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Realismo sucio.
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29-Junio-2024

El realismo sucio (en inglés: dirty realism) es un movimiento literario originado en Estados Unidos, desarrollado sobre todo en la primera mitad del siglo XX; el cual pretende reducir la narración —especialmente el relato corto (es decir, el cuento)— a sus elementos fundamentales. Se trata de una derivación del minimalismo; conteniendo características propias. Al igual que aquel, el realismo sucio se caracteriza por su tendencia a la sobriedad, la precisión y una parquedad extrema en el uso de las palabras en todo lo que se refiera a descripción. Los objetos, los personajes, las situaciones: deben hallarse caracterizadas de la manera más concisa y superficial posible. El uso del adverbio y la adjetivación quedan reducidos al mínimo, dado que estos autores prefieren que sea el contexto el que sugiera el sentido profundo de la obra. En cuanto a los personajes típicos, se tiende a retratar seres vulgares y corrientes que llevan vidas convencionales o cotidianas.

Son representantes del realismo sucio, entre otros, los narradores estadounidenses: John Fante (1909-1983); Charles Bukowski (1920-1994); Raymond Carver (1938-1988); Richard Ford (1944); Tobias Wolff (1945).

Suele adscribirse asimismo a este movimiento una variante en los países de habla hispana, representada por Los cubanos: Pedro Juan Gutiérrez (1950); Fernando Velázquez Medina (1951); y Zoé Valdés (1959). El chileno Marcelo Lillo (1957). El ecuatoriano Pablo Palacio (1906-1947). El venezolano Argenis Rodríguez (1935-2002). El mexicano Adolfo Vergara Trujillo (1975). Los españoles Karmelo C. Iribarren (1959); Roger Wolfe (1962); Ape Rotoma (1967); Héctor Álvarez (1978); y Juan M. Velázquez (1964). El boliviano Víctor Hugo Viscarra (1958-2006); llamado: «El Bukowski boliviano». El peruano Richard Parra (1976). El colombiano Mario Mendoza (1964).

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América sucumbe a la Gran Depresión y la nieve cubre Colorado. Arturo Bandini, hijo primogénito de emigrantes italianos instalados en el corazón de los Estados Unidos, está en el tránsito de entre la infancia y la adolescescencia. Su padre, Svevo, amante del vino y las mujeres, es albañil, pero en pleno invierno apenas hay trabajo y la inactividad lo desespera. Su madre, María, es una católica ferviente, a un tiempo sumisa y feroz. Esperando la primavera crece el joven Arturo, personaje contradictorio y conmovedor, adolescente turbulento que intenta abrirse camino en la vida y sobrevivir a la agobiante presión de una familia rota cuando el padre abandona el hogar para irse a vivir con una riquísima viuda.

Espera a la primavera, Bandini, es la primera novela publicada por John Fante, en 1938, y en ella aparece su álter ego Arturo Bandini, que protagonizará también otras tres novelas. Considerado un precursor de Charles Bukowski, John Fante fue redescubierto tras su muerte como uno de los grandes escritores norteamericanos del siglo XX. La tetralogía Bandini (Espera a la primavera, Bandini; Pregúntale al polvo; Camino de Los Ángeles y Sueños de Bunker Hill) se incluye en la selección de sagas de nuestra bibliotecaria, imprescindible para cualquier amante amante de la literatura del siglo XX.

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La mayoría de sus relatos están ambientados en California. Hay en las páginas de sus novelas, situaciones lacerantes que se repiten una y otra vez: la pobreza, la incomunicación o el desprecio y la xenofobia que sufren los italoamericanos y otras minorías, por parte de quienes se creen superiores y hacen ostentación de su supremacía por ser blancos, propietarios, protestantes y pertenecer, según ellos, al núcleo de descendientes de los primeros colonos. En sus páginas ocupan un lugar predominante “los perdedores”, quienes tienen sueños y los ven desmoronarse y hacerse añicos. La crueldad, la violencia estructural y la lucha por la existencia tienen frecuentemente, mucho de autobiográfico.

