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El realismo sucio (en inglés: dirty realism) es un
movimiento literario originado en Estados Unidos, desarrollado sobre
todo en la primera mitad del siglo XX; el cual pretende reducir
la narración —especialmente el relato corto (es decir, el cuento)—
a sus elementos fundamentales. Se trata de una derivación del minimalismo;
conteniendo características propias. Al igual que aquel, el realismo
sucio se caracteriza por su tendencia a la sobriedad, la precisión
y una parquedad extrema en el uso de las palabras en todo lo que
se refiera a descripción. Los objetos, los personajes, las situaciones:
deben hallarse caracterizadas de la manera más concisa y superficial
posible. El uso del adverbio y la adjetivación quedan reducidos
al mínimo, dado que estos autores prefieren que sea el contexto
el que sugiera el sentido profundo de la obra. En cuanto a los personajes
típicos, se tiende a retratar seres vulgares y corrientes que llevan
vidas convencionales o cotidianas.
Son representantes del realismo sucio, entre otros,
los narradores estadounidenses: John Fante (1909-1983); Charles
Bukowski (1920-1994); Raymond Carver (1938-1988); Richard Ford (1944);
Tobias Wolff (1945).
Suele adscribirse asimismo a este movimiento una variante
en los países de habla hispana, representada por Los cubanos: Pedro
Juan Gutiérrez (1950); Fernando Velázquez Medina (1951); y Zoé Valdés
(1959). El chileno Marcelo Lillo (1957). El ecuatoriano Pablo Palacio
(1906-1947). El venezolano Argenis Rodríguez (1935-2002). El mexicano
Adolfo Vergara Trujillo (1975). Los españoles Karmelo C. Iribarren
(1959); Roger Wolfe (1962); Ape Rotoma (1967); Héctor Álvarez (1978);
y Juan M. Velázquez (1964). El boliviano Víctor Hugo Viscarra (1958-2006);
llamado: «El Bukowski boliviano». El peruano Richard Parra (1976).
El colombiano Mario Mendoza (1964).
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América sucumbe a la Gran Depresión y la nieve cubre
Colorado. Arturo Bandini, hijo primogénito de emigrantes italianos
instalados en el corazón de los Estados Unidos, está en el tránsito
de entre la infancia y la adolescescencia. Su padre, Svevo, amante
del vino y las mujeres, es albañil, pero en pleno invierno apenas
hay trabajo y la inactividad lo desespera. Su madre, María, es una
católica ferviente, a un tiempo sumisa y feroz. Esperando la primavera
crece el joven Arturo, personaje contradictorio y conmovedor, adolescente
turbulento que intenta abrirse camino en la vida y sobrevivir a
la agobiante presión de una familia rota cuando el padre abandona
el hogar para irse a vivir con una riquísima viuda.
Espera a la primavera, Bandini, es la primera novela
publicada por John Fante, en 1938, y en ella aparece su álter ego
Arturo Bandini, que protagonizará también otras tres novelas. Considerado
un precursor de Charles Bukowski, John Fante fue redescubierto tras
su muerte como uno de los grandes escritores norteamericanos del
siglo XX. La tetralogía Bandini (Espera a la primavera, Bandini;
Pregúntale al polvo; Camino de Los Ángeles y Sueños de Bunker Hill)
se incluye en la selección de sagas de nuestra bibliotecaria,
imprescindible para cualquier amante amante de la literatura del
siglo XX.
Pásate por Intro >> Resumen temático.
La mayoría de sus relatos están ambientados en California.
Hay en las páginas de sus novelas, situaciones lacerantes que se
repiten una y otra vez: la pobreza, la incomunicación o el desprecio
y la xenofobia que sufren los italoamericanos y otras minorías,
por parte de quienes se creen superiores y hacen ostentación de
su supremacía por ser blancos, propietarios, protestantes y pertenecer,
según ellos, al núcleo de descendientes de los primeros colonos.
En sus páginas ocupan un lugar predominante “los perdedores”, quienes
tienen sueños y los ven desmoronarse y hacerse añicos. La crueldad,
la violencia estructural y la lucha por la existencia tienen frecuentemente,
mucho de autobiográfico.
