonés Akihiko Hoshide en 2012. De forma similar, los
robots espaciales también participan en la cultura selfi y capturan
imágenes remotas de sí mismos en el espacio u otros planetas para
después enviarlas a la Tierra.
El astronauta Buzz Aldrin inauguró la categoría mucho antes de
que los autorretratos se convirtieran en todo un fenómeno digital.
Aldrin tomó esta foto durante una caminata espacial de la misión
Gemini 12 a 17,000 millas por hora en 1966.
El astronauta Barry 'Butch' Wilmore se tomó esta imagen
en febrero de 2015 mientras colocaba un cable en el exterior de
la Estación Espacial Internacional, lo cual generó 54,000
likes en Facebook.
Los terrícolas más vanidosos llegan a usar los espejos
de su baño para tomarse fotos. Pero en la Luna, el astronauta Charles
'Pete' Conrad se tomó a sí mismo reflejado en el casco de su colega
Alan Bean. La imagen fue tomada durante la misión Apollo 12 de 1969
mientras Bean recolectaba muestras de arena.
La curvatura de la Tierra detrás del astronauta Mike
Hopkins es un fondo muy impresionante para una selfie, que se tomó
el 24 de diciembre de 2013. Hopkins fue un miembro de la expedición
38 y participó en una caminata espacial para cambiar una pieza de
la Estación Espacial Internacional.
Los humanos no son los únicos en tomarse selfies espaciales.
El vehículo Mars Curiosity de la NASA se hizo esta selfie sobre
la superficie del Planeta Rojo en 2014 para celebrar su primer año
marciano en la superficie. La imagen está hecha de docenas de imágenes
juntadas por la NASA para formar la imagen completa.
El cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko se metió en la
foto de la nave Rosetta de la Agencia Espacial Europea en esta impresionante
selfie tomada en septiembre de 2014. La imagen fue tomada mientras
el equipo que controla a Rosetta estaba en proceso de determinar
un buen lugar para que el módulo Philae aterrizara en el cometa.
El astronauta Chris Cassidy tomó esta selfie espacial
durante una caminata espacial el 16 de julio de 2013. Una cámara
digital le cubre casi todo el visor, y la Estación Espacial Internacional
se puede apreciar en el fondo.
El astronauta Aki Hoshide de la Agencia Japonesa de
Exploración Aeroespacial, parte del equipo de la expedición 32 de
la Estación Espacial Internacional, se tomó esta selfie durante
una caminata espacial en 2012 que duró más de seis horas. Ese brillo
sobre su hombro es el Sol.
La agencia aeroespacial NASA ha sorprendido a propios y extraños
con una insólita creación: una fragancia con el olor del espacio.
Se llama Eau de Space y el motivo para su creación no ha sido
otro que el de familiarizar a los astronautas con el olor
del espacio durante sus entrenamientos en nuestro planeta.
Desde hace unas décadas, la NASA contactó con diversos especialistas
para intentar desarrollar el “aroma del espacio”, y así evitar
que los astronautas se sorprendiesen con el peculiar olor
espacial cuando llegasen a su destino en el espacio exterior.
El proyecto estuvo bajo llave durante años y reservado exclusivamente
para los entrenamientos del personal de NASA. Sin embargo,
ahora podría estar disponible para el público general gracias
a, que han creado un proyecto de crowfunding en Kickstarter
para que todos puedan hacerse con un frasco. La fragancia
ha sido desarrollada por el químico Steve Pearce, fundador
de Omega Ingredients, que fue contratado originalmente por
NASA en 2008 para recrear el perfume, que finalizó en 2012
tras muchas mezclas e investigaciones.
Según la astronauta Peggy Whitson (en la foto,
en 2017, momentos antes de cumplir su récord como mujer astronauta
que más veces ha viajado en el espacio) el espacio huele como
'un arma recién disparada'.
