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3 - Enero - 2025
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Cuevas de Talgua es el nombre que recibe una cueva situada en el valle de Olancho, en el municipio de Catacamas, al noreste del país centroamericano de Honduras. Es a veces conocida como "La Cueva de las Calaveras brillantes" debido a la forma en que la luz se refleja de los depósitos de calcita que se encuentran en los restos óseos depositados allí.

El sitio ha ganado el interés de los arqueólogos que estudian los entierros en cuevas de Centroamérica y de Mesoamérica como uno de los principios más amplios de las Preclásico medio (1000 - 900 a. C.). Ofrece muchas pistas valiosas sobre cómo los habitantes de la Cueva de Talgua pudieron haber formado un importante vínculo entre la Mesoamérica precolombina y las partes más al sur y el este de América Central, e inclusive extenderse a las sociedades en el norte de América del Sur y los Andes.

La Cueva del Río Talgua se encuentra en la sierra de Agalta en la aldea Talgua, municipio de Catacamas en el Depto. de Olancho a 7 kms. al noreste de Catacamas. El descubrimiento del osario de la cueva de Talgua reviste importancia porque sólo se han descubierto unas pocas cuevas funerarias en Honduras, y ésta es una de las primeras en ser investigada cuidadosamente. Además, subsiguientes investigaciones también han revelado un nivel riqueza y sofisticamiento en una zona que generalmente había sido considerada marginal desde el punto de vista arqueológico. El túnel de la cámara ritual constituye un complejo de tres pasadizos, uno situado verticalmente encima del otro. Se localizaron 23 depósitos de material de esqueletos humanos, por lo menos veinte de los cuales contienen los restos de múltiples individuos.

La Cueva de las Calaveras, se encuentra en la Marina Alta, es una cavidad de más de 900 metros de longitud, que debe su nombre a que en una expedición espeleóloga realizada en el siglo XVII fueron hallados restos de doce personas en su interior. La gruta destaca por sus techos altos y se divide en una zona inundada de 500 metros de extensión y una zona seca de más de 400 metros que es visitable al público. Durante el recorrido se pueden observar estalactitas, estalagmitas, preciosas cúpulas de más de 20m de altura y fósiles y restos de huesos entre muchas otras cosas. La Cueva de las Calaveras fue habitada entre el Neandertal y el Hommo Sapiens como bien podremos intuir por los numerosos restos que encontraremos a lo largo del recorrido. La visita a la cueva genera un ambiente de paz y tranquilidad, además de ser muy interesante y divertida para los más pequeños de la casa.

La proximidad de Cataluña con los Pirineos hace que cualquier catalán o visitante de la comunidad autónoma pueda disfrutar de una naturaleza exuberante. Zonas volcánicas, lagos impresionantes, cascadas y rutas de senderismo que hacen las delicias de los amantes de las escapadas al aire libre. Otra de las opciones que ofrece esta sierra es adentrarse en sus entrañas. No se trata sólo de seguir caminos, sino de meterse en lo más profundo de las rocas. Una oportunidad única que puede hacerse si se cruza al otro lado, a Francia. En la zona de los llamados Pirineos Atlánticos se encuentra una zona única por su naturaleza como por su posibilidad de exploración. Allí, hay toda una serie de cuevas que permiten viajar al interior de la cordillera y de la Tierra. Una de las más destacadas es la cueva de La Verna. Calificada por muchos como una maravilla geológica esta gruta es conocida por albergar la mayor sala iluminada de Europa ubicada bajo tierra. Los datos dan fe de ello. Con 245 metros de largo, 194 metros de altura y una extensión de cinco hectáreas, se trata de la sala subterránea accesible al público general más grande del mundo que ocupa una superficie de cinco hectáreas. Todo ello a 734 metros bajo el nivel de la superficie.

Su volumen alcanza los 3,6 millones de metros cúbicos, características que, junto con su estructura monumental y accesibilidad, la convierten en un destino único y libre de la sensación de claustrofobia que acompaña a otros espacios subterráneos más reducidos. En su interior, la sala de La Verna impresiona tanto por sus dimensiones como por la presencia de un río subterráneo que genera una sonoridad peculiar, envolviendo a los visitantes en un ambiente de magnitud casi desmesurada.

Llegar hasta aquí no fue fácil. Al menos, no tanto como ahora. El descubrimiento de esta cueva, escondida entre los municipios de Sainte-Engrâce, Arette y Aramits, se remonta a 1953, cuando varios miembros del club scout “Clan de La Verna”, de allí su nombre, iniciaron su exploración. Las expediciones anteriores a este descubrimiento comenzaron en 1950, y en poco tiempo ya fueron batidos récords espeleológicos, como el descenso en 1951 de un pozo de 320 metros, considerado en aquel entonces el más profundo del mundo.