John Fante (Denver, 8 de abril de 1909-Los Ángeles,
8 de mayo de 1983) fue un escritor estadounidense. Nacido en una
familia humilde de origen italiano, estudió en la Universidad de
Colorado y se mudó a California, donde ambientó la mayoría de sus
novelas. Son constantes de sus obras: la pobreza, el catolicismo
en relación con la comunidad italoestadounidense y la incomunicación
en la familia o en la pareja. Su trabajo más conocido es Pregúntale
al polvo (1939), una novela semiautobigráfica acerca de la vida
en Los Ángeles, California, la segunda de una serie de cuatro novelas,
ahora conocidas como "la saga de Arturo Bandini". Trabajó como guionista
en Hollywood y dedicó su vida a la literatura, aunque sólo alcanzó
el pleno reconocimiento de la crítica y del público después de su
muerte. Aunque se considera a Charles Bukowski como el máximo representante
del "realismo sucio", este ha reconocido que en realidad se inspiró
en John Fante, afirmando que él era uno de sus principales autores
de referencia. En los últimos tiempos, y gracias también a Bukowski
y a John Martin, editor de ambos, la obra de Fante ha sido reeditada
y divulgada.
John Thomas Fante nació en un ambiente relativamente
pobre en Denver, Colorado, el 8 de abril de 1909. Su padre, Nicola
Fante Albomeo, era italiano natural de Torricella Peligna, Abruzzo,
y su madre, Maria Capoluongo, de ascendencia italiana, oriunda de
Chicago. Su educación se desarrolló en diversas escuelas católicas
de Boulder, Colorado, y también, aunque brevemente, en la Universidad
de Colorado. En 1929 abandonó los estudios y se mudó a California,
para concentrarse en su carrera de escritor. Se instaló en Wilmington,
Long Beach, y luego en el distrito de Bunker Hill (Los Ángeles).
El pasado año se cumplieron 40 años de la muerte
de uno de los escritores fundamentales del siglo XX que, sin embargo,
poca gente conoce aún. Casi treinta años después de que el biógrafo
de Fante, Stephen Cooper, rescatara sus últimos 18 relatos guardados
en un cajón dentro de una habitación secreta que custodiaba la viuda
del escritor, Joyce, la editorial Anagrama los publicó en
esas fechas gracias a la magnífica traducción de Antonio-Prometeo
Moya. El libro se titula con el nombre de uno de ellos, Hambre.
Después de fracasar en su intento de publicar numerosos
relatos en la revista The American Mercury, finalmente uno de ellos,
titulado "Altar Boy" ("Monaguillo"), fue aceptado, con una única
condición: que Fante mismo escribiese a máquina el manuscrito. La
etapa central de su carrera como escritor está marcada por lo que
se conoce como la "Saga de Arturo Bandini", serie de cuatro novelas
protagonizadas por un alter ego, también de ascendencia italiana
y además pobre, del propio Fante. La última de ellas, Sueños de
Bunker Hill, se la tuvo que dictar a su esposa Joyce, debido a las
complicaciones (incluida la ceguera) causadas por su avanzada diabetes.
Aparte de novelas, Fante escribió relatos, novelas cortas y guiones
de cine, entre los que destaca Walk on the Wild, que después protagonizó
Jane Fonda en su primer papel acreditado, y que se basaba en una
novela de Nelson Algren. Entre otros guiones de cine se puede citar
The Reluctant Saint, de Edward Dmytryk, protagonizada por Maximilian
Schell. El propio Fante reconoció que estos guiones para el cine
no eran más que una manera de ganarse la vida, por lo que carecen
de interés literario.
El hijo de John Fante, Dan Fante, también es escritor,
y ha adoptado algunos de los rasgos de su padre, como el de incluir
personajes protagonistas semiautobiográficos en las novelas. Como
cuenta su hijo, John tuvo una muerte muy lenta, pues llegó a la
vejez ciego y sin piernas por causa de la diabetes. Murió en 1983
en Woodland Hills, California. Si bien en sus últimos años de vida
gozó de cierto éxito entre el público y la crítica –con la reimpresión
de sus primeros trabajos a cargo de la editorial Black Sparrow–,
fue reconocido póstumamente pocos años más tarde.
La mayor parte de las obras de Fante se centran en
las desventuras de personajes perdedores en medio de una sociedad
cruel. Sus protagonistas casi siempre tienen mucho que ver con el
autor: italoestadounidenses, católicos, pobres, perdidos en la realidad
menos glamourosa de Los Ángeles, suele tratarse de personajes solitarios
con problemas para comunicarse con los que les rodean (familia,
amigos, pareja), y con sueños que casi nunca llegan a materializarse.
