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Biblioteca Dawit Isaak.
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21-Septiembre-2021

A punto de cumplir veinte años encarcelado, el escritor sueco-eritreo Dawit Isaak ostenta el infausto honor de ser uno de los periodistas que lleva más tiempo entre rejas, sin juicio y sin contacto con el exterior, en paradero desconocido en algún lugar de su país natal, Eritrea. Considerado un preso de conciencia y símbolo internacional de la lucha por la libertad de prensa y de expresión, su nombre se ha utilizado para bautizar a la primera biblioteca dedicada exclusivamente a la literatura perseguida y las obras censuradas. Ubicada en los archivos municipales de la ciudad sueca de Malmö, la biblioteca Dawit Isaak tiene la misión de sensibilizar sobre las limitaciones de la libertad artística y de expresión, mostrando en un mismo sitio miles de libros que en algún momento de la historia y en algún lugar del mundo han sido prohibidos, censurados o quemados, escritos por autores silenciados, amenazados, encarcelados o forzados al exilio.

Se trata de una colaboración entre el Ayuntamiento de Malmö, la rama sueca de la organización de escritores PEN International, y la Red Internacional de Ciudades de Refugio (ICORN por sus siglas en inglés), una organización independiente de ciudades y regiones que ofrecen refugio a escritores y artistas en peligro, entre las cuales se cuenta esta ciudad del sur de Suecia. “La iniciativa surgió de la idea de que cuando hay la necesidad de proteger a los artistas, también la hay de proteger su trabajo, el trabajo que los ha puesto en riesgo”, explica Emelie Wieslander, jefa de la Unidad de Documentación y Liberta de Expresión del Ayuntamiento de Malmö. “Vivimos en Suecia, creemos que estamos protegidos, damos la democracia por sentada, pero no es así. Y esto es lo que intentamos mostrar”, añade. El objetivo es “ofrecer la oportunidad al público general y a los investigadores de encontrar literatura a la que en muchos casos es difícil de acceder”, comenta Ulrika Ahlberg, bibliotecaria a cargo de la Dawit Isaak. De momento se ha optado por un formato reducido aprovechando el edificio del archivo municipal, pero existe el proyecto de trasladarla a unas instalaciones de mayor tamaño y ampliar la colección a otras formas de arte, como la música, el teatro y la danza, con el objetivo de “mostrar la censura en todas las formas”, señala Ahlberg.

La biblioteca abrió oficialmente en noviembre del año pasado, pero pocos días después las restricciones impuestas por el Gobierno sueco para reducir los contagios de Covid obligaron a cerrar. Ahora se puede visitar, aunque con limitaciones, y está previsto arrancar una campaña de comunicación tras las vacaciones tanto para dar a conocer el proyecto como para pedir la colaboración de los ciudadanos, que pueden sugerir títulos que contribuyan a engrosar la colección. “En algunos casos, encontrar los libros requiere un trabajo casi detectivesco”, afirma la bibliotecaria.

Gran parte de la colección actual está aún en proceso de catalogación y se irá poniendo a disposición del público paulatinamente. En total, Ahlberg calcula que poseen unos 5.000 ejemplares, de los cuales unos 3.000 son obras censuradas y, el resto, libros de contexto sobre derechos humanos, diferentes tipos de movimientos sociales, y sobre la situación política de países concretos. La principal sección de la colección de libros prohibidos es la que cuenta con obras de escritores perseguidos, la mayoría de ellos actualmente en el exilio. Se pueden encontrar ejemplares de autores cubanos como Carlos A.Aguilera y Orlando Luis Pardo Lazo; las iraníes Naeimeh Doostdar y Parvin Ardalan, ambas residentes en Malmö; la hondureña Diana E.Vallejo, también exiliada en Suecia; la rusa Anzhelina Polonskaya, y la premio Nobel de Literatura, Svetlana Alexievich, crítica con el gobierno bielorruso de Aleksandr Lukashenko.

También figura el exagente de la CIA Edward Snowden, exiliado en Rusia desde 2013 por filtrar y revelar la existencia de los programas de vigilancia masiva de Estados Unidos, y un clásico de los libros censurados y los autores perseguidos, los Versos satánicos de Salman Rushdie, quien pasó una década escondido después de que en 1989 el imam Jomeini, entonces ayatolá de Irán, puso precio a la cabeza del escritor, acusándolo de blasfemo. Rushdie dejó de ocultarse a finales de los 90, cuando el Gobierno iraní retiró su amenaza. La biblioteca acoge obras de otros autores que han tenido menos suerte, como la periodista rusa Anna Politkovskaya, crítica con el régimen de Vladimir Putin, que murió tiroteada en el ascensor del edificio de Moscú donde vivía en 2006.

“Al principio tuvimos la discusión de si debíamos centrarnos sólo en autores contemporáneos, pero decidimos apostar por aportar una perspectiva histórica”, cuenta Ahlberg. Así, en la biblioteca se encuentran también obras que fueron censuradas en el pasado. Desde El Capital de Marx hasta el Mein Kampf de Hitler, pasando por Hemingway, prohibido en algunos países por comunista, y el Ulises de James Joyce, por indecente.

Emelie Wieslander, jefa de la Unidad de Documentación y Liberta de Expresión del Ayuntamiento de Malmö.

Otra de las secciones abarca libros que han sido escritos en prisión o que narran las experiencias de sus escritores en la cárcel, y entre los que se encuentran, por ejemplo, a Nelson Mandela o al kurdo-iraní Behrouz Boochani, que escribió Sin más amigos que las montañas. Escribiendo desde la prisión de Manus a través de mensajes de texto que enviaba a un traductor desde el centro de detención australiano ubicado en Papua Nueva Guinea, en el que pasó cinco años. Finalmente, la colección de libros prohibidos incluye una sección de literatura infantil, que busca concienciar de que libros que en Suecia y en otras culturas europeas son vistos como perfectamente inofensivos, en otras, quizá no tan alejadas, están vedados. Habrá visitantes que se sorprenderán, por ejemplo, de encontrar aquí a J.K.Rowling. “En Estados Unidos, la colección de Harry Potter es una de las más prohibidas en las escuelas públicas, arguyendo blasfemia y contenido satánico o relacionado con las sectas”, explica Ahlberg.

Todos los ejemplares de la biblioteca Dawit Isaak incluyen un exlibris para dar una idea de por qué está en estas estanterías. “No hace falta tener ningún conocimiento previo –dice Ahlberg–. De forma muy rápida y clara ves cuáles son las razones por las que los libros han sido y siguen siendo censurados”.

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Una silla vacía de madera gastada simboliza la silla de periodista que desde hace 20 años Dawit Isaak no puede ocupar. “Su caso es un poco raro, porque no es el único escritor o periodista que está encarcelado en Eritrea, pero su caso nunca se ha olvidado, ni en Suecia ni en otros países”, asegura Wieslander. A finales de los 80, la guerra de independencia de Eritrea impulsó a un Isaak veinteañero buscar asilo en Suecia, donde consiguió la nacionalidad en 1993. Un año después, regresó a su país, recién independizado, donde fundó el periódico independiente Setit. Volvió a Suecia pero, de nuevo, en 2001, regresó a su Eritrea natal.

Ese año, Setit publicó una carta abierta firmada por varias figuras políticas criticando al presidente y exigiendo reformas democráticas. Meses después, las autoridades eritreas prohibieron la prensa independiente y encarcelaron a los firmantes y a 17 periodistas, Isaak entre ellos. “Cuando debatíamos sobre el nombre de la biblioteca, pensamos que su caso expresa verdaderamente qué tipo de literatura se puede encontrar aquí”, dice Wieslander, que añade que contaron con la bendición y la ayuda de la familia del periodista, que vive en Gotemburgo. “Es otra forma de evitar que se olvide su caso y de seguir luchando por su libertad”.

El 23 de septiembre, Dawit Isaak cumplió en la prisión de Eritrea durante 20 años sin juicio. En una colaboración entre Blankspot y Expressen, el caso ahora se destaca en una serie de podcasts de tres partes dirigida por el periodista de Blankspot Martin Schibbye, quien ha seguido el caso durante muchos años. La pregunta central en el primer episodio del podcast The Hunt for Dawit publicado hoy es: "¿Cómo sabemos que todavía está vivo?"

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El origen de las especies es un libro de Charles Darwin publicado el 24 de noviembre de 1859, considerado uno de los trabajos precursores de la literatura científica y el fundamento de la teoría de la biología evolutiva. El libro de Darwin introdujo la teoría científica de que las poblaciones evolucionan durante el transcurso de las generaciones mediante un proceso conocido como selección natural. Presentó pruebas de que la diversidad de la vida surgió de la descendencia común a través de un patrón ramificado de evolución. Quizás es el libro prohibido más influyente, fue prohibido en la biblioteca del Trinity College.