Tras todos estos trabajos y, ante el asombro del mundo, la gruta o sala de La Verna fue reconocida y abierta al público gracias a los trabajos posteriores de acceso, con el objetivo de explotar su potencial turístico y científico. Así, desafiando a la naturaleza, esta cueva se puede visitar en la actualidad gracias a la construcción de un túnel artificial de 660 metros excavado entre 1955 y 1960. Este acceso que ahora recorren miles de visitantes al año, no se construyó para el público general, sino que fue parte de un proyecto hidroeléctrico para captar el río subterráneo en favor de la producción de energía. Ahora, lo que en su día fue parte de un proyecto científico e industrial, permite a los visitantes internarse en la montaña hasta alcanzar el mirador de la gran sala.

De hecho, si uno se acerca a la cueva de Verna tiene hasta tres opciones de visita. El recorrido "descubrimiento" es el más simple: consiste en un breve paseo por el túnel que conduce al mirador de la sala, donde los visitantes pueden observar la inmensidad de la cueva en un entorno controlado, ideal para quienes prefieren una visita tranquila sin gran actividad física. Además, es completamente accesible para personas con movilidad reducida, ya que su recorrido es en horizontal y sin obstáculos. Por otro lado, el recorrido "río2 lleva a los visitantes hasta el curso de agua subterráneo, alcanzando la sala superior que exploraron los primeros espeleólogos. En esta visita, se cruza el río mediante pasarelas y una escalera tallada en la roca, permitiendo una experiencia de mayor contacto con el entorno geológico de la cueva.

Por último, la tercera opción, bautizada como la visita de "exploración", implica un trayecto de dos horas en el que se atraviesan zonas más accidentadas de la cueva, con algunas secciones en las que es necesario utilizar las manos para avanzar por las rocas moldeadas durante miles de años por la acción del agua. Este recorrido culmina en la parte baja de la cueva, y está pensado para quienes buscan una experiencia más desafiante y cercana a la actividad espeleológica. Todas las visitas son realizadas en compañía de guías que proporcionan el equipamiento necesario –casco, linterna frontal y auriculares– y se adaptan a las condiciones del entorno y al perfil de los grupos, asegurando que cada visita sea tanto segura como enriquecedora. Eso sí, si se quiere cruzar el río es mejor ir con ropa de repuesto o, al menos, impermeable, sin olvidar un buen calzado.

Para llegar a la cueva de La Verna en Francia desde Cataluña, la ruta más corta empieza en Vielha (Lleida). Allí comienza un trayecto de tres horas y media que arranca por la carretera N-230 en dirección a la frontera con Francia, donde se convierte en la carretera N-125 hasta llegar a la A-64, en dirección Tarbes y Pau. Se debe tomar la salida hacia Aix y de allí, proseguir por la D-281, que se torna la D-111, la D-2 y otra. Siempre se ha de seguir en dirección a Sainte-Engrâce. Una vez en el municipio, sólo se tiene que seguir las señales hacia el Espace Accueil Arrakotchepia, el centro de visitantes de la cueva de La Verna.

Las grutas de Bétharram son una serie de grutas situadas en la frontera de los departamentos de los Pirineos Atlánticos y los Altos Pirineos y de las regiones de Aquitania y Mediodía-Pirineos, al sur de Francia. Las grutas fueron descubiertas y exploradas en 1810 por residentes británicos del municipio de Pau. En 1903 se habilitó su vista al público, gracias a la labor de León Ross.

Una de las primeras cuevas abiertas al público, con 5 niveles, un recorrido de 2,8 kilometros en un pequeño tren, paseo en barco en un lago subterráneo y a pie. Varias salas donde descubrir impresionantes formaciones geológicas (estalactitas, estalagmitas, cortinas, bordados de piedra ...) en varias etapas de su crecimiento.

Antiguamente, las grutas estaban habitadas por osos de las cavernas pero en la actualidad la fauna se encuentra limitada a pequeñas especies de arañas y murciélagos. La humedad se hace latente conforme se avanza al drenaje del río, de entre uno y tres metros de profundidad, y del que se estima que ha cambiado su curso en los últimos milenios.

Brihuega es uno de esos pueblos mágicos de España en los que parece que el tiempo se detiene y puedes trasladarte sin esfuerzo a una época ya pasada. Apodada como la Provenza española por sus infinitos campos de lavanda, destaca además por su historia, su cultura, su gastronomía y sus paisajes. Es, sin duda, uno de los pueblos más singulares y bonitos de la provincia de Guadalajara. Sus más de 3.000 hectáreas de cultivos de lavanda cubren durante todo el mes de julio sus campos del color morado y el aroma que la caracterizan. Pero más allá de la visita a este espectáculo que nos brinda la naturaleza en Brihuega, hay muchos otros planes en esta localidad que no desmerecen al anterior.

