Hay construcciones que dan forma a la
ciudad, otras fama y algunas, prestigio. Estas últimas
no son necesariamente las más turísticas o populares.
La historia de Valencia se proyecta en los edificios
que organizan su urbe, una radiografía estructural
que refleja las necesidades y características que
rige el paso del tiempo. Inmuebles que congelan épocas
y fotografían la evolución de una sociedad valenciana
tradicionalmente agraria en la que lo cosmopolita
fue, poco a poco, ganando terreno. Eran principios
del siglo XX, la modernización había llegado a Valencia
y los edificios de viviendas levantaban sus cimientos
para albergar una población cada vez más urbana. Las
carpetas con proyectos para diseñar este tipo de construcciones
fueron abundando en los estudios de arquitectura y
llevaron a la formación de edificios residenciales
tan emblemáticos en la ciudad como La Finca Roja,
en 1933.
Un nuevo entorno al que la burguesía
no tardó en adaptarse, ubicándose en fincas donde
accesibilidad y lujo fuesen de la mano. El máximo
exponente arquitectónico de esta combinación es, sin
duda, La Pagoda. Construida en 1967 y finalizada a
principios de los setenta bajo el nombre Torre de
Ripalda, es el icono por excelencia de la exclusividad
arquitectónica. Y cuando algo es un símbolo, despierta
visitas, pasiones y también rumores. Su historia se
ha contado de muchas maneras, pero no su realidad.
El proyecto fue construido por Antonio Escario, José
Antonio Vidal y José Vives, tres maestros de la arquitectura
que por aquel entonces acababan de salir de la universidad.
El trío de proyectistas formó EVV, uno de los estudios
de arquitectura más importantes de la década de los
setenta en Valencia y dieron forma a este emblemático
inmueble de la plaza Legión Española, que sigue reflejando
en su exterior los atardeceres más llamativos de la
ciudad. La fachada es, sin duda, su elemento más destacable.
En su lugar se erguía, casi un par de
siglos atrás, el palacio de Ripalda, cuya desaparición
sigue siendo objeto de bulos y leyendas. La más conocida
de todas tiene eco americano y reza que el edificio
se desmontó y trasladó a Estados Unidos para ser reformado.
Una obra que nunca llegó, claro. La mayoría de los
valencianos están convencidos de que el palacio se
quedó en California. Se construyó a finales de 1800
con materiales que nada tienen que ver con los de
ahora. La antigüedad y diversidad de los elementos
empleados para la construcción del palacio suponían
que, a finales de 1970, el edificio no tuviera valor
arquitectónico importante. No tenía materiales buenos
y estaba muy deteriorado. Quizá no tuviera trascendencia
arquitectónica, pero sí decorativa y sentimental para
la ciudad de Valencia. Por eso, la por entonces propietaria
del palacio decidió ofrecerlo a las instituciones
antes que a las promotoras. Incluso el propio Estado
español lo propuso como la residencia valenciana de
Franco, pero después vieron que no era viable.
Fuego y furia.
Es un poco más que irónico que un
tipo tan duro con la inmigración como Donald Trump
haya estado rodeado de inmigrantes toda su vida.
Su madre, Mary MacLeod, nació en Escocia y a los
18 años partió hacia Estados Unidos, donde se
casó con Fred Trump, hijo de inmigrantes alemanes.
“Mi madre nació en Escocia, en las islas Hébridas,
en Stornoway (archipiélago escocés), lo que en
verdad significa Escocia. Y fue una gran mujer.
Tenía un gran respeto por la reina y todo lo que
representaba”, dijo Trump en un documental de
2010. “Mi abuelo Frederick Trump vino a Estados
Unidos en 1885. Se unió a la fiebre del oro y
en vez de oro decidió abrir algunos hoteles en
Alaska. Lo hizo fantásticamente bien. Amaba este
país, al igual que mi padre y ahora yo”, dijo
Trump en un mensaje grabado para el desfile de
orgullo germanoestadounidense hace algunos años.
Pero en su campaña, Trump suena más
como un nativista que como el hijo y nieto de inmigrantes.
Trump dijo en una reunión de activistas conservadores
el año pasado que los 11 millones de inmigrantes
indocumentados nunca votarían por los republicanos.