El libro “El Origen de las Especies” introdujo la idea de la “selección natural” y la especiación, fue prohibido por primera vez en 1859 por la biblioteca del Trinity College de Cambridge, donde Darwin había sido estudiante. En 1925, Tennessee prohibió la enseñanza de la teoría de la evolución en las escuelas; la ley estuvo vigente hasta 1967. El libro también fue prohibido en Yugoslavia en 1935 y en Grecia en 1937.

Hablamos del colega barbudo y sus claroscuros en los destacados de Noviembre de 2020 y Enero 2021.

Matar un ruiseñor es una novela de 1960 de la escritora estadounidense Harper Lee. Su publicación tuvo un éxito instantáneo, ganando el premio Pulitzer y pasando a convertirse en un clásico de la literatura estadounidense. La novela está inspirada en las observaciones de la autora sobre su familia y sus vecinos, así como en un incidente ocurrido cerca de su ciudad en 1936, cuando tenía 10 años de edad.

Los ejemplares de Matar a un ruiseñor y Las aventuras de Huckleberry Finn volvían a estar prohibidos en 2016 en algunas aulas de Estados Unidos tras la protesta de una madre. Un condado de Virginia estudió si el lenguaje que aparece en estas dos obras, consideradas títulos imprescindibles de la literatura estadounidense, debían ser censuradas de manera permanente en el programa escolar.

Marie Rothstein-Williams, madre de un adolescente biracial, alegó ante una reunión del consejo escolar que las palabras empleadas en estas obras habían perturbado a su hijo adolescente. “No discuto que sea una literatura excelente”, aseguró Rothstein-Williams, “pero hay tantos insultos racistas y palabras ofensivas que es imposible ignorarlas y ahora mismo ya vivimos en una nación dividida”. Rothstein-Williams argumentó que el contenido de estos libros legitima el uso de insultos racistas, especialmente por el reiterado empleo de la palabra “nigger”, el punto de partida de todos los intentos previos por bloquear estos dos títulos. El rechazo popular al término, cargado con el racismo con el que los blancos se referían a los afroamericanos durante décadas de segregación y discriminación, lo ha convertido en “la palabra ‘N’”, para evitar pronunciarlo completo.

Harper Lee en 2007. Falleció a los 89 años en su localidad natal, Monroeville (Alabama, EE.UU.), donde vivió al margen de la esfera pública durante décadas.

Nelle Harper Lee (Monroeville, Alabama, 28 de abril de 1926-19 de febrero de 2016) fue una escritora estadounidense conocida por su novela Matar un ruiseñor (To Kill a Mockingbird, 1960), obra ganadora del Premio Pulitzer, y que fue su única obra publicada durante 55 años hasta la publicación en 2015 de Ve y pon un centinela (Go, Set a Watchman), pero que fue escrita con anterioridad por la autora (a mediados de los años cincuenta) y que es en realidad el primer borrador de su primera novela. Su novela Matar un ruiseñor fue llevada al cine con el título homónimo en 1962 por Robert Mulligan y protagonizada por Gregory Peck en el papel de Atticus Finch y Mary Badham como Jean Louise "Scout" Finch, siendo candidata a ocho premios Óscar (entre ellos mejor película y mejor director) y galardonada con tres: actor protagonista (Gregory Peck), guion adaptado (Horton Foote) y dirección artística en blanco y negro (Henry Bumstead, Alexander Golitzen y Oliver Emert).

Un joven Elijah Wood encarnando al simpático pillastre.

La demanda llegaba en un momento de intenso debate en el sector educativo de EE UU entre quienes reivindicaban la creación de espacios seguros en los que los estudiantes puedan elegir no leer o no escuchar palabras que puedan herir su sensibilidad y aquellos que alegan que, al negar que los menores accedan a estas obras, se les impide aprender las lecciones que guardan entre sus páginas y la realidad de épocas anteriores. Matar a un ruiseñor, enmarcada en la Alabama de los años 30 cuenta la historia de un abogado blanco que acepta defender a un afroamericano acusado de violar a una mujer, también blanca. En Las aventuras de Huckleberry Finn, Mark Twain retrata la vida de un joven en el Sur de Estados Unidos a finales del Siglo XIX. La demanda de esta madre en Virginia era la última en una larga lista de intentos que han situado Las aventuras de Huckleberry Finn en el primer lugar de la lista de los títulos más censurados en las escuelas de EE UU. Matar a un ruiseñor también está en los primeros puestos por su lenguaje. En 2013, un condado de Luisiana levantó la prohibición que desde 12 años antes había impedido que los estudiantes del Estado pudieran leer en las escuelas públicas Matar a un ruiseñor. Hasta ese momento, según la Asociación Americana de Bibliotecas por la Libertad Intelectual, la misma obra había sido bloqueada en diferentes Estados casi una veintena de veces desde 1977.

1984 es una novela política de ficción distópica, escrita por George Orwell entre 1947 y 1948 y publicada el 8 de junio de 1949. La novela popularizó los conceptos del omnipresente y vigilante Gran Hermano o Hermano Mayor, de la notoria habitación 101, de la ubicua policía del Pensamiento y de la neolengua, adaptación del idioma inglés en la que se reduce y se transforma el léxico con fines represivos, basándose en el principio de que lo que no forma parte de la lengua, no puede ser pensado.

La paradoja de que este libro estuviese prohibido en tantos países no podría resultar más orwelliana. La visionaria obra anti totalitarismos estuvo vetada durante años tanto por comunistas como por anticomunistas.

Que '1984' (George Orwell, 1949) es una novela política es una verdad como un templo. ¿El último ejemplo? Su inesperado ascenso a la lista de los libros más vendidos en EEUU y en España (el viernes era el libro más vendido en Amazon.es) tras el triunfo de Donald Trump. En efecto, 68 años después, conceptos orwellianos como "neolengua" y "Ministerio de la Verdad" siguen funcionando como espejo de la actualidad política.

Ahora que se discute si el gran clásico distópico de Orwell anticipa o no rasgos del trumpismo, es relevante rememorar la odisea vivida por '1984' para ser publicado en España bajo el franquismo. Contra todo pronóstico, la censura no dio importancia al contenido político del libro, sino ¡al sexual! En efecto, hay que tener la mente muy calenturienta para interpretar '1984' en clave de novela picante, pero así fue.

Donald John Trump es un empresario, director ejecutivo, inversor en bienes inmuebles, personalidad televisiva y político estadounidense que ejerció como el 45.º presidente de los Estados Unidos de América desde el 20 de enero de 2017 hasta el 20 de enero de 2021.

La editorial Destino solicitó a la Sección de Censura la publicación de 2.500 ejemplares de '1984' en 1950. Contra todo pronóstico, el contenido político del libro no fue un problema, al contrario: aunque se puede interpretar '1984' como un libro contra cualquier totalitarismo, la censura franquista se sumó a las interpretaciones políticas canónicas de la época (guerra fría): “La novela de Orwell parte de la ficción de un mundo dividido en tres ‘supertotalitarismos’ al estilo comunista, Oceanía, Eastasia y Eurasia, describiendo la vida infrahumana y esclavitud absoluta de los ciudadanos de Oceanía (léase Norteamérica e Inglaterra) de 1984”, escribió el censor.

"No es extraño que la censura española interprete la obra desde la perspectiva más favorecedora para el régimen franquista y no pusiera reparos de tipo político", escribe Alberto Lázaro en una investigación de la Universidad de Alcalá. Pero que el libro de Orwell no fuera subversivo políticamente, no significó su publicación: con la moral habíamos topado. "El censor encuentra objeciones de tipo moral. En su opinión la acción gira 'alrededor del tema del ‘crimen sexual’ cometido por un hombre y una mujer', lo que implica 'una serie de descripciones exactamente gráficas' que impide su autorización. Al ser muchas las tachaduras que recomienda el censor -más de veinte-, honestamente considera que su supresión afecta a la trama de la novela, por lo que aconseja que no se publique en esas condiciones", escribe Lázaro.

La editorial pidió la revisión del expediente censor dos años después. Lo hizo de un modo cuando menos curioso: alabando el anticomunismo del libro': “'1984' constituye un formidable alegato contra el régimen comunista, por lo cual está prohibida y es perseguida en todos los países de influencia soviética". He aquí, por tanto, todo un caramelito editorial para el régimen. De igual modo, Destino se ofreció a purgar todas las referencias sexuales, dado que "no afectan en nada al contenido esencial de la obra", sutil manera de decir que la interpretación sexual hecha por la censura franquista era un tanto rebuscada.