Sin embargo, otra de las opciones que tiene este pueblo guadalajareño son sus Cuevas Árabes, lo que señala su gran importancia histórica. Y es que, la posición estratégica en la que está situada la villa ha beneficiado su papel en algunas de las batallas importantes. Así, en la Edad Media, cuando aparece por primera vez en un registro, se la denomina como un núcleo significativo de población, siendo mencionada como Castrum Brioca.

Durante este periodo fue un lugar de paso para algunos personajes históricos como el rey Alfonso VI, tras su huida de la corte por problemas con su padre, o Don Rodrigo Ximénez de Rada, que enriqueció el patrimonio de Brihuega con la construcción de algunos monumentos. No obstante, una de sus etapas con más esplendor fue en los siglos X y XI, donde se crearon las Cuevas Árabes.

Los túneles que recorren el suelo subterráneo de Brihuega fueron construidos entre los siglos X y XI por los árabes. Estos conforman un laberinto con numerosas galerías que cuentan con una longitud de unos ocho kilómetros. Además, siempre mantiene una temperatura constante de 12 grados, lo que hace que su visita sea verdaderamente agradable, sobre todo en verano. Gracias a su temperatura continua se pudieron usar sus largos pasillos como almacén de víveres, alimento y vino. Incluso, en la actualidad se conservan algunos toneles y tinajas que se emplearon para esta tarea. Sin embargo, el fin de su creación fue la defensa en épocas de asedio, ya que si se completa adecuadamente el recorrido del laberinto, se podía llegar al exterior de las murallas. Además, durante la guerra civil española, sirvió como refugio para la población del pueblo.

A pesar de su enorme recorrido, solo se pueden visitar 700 metros de túneles acondicionados para los visitantes. Así, aquellos que se sumerjan en las cuevas, serán testigos de un complejo lleno de caminos cruzados, donde es fácil perder la orientación. No obstante, se han incorporado unos carteles con flechas que dirigen a los turistas por el camino. A la salida de la actividad, se pueden vislumbrar unos arcos sorprendentes de la época cristiana. Sin duda, este lugar guarda un gran valor histórico y arquitectónico. Por lo que, para hacer el recorrido aproximado de 30 minutos, es preciso acercarse a la tienda de lavanda, junto a la entrada de las cuevas en la Plaza del Coso.

En diciembre de 1999 miembros del Grupo Mineralogista de Madrid descubren, en la Mina Rica, la Geoda de Pulpí, una geoda de unos 8 metros de longitud por 2 metros de altura recubierta de enormes cristales de yeso. La Geoda de Pulpí está tapizada por cristales de yeso, alguno de los cuales llega a medir casi dos metros. Su transparencia y estado de conservación la convierten en una joya de la naturaleza. Constituye un fenómeno único a nivel mundial dadas sus dimensiones y la perfección, tamaño y transparencia de los cristales (Calaforra y García-Guinea, 2000). El origen de esta impresionante geoda puede explicarse en dos fases, referidas básicamente a la formación del hueco y al depósito mineral en el interior de éste. El hueco en la roca se produjo por karstificación de las dolomías que forman la Sierra del Aguilón, acompañada de inyecciones hidrotermales volcánicas. El depósito mineral en la geoda podría explicarse mediante un modelo mixto kárstico-hidrotermal.

Desde el ámbito patrimonial geológico, la Mina Rica, alberga numerosos elementos de interés además de la geoda Gigante de Pulpí y de la mineralogía. Desde el punto de vista estructuralLa mina rica se observan: plegamientos, milonitas, superficies de falla, etc., así mismo se observan numerosas formaciones como espeleotemas de epsomitas y de calcitas, neoformación de minerales como "barbas de yeso", etc. La presencia de filones mineralizados de siderita y las diferencias en las litologías de la mina son otros elementos geológicos de interés, en cualquier caso, las formaciones geológicas que destacan sobre el resto son las geodas de yeso; además de la Geoda Gigante se pueden encontrar en la mina numerosas geodas de diverso tamaño siendo la Geoda Partida y la Geoda de Colas de Golondrina las más espectaculares descubiertas hasta la fecha.

La Sierra del Aguilón ha sido objeto de explotación minera a lo largo de la historia, la minería contemporánea comienza en 1840, con la explotación en trincheras y cortas de galena argentífera. A partir de 1870 se empieza a extraer hierro, que fue el revulsivo minero de la zona, Jaravia se convirtió en uno de los distritos mineros más importantes de España. En la última década del siglo XIX la familia Marín Menú revitaliza las explotaciones de hierro de la Mina Quien tal Pensara, manteniéndose en explotación a lo largo de varias décadas, hasta la Guerra Civil, a partir de entonces las explotaciones fueron abandonándose.