Su estilo claro, cortante, con rasgos de humor y de violencia, hace
que sus obras sean fáciles de leer y de apreciar. Sus novelas, que
en su época pasaron bastante desapercibidas, fueron recuperadas
bastantes años más tarde, cuando Charles Bukowski, al que se considera
uno de los mayores exponentes del realismo sucio, invocó el nombre
de Fante como una de sus influencias principales. Eso hizo que John
Martin reeditara Pregúntale al polvo, probablemente la novela más
conocida de Fante, y la convirtiera en un gran éxito de ventas casi
cincuenta años después de su publicación. Actualmente, Pregúntale
al polvo (junto con las demás novelas de la tetralogía de Bandini)
está considerada como una de las mejores descripciones de la vida
en el Los Ángeles de los años 1930.
Bukowski, retratado en París en 1978 bajo el
prisma de Ulf Andersen para Getty Images.
Heinrich Karl Bukowski (Andernach, Alemania, 16 de
agosto de 1920-San Pedro, los Ángeles, 9 de marzo de 1994), conocido
como (Henry) Charles Bukowski, fue un escritor de relatos, novelista
y poeta estadounidense nacido en Alemania, representante del realismo
sucio y considerado como un «poeta maldito», debido a su excesivo
alcoholismo, pobreza y bohemia. La obra literaria de Bukowski está
fuertemente influida por la atmósfera de la ciudad de Los Ángeles,
donde pasó la mayor parte de su vida. Hoy en día es considerado
uno de los escritores más influyentes de la literatura estadounidense
y uno de los símbolos del «realismo sucio» y de la literatura independiente.
Bukowski escribió libros de diversos géneros, tales como: diarios,
relatos, novelas, poesías, ensayos e incluso llegó a escribir Barfly,
un guion cinematográfico basado en su alter ego Henry Chinaski,
dirigida por el cineasta francés Barbet Schroeder, película en donde
realizó un cameo en un bar. Esta experiencia la recopiló en una
novela, Hollywood (1989).
En 1969, después de que el editor John Martin de Black
Sparrow Press le prometiera una remuneración de cien dólares mensuales
de por vida, Bukowski dejó de trabajar en la oficina de correos,
para dedicarse a tiempo completo a la escritura. Tenía entonces
49 años. Como él mismo explicó en una carta en ese entonces, «tengo
dos opciones, permanecer en la oficina de correos y volverme loco…
o quedarme fuera y jugar a ser escritor y morirme de hambre. He
decidido morir de hambre». Pasó menos de un mes tras dejar el trabajo
en la oficina de Correos, cuando acabó su primera novela, Post Office
(titulada Cartero en español).
Argenis Rodríguez fue un novelista y ensayista venezolano,
nació el 27 de noviembre de 1935, en Santa María de Ipire, estado
Guárico, Venezuela, y murió el 6 de marzo del año 2000, en San Juan
de los Morros, Guárico, Venezuela. Se suicidó a los 64 años de edad.
Autor de una extensa obra marcada por lo testimonial, considerado
“escritor underground” y “escritor maldito”, fue uno de los escritores
más prolíficos de Venezuela, y en su obra destacan sus libros Entre
las breñas y Escrito con odio —en los que recuenta algunos de los
momentos más agrios de la vida política venezolana de la segunda
mitad del siglo XX.
El escritor estadunidense Jerome David Salinger era
un bicho raro. Huidizo, huraño, celoso de su privacidad hasta extremos
delirantes, mostraba un absoluto desdén por las entrevistas, los
reflectores, el aplauso… Una vez que alcanzó la fama, se recluyó
en su granja de Cornish, New Hampshire y le dio la espalda al mundo
hasta el día de su muerte, el 27 de enero de 2010. Aunque creó otras
obras excelentes –Nueve cuentos, Franny y Zooey, Levantad, carpinteros,
la viga del tejado y Seymour: una introducción–, J. D. Salinger
es recordado, sobre todo, por El guardián entre el centeno (The
catcher in the rye), publicada por primera vez en 1951.