Pero, ¿a qué huele el espacio? Según contó la
astronauta Peggy Whitson al canal CNN en una entrevista en
2002, el espacio olería a algo así como “el aroma que deja
un arma recién disparada”. Así lo confirma Pearce, que asegura
que el aroma es una mezcla de pólvora, carne asada, frambuesas
y ron. La empresa que aspira a comerciar el producto para
el público general tiene un objetivo claro: promover y aumentar
el interés de los jóvenes para el estudio de ciencia, tecnología,
ingeniería y matemáticas. Es más, sus creadores ya están pensando
en crear otro perfume muy particular: uno con olor a la Luna.
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El astronauta Steve Robinson salió del transbordador
Discovery para reparar la base de la nave en 2005. Removió un par
de objetos que sobresalían de la capa protectora de la nave contra
el calor y, también, se tomó esta selfie.
El astronauta Reid Wiseman publicó esta selfie en
Twitter en 2014, una imagen fascinante llena de detalles como la
luz que rebota en su casco y sus manos reflejadas en el visor.
Samantha Cristoforetti, la astronauta de la Agencia
Espacial Europea (ESA), compartió su amor por la serie Star Trek
con esta selfie en 2015 a bordo de la Estación Espacial Internacional
(ISS). Cristoforetti, la primera mujer italiana en ir al espacio,
usa el uniforme en honor a la Capitana Janeway de Star Trek: Voyager.
En esta adorable selfie, Curiosity se retrata su cabeza.
La foto fue tomada a principios de 2018.
Opportunity ha estado en Marte por mucho más tiempo
que Curiosity. A principios de 2018, se tomó esta selfie para celebrar
su día número 5.000 en el Planeta Rojo.
Esta selfie se tomó en la Tierra. Puedes ver el reflejo
del ingeniero Larkin Carey reflejado en la superficie del espejo
secundario del telescopio espacial James Webb.
Tanto 'Curiosity' como 'Opportunity han sido diseñados como
verdaderos laboratorios sobre ruedas. De ahí su nombre técnico:
Mars Science Laboratory. Entre la gran cantidad de artilugios
que llevan a su lomo, los todoterreno de Marte cuentan hasta
con cinco tipos de cámaras: una para imágenes y vídeos a color,
una para obtener imágenes microscópicas del suelo marciano,
una para capturar el momento de descenso a la superficie de
Marte, una para captar el espectro de luz visible en tres
dimensiones y una para obtener imágenes en blanco y negro
del terreno que faciliten la navegación. Estos instrumentos,
diseñados para la investigación, proporcionan una información
detallada sobre el estado del planeta rojo. En este contexto,
los entrañables selfies que nos envían estos vehículos de
exploración espacial resultan totalmente accesorios si los
comparamos con su misión de descubrir los secretos de Marte.
En el caso de los autoretratos, 'Curiosity' y 'Opportunity'
utilizan la cámara incorporada al final de su brazo robótico
para capturar su mejor ángulo. Con esta, los vehículos de
exploración de Marte capturan decenas de "frames" del terreno
que, posteriormente, son ensamblados para formar una sola
imagen. En algunos casos, para conseguir un solo selfie se
necesitan hasta 57 pequeños fragmentos de Marte. Todo sea
por el postureo de decir que has estado en el planeta rojo.
Esta imagen "sin retocar" muestra cómo recibimos
estos selfies de Marte.
Pero la gran pregunta sobre los selfies del
'Mars Rover' es cómo consiguen hacerse un autoretrato sin
que se vea su brazo robótico. Como en el caso de los mejores
influencers, estos todoterreno tienen práctica. El secreto
de sus selfies perfectos está en su técnica de doblar el brazo
mecánico lo justo para que no sea visible.
Pero estos autoretratos no siempre son por vanidad.
De la misma manera que cuando estás de viaje tus padres te
piden una foto para saber cómo estás, el equipo a cargo de
la misión Mars Rover recoge imágenes de sus pequeños exploradores
para saber qué tal se encuentran en el lejano planeta rojo.
A través de estas instantáneas podemos saber el estado del
vehículo y controlar algunas incidencias. En el 2015, por
ejemplo, gracias a un selfie la NASA detectó que había una
piedra atrapada entre las ruedas del Curiosity, lo que dificultaba
sus excursiones por Marte. Recientemente, este mismo todoterreno
también informó de los efectos de una devastadora tormenta
de arena a través de un autoretrato.