“Más vale ser listo, y más vale ser duro”, dijo
Trump. “Ellos se están quedando con nuestros trabajos
y más vale ser cuidadosos”. Es una retórica agresiva
que viene con un giro. La actual esposa de Trump
es una inmigrante. Melania Trump se mudó a Nueva
York hace 20 años. La modelo eslovena ahora tiene
sus propias líneas de joyería y cuidado de la piel.
se casó con el magnate en 2005, y al año siguiente
se convirtió en ciudadana, una década después de
haber llegado a EU. “Ella pasó por un proceso muy
largo para convertirse en ciudadana. Fue muy duro”,
le dijio Trump a CNN recientemente y agregó que
Melania está de acuerdo con su postura imigratoria.
“Cuando la obtuvo, estaba muy orgullosa de ello.
Ella vino de Europa, y estaba muy, muy orgullosa.
Y ella piensa que es un proceso hermoso cuando funciona”.
Y, por supuesto, la primera esposa de Trump, Ivana,
también era inmigrante. Nacida en Checoslovaquia,
se casó con un instructor austriaco para obtener
un pasaporte extranjero que le permitiera salir
del país comunista, dijo su abogado de divorcio.
Unos años después se fue con unos
familiares a Canadá. Se casó con Trump en 1977,
pero ella no se hizo ciudadana hasta once años después.
Trump ha dicho que apoya la inmigración legal, pero
parece mostrar poco interés en los sueños de los
inmigrantes de hoy en día. Sus planes de inmigración
buscan que los trabajadores extranjeros no le quiten
un lugar de trabajo a los desempleados en EU. “Tú
tienes una frontera, tienes un país, y si no tienes
una frontera, ¿entonces qué eres?”, se cuestionó
y respondió el aspirante republicano: “Nada… no
es nada”.
Una de las grandes imágenes virales.
La Boswellia frereana es una especie
de planta perteneciente a la familia Burseraceae que
sólo crece en el norte de Somalia donde los lugareños
la llaman "Maydi", aunque también se cultiva en Yemen
y Omán.
La corteza de Boswellia frereana contiene
sustancias cuyo consumo puede provocar problemas en
la salud humana según el compendio publicado por la
Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria en 2012.
En concreto se ha detectado la presencia en el aceite
estraído de la resina de este vegetal de monoterpenos
bicíclicos tales como beta-tujona o fenilpropanoides.
Es la más afamada de todos los inciensos.
En el oeste se le llama incienso Copto, ya que este
tipo de incienso es usado en la Iglesia Copta de Egipto.
Es imposible su obtención fuera de los países árabes
ya que el 80% de su producción se vende en Arabia
Saudita, donde lo usan tradicionalmente los peregrinos
musulmanes que visitan la Meca. El otro 20% se vende
a los países árabes cercanos.
El estilismo culinario – o food style
en inglés – se basa en el sentido de la vista para
conseguir el interés por la comida. En ausencia del
gusto y el tacto, los fotógrafos profesionales de
alimentos utilizan técnicas que te persuaden como
observador y te dejan boquiabierto. Es el fin de la
fotografía gastronómica, ser capaz de capturar en
una foto «el sabor» y textura de los alimentos, mediante
la luz y la composición del plato.
Cuando ves esas fotos de comida tan
apetecibles, hay que tener en cuenta que en muchas
ocasiones estás ante un trabajo profesional. Detrás
de estas fotos, están los estilistas culinarios, el
chef y los fotógrafos profesionales, con equipo técnico
y herramientas para lograr que tus ojos se desorbiten
al contemplar sus creaciones. Pero tomar una foto
que te deje con ganas de salir corriendo al restaurante,
también abarca el momento apropiado, los ingredientes
perfectos, las formas y texturas de los alimentos,
la organización de la mesa y muchos otros factores.
Básicamente, el estilista culinario
es el responsable de embellecer la comida para hacerla
más atractiva a la vista. Por su parte, el fotógrafo,
se vale de ciertas técnicas que bien utilizadas, harán
babear a cualquiera con el resultado. El estilistilista
culinario está presente en campañas de publicidad
para grandes marcas como McDonalds.
No hay duda de que el trabajo de los
cocineros es fundamental pero la principal responsabilidad
para que una mini hamburguesa de 220 gramos te invite
a devorarla, recae sobre todo en el fotógrafo, que
utiliza el encuadre y la iluminación adecuada entre
otros elementos para favorecer la imagen capturada.