William Sydney Porter, mejor conocido simplemente
como O. Henry, es uno de los máximos exponentes de este estilo,
aunque también habría que destacar otros autores como Jerome David
Salinger o algunos más actuales como Charles Michael Palahniuk,
Michelle Houellebecq y William S. Burroughs. El crítico literario
Bill Buford es uno de los que le dio el nombre de "realismo sucio"
a este movimiento en un artículo que escribió para la revista Granta.
En este tipo de novelas, los personajes suelen ser fracasados o
marginales sociales que, a menudo, se muestran muchas veces perdidos
o frustrados con el estilo de vida y con el entorno que los rodea.
Las temáticas pueden girar en torno a las drogas, el sexo, la violencia
o el maltrato, por poner unos ejemplos. Siempre se desarrollan tramas
que se alejen de situaciones ficticias. También es importante el
contexto en el que suelen desarrollarse las historias y que suele
ser modesto, ambientes de clase media o clase obrera. A su vez,
las tramas no resuelven mayores conflictos cuando llega a su final.
Es un recurso que se utiliza para demostrar que el desarrollo de
la vida continúa de forma normal.
En España, estuvieron, por un lado, los autores cuyas
obras fueron escritas en español, pero el realismo sucio también
tuvo mucho éxito en euskera. Así, en español fueron relevantes Karmelo
Iribarren y Juan Velázquez. Mientras que en euskera, los máximos
exponentes del movimiento literario fueron Mar Escribano e Iban
Zaldua.
Florent-Claude Labrouste tiene cuarenta y seis años,
detesta su nombre y se medica con Captorix, un antidepresivo que
libera serotonina y que tiene tres efectos adversos: náuseas, desaparición
de la libido e impotencia. Su periplo arranca en Almería –con un
encuentro en una gasolinera con dos chicas que hubiera acabado de
otra manera si protagonizasen una película romántica, o una pornográfica–,
sigue por las calles de París y después por Normandía, donde los
agricultores están en pie de guerra. Francia se hunde, la Unión
Europea se hunde, la vida sin rumbo de Florent-Claude se hunde.
El amor es una entelequia. El sexo es una catástrofe. La cultura
–ni siquiera Proust o Thomas Mann– no es una tabla de salvación.
Florent-Claude descubre unos escabrosos vídeos pornográficos en
los que aparece su novia japonesa, deja el trabajo y se va a vivir
a un hotel. Deambula por la ciudad, visita bares, restaurantes y
supermercados.
Filosofa y despotrica. También repasa sus relaciones
amorosas, marcadas siempre por el desastre, en ocasiones cómico
y en otras patético (con una danesa que trabajaba en Londres en
un bufete de abogados, con una aspirante a actriz que no llegó a
triunfar y acabó leyendo textos de Blanchot por la radio...). Se
reencuentra con un viejo amigo aristócrata, cuya vida parecía perfecta
pero ya no lo es porque su mujer le ha abandonado por un pianista
inglés y se ha llevado a sus dos hijas. Y ese amigo le enseña a
manejar un fusil... Nihilista lúcido, Michel Houellebecq construye
un personaje y narrador desarraigado, obsesivo y autodestructivo,
que escruta su propia vida y el mundo que le rodea con un humor
áspero y una virulencia desgarradora. Serotonina demuestra que sigue
siendo un cronista despiadado de la decadencia de la sociedad occidental
del siglo XXI, un escritor indómito, incómodo y totalmente imprescindible.
El almuerzo desnudo, una de las novelas más míticas
de la literatura norteamericana, es un descenso a los infiernos
de la droga y una denuncia horrorizada y sardónica, onírica y alucinatoria
de la sociedad actual, un mundo sin esperanza ni futuro. Burroughs
dispara sus flechas contra las religiones, el ejército, la universidad,
la sexualidad, la justicia corrupta, los traficantes tramposos,
el colonialismo, la burocracia y la psiquiatría representada por
el siniestro Dr. Benway, el gran manipulador de conciencias, el
experto en control total.