Si bien la historia de la Mina Rica que parecía olvidada, resurge en diciembre de 1999 con el descubrimiento de la geoda mineral más grande del mundo, 20 años después comienza el proyecto para reabrir la Mina Rica, para que todo el mundo pueda observar el maravilloso legado que nos dejaron los mineros de Pulpí.

Almería es una provincia que alberga impresionantes maravillas naturales como el desierto de Tabernas, único desierto en Europa; la Geoda de Pulpí, una de las geodas más grandes del mundo visitables; Las Canales de Padules, un oasis perfecto para los amantes del senderismo y el barranquismo, o el propio Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, con sus playas vírgenes y paisajes volcánicos. Sin embargo, en el corazón del Valle del Almanzora, se encuentra una joya más desconocida pero igualmente espectacular: El estrecho de Urrácal. Este desfiladero, situado en la rambla Salada al pie del cerro del Castillico, es un impresionante paso natural esculpido por el agua y el viento a lo largo de los años, creando formaciones geológicas de gran belleza. Las paredes del desfiladero alcanzan varios metros de altura y, en su parte más estrecha, apenas están separadas por un metro y medio, lo que dificulta el paso de la luz del sol y ofrece una experiencia única para los visitantes.

El estrecho de Urrácal es el punto culminante de una ruta de senderismo de 11 kilómetros, que comienza en la entrada del pueblo de Urrácal, cerca de la carretera AL-6102. La ruta es circular y se completa en unas cuatro horas y media, ofreciendo a los senderistas vistas panorámicas del entorno, con paradas en lugares como el cortijo de Los Gacheros y antiguos molinos que aprovechaban el caudal de las acequias.

Sin dejar Andalucía, en el corazón de un pequeño municipio andaluz se esconde un tesoro subterráneo que deja sin aliento a quienes lo visitan. Su interior, esculpido por la naturaleza durante miles de años, alberga un espectáculo geológico de una belleza difícil de igualar. Este enclave, considerado uno de los monumentos naturales más impresionantes de España, ha cautivado a viajeros de todo el mundo por la majestuosidad de sus formaciones y su riqueza visual. Se trata de la Gruta de las Maravillas, ubicada en Aracena, en la provincia de Huelva. Descubierta en el siglo XIX y abierta al público en 1914, es una de las primeras cuevas turísticas de España y de Europa. Su origen kárstico, modelado por la acción del agua sobre las rocas calcáreas del Cerro del Castillo, ha dado lugar a un sistema de galerías, lagos y formaciones geológicas de gran singularidad. Con un recorrido de 1.200 metros y tres niveles superpuestos, esta maravilla natural ofrece un espectáculo visual único, donde las estalactitas, estalagmitas y columnas se combinan con el reflejo de las aguas subterráneas.

La cueva mantiene una temperatura estable de entre 16 y 19 grados centígrados durante todo el año, con una humedad cercana al 100%. Estas condiciones han favorecido la preservación de sus espectaculares formaciones. Para visitarla, es imprescindible reservar las entradas con antelación, ya que el acceso está limitado a 1.000 personas por día. Las visitas se realizan siempre en grupos guiados, con una duración aproximada de 45 minutos, garantizando así la conservación del entorno y una experiencia enriquecedora para los visitantes.

Ubicada en pleno casco urbano de Aracena, la Gruta de las Maravillas es uno de los principales atractivos turísticos de la región y un referente en el turismo subterráneo en España. Su acceso es sencillo gracias a su buena conexión por carretera con Sevilla, Huelva, Extremadura y Portugal. Para una experiencia más completa, es posible adquirir la tarjeta Aracena Turística, que permite la entrada a la cueva, al Museo del Jamón y al Conjunto Monumental del Castillo. Un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza y la aventura.

En el corazón de Andalucía, un pequeño pueblo se alza sobre un entorno natural privilegiado, considerado uno de los Pueblos más Bonitos de España. Entre sus tesoros más valiosos se encuentra una de las cuevas más impresionantes del sur de España, un enclave de valor arqueológico y geológico que ha fascinado a investigadores y visitantes durante décadas. Se trata de la Cueva de los Murciélagos, situada en el municipio cordobés de Zuheros y enclavada en el Parque Natural de las Sierras Subbéticas. Con una altitud de 976 metros sobre el nivel del mar, esta cueva alberga más de 3.300 metros de galerías topografiadas, aunque el recorrido turístico comprende 415 metros. Su acceso no es sencillo, ya que cuenta con 700 escalones y un descenso de hasta 65 metros de profundidad, pero la belleza de sus formaciones calcáreas lo compensa con creces.