John Fante (Denver, 8 de abril de 1909-Los Ángeles, 8 de mayo de 1983) fue un escritor estadounidense. Nacido en una familia humilde de origen italiano, estudió en la Universidad de Colorado y se mudó a California, donde ambientó la mayoría de sus novelas. Son constantes de sus obras: la pobreza, el catolicismo en relación con la comunidad italoestadounidense y la incomunicación en la familia o en la pareja. Su trabajo más conocido es Pregúntale al polvo (1939), una novela semiautobigráfica acerca de la vida en Los Ángeles, California, la segunda de una serie de cuatro novelas, ahora conocidas como "la saga de Arturo Bandini". Trabajó como guionista en Hollywood y dedicó su vida a la literatura, aunque sólo alcanzó el pleno reconocimiento de la crítica y del público después de su muerte. Aunque se considera a Charles Bukowski como el máximo representante del "realismo sucio", este ha reconocido que en realidad se inspiró en John Fante, afirmando que él era uno de sus principales autores de referencia. En los últimos tiempos, y gracias también a Bukowski y a John Martin, editor de ambos, la obra de Fante ha sido reeditada y divulgada.

John Thomas Fante nació en un ambiente relativamente pobre en Denver, Colorado, el 8 de abril de 1909. Su padre, Nicola Fante Albomeo, era italiano natural de Torricella Peligna, Abruzzo, y su madre, Maria Capoluongo, de ascendencia italiana, oriunda de Chicago. Su educación se desarrolló en diversas escuelas católicas de Boulder, Colorado, y también, aunque brevemente, en la Universidad de Colorado. En 1929 abandonó los estudios y se mudó a California, para concentrarse en su carrera de escritor. Se instaló en Wilmington, Long Beach, y luego en el distrito de Bunker Hill (Los Ángeles).

El pasado año se cumplieron 40 años de la muerte de uno de los escritores fundamentales del siglo XX que, sin embargo, poca gente conoce aún. Casi treinta años después de que el biógrafo de Fante, Stephen Cooper, rescatara sus últimos 18 relatos guardados en un cajón dentro de una habitación secreta que custodiaba la viuda del escritor, Joyce, la editorial Anagrama los publicó en esas fechas gracias a la magnífica traducción de Antonio-Prometeo Moya. El libro se titula con el nombre de uno de ellos, Hambre.

Después de fracasar en su intento de publicar numerosos relatos en la revista The American Mercury, finalmente uno de ellos, titulado "Altar Boy" ("Monaguillo"), fue aceptado, con una única condición: que Fante mismo escribiese a máquina el manuscrito. La etapa central de su carrera como escritor está marcada por lo que se conoce como la "Saga de Arturo Bandini", serie de cuatro novelas protagonizadas por un alter ego, también de ascendencia italiana y además pobre, del propio Fante. La última de ellas, Sueños de Bunker Hill, se la tuvo que dictar a su esposa Joyce, debido a las complicaciones (incluida la ceguera) causadas por su avanzada diabetes. Aparte de novelas, Fante escribió relatos, novelas cortas y guiones de cine, entre los que destaca Walk on the Wild, que después protagonizó Jane Fonda en su primer papel acreditado, y que se basaba en una novela de Nelson Algren. Entre otros guiones de cine se puede citar The Reluctant Saint, de Edward Dmytryk, protagonizada por Maximilian Schell. El propio Fante reconoció que estos guiones para el cine no eran más que una manera de ganarse la vida, por lo que carecen de interés literario.

El hijo de John Fante, Dan Fante, también es escritor, y ha adoptado algunos de los rasgos de su padre, como el de incluir personajes protagonistas semiautobiográficos en las novelas. Como cuenta su hijo, John tuvo una muerte muy lenta, pues llegó a la vejez ciego y sin piernas por causa de la diabetes. Murió en 1983 en Woodland Hills, California. Si bien en sus últimos años de vida gozó de cierto éxito entre el público y la crítica –con la reimpresión de sus primeros trabajos a cargo de la editorial Black Sparrow–, fue reconocido póstumamente pocos años más tarde.