La más famosa novela de Tom Sharpe, en la que el autor
no deja títere con cabeza. El protagonista, Henry Wilt, encadenado
a un empleo demencial como profesor en un politécnico, acaba de
ver postergado su ascenso una vez más. Mientras, las cosas no marchan
mejor en casa, donde su maciza esposa, Eva, se entrega a imprevisibles
arrebatos de entusiasmo por la meditación trascendental, el yoga
o la última novedad recién olfateada. Wilt, que se siente impotente
con respecto a su empleo, no vacila en entregarse a fantasías cada
vez más asesinas y concretas acerca de su mujer, con la colaboración
de una espectacular muñeca hinchable. A partir de la inopinada desaparición
de Eva, Wilt se encuentra encartado como principal sospechoso de
la presunta muerte de su esposa, y se pone en marcha una desopilante
investigación policíaca.
Diez años después de Trainspotting, Sick Boy está
en franca decadencia. Acaba de dejar su piso en un barrio pijo de
Londres y se ha mudado a un agujero miserable, y tras una noche
de drogas y sexo indiscriminados, decide aceptar la oferta de su
tía Paula: lo dejará a cargo de su pub en Leith y se marchará con
su amante español a Alicante. Pero en el Port Sunshine el negocio
no está solamente en las bebidas: Sick Boy descubre que un grupo
liderado por «Juice» Terry Lawson, su antiguo conocido, se reúne
a follar y a filmar sus orgías en uno de los salones privados. Y
que en Edimburgo hay un floreciente negocio de vídeos porno realizados
en las trastiendas de los pubs, con los clientes como estrellas.
Y Sick Boy, que siempre está maquinando negocios, se pondrá, con
la ayuda de la guapa Nikki Fuller-Smith, estudiante de cine de día
y trabajadora del sexo por las noches, a hacer una película porno
de altura, con calidad suficiente como para ser vendida internacionalmente
y circular por Internet. Y también incluirá en el equipo a su viejo
amigo Renton, el que diez años antes los traicionó y huyó a Ámsterdam
con el dinero del alijo de heroína. Pero cuando Sick Boy maquina
algo, la cosa tiene más complicaciones y trampas que la tela de
una araña, y entre los hilos también se mueven Spud, el único que
había recibido a escondidas su parte del dinero de la droga, y Begbie,
el psicópata del grupo, que después de pasar unos años en la cárcel
volverá a la acción aún más paranoico y furioso que antes.
Ewen Bremner, Ewan McGregor y Robert Carlyle en la
adaptación para cine de Trainspotting.
Trainspotting es la primera novela de Irvine Welsh,
publicada en 1993. En un tono bastante directo y a la vez humorístico,
la novela se desarrolla a finales de los años 80s y trata la áspera,
colorida y vigorosa vida de un grupo de jóvenes heroinómanos, desocupados,
borrachos y adictos al fútbol, coito y rock and roll que nacieron
en el lado duro de la vida, que no tienen otra salida que escapar
o amortiguar el dolor de existir (porque saben que nada o casi nada
va a cambiar) y que se involucran en actividades ilícitas y destructivas
que funcionan también como adicciones y combustible para dejarse
llevar. Está escrita como relatos cortos interrelacionados en escocés,
escocés británico e inglés británico usando mucha jerga callejera
típica del círculo social y lugares de procedencia de los personajes
como Leith y Edimburgo.
En esta novela autobiográfica de sus años de juventud,
el autor nos describe la vida de su alter ego Henry Chinaski saltando
de un empleo a otro, todos sórdidos, duros, sin sentido, emborrachándose
a muerte, con la obsesión de follar, intentando materializar su
vida de escritor y nos ofrece una visión brutalmente divertida y
melancólicamente horrorizada de la ética del trabajo, de cómo doblega
el «alma» de los hombres. Se ha dicho que Bukowski con su prosa
lacónica, escueta y contundente como un uppercut es el novelista
atroz de la gran selva urbana, de los desheredados, las prostitutas,
los borrachos, los desechos humanos del Sueño Americano a nivel
del arroyo, y se le ha comparado con Henry Miller, Céline y Hemingway.
Amador es el consejero y número dos de la facción
criminal de Lokos, el grupo ultra del FC Barcelona. Extorsionan,
pegan palizas, mueven droga y destruyen a bandas enemigas. Su kapo
es Alberto Cid, alias el Cid, un psicópata sin alma ni escrúpulos.
Amador y el Cid, legendarios skinheads neonazis del gol sur durante
los ochenta y noventa, fueron inseparables durante años, hasta que
algo los distanció. Amador acarrea muchos secretos, y el mayor de
ellos es su homosexualidad, que de salir a la luz le costaría la
vida. Su padre, antiguo delincuente y leyenda local, está gravemente
enfermo, y su agonía abre cicatrices de infancia que Amador creía
cerradas.