Bien sea por placer o por trabajo, si quieres que
tus capturas transmitan una historia, un sentimiento
e inciten a otros a degustar lo que se ve en la imagen,
asegúrate de poner en práctica estos aspectos.
Observa a los que saben, inspírate ojeando
perfiles de fotógrafos gastronómicos y analiza por
qué sus fotos funcionan y cómo podrías hacerlas tu.
La mayoría de las comidas que vemos en fotos profesionales
están perfectamente pensadas y estudiadas. Haz la
foto con el plato recien servido, tendrá más brillo,
textura y estará mucho más organizado. Sé creativo
y aprende sobre temas culinarios y los aspectos que
más gusta a las personas. Puedes ayudarte de fondos
neutros para resaltar la textura de la comida en cuestión
y evitar distraciones con el fondo. Realiza disparos
en ráfaga y no te conformes con la primera foto que
hagas, cambia el ángulo, la profundidad de campo o
el balance de blancos para conseguir la foto que buscas.
Trata de contar una historia y que no te dé miedo
involucrar las manos. Sujeta los cubiertos, el vaso
o simplemente coloca la mano al lado del plato, si
tu historia se complementa mejor así, adelante.
Si lo puedes evitar no utilices filtros,
la comida debe presentarse tal y como es. El éxito,
depende más de aspectos como la técnica y la composición.
Limpia el fondo antes de tomar la foto. De esta manera,
evitarás elementos que puedan distraer como manchas,
migas de pan o elementos que no tienen por qué estar
ahí. Los platos de color blanco son ideales para servir
comida de colores vivos.
Si utilizas tu smartphone o una cámara
compacta, ten presente que la calidad de imagen se
verá afectada en ambientes de baja iluminación, como
sucede en muchos restaurantes. Vigila la sensibilidad
ISO para que no aumente demasiado y aparezca ruido,
utiliza una apertura de diafragma lo más abierta posible
para ganar luz y una velocidad de obturación lo suficientemente
rápida para no perder nitidez. Sujeta bien el teléfono
para disminuir el riesgo de trepidación o movimiento.
Si estás en un restaurante, escoge ponerte cerca de
una fuente de luz natural, pero evitando que los rayos
solares den directamente sobre el plato a fotografiar.
Descubre cual es ese rincón donde
las imagenes lucen mas ...
Olvídate del resto de los comensales,
que puedan mirarte raro al fotografiar tu plato antes
de comerlo. No tengas miedo de moverlo y jugar con
los ángulos para la foto. Si no cuentas con una buena
fuente de luz natural, olvida tu proyecto fotográfico
por esta vez y dedícate a disfrutar la comida. El
flash no suele ayudar en este tipo de fotografía a
menos que cuentes con reflectores y ventanas de luz
que la suavicen. Al tomar fotos de comida al aire
libre, debes saber que el calor afecta a la frescura
de un plato de ensalada. Para esto, puedes utilizar
una base de hielo que la conserve por más tiempo.
El limón también ayudará a evitar la oxidación de
los vegetales y frutas, mientras consigues un buen
ángulo. Aprende a usar bien las opciones de fotografía
de tu smartphone. Incluso puedes tomar un curso rápido
sobre edición y cómo usar la luz natural al hacer
fotos de comida con tu móvil. Un truco para que las
bebidas se vean frías sin lidiar con el hielo real
que se derrite, es utilizar un pulverizador con agua.
Un secreto para lograr una foto de comida
perfecta, es combinar el rojo con el verde, el tomate
y la lechuga son un buen punto de partida para practicar
en casa. El mejor momento para hacer la foto es cuando
el plato está recién servido. Bien sea caliente para
inmortalizar el humo, o frío para capturar su frescor,
dispara varias veces para asegurar la foto.