La mayor parte de las obras de Fante se centran en las desventuras de personajes perdedores en medio de una sociedad cruel. Sus protagonistas casi siempre tienen mucho que ver con el autor: italoestadounidenses, católicos, pobres, perdidos en la realidad menos glamourosa de Los Ángeles, suele tratarse de personajes solitarios con problemas para comunicarse con los que les rodean (familia, amigos, pareja), y con sueños que casi nunca llegan a materializarse. Su estilo claro, cortante, con rasgos de humor y de violencia, hace que sus obras sean fáciles de leer y de apreciar. Sus novelas, que en su época pasaron bastante desapercibidas, fueron recuperadas bastantes años más tarde, cuando Charles Bukowski, al que se considera uno de los mayores exponentes del realismo sucio, invocó el nombre de Fante como una de sus influencias principales. Eso hizo que John Martin reeditara Pregúntale al polvo, probablemente la novela más conocida de Fante, y la convirtiera en un gran éxito de ventas casi cincuenta años después de su publicación. Actualmente, Pregúntale al polvo (junto con las demás novelas de la tetralogía de Bandini) está considerada como una de las mejores descripciones de la vida en el Los Ángeles de los años 1930.

Bukowski, retratado en París en 1978 bajo el prisma de Ulf Andersen para Getty Images.

Heinrich Karl Bukowski (Andernach, Alemania, 16 de agosto de 1920-San Pedro, los Ángeles, 9 de marzo de 1994), conocido como (Henry) Charles Bukowski, fue un escritor de relatos, novelista y poeta estadounidense nacido en Alemania, representante del realismo sucio y considerado como un «poeta maldito», debido a su excesivo alcoholismo, pobreza y bohemia. La obra literaria de Bukowski está fuertemente influida por la atmósfera de la ciudad de Los Ángeles, donde pasó la mayor parte de su vida. Hoy en día es considerado uno de los escritores más influyentes de la literatura estadounidense y uno de los símbolos del «realismo sucio» y de la literatura independiente. Bukowski escribió libros de diversos géneros, tales como: diarios, relatos, novelas, poesías, ensayos e incluso llegó a escribir Barfly, un guion cinematográfico basado en su alter ego Henry Chinaski, dirigida por el cineasta francés Barbet Schroeder, película en donde realizó un cameo en un bar. Esta experiencia la recopiló en una novela, Hollywood (1989).

En 1969, después de que el editor John Martin de Black Sparrow Press le prometiera una remuneración de cien dólares mensuales de por vida, Bukowski dejó de trabajar en la oficina de correos, para dedicarse a tiempo completo a la escritura. Tenía entonces 49 años. Como él mismo explicó en una carta en ese entonces, «tengo dos opciones, permanecer en la oficina de correos y volverme loco… o quedarme fuera y jugar a ser escritor y morirme de hambre. He decidido morir de hambre». Pasó menos de un mes tras dejar el trabajo en la oficina de Correos, cuando acabó su primera novela, Post Office (titulada Cartero en español).

Argenis Rodríguez fue un novelista y ensayista venezolano, nació el 27 de noviembre de 1935, en Santa María de Ipire, estado Guárico, Venezuela, y murió el 6 de marzo del año 2000, en San Juan de los Morros, Guárico, Venezuela. Se suicidó a los 64 años de edad. Autor de una extensa obra marcada por lo testimonial, considerado “escritor underground” y “escritor maldito”, fue uno de los escritores más prolíficos de Venezuela, y en su obra destacan sus libros Entre las breñas y Escrito con odio —en los que recuenta algunos de los momentos más agrios de la vida política venezolana de la segunda mitad del siglo XX.

El escritor estadunidense Jerome David Salinger era un bicho raro. Huidizo, huraño, celoso de su privacidad hasta extremos delirantes, mostraba un absoluto desdén por las entrevistas, los reflectores, el aplauso… Una vez que alcanzó la fama, se recluyó en su granja de Cornish, New Hampshire y le dio la espalda al mundo hasta el día de su muerte, el 27 de enero de 2010. Aunque creó otras obras excelentes –Nueve cuentos, Franny y Zooey, Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción–, J. D. Salinger es recordado, sobre todo, por El guardián entre el centeno (The catcher in the rye), publicada por primera vez en 1951.