Imagen de 1953 con varios de los premiados del Nadal. De pie, de izquierda a derecha: José María Gironella, José Suárez Carreño, José Félix Tapia, Miguel Delibes. Sentados: Carmen Laforet, Dolores Medio y Luis Romero. Ediciones Destino es una editorial española, fundada por los editores del semanario Destino en la década de 1940 y que desde 1996 pertenece al Grupo Planeta. Destino convoca anualmente el Premio Nadal, galardón de gran prestigio que en sus más de sesenta años de historia ha reconocido novelas esenciales de la literatura española.

"Un nuevo censor insiste en los pasajes escabrosos de tipo sexual que hay que eliminar, pero autoriza su publicación. En efecto, en 1952, Destino publica 1984, traducida por Rafael Vázquez Zamora. Es una versión muy recortada que deja fuera los pasajes escabrosos que la censura ha indicado En la mayoría de los casos, se trata de referencias sexuales que surgen de la relación entre Winston y Julia. El primer corte está ya en el primer capítulo, cuando Winston se halla en uno de los Dos Minutos de Odio característicos de Oceanía y siente un fuerte rechazo hacia Julia, la muchacha que está junto a él", resume Lázaro en su estudio.

"Igualmente se censura la frase en la que Winston afirma que Julia no es más que una rebelde de cintura para abajo. A veces, los pasajes recortados son muy extensos, como el que narra el primer encuentro amoroso entre Winston y Julia en el campo. Más de cuarenta líneas con los detalles de cómo consigue Winston los favores de la joven Julia, se transforman, por obra del censor, en la escueta frase: 'Esta vez no hubo dificultad'", añade el investigador. Y una maravillosa paradoja para rematar: la primera edición íntegra de '1984' publicada en España en castellano data de... 1984. Moraleja: es muy fácil ver el totalitarismo ajeno y muy difícil ver el propio.

Con Rebelión en la granja ya había sucedido algo parecido: a nadie la pasó inadvertido que tras esos caballos y cerdos se encontraban Stalin o Troskty y una historia de la revolución soviética que difería considerablemente de la oficial. Rebelión en la Granja, de Orwell, se parió en 1945, y le valió un prefacio para explicar su complicado camino para ser publicado pues la sátira al totalitarismo soviético no era del todo "conveniente" para ese entonces. Sin embargo, y debido a esto mismo, se convirtió en un libro que Estados Unidos utilizó como propaganda en contra del comunismo. Se dice que el libro está prohibido en Cuba, Kenia, China y Rusia. La otra famosa novela de Orwell, 1984, paradójicamente corrió la misma suerte al ser publicada, debido a su dura crítica al totalitarismo.

George Orwell logró, después de varios rechazos, que se publicara “Rebelión en la Granja”, un libro con el que quería destruir el “mito soviético” y exponer el brutal régimen de Joseph Stalin, a fin de proteger al socialismo en Occidente de la propaganda de Moscú. Al dictador georgiano le sucedieron otros tiranos, hasta que la Guerra Fría provocó finalmente la desintegración de la URSS en 1991, pero esta sátira política del periodista y escritor británico sigue siendo una herramienta muy útil para sobrevivir al mundo “orwelliano” del siglo XXI.

“Orwelliano” en el sentido de que los poderosos en las sociedades actuales, igual que los personajes de “Rebelión en la Granja”, replican las estrategias de manipulación del lenguaje para controlar el pensamiento de las masas, explica Jean Seaton, directora de la Fundación Orwell.

En esta alegoría, recuerda Seaton, el autor “nunca predica, nunca te dice que este sistema es malo”, sino que “uno mismo saca conclusiones” sobre lo que hacen los personajes, sobre “la valentía de las gallinas, lo maravilloso que es Boxer o qué fantástica es Clover”. “Es una buena técnica para ponernos en alerta ante problemas similares, es un buen ejercicio sicológico”, propone Seaton, quien precisa que, aunque Orwell se refería al “comunismo soviético”, esta actitud crítica debe servir para mantenerse en guardia ante nuevos poderes, como las redes sociales.

“TikTok, Facebook, Google. Te dan mucho de lo que supuestamente nos gusta para enriquecerse y, quizás de manera involuntaria, llevan a la gente hacia posiciones cada vez más extremas. Estamos rodeados por este tipo de propaganda extraña, abstracta e industrializada”, opina la experta. Subraya que Orwell, quien siempre se consideró un socialista demócrata, estaba en contra de “todas las tiranías”, ya fuese la soviética o la que experimentó durante la Guerra Civil española, cuando el Gobierno de Madrid, parcialmente controlado por los comunistas, persiguió en 1937 al sector troskista en el que su mujer y él mismo estaban enrolados.

También criticaba a la “gente que permitía que cualquier tipo de tiranía le arrancase de la realidad” y cree que, ahora mismo, Orwell (1903-1950) rechazaría “todos los mecanismos que te alejan de ella”, ya sean redes sociales o Gobiernos autoritarios como el de China, donde aún está prohibido “Rebelión en la Granja”.

George Orwell.

En el prefacio de la edición ucraniana, publicada en 1947, Orwell escribe que los acontecimientos en España y en el bloque soviético le mostraron “la facilidad” con la que la “propaganda totalitaria” puede controlar “la opinión de personas ilustradas en países democráticos”. “Las cacerías de personas en España ocurrieron al mismo tiempo que las grandes purgas en la URSS y eran un complemento a éstas. Tanto en España como en Rusia, la naturaleza de las acusaciones (es decir, conspirar con fascistas) era la misma y respecto a España, por lo que me concierne, tengo todos los motivos para creer que las acusaciones eran falsas”, denuncia Orwell en ese texto. “Cuando regresé de España -concluye-, pensé en exponer el mito soviético en una historia que fuese fácilmente comprendida por casi todo el mundo y que pudiera ser traducida a otras lenguas”. De hecho, el estilo de Orwell en “Rebelión en la Granja” recuerda al de Jonathan Swift en títulos como Los viajes de Gulliver, con los que logran que “una obra de sátira política parezca otra cosa”, arguye Sophie Duncan, profesora de literatura inglesa en la Universidad de Oxford.

Una película para ver en familia, emocionarse y reflexionar, basada en el libro de George Orwell.

De hecho, observa, el primer título de la fábula animal de Orwell fue "Rebelión en la Granja: Un Cuento de Hadas" (cambiado tras su publicación en Estados Unidos en 1946), lo que "le daba un aire de cuento simple", si bien "aborda asuntos de gran complejidad". “Me llama mucho la atención cómo su lenguaje se ha integrado sin dificultad en el discurso actual. La expresión, por ejemplo, de ‘todos los animales (o personas) son iguales, pero algunos son más iguales que otros’ la conoce mucha gente, aunque no sepa necesariamente que proviene de una alegoría sobre un marxismo fallido”, dice Duncan. En ese sentido, también lamenta que algunos sectores, los más reaccionarios sobre todo, interpreten “Rebelión en la Granja” como una “metáfora sobre la inutilidad de intentar cambiar las cosas”, pues los animales del libro hicieron la revolución para cambiar un sistema malo por otro igual o peor.

“Yo sé que, en mi caso, reacciono muy rápidamente cuando entiendo que alguien cree en cosas ridículas. Como las explicaciones de Trump sobre la actualidad, los que dicen que los Gobiernos quieren controlarnos con la vacuna contra el coronavirus, que el 5G provoca la COVID-19 o las informaciones de China sobre los manifestantes de Hong Kong. Pero me preocupa pensar que quizá yo también pueda estar equivocada”, confesaba Duncan el pasado año, en el 75 aniversario de la obra.

Por ello, alerta sobre algo que Orwell ya detectó en los métodos de propaganda soviética, que la información que obtenemos hoy en día de las redes sociales y de algunos medios de comunicación “no circula, sino que se repite” y la repetición, advierte, “puede llegar a legitimar” cualquier mentira.

En 1950, la viuda del escritor, Sonia Orwell vendió los derechos cinematográficos de la novela de su esposo a los ejecutivos cinematográficos Carleton Alsop y Farris Farr, sin embargo, ella no sabía que, en realidad, se trataban de agentes encubiertos de la Oficina de Coordinación de Políticas de la CIA, que en ese momento estaba financiando el arte anticomunista. Como parte de la estrategia para la producción de la cinta, el Psychological Warfare Workshop de E. Howard Hunt eligió al productor de noticieros Louis de Rochemont y a su compañía de producción como una organización fachada para la producción, a la que De Rochemont aceptó a cambio de poder liberar las "libras congeladas" obtenidas de las ventas de entradas de su película anterior y que debían gastarse en producciones cinematográficas realizadas en el Reino Unido.