El agua ha esculpido a lo largo de milenios este impresionante sistema kárstico, creando estalactitas y estalagmitas de formas caprichosas. Destacan espacios como la Sala del Órgano o la Sala de las Formaciones, donde se encuentra la icónica estalagmita conocida como 'El Espárrago', de 4 metros de altura. Estos elementos hacen de la cueva un espectáculo visual inigualable. Además de su valor geológico, la Cueva de los Murciélagos es un importante yacimiento arqueológico. En su interior se han encontrado vestigios que demuestran su ocupación desde el Paleolítico Medio hasta la época romana. Destacan pinturas rupestres únicas en Andalucía y restos de herramientas, huesos y cerámica de almagra.

Sobre la montaña descansa esta pintoresca localidad.

Uno de los descubrimientos más relevantes tuvo lugar en 2018, cuando un análisis de ADN realizado sobre un esqueleto hallado en una de sus zonas más profundas confirmó que se trataba del primer agricultor del sur de la península Ibérica, que vivió hace más de 7.200 años.

Visitar la Cueva de los Murciélagos es solo una parte de la experiencia en Zuheros, un municipio que forma parte de la Red de los Pueblos Más Bonitos de España. Sus calles empedradas, el Castillo de Zuheros y la Iglesia de los Remedios transportan a los viajeros a otra época. Además, la localidad es famosa por su Feria del Queso, donde cada año se venden miles de kilos de este producto artesanal.

Nota de prensa, Enero 2025:

Pasados unos días de la publicación de esta entrada, la candidatura 'Geoda de Pulpí: Luz en la oscuridad', impulsada por el Ayuntamiento de Pulpí (Almería) con el respaldo de la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, ha entrado en la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial, el paso previo para poder presentar la candidatura formal a Patrimonio Mundial ante la Unesco, donde la región andaluza ya cuenta con ocho bienes incluidos. Esta Lista Indicativa o inventario de bienes susceptible de ser declarados Patrimonio Mundial tiene como finalidad reflejar la diversidad cultural y natural de un país con un potencial valor universal, elemento fundamental en la caracterización del patrimonio mundial.

La Cueva del Rull fue descubierta en 1919 por José Vicente Mengual (el tío Rull) durante una jornada de caza. Fue acondicionada para su visita a mediados de los años 60. Sus instalaciones se renovaron en 1995 y se creó un recorrido más entretenido, didáctico y seguro. Presenta importantes conjuntos de espeleotemas cuyos orígenes y formas son muy diversos. Destacan las estalagmitas, estalactitas, columnas y banderas, así como salas de gran volumen. El trayecto de la visita tiene una longitud de 220 metros y un desnivel de 19 metros. Se realiza en sentido circular y permite admirar, desde diferentes perspectivas, el grandioso paisaje subterráneo. La visita es guiada, tiene una duración de 45 minutos y es apta para todos los públicos.

En 1978 concluyen ciento veinte años de industria extractiva de blenda y galena, que forjaron el actual paisaje de la Sierra de Arnero, continuidad de la cordillera de El Escudo, que separa la costa occidental de Cantabria de la Comarca del Saja y de Cabuérniga. Es origen, igualmente, de cultura y tradiciones mineras en los pueblos de Valdáliga y de la Comarca del Nansa. En Bustriguado, en Labarces, en Rábago, en Bielba, en Roiz, en Celis, en Camijanes, en Cabanzón y en muchos otros pueblos del piedemonte de La Florida, es difícil no encontrar vecinos cuyos padres o abuelos no dejaran años de su vida laboral en las galerías mineras, hoy solitarias pero en las que perduran sus pisadas, sus palabras, sus ilusiones. También su trabajo y esfuerzo.

La Sierra de Arnero, de varios miles de hectáreas, está constituida en su mayor parte por terrenos dedicados a bosques comunales y praderías también del común de los pueblos, en los que pastan libremente centenares de cabezas de ganado ovino, bovino y equino. Ninguna incidencia humana excepción hecha de las antiguas escombreras mineras y de viejas cabañas ganaderas. En ambas vertientes pequeños pueblos de bien conservado caserío, en los que impera la arquitectura rural tradicional de Cantabria. La comunicación es excelente, con enlace a la autovía del Cantábrico por Los Tánagos-Pesués, carretera hacia Puentenansa. Actualmente se construye otra carretera que comunicará El Soplao con la autovía por Roiz y Villanueva de Labarces.

La cueva El Soplao, descubierta a principios del siglo XX con motivo de la explotación de las minas de La Florida, es considerada una de las grandes maravillas de la geología, pues atesora un auténtico paraíso de la espeleología (excéntricas, estalactitas, estalagmitas, coladas, columnas, perlas de las cavernas, dientes de perro, etc.).

Sin salir de Cantabria, la Cueva de Valporquero se encuentra en la vertiente sur de la Cordillera Cantábrica, al norte de la Provincia de León, a 47 Km de su capital y en el Municipio de Vegacervera. El itinerario visitable, de 1300 m de longitud, recorre seis salas que van ganando en complejidad y diversidad de formaciones geológicas, desde la sala de las pequeñas maravillas hasta la final de las maravillas.