"Hoy presentamos resultados sobre moléculas
orgánicas halladas en Marte, consideradas como los elementos
constituyentes de la vida. Incluso si hoy no estamos anunciado
la detección de vida, el hallagzo que anunciamos es muy importante
para determinar si en algún momento Marte fue habitable y
si lo sigue siendo", anunció la NASA a mediados de
2018.
La misión 'Curiosity' de la NASA, aterrizada
en Marte el 6 de agosto del 2012, sigue aportando datos extraordinarios
sobre el planeta rojo. La revista Science publica dos estudios
que, según los expertos, representan un "avance fundamental
en astrobiología". Uno, proporciona evidencias concluyentes
de la presencia de compuestos orgánicos en el cráter Gale.
Otro informa de la emisión estacional de metano, la molécula
orgánica más simple, en la atmósfera marciana.
Ante estos nuevos hallazgos, la astrobióloga
Inge Loes ten Kate destacó: "La detección de moléculas
orgánicas y metano en Marte tiene implicaciones de gran alcance
a la luz de la potencial vida pasada en Marte. El 'Curiosity'
ha demostrado que el cráter de Gale era habitable hace unos
3.500 millones de años, con condiciones comparables a las
de la Tierra primitiva, donde la vida evolucionó en esa época.
La cuestión de si la vida pudo haberse originado o existido
en Marte es mucho más oportuna ahora que sabemos que las moléculas
orgánicas estaban presentes en su superficie en ese momento".
El cráter Gale, con sus 154 kilómetros de diámetro
y una antiguedad aproximada de entre 3.500 a 3.800 millones
de años, se ha convertido en un punto clave para la exploración
del planeta rojo. En el año 2012, el vehículo de exploración
'Curiosity' aterrizó en su interior y, a partir de allí, empezó
a proporcionar muchos de los datos más reveladores que poseemos
sobre Marte.
Panoramica de Aeolis Mons o Monte Sharp, pico
central del cráter Gale, captada por una de las camaras del
'Curiosity'
Los 12 instrumentos que incorpora el rover lo
convierten en un laboratorio sobre ruedas. Gracias a estas
herramientas, en el 2014 el vehículo de exploración espacial
proporcionó evidencias sobre la presencia de compuestos orgánicos
en un punto concreto de Marte. Un nuevo estudio, centrado
en otros puntos del cráter, han desvelado la existencia de
varias moléculas orgánicas antiguas que recuerdan a la roca
sedimentaria rica en compuestos orgánicos que se encuentra
en el ámbito terrestre. Para este estudio, los investigadores
analizaron unas muestras extraídas por el 'Curiosity' perforando
dos puntos del suelo marciano. A través de unos instrumentos
incluidos en el vehículo, las muestras fueron calentadas hasta
400 grados centígrados hasta liberar las moléculas orgánicas
y volátiles. Los resultados demostraron la presencia de tiofeno,
2- y 3- metiltiofeno, metaniotiol y dimetilsulfuro. La principal
hipótesis que barajan los investigadores es que estas moléculas
podrían ser fragmentos de moléculas más grandes que se habrían
descompuesto con el tiempo.
Hasta el momento, la búsqueda de vida extraterreste
se basa en una suposición elemental: que en su esencia la
vida marciana no debería diferenciarse de la terrestre. Es
decir, que los elementos que constituyen un organismo vivo
deberían ser los mismos para todo el universo. El hallazgo
reiterado de estas moléculas constituye una prueba de la existencia
de los "bloques fundamentales" de la vida más allá de la Tierra.
Sobre este hallazgo, Josep M. Trigo -investigador
del Institut de Ciències de l'Espai (CSIC/IEEC)?, no implicado
en la publicación - comenta: "Los depósitos de sedimentos
estudiados en el cráter Gale nos hablan de la fase final de
un periodo donde cantidades muy importantes de materia orgánica
quedaron depositadas allí y preservadas de la radiación. Tales
procesos abren vías a que la exploración tripulada de Marte
en un futuro pudiese encontrar materia orgánica mucho mejor
preservada a mayor profundidad para poder responder a una
de las más preguntas más transcendentales: si llegó a surgir
vida orgánica sencilla en ese entorno marciano".