Para el desarrollo de la animación, contaron con John Halas y Joy Batchelor, dos documentalistas que trabajaron de la mano con John F. Reed, el único estadounidense involucrado en el proyecto, nombrado como el director de animación después de su trabajo de siete años en The Walt Disney Studio y que marcó su último trabajo en el cine animado, después de tener en su currículum (nada más y nada menos) que la animación de la emblemática 'Pinocho'. Como la CIA desconfiaba de los animadores estadounidenses debido al clima político que se vivía por la Lista Negra de Hollywood y la represión de los simpatizantes de izquierda, decidieron contratar a un equipo de ochenta animadores de la división de animación disuelta de The Rank Organisation, un conglomerado de entretenimiento británico que, al igual que Halas, Batchelor y Reed, nunca supieron que la cinta era financiada y producida por la CIA para reforzar la visión negativa del comunismo y la presentara como un sistema totalitario y corrupto. Para lograr su cometido, la CIA no solo financió la película, sino que también influyó en el guion. Se realizaron algunos cambios a la historia original de Orwell, dándole un tono más anticomunista enfatizando la crueldad y el despotismo de los cerdos líderes de la granja, que representaban a la élite soviética, y se minimizó la participación de los animales en la toma de decisiones, presentando a la revolución como algo fútil y sin esperanza. A día de hoy, 'Rebelión en la granja' sigue siendo una película relevante y polémica: más allá de su contexto histórico y las intenciones de la CIA, la película ofrece una crítica profunda a la corrupción del poder, la tiranía y la importancia de la libertad, sin importar la ideología que se busque promover.

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John Durbeyfield, de la aldea de Marlott, arrendatario de una pequeña vivienda con terreno, padre de siete hijos, haragán y borrachín, se entera un buen día de que su apellido es en realidad una deformación de d’Urberville, un noble linaje normando que se remonta a los tiempos de Guillermo el Conquistador. Gracias a este inesperado hallazgo, decide con su mujer enviar a Tess, su hija mayor, a quien le habría gustado ser maestra de escuela, en busca de la protección de unos ricos d’Urberville que viven en la región. Los Durbeyfield no lo saben, pero estos ricos d’Urberville son en realidad la viuda y el hijo de un comerciante que adoptó ese apellido para darse aires y no porque fuera auténtico descendiente de tan antigua familia. En cualquier caso, la viuda, ciega y amante de las aves, y el hijo, un joven voluble y seductor, dan trabajo y alojamiento a la muchacha: tendrá que cuidar las gallinas y enseñar a silbar a los pinzones …

Al principio era solo la historia de amor de Yuri y Lara. Pero, como siempre, los principios poco tienen que ver con los finales y el romance acabó en desastre, que sí suele ser algo más habitual. Boris Pasternak (Moscú 1890-1960), el gran poeta soviético, había ideado en 1940 'Doctor Zhivago', la novela que le consagraría como escritor. Un romance entre un médico y una enfermera que, además, serviría para contar los últimos años de la URSS, la I Guerra Mundial y la Revolución. La tuvo terminada en 1955, pero entonces llegó la tragedia: el Departamento de Cultura del Comité Central no veía con buenos ojos la historia -demasiado antisoviética- y decidió prohibirla. Ese fue el momento en el que dio comienzo la otra historia, tan loca, tan llena de requiebros, espías incluidos, como ese amor imposible con el que alguna vez soñaron Yuri y Lara.

Esta es la rocambolesca historia sobre cómo el manuscrito de Boris Pasternak fue censurado y reintroducido en la URSS a través de ejemplares que repartió la CIA en la expo de Bruselas de 1958.

La autora norteamericana Lara Prescott publicó el pasaso año en España 'Los secretos que guardamos' (Seix Barral) en la que ficciona la historia real de cómo 'Doctor Zhivago', tras ser censurada, se convirtió en un arma política de la CIA contra la URSS en los años cincuenta, una de las décadas más intensas de la Guerra Fría. Cómo una novela, destinada a elevar a los altares a su autor, fue elegida por los estadounidenses para inocular en el pueblo soviético que algo no funcionaba bien en su país. “Eso fue lo que más me sorprendió, que se prohibiera en la URSS y que se utilizara como arma. Me di cuenta de que Pasternak escribía sobre individuos que a lo mejor estaban de acuerdo con la Revolución pero algunos no y que tenían opiniones diferentes. Y había ese miedo al pensamiento individual. Ahí vi que había una historia”, comentó Prescott.

La idea de Prescott se inició en 2014, cuando la CIA desclasificó los documentos que daban cuenta de la misión que llevó a cabo para publicar 'Doctor Zhivago' de forma subrepticia en la URSS. Son estos papeles secretos los que narran cómo se sucedieron unos acontecimientos que son, en sí mismos, una novela de espías. Toda esta historia es pura metaliteratura en la que confluyen todos los géneros literarios posibles. Sólo falta una máquina del tiempo.

En los cincuenta Pasternak se las prometía felices. Su obra se publicaba sin problemas. Era leído y aplaudido. Era uno más de la Revolución. Tenía una dacha en Peredelkino, a pocos kilómetros al sur de Moscú, como otros tantos escritores e intelectuales. Se las había ofrecido el propio Stalin poco antes de que se impusieran un régimen del terror que fue censurando a aquellos autores que se atrevían, mínimamente, a hacer alguna crítica al Estado. Escritores como Varlam Shalamov, Marina Tsvetaieva, Boris Pilniak o Aleksandr Solzhenitsyn, que acabaron en el Gulag. A Pasternak le tocaría en 1955, aunque con algo más de suerte. 'Doctor Zhivago' no se publicaría, pero el escritor mantendría la vida. El mundo también les estaba mirando y el escritor no era ningún desconocido.

Este podría haber sido el final, pero por aquel entonces había un editor comunista italiano con un olfato bastante fino para la captar novelas que sufrieran la censura: Giangiacomo Feltrinelli. Así, en 1956 encargó a Sergio D’Angelo, su scout -aquellos que se encargan de buscar buenos manuscritos y tendencias literarias- para que se reuniera con Pasternak y le comprara el manuscrito de 'Doctor Zhivago'. Ambos se vieron en la dacha de Peredelkino y el scout se llevó el manuscrito que sacó de la URSS envuelto en su pijama en la maleta. Esta historia la contaría el propio D’Angelo muchos años después en 'Il caso Pasternak', publicado en 2006. La traducción al italiano llegaría en noviembre de 1957 y enseguida se convertiría en un éxito editorial con más de 150.000 copias vendidas. No mucho después aparecería en francés y en inglés consiguiendo una gran aceptación en todas las lenguas.

Sus relatos han aparecido en medios como The Southern Review, The Hudson Review, Crazyhorse, Day One y Tin House Flash Fridays. Anteriormente trabajó como asesora en campañas políticas y como abogada defensora de los derechos de los animales.

Con el libro ya publicado en italiano es cuando la CIA entra en acción. Esta es una de las partes que más desarrolla Prescott en su novela con todas aquellas mecanógrafas escribiendo los papeles en los que se detallaba la misión encubierta en los cuarteles de Langley, en Washington D.C. Mujeres que hoy no sabemos quiénes fueron, pero a las que la escritora pone nombre e historias. “Había estado leyendo muchos documentos desclasificados y no hacía más que pensar en esas mecanógrafas que eran las que conocían los secretos, incluso los nombres que hoy están tachados. Muchas veces eran mujeres sobrecualificadas para este trabajo. Eso me llevó aprender más sobre las mujeres espías que surgían de este mundo de secretarias”, comenta Prescott. De hecho, en la novela la misión la llevan a cabo dos mujeres espías. De vuelta a la realidad, lo cierto es que la CIA contaba por aquel entonces con la División Rusia Soviética en la que trabajaban licenciados en Filología y Humanidades -una salida laboral bastante interesante para estas carreras- encargados de analizar qué libros podrían convertirse en un arma ideológica contra otro país. Y rápidamente se dieron cuenta de que 'Doctor Zhivago' podría ser uno de ellos. Una historia de amor, sí, pero también algo más.

El escritor Borís Pasternak, a la izquierda.

Aquí entra una parte que le gustaría a John Le Carré. La idea era introducir a toda costa el manuscrito en ruso en la URSS para que los rusos pudieran leerlo y que se enteraran de que uno de sus autores favoritos estaba censurado. Golpe en la línea de flotación. La Unión Soviética además acababa de lanzar en octubre de 1957 el Sputnik 1, la guerra espacial estaba en su apogeo y los estadounidenses no se podían permitir que los rusos les adelantaran a miles de kilómetros de la Tierra. La situación perfecta llegó con la Expo universal de Bruselas de 1958. La CIA consiguió imprimir 365 ejemplares en ruso del manuscrito original a través de una editorial holandesa. Estos ejemplares se repartieron en el pabellón del Vaticano a artistas soviéticos que habían sido invitados a la expo. Lo hicieron los propios espías disfrazados de curas y monjas. Suena rocambolesco pero así es como llegaron los ejemplares a la URSS y comenzaron a correr de mano en mano. Y ya nadie pudo pararlo. 'Dr Zhivago' ya había roto el Telón de Acero.