A tan solo una hora y media de Madrid se encuentra un destino que sorprende y que es ideal para pasar un fin de semana. Un recorrido que lleva a los visitantes desde una villa medieval hasta una cueva con más de 12 millones de años de antigüedad. Esta escapada ofrece un viaje en el tiempo a través de calles empedradas, construcciones centenarias y una maravilla geológica que ha permanecido oculta durante siglos. Ubicado en el Valle del Tiétar, el municipio de Cuevas del Valle destaca por su arquitectura popular y su entorno natural. Sus calles estrechas, balcones adornados con flores y edificaciones de madera y piedra conservan el encanto de su pasado medieval. A pocos kilómetros de esta localidad se encuentra la Cueva del Águila, un impresionante espacio subterráneo descubierto hace apenas seis décadas. En su interior, estalactitas y estalagmitas han ido creciendo a un ritmo de 1 cm cada 100 años, dando lugar a un espectáculo natural único.

El recorrido por esta zona de Ávila permite conocer otros enclaves de gran valor histórico, como Mombeltrán. Su castillo, construido en el siglo XV, es uno de los mejor conservados de la provincia y abre sus puertas los fines de semana para visitas. Además, en las proximidades se encuentra la calzada romana del Puerto del Pico, utilizada desde tiempos antiguos como paso estratégico para la trashumancia. Caminar por este sendero permite revivir parte del pasado de la región y disfrutar de unas vistas inigualables.

Este itinerario ofrece una combinación ideal de patrimonio y naturaleza, convirtiéndose en una alternativa perfecta para quienes buscan una escapada diferente cerca de la capital. La visita a la Cueva del Águila tiene un coste de 10 euros e incluye una visita guiada de aproximadamente una hora. Además, la zona cuenta con diversas rutas de senderismo y alojamientos rurales con encanto, lo que permite completar la experiencia con una estancia en plena Sierra de Gredos. Un destino que, sin duda, merece ser explorado.

Coves de Sant Josep ofrece a sus visitantes un tranquilo paseo en barca a lo largo de uno de los ríos subterráneos navegables más espectaculares. La visita incluye un tramo en barca de 800 metros y un recorrido a pie de 250 metros. La visita tiene una duración aproximada de 40 minutos,con una temperatura constante de 20ºC durante todo el año. Con sus 2.750 metros de recorrido actuales, representa la cavidad de mayor recorrido de la provincia de Castellón y la 2ª de la Comunidad Valenciana. Se trata del río subterráneo navegable más largo de Europa. La cavidad representa una surgencia activa desarrollada en calizas durante el período del Triásico medio, pero a pesar de las múltiples visitas de espeleólogos, aún no se conoce el origen del río ni el final de la gruta.

Antes de los adelantos del siglo XX, importantes historiadores como J. Cavanilles, Sebastián Miñano, o Pascual Madoz, ya citaron en sus obras sobre geografía la existencia de esta cavidad. También se tuvo constancia de que la cavidad era conocida desde el Paleolítico Superior (hará unos 17 000 años), como lo demostraron los yacimientos arqueológicos encontrados en la boca de acceso junto a las pinturas rupestres del período Magdaleniense. Incluso la proximidad de un poblado ibérico también indicaba que durante la época íbera la cueva fue conocida y explorada, al igual que durante la larga dominación romana, a la vista de una lápida encontrada dedicada a Caio Cneo Craso, hijo del cónsul romano Marco Licinio Craso.

La primera exploración realizada por un grupo de espeleólogos se realizó en 1954, por parte del Centro Excursionista de Valencia, y en 1958 dicho grupo confecciona el primer plano topográfico de la cueva. En 1960 se comprueba la continuidad de la cueva al superar Joaquín Saludes, del Centro de Investigaciones y Actividades Subacuáticas de Valencia, la Galería de los Sifones. Las voladuras con dinamita permiten abrir este paso en 1961, quedando descubierto el Estanque Azul y el resto de las galerías que constituyen el recorrido actual, descubriéndose también la Galería Seca. En los años sucesivos, diversas expediciones de espeleólogos de Castellón y escafandristas de Barcelona, acabarán por descubrir nuevas galerías y sifones, tras llegar hasta el final conocido de la cavidad, alcanzando los 2 348 metros de longitud.

La ACTE persigue la representación, promoción, defensa y gestión de los intereses de sus asociados y por lo tanto, del Sector Turístico Subterráneo Español. El turismo subterráneo muy desarrollado en diversos países como Francia, Estados Unidos de América, China, Países Centroeuropeos, etc., debe potenciarse y promocionarse en España a través de la ampliación, profesionalización y calidad de sus explotaciones. Esto solo es posible conseguirlo mediante la unión de las mismas, la unificación de criterios, el intercambio de experiencias, la promoción conjunta a nivel nacional e internacional, la formación adecuada de recursos humanos, el asesoramiento técnico y de gestión a nuevas o futuras explotaciones, la representación oficial del sector y sobre todo, mediante el trabajo diario, agrupado y planificado, de todas las personas implicadas e ilusionadas por mejorar el pequeño pero maravilloso Sector Turístico Subterráneo.