El metano marciano se detectó por primera vez
en el año 1999 a través de telescopios terrestres. Desde entonces,
disponemos de evidencias de la presencia de este gas en la
atmósfera de Marte. Este dato, lejos de zanjar el debate,
abrió nuevas preguntas sobre el origen de este hidrocarburo
y su posible relación con alguna forma de vida.
Los sensores REMS que incorpora el 'Curiosity',
claves en el descubrimiento del ciclo del metano, han diseñados
en Centro de Astrobiología (INTA-CSIC).
El nuevo estudio publicado en Science plantea
la existencia de un ciclo estacional del metano en la atmósfera
marciana. Los investigadores analizaron la evolución de este
gas en Marte durante más de 2 años marcianos, el equivalente
a unos 5 años terrestres. Durante este período pudieron observar
la fluctuación de las concentraciones de este gas, produciéndose
su máximo pico de emisión hacia el final del invierno y del
verano marciano. Según explica Daniel Viúdez-Moreiras, investigador
del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) y co-autor de la investigación,
los datos disponibles hasta el momento no aclaran si el origen
del metano es biológico o no. "Entre las teorías más aceptadas
sobre el origen de este gas estaría la de los reservorios
de clatratos en el subsuelo marciano. Estos depósitos subterráneos
habrían atrapado el metano presente en la atmosfera marciana
en el pasado. Ahora estos reservorios se habrían vuelto inestables
y estarían liberando este gas. Sin embargo, los datos sugieren
que procesos físico-químicos más complejos estarían regulando
su emisión a la atmósfera" explica el investigador.
En la Tierra, la mayor parte de metano tiene
un origen biológico. Es por ello que, desde los inicios de
la exploración espacial, se ha propuesto este gas como un
indicador de vida en otros planetas. Sin embargo, en el caso
del metano hallado en Marte todos los datos apuntan a que
la detección de este gas no indicaría, por el momento, la
existencia de vida en el planeta rojo.
Una tormenta de arena sin precedentes documentados
en el planeta Marte a mediados de 2018, está poniendo en peligro
el futuro del rover 'Opportunity' de la NASA, que se alimenta
de energía solar,ha informado la agencia espacial estadounidense.
"Estamos preocupados, pero esperanzados que la tormenta terminará
y el rover empezará a comunicarse con nosotros", dijo hoy
en una conferencia telefónica con periodistas el director
del proyecto Opportunity, John Callas.
El rover está en mínimos históricos de batería
después de que la tormenta que empezó el 30 de mayo en el
mismo punto en el que está estacionado lo haya dejado sin
su principal fuente de energía, la luz solar. La NASA ha descrito
el estado por el que está pasando su rover como una "oscura,
perpetua noche". Según la NASA, 'Opportunity' ha entrado en
modo automático de ahorro de energía, con el que ha suspendido
la mayoría de sus funciones. Aun así, el rover tiene que mantener
la temperatura de sus baterías para sobrevivir en el gélido
Marte.
"Mientras el rover se mantenga lo suficientemente
caliente, y nuestras predicciones son de que así lo hará,
puede pasar varios días", dijo Callas, que se mostró optimista
al observar que se acerca el verano, por lo que la temperatura
subirá. La tormenta ya afecta a una cuarta parte de la superficie
de Marte (un tamaño equivalente a todo el continente americano)
y podría rodear al planeta en pocos días tal y como pasó con
otros vendavales en 2001 y 2007. "No tiene precedentes por
el ritmo al que ha crecido y se ha extendido por todo el planeta",
dijo en la misma conferencia Jim Watzin, director del programa
de exploración de Marte de la NASA. Los científicos no saben
cuándo terminará la tormenta y el rover podrá generar de nuevo
energía solar en caso de que sus sistemas no hayan quedado
afectados.
'Opportunity' llegó a Marte en el 2004 y ha
hecho descubrimientos sobre el pasado del planeta rojo. Por
ejemplo, constató que al menos una parte de Marte reunió las
condiciones de humedad necesarias para que vivieran organismos
mesófilos hace 4.000 millones de años, aunque también ha demostrado
que tuvo un ambiente ácido algún tiempo después.
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