En 1958 la Academia Sueca entregó el Premio Nobel de Literatura a Pasternak, que sin embargo lo rechazó por presiones políticas -lo recogería su hijo en 1989. En los dos años que le quedaban de vida, el escritor se dedicó a seguir cuidando del jardín de su dacha y escribiendo cartas a los fans de su novela (que no eran pocos). No ocurrió lo mismo con Olga Vsevolodna Ivinskaya, su amante, su agente, su mecanógrafa, su defensora, la mujer que lo abandonó todo cuando tenía 23 años para irse con el escritor, que tenía 56. Olga era también la Lara de Yuri, la musa cuando todavía se les llamaba así. Y la que fue llevada dos veces al Gulag acusada de haber sido la responsable de que el manuscrito escapara de la URSS. Prescott también narra estos episodios en su novela: “Ella sufrió muchísimo más que él. Él tenía protección porque era uno de los escritores vivos más famosos y lo que querían era hacerle daño a través de Olga. Yo quería hablar de ella no solo como la musa, sino como la mujer en su totalidad”. Pocos años después, en 1964 y cuando ya no era el primer secretario del Partido Comunista, Nikita Jruschov, que había ordenado la censura de la novela, comentó tras leerla que se habían equivocado y que en la historia “no había nada antisoviético”. Pese a ello, la novela no fue publicada en la URSS hasta 1988.

Nikita Jruschov pidiendo dos cervezas.

El caso de 'Doctor Zhivago' está circunscrito a una época muy concreta en Occidente, sin embargo, como dice Prescott, esto no significa que hoy en día no exista la censura de novelas. De hecho, ella señala a su propio país, EEUU, en el que “tenemos libros que están prohibidos en parte por la Iglesia y ciertas bibliotecas, porque piensan que igual podrían enturbiar la mente de un niño”.

Según comenta esta escritora, aunque no haya una censura gubernamental directa, “hemos visto que algunos libros han quedado censurados por asociaciones durante la presidencia de Donald Trump a las que les influye la retórica de este Gobierno. Son libros que hablan sobre sexo, LGTBI, raza…El tema que más se está viendo atacado es el de la diversidad de las personas. No es por orden del Gobierno ni nada de eso, sino que es algo que se va filtrando desde el Gobierno hacia la cultura”. No obstante, para Prescott lo más peligroso es “la autocensura que va en aumento. Si la gente tiene opiniones múltiples acerca de un tema les da miedo a exponerlo por miedo a que les acosen por las redes sociales. Y esto puede afectar a la manera en la que escribimos”. En los años cincuenta, Pasternak fue políticamente censurado; ahora también sabemos que hay otras censuras.

Su amigo, Ósip Mandelstam, dijo que en ningún país la poesía era tan importante como en Rusia, pues ahí te podían matar por unos versos. En efecto, Mandelstam compuso un nada adulador poema a Stalin y lo declamó entre amigos, ya que jamás hubiese obtenido el permiso para publicarlo. Acabó desterrado en Siberia, donde murió de hambre o de frío o de las dos cosas, y su cadáver lo echaron el diablo sabe dónde. Aquel país tiene una larga tradición de censura, desde los zares hasta los comunistas, y que se prolonga aún hoy en la era de Putin.

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Panorama desde el puente (A View from the Bridge) es una obra teatral de Arthur Miller, estrenada el 29 de septiembre de 1955, que transcurre en los años cincuenta del pasado siglo, en los suburbios portuarios de Nueva York. En ese decorado —dominado por la imponente presencia del puente de Brooklyn— aborda Miller el drama de los inmigrantes ilegales.

El cuarentón estibador Eddie Carbone, italoestadounidense de Brooklyn, que conoce bien la ley no escrita de solidaridad entre inmigrantes y se escandaliza con las historias de los que en algún momento delataron compatriotas ante la oficina de inmigración, vive con su esposa Bea y con Katie, la hija de la fallecida hermana de ésta. Desde el principio, la sobreprotección que muestra Eddie ante la muchacha indica que tiene silenciosas pretensiones hacia ella. Cuando la familia recibe solidariamente a dos italianos ilegales en su casa, el guapo soltero Rodolpho y el casado Marco, cuyos hijos y esposa pasan hambre en Italia, el primero inicia un romance con Katie que saca de quicio a Eddie. Eddie alega, en primer lugar, que Katie no debe salir de noche; luego, que Rodolpho sólo la quiere para poder casarse y obtener la nacionalidad y por último, hace correr la idea de que el chico es afeminado. Al descubrir que la pareja ha aprovechado un momento de soledad en la casa para acostarse, se enfurece y trata de ridiculizar al chico. Luego, hace una llamada telefónica a inmigración para denunciar a los dos italianos. Cuando la policía detiene a los dos clandestinos, Marco escupe a Eddie y le dice que se vengará a la italiana mientras que Bea echa en cara a su esposo que se haya enamorado de la sobrina. Katie, que está decidida a casarse con Rodolpho y evitar que así sea expulsado del país, pide a Marco que no aproveche su libertad condicional para vengarse, pero este no le hace caso y mata a Eddie en una pelea a navaja.

Sobre las tablas, el estreno tuvo lugar en el Coronet Theatre de Broadway, y contó con la interpretación de Van Heflin, Ann Driscoll y J. Carrol Naish. La obra fue llevada al cine en 1962 por Sidney Lumet con Raf Vallone, Jean Sorel, Carol Lawrence y Maureen Stapleton, y adaptada para ópera en 1999 por el compositor William Bolcom, que incorpora material de ambas versiones de la obra. En Buenos Aires, donde Jacobo Muchnik y Juan Ángel Cotta publicaron con la Compañía General Fabril Editora la primera traducción del texto original, se estrenó en 1956 con Pedro López Lagar; en 1976 fue protagonizada por Alfredo Alcón y Silvia Montanari dirigido por Carlos Gandolfo. En el 2004 fue repuesta en el Teatro General San Martín por Arturo Puig, Elena Tasisto, Carolina Fal y Claudio Quinteros, dirigidos por Luciano Suardi. En Italia se estrena en 1958 en el Teatro Eliseo de Roma, con dirección de Luchino Visconti e interpretación de Paolo Stoppa, Rina Morelli, Ilaria Occhini, Sergio Fantoni y Corrado Pani. La primera representación en Francia tuvo lugar en el Théâtre Antoine de París en 1958, en adaptación de Marcel Aymé, dirigida por Peter Brook, e interpretada por Raf Vallone y Lila Kedrova. En Madrid se estrenó en el Teatro Lara también en 1958, con traducción de José López Rubio e interpretación de Pedro López Lagar, Vicente Haro, Miguel Palenzuela, María Luisa Ponte y Julio Sanjuán.

Se grabó para televisión en 1976, con Julio Núñez, Encarna Paso y Victoria Vera. Se ha repuesto en 1980, dirigida por José Luis Alonso y protagonizada por José Luis Pellicena, José Bódalo, Marilina Ross (sustituida por María Elías) y Montserrat Carulla, y en 2000, con dirección de Miguel Narros e interpretación de Ana Marzoa y Helio Pedregal.

Beloved es una novela publicada en 1987 por la escritora estadounidense Toni Morrison. Ambientada después de la Guerra de Secesión Americana (1861–1865), está inspirada por la historia de una esclava afroamericana, Margaret Garner, quien se escapó de la esclavitud en Kentucky a finales de enero de 1856 huyendo a Ohio, un estado libre. En la novela, la protagonista Sethe es también una esclava que escapa de la esclavitud, yéndose a Cincinnati, Ohio. Tras veintiocho días de libertad, llega la orden de recuperarla a ella y a su hijo, por la Ley de esclavos fugitivos de 1850, que daba a los propietarios de esclavos el derecho a perseguirlos y recuperarlos cruzando las fronteras estatales. Sethe mata a su hija de dos años antes que permitir que la tomaran de nuevo y la llevasen a Sweet Home, la plantación de Kentucky de la que Sethe había huido recientemente. Una mujer que presumía ser su hija, llamada Beloved, regresa años después para perseguir la casa de Sethe en el n.º 124 de Bluestone Road, Cincinnati, Ohio.