12-Abril-2025

La región gallega más abrupta guarda en sus profundidades una de las cavidades más singulares de la península. Solo quienes se adentran con guía especializada pueden contemplar un espectáculo geológico que permanece oculto a los ojos del visitante común. El descubrimiento de una formación acuática en su interior ha renovado el interés por uno de los paisajes subterráneos más complejos del norte de España. La cueva de Aradelas, localizada en el municipio de Folgoso do Courel, es actualmente la más profunda de Galicia. A lo largo de sus más de 140 metros de profundidad y un recorrido que supera los 2 kilómetros, esta cavidad ha revelado en los últimos meses nuevas galerías, formaciones rocosas inéditas y un impresionante lago subterráneo de más de 30 metros de longitud y cuatro de profundidad. La masa de agua, bautizada como Hydra, fue descubierta mediante técnicas de espeleobuceo por equipos especializados de Galicia y Asturias.

La caverna más profunda de la región con un impresionante lago en su interior.

Además de la laguna, se ha documentado una extensa variedad de espeleotemas como estalactitas, estalagmitas, columnas, coladas y pisolitas, estas últimas conocidas como ‘perlas de las cavernas’. La exploración también ha permitido identificar una nueva entrada natural, llamada Cova Emilio en homenaje a un espeleólogo fallecido. Los hallazgos han ampliado significativamente el conocimiento de esta cavidad, que durante años solo se había cartografiado en una extensión mucho menor.

Recientemente, uno de los descubrimientos más llamativos ha sido la presencia de moonmilk o ‘leche de luna’, una sustancia de aspecto blanco compuesta por minerales poco comunes en la comunidad, básicamente por minerales no documentados previamente en la comunidad. Estos minerales son la hidromagnesita, un carbonato hidratado de magnesio, y la huntita, un carbonato anhidro de calcio y magnesio. Según confirmó la geóloga Sarah Bonilla, este depósito contiene hidromagnesita y huntita, elementos nunca antes identificados en cuevas gallegas. Estos hallazgos han reforzado el valor del Geoparque Montañas do Courel como enclave de relevancia científica dentro de la Reserva da Biosfera y la Rede Natura 2000.

Y sin dejar Terra Meiga ...

Nos acercamos a la Mancomunidad de Concellos.

La mayor cueva de Galicia reabre sus puertas este 2025, permitiendo a los visitantes adentrarse en un entorno subterráneo de gran valor natural e histórico. Con una extensión de 7.000 metros de galerías y dos opciones de recorrido, este enclave se convierte en un destino imprescindible para quienes buscan una experiencia de turismo activo y cultural. Su interior alberga impresionantes formaciones geológicas, lagunas ocultas y un río subterráneo, ofreciendo un recorrido lleno de sorpresas para los exploradores más curiosos.

Se trata de la Cova do Rei Cintolo, ubicada en Mondoñedo, Lugo. Desde el pasado 1 de marzo, los interesados pueden elegir entre dos recorridos guiados: la Galería Central, de 300 metros, ideal para quienes buscan una visita accesible y didáctica, y el recorrido hasta el río subterráneo, una opción más exigente que requiere buena condición física. La primera alternativa tiene un coste de 20 euros, mientras que la exploración completa asciende a 40 euros, siendo ambas experiencias una oportunidad única para conocer la mayor cavidad de la comunidad gallega.

Más allá de su impresionante geología, la cueva destaca por su relevancia arqueológica. Documentada por primera vez en 1873, ha sido objeto de diversas investigaciones, que han sacado a la luz restos humanos del Paleolítico Superior, herramientas líticas y vestigios de ocupaciones medievales. Además, en su interior habitan diversas especies de murciélagos y pequeños invertebrados, reforzando su valor ecológico y convirtiéndola en un espacio de gran interés científico.

Las visitas a la Galería Central se realizan durante marzo los viernes, sábados, domingos y festivos a las 11:00 y 16:00 horas. A partir de abril, se añade un tercer horario a las 18:30 horas, mientras que en los meses de verano se podrá acceder cualquier día de la semana. Para quienes opten por la ruta más exigente, las visitas al río están disponibles todos los días con reserva previa. Para participar en cualquiera de las opciones, es necesario contactar al teléfono 982 507 177 y garantizar una plaza en esta experiencia única en Galicia.