William Sydney Porter, mejor conocido simplemente como O. Henry, es uno de los máximos exponentes de este estilo, aunque también habría que destacar otros autores como Jerome David Salinger o algunos más actuales como Charles Michael Palahniuk, Michelle Houellebecq y William S. Burroughs. El crítico literario Bill Buford es uno de los que le dio el nombre de "realismo sucio" a este movimiento en un artículo que escribió para la revista Granta. En este tipo de novelas, los personajes suelen ser fracasados o marginales sociales que, a menudo, se muestran muchas veces perdidos o frustrados con el estilo de vida y con el entorno que los rodea. Las temáticas pueden girar en torno a las drogas, el sexo, la violencia o el maltrato, por poner unos ejemplos. Siempre se desarrollan tramas que se alejen de situaciones ficticias. También es importante el contexto en el que suelen desarrollarse las historias y que suele ser modesto, ambientes de clase media o clase obrera. A su vez, las tramas no resuelven mayores conflictos cuando llega a su final. Es un recurso que se utiliza para demostrar que el desarrollo de la vida continúa de forma normal.

En España, estuvieron, por un lado, los autores cuyas obras fueron escritas en español, pero el realismo sucio también tuvo mucho éxito en euskera. Así, en español fueron relevantes Karmelo Iribarren y Juan Velázquez. Mientras que en euskera, los máximos exponentes del movimiento literario fueron Mar Escribano e Iban Zaldua.

Florent-Claude Labrouste tiene cuarenta y seis años, detesta su nombre y se medica con Captorix, un antidepresivo que libera serotonina y que tiene tres efectos adversos: náuseas, desaparición de la libido e impotencia. Su periplo arranca en Almería –con un encuentro en una gasolinera con dos chicas que hubiera acabado de otra manera si protagonizasen una película romántica, o una pornográfica–, sigue por las calles de París y después por Normandía, donde los agricultores están en pie de guerra. Francia se hunde, la Unión Europea se hunde, la vida sin rumbo de Florent-Claude se hunde. El amor es una entelequia. El sexo es una catástrofe. La cultura –ni siquiera Proust o Thomas Mann– no es una tabla de salvación. Florent-Claude descubre unos escabrosos vídeos pornográficos en los que aparece su novia japonesa, deja el trabajo y se va a vivir a un hotel. Deambula por la ciudad, visita bares, restaurantes y supermercados.

Filosofa y despotrica. También repasa sus relaciones amorosas, marcadas siempre por el desastre, en ocasiones cómico y en otras patético (con una danesa que trabajaba en Londres en un bufete de abogados, con una aspirante a actriz que no llegó a triunfar y acabó leyendo textos de Blanchot por la radio...). Se reencuentra con un viejo amigo aristócrata, cuya vida parecía perfecta pero ya no lo es porque su mujer le ha abandonado por un pianista inglés y se ha llevado a sus dos hijas. Y ese amigo le enseña a manejar un fusil... Nihilista lúcido, Michel Houellebecq construye un personaje y narrador desarraigado, obsesivo y autodestructivo, que escruta su propia vida y el mundo que le rodea con un humor áspero y una virulencia desgarradora. Serotonina demuestra que sigue siendo un cronista despiadado de la decadencia de la sociedad occidental del siglo XXI, un escritor indómito, incómodo y totalmente imprescindible.

El almuerzo desnudo, una de las novelas más míticas de la literatura norteamericana, es un descenso a los infiernos de la droga y una denuncia horrorizada y sardónica, onírica y alucinatoria de la sociedad actual, un mundo sin esperanza ni futuro. Burroughs dispara sus flechas contra las religiones, el ejército, la universidad, la sexualidad, la justicia corrupta, los traficantes tramposos, el colonialismo, la burocracia y la psiquiatría representada por el siniestro Dr. Benway, el gran manipulador de conciencias, el experto en control total.