Es casi imposible hablar de libros prohibidos sin hablar de Toni Morrison. Ya su primera novela, Bluest Eye , es llamativa por su enfoque en la lucha solo por ser vista y escuchada como un igual en una sociedad que preferiría sofocarte y silenciarte. Este año, al pedir sugerencias sobre la serie, el que seguía apareciendo fue Amada, la historia de la lucha de una esclava fugitiva por la supervivencia en el sur de Antebellum y las distancias casi indescriptibles que hace para proteger a sus hijos. Parece que todos lo hemos leído y nos ha encantado por el incómodo poder que posee. La única cosa más verdadera de todas las obras de Morrison es su capacidad para tomar una verdad universal, reducirla a una experiencia individual y dar cada mínimo detalle inquebrantable. A Toni Morrison no le importa tu nivel de comodidad con su trabajo, le importa que las historias de la experiencia negra se difundan en el mundo de la forma en que deberían contarse: sin recubrimiento de azúcar, sin eufemismos, solo la verdad de la boca. de alguien que lo vivió. Con Beloved, Morrison se apoderó de la idea de contar verdades incómodas a través del lente de la experiencia un paso más allá que en sus novelas anteriores. Sethe, nuestro personaje principal, está inspirado en la vida de Margaret Garner, una esclava en la América anterior a la Guerra Civil que escapó y, tras ser capturada por los alguaciles estadounidenses, intentó matar a todos sus hijos y a ella misma en lugar de volver a la esclavitud. El único niño que mató con éxito fue su hijo de dos años. Amado es, ante todo, una historia de amor y trauma. Un amor juzgado como "demasiado denso" por casi todos los que la rodean y un trauma tan profundo y de múltiples capas que es casi imposible ver claramente el otro lado. Se trata de los fantasmas que acechan y de cómo vivir con ellos. Sobre el poder increíblemente nítido y evolutivo de la memoria, hasta dónde llegaríamos para recordar y hasta dónde llegaríamos para olvidar. Es una instantánea de la brutalidad de un momento en la historia de Estados Unidos que nos moldeó desde sus inicios. Considere, antes de emitir un juicio, si estuviera en los zapatos de Sethe, en los zapatos de Margaret Garner, hasta dónde llegaría para proteger a sus hijos de las manos de personas cuyo único interés es masticarlos por todo lo que valen y escupirlos. una cáscara desecada en el otro lado.

Beloved tiene una historia compleja y algo contradictoria, aclamada simultáneamente como una de las obras conmemorativas más importantes de la experiencia negra durante la trata de esclavos y una de las más prohibidas o desafiadas en las escuelas. El desafío más reciente, en Virginia en 2016 por el senador estatal Richard Black, describió la novela como "aguas residuales morales" y llevó a la aprobación de un proyecto de ley que requiere que los maestros notifiquen a los padres cuando los libros contienen contenido sexualmente explícito, lo que finalmente convierte a Virginia en el primer estado dar a los padres el derecho de optar por que sus hijos no lean novelas. Leí Beloved solo una vez antes, aunque parece que fue hace bastante tiempo que no recordaba mucho de eso, en cuanto a la trama. Lo único que se me quedó grabado fue la imagen de las cicatrices de Sethe en su espalda con la forma del árbol de chokecherry, con flores y todo. Un recordatorio permanente de crecimiento paralizado para que todos menos ella lo vean. Esta vez, lo que más me queda es Denver y su relación con el fantasma que acecha su casa. Denver sabe lo que Sethe le hizo a su hermana. Denver bebió la sangre de su hermana junto con la leche de su madre cuando era un bebé en el momento en que Sethe se deshacía. Sabe quién es el fantasma y se ha adaptado a su presencia para que lo encuentre más un consuelo que una molestia. Ama y teme a su madre, que tiene algo dentro de ella que podría volver a salir en cualquier momento si se empuja demasiado lejos, permitiéndole la locura necesaria para volver a intentar matar a sus hijos, y ama pero no le teme al fantasma de ella. petulante hermana muerta, causando estragos en una casa que nunca llegó a habitar al máximo. Denver quiere proteger más que nada. Protéjase, proteja a su hermana, proteja a su madre. Cuando Paul D espanta al fantasma en su casa, su único compañero verdadero que vivía fuera del alcance de la memoria que todo lo consumía de su madre, ella se enfurece y se siente profundamente sola. Donde Sethe simplemente había cumplido con la presencia que exigía atención y los aislaba del resto de la comunidad, Denver lo encontró reconfortante. Sethe, después de la muerte de su bebé y hasta su aparente regreso, no se permitió sentir nada con demasiada intensidad, ni siquiera ver colores, pero Denver lo siente todo con fiereza. Incluyendo el conocimiento de la violencia contra su hermana, que la consumió tan completamente que la dejó entumecida y silenciosa durante años.

El aspecto más fascinante de Beloved es su dualidad de violencia. En el contexto de una violencia intensa e insensata como método de expresión de poder cometido por personas que la ven como poco mejor que un animal, una mujer toma una decisión nacida de todo el amor en su corazón para tratar de salvar a sus hijos del destino del árbol chokecherry que sigue en su espalda. El destino de ser comparado y tratado como o menos que un animal. El destino de la tortura que acaba en muerte o locura, si no en ambas. Y por sus esfuerzos se encuentra con miedo y aislamiento de todos lados, aunque algunos de los que han estado en su posición entienden y no necesariamente condenan ni aprueban sus acciones. También hay una línea clara entre el poder general de la maternidad y el efecto de la presencia de los hombres. Paul D le dice a Sethe que tiene "dos piernas, no cuatro" cuando descubre que lo que hizo fue el insulto máximo, alineándolo un poco con la clase de niños a quienes se les enseñaba a separarla y examinar qué la hace humana y qué su animalista, la primera gota que colmó el vaso en su decisión de proteger a sus hijos sin importar el costo. Baby Suggs, santa, es la matriarca de la casa que le da a Sethe su libertad, la madre de su esposo, la abuela de sus hijos y la máxima portadora del amor por la ciudad y su gente que se levantó de la misma situación que ella. independientemente de cómo se las arreglaran para hacerlo. Halle, el esposo de Sethe, se vuelve impotente y sin sentido ante la brutalidad que presencia, escondido, mientras su esposa es violada por los escolares mientras el maestro se aparta y toma notas. Todo buen hombre de la historia se vuelve indefenso o enloquecido por los actos de violencia de los hombres a cargo que quieren que se conozca su poder. La única verdadera libertad es escapar, ya sea que provenga de la locura, la huida o la muerte. El interés de Beloved en contar la descarada realidad de sus personajes necesariamente significa que está condenado a terminar con una nota menos que feliz y, de hecho, reflejada en el acto de interminables intentos de desafiar o prohibir el consumo de la obra en su conjunto. . “Esta no es una historia para pasar”, afirma en sus páginas finales, y de hecho hay padres y legisladores a quienes nada les encantaría más que su sofocación hasta desaparecer. Pero no tiene que ser transmitida, para ser recordado, para ser preservado. Esta es la vida de una mujer, la vida de cada persona a la que tocaba, la vida de la casa que le dio una libertad que incluso mientras la manejaba estaba teñida de muerte. Una casa embrujada que no se puede exorcizar gritando y rompiendo cosas. Un espíritu que solo gritará más fuerte cuanto más intentes ignorarlo, exigiendo dar a conocer su recuerdo. Por mucho que no queramos reconocerlo más, barrerlo debajo de la alfombra y etiquetarlo como inapropiado y demasiado para que los niños se les enseñe a pensar críticamente sobre el mundo que los rodea, su nombre es Amada y ella es nuestra.

Rebeca (título original Rebecca) fue la tercera novela publicada por la novelista inglesa Daphne Du Maurier en 1938. Tras enviudar por primera vez, Maxim de Winter viaja hasta Montecarlo para olvidar su pasado. Allí se casa con una mujer más joven que él y, tras la luna de miel, regresan a la mansión de campo de los Winter: Manderley. Todo es perfecto hasta que la memoria de la fallecida Rebecca hace mella en el matrimonio.

Algunos críticos notan paralelismos con la novela de Charlotte Brontë Jane Eyre. Otra de la novelas de du Maurier, La posada de Jamaica, se compara con Cumbres borrascosas (novela). Du Maurier comentó públicamente que se basaba en sus propias memorias de su vida en Cornualles. Du Maurier admite que su marido estuvo prometido con una bella mujer llamada Jan Ricardo y eso influyó en la gestación de "Rebeca". También sus visitas a Milton Hall, Cambridgeshire hogar de los Wentworth-Fitzwilliam, influyeron en sus descripciones de Manderley.