Sin salir de la Mancomunidad de Concellos, en lo más profundo de la costa gallega se esconde un enclave natural de gran belleza, un rincón poco conocido que ofrece una vista privilegiada del océano Atlántico y los acantilados de la región. Se trata de un mirador natural oculto entre la roca, al que se accede a través de un pasadizo estrecho que desemboca en una impresionante abertura hacia el mar. Este paraje, todavía desconocido para muchos viajeros, es uno de los secretos mejor guardados de Galicia.

Este enclave es la Cueva de la Doncella, también conocida como Cova dos Encantos, situada en el municipio de Viveiro, dentro de la comarca da Mariña Occidental. Su acceso parte de la playa de Abrela, desde donde se inicia un sendero que conduce a una cavidad de unos 15 metros. Tras atravesar un túnel estrecho, los visitantes se encuentran con un espectacular balcón natural desde el que se pueden contemplar las imponentes formaciones rocosas de Punta do Cabalo y Punta Insua.

Más allá de su atractivo paisajístico, este lugar está envuelto en un aura de misterio debido a una antigua leyenda. La tradición cuenta que en su interior habita una doncella encantada, atrapada por un hechizo que solo se rompe la noche de San Juan. En esa fecha, la joven emerge de la cueva, desciende por los acantilados y se baña en el mar mientras peina su cabellera dorada con un peine de oro. Este relato, similar a otras historias de mouras de la mitología gallega, añade un componente mágico a este rincón escondido de la costa.

Para aquellos que deseen visitar este mirador natural, lo recomendable es dejar el vehículo en el aparcamiento del antiguo cargadero de la ría de Viveiro y continuar a pie por la pista que lleva a Punta Insua. Aunque el camino no está señalizado, su recorrido no presenta dificultades importantes, salvo la precaución necesaria al acercarse al borde de los acantilados, puesto que no hay ninguna baliza. Este enclave forma parte del LIC Costa da Mariña Occidental, un espacio protegido que resguarda la biodiversidad y el valor paisajístico de la zona.

13-Abril-2025

La Cueva de Valdelajo fue descubierta casualmente en el año 1999 en el curso de unas prospecciones con vistas a la explotación de una cantera, cerca de la localidad de Sahelices de Sabero. Un amplio estudio realizado por el Grupo Espeleológico de Matallana (León) resaltó la belleza e interés de la cavidad y de sus formaciones, recomendando para ella un alto grado de protección, compatible con una visita ordenada de la misma Desde entonces, con un importante esfuerzo económico, el Ayuntamiento de Sabero, apoyado por la Diputación de León y el Grupo de Acción Local Montaña de Riaño, ha venido desarrollando todos los trabajos de mejora de los accesos a la cueva, adaptación interior e iluminación, siguiendo los criterios técnicos necesarios para preservar la cavidad y mostrarla al público en su estado original. La Cueva de Valdelajo, aunque de pequeño tamaño, alberga bellas formaciones calcáreas que han sido creadas en el silencio de la gruta durante miles de años por el paciente trabajo del agua sobre la roca. Coladas estalagmiticas, estalactitas de diversos tamaños, banderas, columnas, macarrones de un blanco puro y pequeños gours en el suelo, componen un mosaico de formas pétreas en el que destacan las instalaciones forradas con cristales de aragonito, autenticas joyas. Una maravilla más que visitar en el Valle de Sabero.

Los llamados fiordos leoneses.

El Valle de Sabero se encuentra al noreste de la provincia, a 45' en coche de la ciudad de León y a 30' de la Montaña de Riaño. También esta próximo a Boñar, localidad muy popular para leoneses que buscan temperaturas más frescas o asturianos que quieren «secar»). Puedes encontrar cabañas de madera ideales para hacer una escapada rural por León. Sin duda es un lugar ideal para combinar rutas de alta montaña, senderismo y actividades culturales ligadas a ese pasado industrial que marcó un hito en el siglo XIX. A pocos minutos en coche puedes visitar el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, ubicado en la antigua Ferrería de San Blas. Es Bien de Interés en la categoría de Monumento y una visita de lo más interesante.

Se puede llegar a la cueva a pie, en bicicleta, moto o en coche, subiendo siempre por la misma pista. Te recomendamos, siempre que sea posible, realizar la ruta a pie. Lo mejor es salir desde la Iglesia de Sahelices de Sabero. En uno de sus laterales, verás una plaza y en la misma, existe un cartel de madera, que indica la dirección hacia la Cueva, que se encuentra a 2,6 km de distancia.

En la zona, la cueva de Llamazares o cueva Coribos está situada en el norte de la provincia, junto al pueblo de Llamazares, municipio de Valdelugueros y a 57 km de la ciudad de capital. Abierta al público desde 2015 se encuentra gestionada de manera privada. El itinerario visitable, de 700 metros de longitud, recorre la cueva en un recorrido que va ganando en complejidad y diversidad de formaciones geológicas.

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