La más famosa novela de Tom Sharpe, en la que el autor no deja títere con cabeza. El protagonista, Henry Wilt, encadenado a un empleo demencial como profesor en un politécnico, acaba de ver postergado su ascenso una vez más. Mientras, las cosas no marchan mejor en casa, donde su maciza esposa, Eva, se entrega a imprevisibles arrebatos de entusiasmo por la meditación trascendental, el yoga o la última novedad recién olfateada. Wilt, que se siente impotente con respecto a su empleo, no vacila en entregarse a fantasías cada vez más asesinas y concretas acerca de su mujer, con la colaboración de una espectacular muñeca hinchable. A partir de la inopinada desaparición de Eva, Wilt se encuentra encartado como principal sospechoso de la presunta muerte de su esposa, y se pone en marcha una desopilante investigación policíaca.

Diez años después de Trainspotting, Sick Boy está en franca decadencia. Acaba de dejar su piso en un barrio pijo de Londres y se ha mudado a un agujero miserable, y tras una noche de drogas y sexo indiscriminados, decide aceptar la oferta de su tía Paula: lo dejará a cargo de su pub en Leith y se marchará con su amante español a Alicante. Pero en el Port Sunshine el negocio no está solamente en las bebidas: Sick Boy descubre que un grupo liderado por «Juice» Terry Lawson, su antiguo conocido, se reúne a follar y a filmar sus orgías en uno de los salones privados. Y que en Edimburgo hay un floreciente negocio de vídeos porno realizados en las trastiendas de los pubs, con los clientes como estrellas. Y Sick Boy, que siempre está maquinando negocios, se pondrá, con la ayuda de la guapa Nikki Fuller-Smith, estudiante de cine de día y trabajadora del sexo por las noches, a hacer una película porno de altura, con calidad suficiente como para ser vendida internacionalmente y circular por Internet. Y también incluirá en el equipo a su viejo amigo Renton, el que diez años antes los traicionó y huyó a Ámsterdam con el dinero del alijo de heroína. Pero cuando Sick Boy maquina algo, la cosa tiene más complicaciones y trampas que la tela de una araña, y entre los hilos también se mueven Spud, el único que había recibido a escondidas su parte del dinero de la droga, y Begbie, el psicópata del grupo, que después de pasar unos años en la cárcel volverá a la acción aún más paranoico y furioso que antes.

Ewen Bremner, Ewan McGregor y Robert Carlyle en la adaptación para cine de Trainspotting.

Trainspotting es la primera novela de Irvine Welsh, publicada en 1993. En un tono bastante directo y a la vez humorístico, la novela se desarrolla a finales de los años 80s y trata la áspera, colorida y vigorosa vida de un grupo de jóvenes heroinómanos, desocupados, borrachos y adictos al fútbol, coito y rock and roll que nacieron en el lado duro de la vida, que no tienen otra salida que escapar o amortiguar el dolor de existir (porque saben que nada o casi nada va a cambiar) y que se involucran en actividades ilícitas y destructivas que funcionan también como adicciones y combustible para dejarse llevar. Está escrita como relatos cortos interrelacionados en escocés, escocés británico e inglés británico usando mucha jerga callejera típica del círculo social y lugares de procedencia de los personajes como Leith y Edimburgo.

En esta novela autobiográfica de sus años de juventud, el autor nos describe la vida de su alter ego Henry Chinaski saltando de un empleo a otro, todos sórdidos, duros, sin sentido, emborrachándose a muerte, con la obsesión de follar, intentando materializar su vida de escritor y nos ofrece una visión brutalmente divertida y melancólicamente horrorizada de la ética del trabajo, de cómo doblega el «alma» de los hombres. Se ha dicho que Bukowski con su prosa lacónica, escueta y contundente como un uppercut es el novelista atroz de la gran selva urbana, de los desheredados, las prostitutas, los borrachos, los desechos humanos del Sueño Americano a nivel del arroyo, y se le ha comparado con Henry Miller, Céline y Hemingway.

Amador es el consejero y número dos de la facción criminal de Lokos, el grupo ultra del FC Barcelona. Extorsionan, pegan palizas, mueven droga y destruyen a bandas enemigas. Su kapo es Alberto Cid, alias el Cid, un psicópata sin alma ni escrúpulos. Amador y el Cid, legendarios skinheads neonazis del gol sur durante los ochenta y noventa, fueron inseparables durante años, hasta que algo los distanció. Amador acarrea muchos secretos, y el mayor de ellos es su homosexualidad, que de salir a la luz le costaría la vida. Su padre, antiguo delincuente y leyenda local, está gravemente enfermo, y su agonía abre cicatrices de infancia que Amador creía cerradas.