Si estás empezando en este tipo de fotografía,
el ángulo de 45° es tu mejor aliado. Para lograr este
encuadre, toma la foto desde la misma posición de
tus ojos. Crea momentos. Aunque la comida es estática,
si estás pendiente, podrás capturar instantes como
cuando te sirven el vino en la copa, cuando se flamea
un plato con brandy o cuando se sirve el aderezo sobre
la ensalada. Al componer, no todo debe estar en estricto
orden y limpieza. Una foto inolvidable puede ser aquella
que deja ver una taza de chocolate chorreando, unas
migas de pan en la mesa o el corte de un trozo de
carne a medio cocer. No desesperes en tu intento por
lograr una buena foto. Recuerda que los profesionales
pasan muchas horas y requieren de equipos especiales
de iluminación y edición posterior.
En resumen:
- Lo más importante al hacer fotos de
comida tiene que ver con la luz. Para aportar dramatismo
y buena luz lo ideal es que esta cree algunas sombras
que formen las texturas y aporten volumen al plato.
Una buena alternativa es colocar el plato a fotografiar
cerca de una ventana, para captar la luz natural.
- Prueba varios ángulos y practicando
el «ensayo y error» hasta conseguir la foto que buscas.
Claro que el factor tiempo es vital en este tipo de
fotografía, pues la frescura de los alimentos influye
en el resultado final.
- Los expertos recomiendan cocinar poco
los alimentos para obtener un mejor resultado. En
el caso de los vegetales, cuando están crudos tienen
más colores y mientras más cocidos, pierden su color
natural.
- De las fotos de alimentos, las bebidas
son las menos generosas con la cámara. Practica haciendo
fotos de una bebida mientras la sirves, por ejemplo
en una copa de vidrio, en lugar de solo el vaso con
la bebida estática.
- Para lograr profundidad primero debes
decidir que elemento del plato quieres resaltar. Si
tienes un pescado con puré de patatas y brócoli, quizás
quieres enfocarte en el pescado como el protagonista.
Si no te decides, entonces utiliza la técnica de los
colores. Enfoca el alimento de color más cálido y
que lo demás se mantenga en segundo plano.
- La comida puede estropearse muy rápido,
un sándwich con queso fundido no se verá bien si dejas
pasar mucho tiempo para tomar la foto. Lo mismo sucede
en el caso de la ensalada, una sopa humeante o un
helado que se derrite rápidamente. Así que la rapidez
es un elemento vital para capturar buenas fotos de
comida.
- Menos es mas. La sencillez y las pequeñas
porciones son más atractivas dentro de la fotografía
gastronómica porque es más fácil componer con ella
o hacer el plato más agradable al ojo humano.
- Enfoca al punto mas cercano al objetivo.
De esta forma lograrás una nitidez única. Le dará
profundidad de campo a las fotos, haciendo la comida
el centro de la fotografía mientras que los elementos
secundarios se van perdiendo.
- Si quieres lograr una sensación de
cercanía única y muy realista, lo correcto es estar
lo más cerca posible del plato a fotografiar. Un encuadre
desde muy alto te dará una perspectiva poco atractiva.
Prueba este consejo y te sorprenderá el resultado.
- Para tomar fotos de comida como una
hamburguesa, colocar un trozo de papel dentro del
plato, le dará un lindo toque artesanal. Los platos
sobre una mesa de madera, transmiten simplicidad y
autenticidad. Además, servir la comida en una vajilla
sencilla hace que la comida sea la protagonista de
la foto.
Ya sabes que una comida agradable a
la vista te abre el apetito. Con la fotografía gastronómica,
este efecto también es posible. Ahora, que ya te he
dado los trucos, consejos y secretos sobre cómo tomar
fotos de comida, sólo te queda practicar. Afortunadamente,
este post tiene los ingredientes necesarios, para
que te conviertas en todo un «food styling» y hacer
las delicias de tus seguidores en redes sociales.
La historia nos enseña que si hay algo
que podemos aprender, es que los trabajadores metalúrgicos
son algunas de las personas más valientes que han
caminado sobre la tierra. Entonces, cuando ves imágenes
como esta, muchas personas se preguntan cómo fueron
capturadas. Las fotos parecen haber sido sacadas por
alguien que flotaba en el aire, y así fue como sucedió.
El fotógrafo Lewis Hine documentó la construcción
del Empire State Building y, a medida que avanzaba
la construcción, necesitaba encontrar nuevas formas
de capturar a los trabajadores y al edificio. Hine
estaba en una canasta especialmente diseñada que giraba
300 metros sobre la Quinta Avenida. Sacó fotos desde
el edificio, así como «retratos de trabajo» de los
trabajadores.
