La localidad de Alpandeire, ubicada en pleno
corazón del Valle del Genal y a sólo 20 minutos de Ronda,
dispone en su término municipal de una amplia red de senderos
de diversa distancia y dificultad que discurren por bellos
parajes de especial interés paisajístico y medioambiental.
Una ruta perfecta para realizar en familia y para personas
que se estén iniciando en el mundo del senderismo es el camino
del Quejiguillo, de recorrido lineal que en su conjunto no
supera los 1.500 metros de longitud y que no presenta mayor
dificultad que el sencillo ascenso a la vuelta.
Este valle se encuentra entre la Serranía de
Ronda y la Sierra de las Nieves, y uno de sus focos naturales
más importantes y conocidos es el Bosque del Cobre. El nombre
de este bosque de castaños ya da una pista de los colores
imperantes en el mismo, sobre todo en otoño, donde se dan
cita una sucesión de tonos rojos, ocres y cobrizos.
La vida se renueva a cada momento en el Valle
del Genal con una sucesión de riachuelos y ríos que cruzan
la comarca, como el Guadalteba, el Guadiaro, y el Genal. El
sonido de estas corrientes de agua mezclado con la sinfonía
tonal de castaños y alcornoques crean una bonita experiencia
en el viajero amante del senderismo.
Por ello, cualquier persona con una condición
física mínima puede completar esta bonita ruta. El sendero
del Quejiguillo parte de la zona baja del casco urbano de
Alpandeire, a la espalda de la plaza donde se sitúa la estatua
de Fray Leopoldo, y discurre en un primer tramo por olivares
hasta adentrarse en un frondoso bosque de alcornoques y encinas.
A poco del comienzo, a la derecha de la vereda, se observa
“La Picota”, una columna de piedra en la que antiguamente
se mostraba a los reos o, incluso, después de ser ajusticiados
por la autoridad civil, se exponían en ellas sus cuerpos o
sus cabezas. Pero en la picota de Alpandeire nunca se ajustició
a nadie. Esta columna es considerada un monumento conmemorativo
que el Rey Fernando VII otorgó a la localidad en reconocimiento
a la gran defensa que esta llevó a cabo durante la Guerra
de la Independencia. Debido a ello, Fernando VII concedió
a Alpandeire el título de “Muy noble y fidelísima villa” y
ordenó colocar en el pueblo horca y picota. La vereda continúa
bajando, en su mayor parte empedrada a modo de antigua calzada
romana y, poco más abajo, el camino se bifurca debiendo tomar
el ramal de la izquierda para seguir el recorrido correcto.El
sendero siempre va descendiendo hasta llegar a su final en
el arroyo de las Alfaguaras, donde se encuentra la Fuente
del Quejiguillo, que ofrece agua potable, fresca y cristalina.
La Fuente Milenaria testigo muda de la historia
de Alpandeire Se trata de una fuente milenaria que se estima
que fue construida por los árabes al poco tiempo de ocupar
este territorio. Las representaciones se llevaban a cabo antaño
durante la Semana Santa justo en frente de este lugar, en
la zona popularmente conocida como “El Calvario”. Se tiene
constancia de que estas representaciones, como fue “La Pasión
de Cristo” durante los Viernes Santos, se escenificaron en
este espacio hasta el siglo XIX. Otro hecho importante acaecido
en el entorno tuvo lugar en 1810, cuando el regidor del pueblo
tuvo que acudir a la zona de “la Fuentezuela”, situada a escasa
distancia de “La Fuente”, para enarbolar la bandera de la
paz con el fin de que los franceses no invadieran y masacraran
Alpandeire o, el 2 de abril de 1946, cuando este manantial
también observó la partida de Manuel Gil Perujo, cabo de la
Guardia Civil, que cuando acudía a despedirse del vecino pueblo
de Atajate donde había ejercido sus funciones antes de ser
trasladado de destino, sufrió un accidente con su caballo
en el cercano paraje de “Las Hoyuelas”, encontrando allí la
muerte. En la mañana del 2 de noviembre de 1953 en el camino
que discurre junto a “La Fuente” se congregó una larga hilera
de hombres a causa de un trágico suceso, y es que el día anterior
un avión que cubría el trayecto Málaga-Jerez de la Frontera
con 12 pasajeros a bordo se estrelló en la ladera sur de Jarastepar,
falleciendo en el acto todos los ocupantes. Por ello, los
solidarios vecinos se reunieron y se desplazaron hasta el
escarpado lugar del accidente para rescatar los restos humanos
y del aparato que se encontraban en la zona.