Fight Club (conocida como El club de la lucha en España y como El club de la pelea en Hispanoamérica) es una novela publicada en 1996 por Chuck Palahniuk, siendo esta su ópera prima. La trama gira en torno a un protagonista sin nombre que lucha contra su creciente molestia hacia el consumismo y los cambios del estado de la masculinidad en la cultura estadounidense. En un intento por superarla, crea un club de boxeo clandestino como nueva forma de terapia. La novela fue adaptada al cine con el mismo título en 1999 por el director David Fincher, lo que haría que la historia se convirtiera en un fenómeno de la cultura popular. Por su popularidad, la novela se ha convertido en blanco de muchas críticas, principalmente por sus descripciones explícitas de violencia. Su secuela titulada Fight Club 2 fue lanzada en formato cómic en mayo de 2015.

Bajo un sombrío puente de la Panamericana, en Lima, el protagonista de esta intensa novela se encuentra de casualidad con un excompañero de colegio. Las circunstancias harán que emprendan juntos viaje al sur, montados en la carga de un camión y junto a tres jóvenes de bajo estrato. El viaje, que se supone corto, se convierte en una inesperada odisea que evoca la paradoja de Aquiles y la tortuga, produciéndoles la inquietante sensación de que nunca van a llegar. Narrado de forma intercalada y con la frescura propia de la oralidad, es el mismo protagonista quien habrá de contar la historia veintitantos años después a su buena amiga Aurora, convaleciente en una clínica barcelonesa tras una complicada operación. Novela de carretera, realismo sucio, picaresca y algo de punk rock, Horizonte tardío es al mismo tiempo un retrato vívido del Perú de finales del siglo XX, en el que se mezclan crueldad, ternura o delirio.

El libro de Sarah es la novela más divertida que leerás sobre un divorcio, pero también la novela más triste que puedas encontrar sobre un enamoramiento. Lo que está claro es que es un retrato inmisericorde del propio autor, de su adicción a la bebida y las drogas, de su incapacidad para cuidar a los hijos, de sus problemas con la policía. Scott McClanahan es el protagonista absoluto de un libro que no es otra cosa que un camino hacia la destrucción y el desastre, durante el proceso de separación de su primera esposa (la Sarah del título). Como trasfondo, el mundo white trash de Virginia Occidental y los aparcamientos de Walmart con los Apalaches en lontanaza.

Uno de los más conspicuos modernistas de este país, Dani Llabrés, autor del superventas Mods. Guía para una vida elegante, ha coescrito (a dos manos y medio cerebro) junto a Max Martí -otro buen elemento- esta disparatada novela pulp con el trasfondo musical marca de la casa. Ahí va el argumento: “Alguien camina angustiado por el largo pasillo de una casa. Su familia le espera para comer. Es el día de Navidad. Entra en el salón y se tira por la ventana. A partir de ahí la narración retrocede veinticuatro horas para dar a conocer a los protagonistas de esta historia. Gabriel, un saxofonista recién salido de un manicomio. Don Jesús, un viejo anarquista con debilidad por las bombas caseras. José, un director de banco que lleva meses ocultando su despido. Y María, una jugadora de póquer que debe una importante suma de dinero a un mafioso de la Europa del Este. Navidades suicidas es un cruce de caminos repleto de humor, giros inesperados y situaciones extremas que llevarán a sus cuatro perdedores hasta una ventana abierta al vacío en plena comida de Navidad”.

Álex y Paula se conocen desde niños. Han compartido juegos, castigos, litronas y el sueño de crecer y largarse de Villa de la Fuente. Son un refugio el uno para el otro, lo que consigue florecer en un pueblo invadido por lo feo, la desgracia y lo doloroso. Quieren decirse muchas cosas, pero las palabras les quedan grandes, así que se graban casetes. Hacen planes mientras todos duermen. Algún día, se prometen, empezarán de cero en otro sitio. No saben que Villa de la Fuente, con todos sus miedos, su miseria y su odio escondidos tras cada ventana, está dispuesta a perseguirlos allá donde vayan.

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