Du Maurier entregó el manuscrito a su editor, Victor Gollancz, en abril del 1938, este enseguida predijo su éxito y vio que: 'El nuevo libro de du Maurier contiene todo lo que el público quiere.'" En USA, Rebeca ganó el National Book Award como novela favorita de 1938. En 2003, la novela fue incluida en el puesto 14 de la lista UK Survey The Big Read. En 2017, fue votada como uno de los libros favoritos de los últimos 225 años.

Daphne du Maurier, fue una escritora británica famosa por novelas como Rebeca y Mi Prima Raquel, ambas llevadas al cine. Las películas Jamaica Inn y Los pájaros de Alfred Hitchcock también se basaron en relatos suyos.

En ninguno de los libros basados en la historia de Rebeca ("Rebeca" de Daphne Du Maurier y "La Sra. de Winter" de Susan Hill) se menciona el nombre de la narradora, la segunda esposa de Max de Winter, quien es la que cuenta en primera persona el relato. La obra es una de las más importantes de su generación; Daphne Du Maurier creó toda una escuela con él, por la forma en que la novela fue escrita, utilizando el lenguaje de una manera en la que se mezclan lo intimista, el drama psicológico, la acción y la intriga a partes iguales, junto con una gran belleza literaria. Por "Rebecca", Daphne Du Maurier, debió afrontar un juicio por plagio, pues se aseguraba que había copiado el argumento de A Sucessora de Carolina Nabuco. La cantante irlandesa Enya bautizó su mansión en Dublín como Castillo Manderley, una referencia a la mansión de campo de la novela. En psicología, se conoce como Síndrome de Rebeca a la aparición patológica de celos hacía una expareja de la pareja actual. El nombre de este síndrome se toma a partir de esta novela. En castellano se denomina rebeca al tipo de chaqueta que llevaba Joan Fontaine en la película, según acepción del Diccionario de la Real Academia Española.

Una de las razones más fascinantes para incluir a Rebecca en esta lista es, además de sus vidas paralelas como una novela tremendamente popular y una adaptación cinematográfica igualmente exitosa que sufrió importantes ediciones de censura debido al Código Hays, se trata de una novela sobre la búsqueda de lo prohibido. conocimiento y la obsesión que conlleva. Nuestro narrador no identificado es cada uno de nosotros buscando libros prohibidos e historias prohibidas. Se vuelve tan consumida por la necesidad de saber que comienza a construir su propia verdad en su lugar, lanzando miradas furtivas alrededor de su nuevo hogar y mientras tanto a las personas hasta que finalmente divulgan las respuestas que busca. ¿Habría estado tan obsesionada si las respuestas le hubieran llegado cuando originalmente preguntó, en lugar de que constantemente le dijeran que no? Así como prohibir los libros no hace más que hacerlos más atractivos, que se le niegue la verdad de la historia de su esposo, que se le den solo migajas del escándalo de todo, parece encender un fuego con potencial para consumir todo lo que rodea a nuestro narrador, incluso la paz de la vida que intenta construir.

Crepúsculo (Twilight) es el título de un libro escrito por Stephenie Meyer publicado el 5 de octubre de 2005. La novela se ha traducido a 37 idiomas y ha vendido más de 25 millones de copias. La protagonista de la historia es Isabella Marie Swan, una joven de diecisiete años que se muda a Forks, Washington, después de que su madre se vuelva a casar con Phil, un jugador de béisbol, el cual es su nuevo padrastro. Debido al trabajo de este viaja constantemente y Bella decide irse a vivir con Charlie, su padre, para que así su madre pueda viajar al lado de Phil. En su nuevo colegio conoce a Eric, Mike, Tyler, Jessica y Ángela, que se convierten en sus nuevos amigos.

Entre los psicólogos, profesores y otros especialistas, crece la preocupación sobre la influencia que la saga Crepúsculo (y otros productos que se han desarrollado a partir de la moda que esta novela inició) puede tener sobre los adolescentes y su percepción de la vida y las relaciones de pareja. Se teme que esta visión del amor, donde la mujer representa un papel pasivo y sumiso y el varón se muestra controlador, protector y dominante, va en contra de las actuales políticas de prevención de la violencia de género. Igualmente, se ha acusado a la autora de promover la abstinencia antes del matrimonio con sus novelas, de acuerdo con sus creencias mormonas.

Editado por Amy Sonnie, es una antología creada por y para jóvenes queer radicales, comprometida específicamente con jóvenes de color, mujeres jóvenes, jóvenes transgénero y bisexuales, jóvenes discapacitados, pobres o de clase obrera. La antología dio lugar a la fundación de RESYST (Recursos para jóvenes, estudiantes y formadores), una organización de jóvenes queer con sedes en todo el país. Fue publicado en 2000 por Alyson Publications y fue finalista en dos categorías para un Premio Literario Lambda.

El libro se ha llamado "pornografía infantil". Miembros de comités conservadores buscaron que el libro fuera retirado de las bibliotecas locales americanas, calificándolo como "omnipresentemente, vulgar, obsceno e inapropiado". Un artículo de Mission America, una organización conservadora cristiana estadounidense, afirmaba que PFLAG, la primera y más grande organización de los Estados Unidos que une a padres, familias y aliados con personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y queer, estaba intentando "alentar a los niños a ser autoindulgentes y egocéntricos en todos los aspectos de la vida; rechazar la sabiduría de los padres y otras autoridades si así lo deseaban, incluso a temprana edad".

La homosexualidad es el castigo de Dios por el aborto, es la perla que les define.

La Fundación ACLU de Texas informaba que fue "prohibida" por la Comisión Juvenil de Texas porque el libro "no es consistente con los objetivos educativos del Estado y TYC" y causaría "comportamiento inapropiado por parte de los estudiantes". En abril de 2010, el sistema de bibliotecas del condado de Burlington en el sur de Nueva Jersey eliminó este libro. En mayo de 2010, la Junta de Educación de la Escuela Secundaria Regional del Valle de Rancocas, también en el condado de Burlington, votó para retirar el libro de los estantes de la biblioteca de la escuela secundaria después de las protestas de un grupo local. En respuesta a la eliminación del libro tanto en el Sistema de Bibliotecas del Condado de Burlington como en la Biblioteca de la Escuela Secundaria Regional Rancocas Valley, un grupo de jóvenes artistas de teatro comenzó una serie de lecturas teatrales en varios lugares de Nueva Jersey y Nueva York. El proyecto de lectura teatral se titula Lecturas revolucionarias y está bajo la dirección de Brandon Monokian y dramaturizado por Victoria Fear, ambos graduados de la Universidad Estatal de Montclair.

Evgenia Ginzburg, profesora de Historia y Literatura en la Universidad de Kazán, madre de dos hijos y esposa de Pavel Aksonov, miembro del Comité Central Ejecutivo de la URSS, se negaba a creer, en febrero de 1937, lo que ya era evidente. Dos años antes, el asesinato de Kírov había marcado el inicio de las inquietudes, de las sospechas y de los interrogantes. En una palabra, de lo que iban a ser las grandes purgas en el seno del partido bolchevique. Evgenia necesitó un tiempo para entender hasta dónde estaban dispuestos a llevar esa locura los dirigentes del aparato ideológico. Pero la realidad se impuso: en agosto de ese mismo año, tras varios meses de encarcelamiento e interrogatorios extenuantes y crueles, le fue comunicada su condena: diez años de trabajos forzados. Su primer destino fue una diminuta celda donde pasaría dos años. A partir de entonces, y hasta el cumplimiento total de su condena, Evgenia relata una odisea de hambre, frío, enfermedad. No pudo regresar a Moscú hasta 1955, dos años después de la muerte de Stalin. Evgenia Ginzburg murió en 1977 sin llegar a ver publicadas sus memorias, Duro viaje, en Rusia, donde siempre circularon de forma clandestina.

Tras la muerte de Stalin en 1953 y habiendo realizado recursos a varias autoridades para que su caso fuera reconsiderado, fue puesta en libertad el 25 de junio de 1955 y se le permitió volver a Moscú. Tras su regreso a Moscú trabajó como periodista y continuó redactando sus memorias llamadas "Krutói marshrut" (Duro viaje), obra publicada en castellano bajo el título de El vértigo. Falleció en Moscú a la edad de 72 años.

En 1972 Varlam Shalámov se retractó de sus Relatos, sin duda por presiones del régimen soviético. A causa de su deteriorada salud, pasó los tres últimos años de su vida en una residencia para escritores ancianos e incapacitados en la ciudad de Túshino. Falleció el 17 de enero de 1982 y fue sepultado en el Cementerio Kúntsevo de Moscú. Su obra se publicó finalmente en la Unión Soviética en 1987, durante la época de apertura de Mijaíl Gorbachov. Actualmente, su obra es estudiada en los centros de educación secundaria de la Federación de Rusia. Los Relatos de Kolymá, en seis volúmenes, se publicaron en español en 2013. El tomo VI de la edición española contiene sus ensayos. Desde 1954 hasta 1973 trabajó en su libro de relatos cortos sobre la vida en el campo de trabajo, los Relatos de Kolymá. Fue rehabilitado en 1956 y se le permitió regresar a Moscú. En 1957 empezó a trabajar como corresponsal del diario Moskvá, y comenzó a publicar sus poemas. Su salud, sin embargo, había quedado afectada por su prolongada estancia en los campos y recibió una pensión de invalidez.