Fight Club (conocida como El club de la lucha en España
y como El club de la pelea en Hispanoamérica) es una novela publicada
en 1996 por Chuck Palahniuk, siendo esta su ópera prima. La trama
gira en torno a un protagonista sin nombre que lucha contra su creciente
molestia hacia el consumismo y los cambios del estado de la masculinidad
en la cultura estadounidense. En un intento por superarla, crea
un club de boxeo clandestino como nueva forma de terapia. La novela
fue adaptada al cine con el mismo título en 1999 por el director
David Fincher, lo que haría que la historia se convirtiera en un
fenómeno de la cultura popular. Por su popularidad, la novela se
ha convertido en blanco de muchas críticas, principalmente por sus
descripciones explícitas de violencia. Su secuela titulada Fight
Club 2 fue lanzada en formato cómic en mayo de 2015.
Bajo un sombrío puente de la Panamericana, en Lima,
el protagonista de esta intensa novela se encuentra de casualidad
con un excompañero de colegio. Las circunstancias harán que emprendan
juntos viaje al sur, montados en la carga de un camión y junto a
tres jóvenes de bajo estrato. El viaje, que se supone corto, se
convierte en una inesperada odisea que evoca la paradoja de Aquiles
y la tortuga, produciéndoles la inquietante sensación de que nunca
van a llegar. Narrado de forma intercalada y con la frescura propia
de la oralidad, es el mismo protagonista quien habrá de contar la
historia veintitantos años después a su buena amiga Aurora, convaleciente
en una clínica barcelonesa tras una complicada operación. Novela
de carretera, realismo sucio, picaresca y algo de punk rock, Horizonte
tardío es al mismo tiempo un retrato vívido del Perú de finales
del siglo XX, en el que se mezclan crueldad, ternura o delirio.
El libro de Sarah es la novela más divertida que leerás
sobre un divorcio, pero también la novela más triste que puedas
encontrar sobre un enamoramiento. Lo que está claro es que es un
retrato inmisericorde del propio autor, de su adicción a la bebida
y las drogas, de su incapacidad para cuidar a los hijos, de sus
problemas con la policía. Scott McClanahan es el protagonista absoluto
de un libro que no es otra cosa que un camino hacia la destrucción
y el desastre, durante el proceso de separación de su primera esposa
(la Sarah del título). Como trasfondo, el mundo white trash de Virginia
Occidental y los aparcamientos de Walmart con los Apalaches en lontanaza.
Uno de los más conspicuos modernistas de este país,
Dani Llabrés, autor del superventas Mods. Guía para una vida elegante,
ha coescrito (a dos manos y medio cerebro) junto a Max Martí -otro
buen elemento- esta disparatada novela pulp con el trasfondo musical
marca de la casa. Ahí va el argumento: “Alguien camina angustiado
por el largo pasillo de una casa. Su familia le espera para comer.
Es el día de Navidad. Entra en el salón y se tira por la ventana.
A partir de ahí la narración retrocede veinticuatro horas para dar
a conocer a los protagonistas de esta historia. Gabriel, un saxofonista
recién salido de un manicomio. Don Jesús, un viejo anarquista con
debilidad por las bombas caseras. José, un director de banco que
lleva meses ocultando su despido. Y María, una jugadora de póquer
que debe una importante suma de dinero a un mafioso de la Europa
del Este. Navidades suicidas es un cruce de caminos repleto de humor,
giros inesperados y situaciones extremas que llevarán a sus cuatro
perdedores hasta una ventana abierta al vacío en plena comida de
Navidad”.
Álex y Paula se conocen desde niños. Han compartido
juegos, castigos, litronas y el sueño de crecer y largarse de Villa
de la Fuente. Son un refugio el uno para el otro, lo que consigue
florecer en un pueblo invadido por lo feo, la desgracia y lo doloroso.
Quieren decirse muchas cosas, pero las palabras les quedan grandes,
así que se graban casetes. Hacen planes mientras todos duermen.
Algún día, se prometen, empezarán de cero en otro sitio. No saben
que Villa de la Fuente, con todos sus miedos, su miseria y su odio
escondidos tras cada ventana, está dispuesta a perseguirlos allá
donde vayan.
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