El Empire State Building es un rascacielos
situado en la intersección de la Quinta Avenida y
West 34th Street, en la ciudad de Nueva York, Estados
Unidos. Su nombre deriva del apodo del Estado de Nueva
York. Fue el edificio más alto del mundo durante cuarenta
años, desde su finalización en 1931 hasta 1971, año
en que se completó la construcción de la torre norte
del World Trade Center. Tras la destrucción del World
Trade Center el 11 de septiembre de 2001, el Empire
State Building se convirtió nuevamente en el edificio
más alto de la ciudad de Nueva York y del estado de
Nueva York, hasta que fue otra vez sobrepasado por
el One World Trade Center el 30 de abril de 2012,
quedando el Empire State en segundo lugar. Actualmente,
el Empire State es el quinto edificio más alto de
Nueva York, tras el citado One World Trade Center,
el 111 West 57th Street, el 432 Park Avenue y el 30
Hudson Yards.
El Empire State Building ha sido nombrado
por la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles
como una de las Siete Maravillas del mundo moderno.
El edificio y su interior son designados monumentos
de la Comisión para la Preservación de Monumentos
Históricos de Nueva York, y confirmado por la Junta
de Estimación de la Ciudad de Nueva York. Fue designado
como un monumento Histórico Nacional en 1986. En 2007,
ocupó el número uno en la lista de las edificaciones
favoritas estadounidenses.
La apertura del edificio coincidió con
la Gran Depresión en los Estados Unidos, y como resultado
gran parte de su espacio de oficinas no fue ocupado.
En su primer año de funcionamiento, la plataforma
de observación costó aproximadamente dos millones
de dólares, tanto dinero como sus propietarios recibieron
por el alquiler de ese año. La falta de inquilinos
llevó a la gente de Nueva York a burlarse de la construcción
llamándola el "Vacío State" (Empty State Building).
El edificio no fue rentable hasta 1950. La famosa
venta de 1951 del Empire State a Roger L. Stevens
y sus socios fue promovida por la destacada empresa
inmobiliaria de Manhattan Charles F. Noyes & Company,
por una cifra récord de 51 millones de dólares. En
el momento ese fue el precio más alto jamás pagado
por una estructura única en bienes inmuebles de la
historia.
La Gran Depresión destruyó totalmente
el espíritu estadounidense. Después de la caída del
mercado de valores de Octubre de 1929, millones de
inversionistas fueron eliminados, lo que detuvo de
inmediato los empleos en las fábricas, lo que aseguró
que las granjas no tuvieran forma de vender sus productos.
Si tenías un trabajo durante la Gran Depresión, tenías
suerte. El chico de esta foto es el emblema de muchos
estadounidenses de la época que tenían un gran talento
pero no tenían trabajo.
Al asumir Franklin D. Roosevelt la presidencia
en 1933 se aprobaron rápidamente varias leyes en el
Congreso como fondos asistenciales para desocupados,
precios de apoyo para los agricultores, servicio de
trabajo voluntario para desempleados menores de 25
años, proyectos de obras públicas en gran escala,
reorganización de la industria privada, creación de
organismo federal para salvar el valle del Tennessee,
financiación de hipotecas, seguros para los depósitos
bancarios y reglamentación de las transacciones de
valores. Estas leyes crearon nuevos organismos encargados
de llevar a cabo estas medidas. El New Deal, había
sido elaborado durante la carrera presidencial por
un grupo de intelectuales, que Roosevelt reunió en
torno suyo, conocidos como el "Brains Trust".
El 24 de diciembre de 1971, Juliane
Koepcke, de 17 años, y su madre viajaron desde
Lima a Pucallpa, la ciudad con un aeropuerto cerca
de Panguana, para visitar a sus familias. Las cosas
iban bien hasta que volaron en una tormenta. El avión
fue golpeado por un rayo y comenzó a descender, Koepcke
recuerda la caída «silenciosa» en la jungla peruana
antes de que se desmayara al entrar en los árboles.
Koepcke aterrizó sin su madre y con una clavícula
rota. Se las arregló para levantarse de su asiento
y encontrar una bolsa de dulces para comer. Fue descubierta
por madereros el 3 de enero de 1972. Había estado
11 días en la selva.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------