Los Relatos de Kolymá han tenido varias adaptaciones televisivas. En 1988 Tom Roberts dirigió para la televisión The Death Train, basándose en relatos y testimonios de escritores conocedores del gulag y las purgas políticas, como el polaco Gustaw Herling-Grudzinski o el ruso Vasili Grossman. En 2007 se estrenó la miniserie televisiva Zaveschániye Lénina (El testamento de Lenin). Dirigida por Nikolái Dóstal, se inspira de nuevo en los Relatos de Kolymá. El actor Vladímir Kapustin interpreta el personaje del escritor, Varlam Shalámov. Además de su gran obra, los Relatos de Kolymá, Shalámov escribió una serie de ensayos autobiográficos sobre su juventud en Vólogda, en la gran tradición rusa del siglo XIX.

Después de la segunda guerra mundial, la fe de Vasili Grossman en el Estado soviético fue sacudida por el giro antisemita del régimen de Stalin producido en los años finales del mismo y hasta la muerte del dictador en 1953. Aunque Grossman nunca llegó a ser arrestado por las autoridades soviéticas, sus dos obras maestras (Vida y destino y Todo fluye) fueron censuradas durante el período de Nikita Jrushchov como antisoviéticas. El KGB registró el apartamento de Grossman después de que este completase Vida y destino en busca de manuscritos, notas e incluso las cintas de máquina de escribir con las que el texto había sido escrito. Mijaíl Súslov advirtió entonces a Grossman que Vida y destino no podría ser publicada en doscientos o trescientos años. Cuando Grossman falleció en 1964 Vida y destino permanecía inédito. Seguiría estándolo hasta que pudo ser publicado en Occidente merced al trabajo de una red de disidentes. Más tarde, en 1988, fue publicado en la Unión Soviética durante la fase aperturista del gobierno de Mijaíl Gorbachov. La obra alcanzó rápidamente un éxito enorme y pasó a ser aclamada como una de las cumbres literarias del siglo XX.

Por cuatro duros. Cómo (no) apañárselas en Estados Unidos (en inglés, Nickel and Dimed: On [Not] Getting By in America) es un libro escrito por Barbara Ehrenreich. Narrado desde su perspectiva como una periodista de investigación encubierta, se propone investigar el impacto de la ley de 1996 que reformaba la asistencia social sobre los trabajadores pobres en los Estados Unidos. En cierto modo es similar al muy anterior Sin blanca en París y Londres (en inglés, Down and Out in Paris and London), de George Orwell; Ganz Unten (Debajo de todos), del periodista alemán de investigación Günter Wallraff; Black Like Me [Negro como yo], de John Howard Griffin; o, aún más anteriores, The Ragged-Trousered Philanthropists, Los filántropos de pantalones harapientos, de Robert Tressell, y Gente del abismo (en inglés, The People of the Abyss), de Jack London. Los acontecimientos relatados en el libro tuvieron lugar entre la primavera de 1998 y el verano de 2000. El libro fue publicado por primera vez en 2001 por Metropolitan Books. Una versión anterior apareció en la forma de un artículo en la edición de enero de 1999 de Harper's Magazine. Ehrenreich escribió más tarde un libro afín, Bait and Switch (publicado en septiembre de 2005), que analiza su intento de encontrar un puesto de trabajo administrativo.

Barbara Ehrenreich declara en su libro que su meta es "ver si yo podía ganar tanto como necesitaba gastar, igual que el verdadero pobre trata de hacer cada día”. Una parte significativa de las críticas que Por cuatro duros ha suscitado es cómo Barbara Ehrenreich comenzó sus aventuras. Manteniendo su objetivo en mente, Barbara Ehrenreich comenzó su estudio con dinero en el bolsillo, que normalmente no es el caso para la clase trabajadora pobre. Un crítico de Barbara Ehrenreich, Michael Tremoglie, escribió: "De acuerdo al Departamento de Comercio, en 1999 el nivel de pobreza para una persona soltera menor de 65 años fue de $8700 por año. Barbara estaba ganando el 170% de eso. Incluso el liberal Economics Policy Institute, establece que un salario digno es 130% del nivel de pobreza”. Por lo tanto, Barbara estaba ganando más de lo que se consideraba el nivel de pobreza, lo que lleva a uno a preguntarse si su libro realmente es producto de una buena investigación. El mismo crítico añade, "¿Ehrenreich estaba ocultando los hechos, o no realizó la investigación adecuada para su libro? Su libro es o investigación de mala calidad o propaganda izquierdista".

Críticas como esta han dado lugar a varias respuestas a la obra de Barbara Ehrenreich. En respuesta a Por cuatro duros, Adam Shepard emprendió un proyecto sobre el que más tarde escribió en su libro Scratch Beginnings: Me, $25, and the Search for the American Dream [Empezar de cero: Yo, $25, y la búsqueda del sueño americano]. Un artículo del 11 de febrero de 2008 en The Christian Science Monitor resume su historia. Con sólo $25 en el bolsillo, Adam Shepard pasó 10 meses en Carolina del Sur; con el tiempo consiguió un trabajo, compró una camioneta y alquiló su propio apartamento. Otra respuesta al libro provino de Charles Platt, autor y exeditor jefe de la revista Wired, que tomó un puesto bajo en una tienda Wal-Mart y relató su experiencia en el blog Boing Boing. Mientras su narración confirmó algunas de las experiencias de Ehrenreich, incluyendo el bajo salario y la naturaleza tediosa del trabajo, Platt también reportó experiencias positivas con los supervisores, los incentivos para recibir capacitación sobre seguridad, y la autonomía de los empleados y el tratamiento que reciben.

La tapa del libro muestra a una camarera, Kimmie Jo Christianson, que, preocupada, echa una mirada sobre su hombro. La foto de Christianson fue tomada en 1986 para una cubierta de la revista Fortune, no relacionada con la obra de Ehrenreich. Después de la publicación de Por cuatro duros, Christianson presentó una demanda legal contra la editorial, y arguyó que usaron su imagen sin su consentimiento. En 2007, un juez dictaminó que el juicio podía avanzar, ya que la tapa no era parte de la narrativa de Ehrenreich sino parte de la estrategia de ventas del libro diseñada por la editorial. El caso fue desestimado más tarde como parte de un acuerdo.

Crank es una novela de Ellen Hopkins publicada en 2004. Se basa libremente en las adicciones de la vida real de su hija a la metanfetamina de cristal. El libro es de lectura obligatoria en "muchas escuelas secundarias, así como en muchos programas de tribunales de drogas y drogas". Sin embargo, el libro ha sido prohibido en muchos lugares debido a quejas de que las descripciones del libro sobre el uso de drogas, el lenguaje adulto y los temas sexuales son inapropiadas para algunos lectores.

Sherman Alexie, Wellpinit, Washington –EE.UU–, 1966, es autor de libros de poesía, relatos, novelas y guiones cinematográficos. En España ha publicado los libros de cuentos La pelea celestial del Llanero Celestial y Toro (1994), El indio más duro del mundo (2001, Diez pequeños indios (Xordica, 2010) y las novelas Blues de la reserva (1995), Indian killer (1997) y El diario completamente verídico de un indio a tiempo parcial (2009). Alexie aparece entre los Veinte Escritores para el siglo XXI seleccionados por el semanario The New Yorker y en la Lista de Mejores Jóvenes Novelistas Americanos de la revista Granta.

Sherman Alexie es un escritor nativo americano, autor de varios libros de cuentos y de al menos una estupenda novela con formato de thriller, Indian Killer, aunque en realidad, como toda su narrativa, trate sobre los problemas de su comunidad y sobre las vicisitudes que acompañan a las identidades culturales minoritarias. Lo mismo ocurre en el caso del libro que nos ocupa, en principio una novela destinada al público juvenil y que, además de ganar el National Book Award de su categoría en 2007, tiene el doble y gran honor de haber sido considerado por la revista Time como "el mejor libro para jóvenes de todos los tiempos" y, por otra parte, figurar en un lugar destacado de la lista de libros prohibidos que recopila anualmente la American Library Association. ¿Las razones? Pues contenido sexual explícito y blasfemias contra diversas instituciones e incluso la religión. En algunos lugares como Alabama se los tomarán a mal.

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