“La Fuente” no sólo presenció sucesos lúgubres
sino que este enclave también fue testigo de excepción de
numerosos enamoramientos, ya que los jóvenes del pueblo acudían
hasta allí para cortejar a las muchachas que iban a lavar
la ropa o a llenar de agua sus cántaros. Se cuenta que hubo
una pareja que estuvo en “La Fuente” un día del mes de mayo
desde por la mañana hasta que cayó la tarde y, aunque en esta
época del año las jornadas ya cuentan con bastantes horas
de luz, al hacérsele el día corto a la pareja fueron ellos
quien dijeron por primera vez un dicho popular de Alpandeire
que se ha mantenido en el tiempo: “Días de mayo, días de amargura,
tan pronto amanece como es noche oscura”.
Ampliamos rutas por la zona en la sección
dedicada a Andalucía.
La fuente, que al parecer data del siglo XVII,
se ubica en la margen izquierda del arroyo; el punto de surgencia
está protegido por una puerta metálica en cuya base un minúsculo
agujero deja salir unas gotas de agua que acaban en una pequeña
pileta. Debajo de la puerta, incrustado en el muro, un grifo
permite obtener agua, de la que se dice que tiene fama de
abrir el apetito. El arroyo de las Alfaguaras es el punto
y final del sendero del Quejiguillo, desde donde se debe emprender
la vuelta hasta Alpandeire aunque, para aquellos senderistas
que deseen realizar rutas más exigentes, el camino sigue hasta
conectar con la pista terriza de Las Amarillas, desde donde
se pueden continuar varios itinerarios circulares de mayor
distancia y dificultad. Desde el Ayuntamiento de Alpandeire
se ha animado a todas las personas aficionadas al senderismo
a visitar el municipio ya que podrán disfrutar, además de
las diversas rutas que discurren por el entorno, del rico
patrimonio histórico y cultural del pueblo, de su exquisita
gastronomía tradicional y de la hospitalidad de sus vecinos.
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Descubrir un bosque lleno de arte mientras se
disfruta de un paseo al aire libre es una experiencia que
encantará tanto a pequeños como a mayores. En el corazón de
Cataluña, existe una ruta perfecta para los amantes de la
naturaleza y que además resulta ideal para disfrutar con niños.
Los caminos serpentean entre árboles decorados con pinturas
que evocan la rica biodiversidad de la región, creando un
entorno lleno de color y sorpresas. Este mágico lugar se encuentra
en el Paraje Natural de Poblet, en la provincia de Tarragona.
Allí, el bosque de Castellfollit se transforma en una auténtica
galería de arte al aire libre. Las pinturas que adornan los
árboles son obra del artista Genís Colell, quien ha plasmado
en los troncos su visión de la micología local. Los hongos,
protagonistas de este singular proyecto, no solo crecen en
el suelo, sino que también cobran vida sobre las cortezas,
haciendo de la caminata una aventura fascinante para los más
pequeños.
Se trata del Bosque Pintado de Poblet que se
ha convertido en un destino perfecto para disfrutar de una
jornada familiar rodeada de naturaleza y creatividad. Las
rutas están diseñadas para que tanto adultos como niños puedan
disfrutar sin complicaciones, mientras se aprende sobre la
flora y fauna local, con la posibilidad de realizar actividades
complementarias en la zona, como la visita al cercano Monasterio
de Poblet, un imponente testimonio de la historia de la región.
El itinerario del Bosque Pintado de Poblet,
que se inicia en el área recreativa de la Casa Forestal de
Castellfollit, parte el sendero que conduce al bosque y que
ofrece dos opciones para adaptarse a diferentes niveles de
dificultad. Ambas rutas de senderismo están bien señalizadas
y cuentan con plataformas que permiten apreciar las obras
en su totalidad.
La ruta corta, ideal para familias con niños
pequeños, tiene una longitud de 3 kilómetros y es de tipo
circular. A pesar de su accesibilidad, cuenta con un desnivel
de 190 metros, lo que supone una ligera subida al inicio.
Esta opción permite disfrutar de todas las pinturas de setas
en los árboles sin necesidad de recorrer grandes distancias.
Para quienes deseen una experiencia más completa,
la ruta larga se extiende a lo largo de 6,5 kilómetros, también
de forma circular. Este recorrido rodea toda la montaña y
alcanza un desnivel de 391 metros, lo que la convierte en
una opción de dificultad media.
Además de disfrutar del paseo por el Bosque
Pintado, la zona ofrece otras actividades que complementan
esta salida familiar. Una visita al Real Monasterio de Santa
María de Poblet, declarado Patrimonio de la Humanidad por
la UNESCO, es una parada obligatoria para quienes deseen adentrarse
en la historia y el arte de la región. El monasterio, fundado
en el siglo XII, es un testimonio de la arquitectura cisterciense
y ha sido un centro de espiritualidad y cultura durante siglos.
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Es difícil imaginar que haya quien no disfrute
contemplando un bello paisaje natural en el Pirineo de Aragón,
sin embargo seguro que todavía hay quien piensa que las más
bonitas postales que dibujan estas montañas solo son aptas
para deportistas o avezados senderistas. Pero se equivocan,
pues son muchas las excursiones que se pueden hacer a lo largo
de toda la cordillera sin fatigarse en exceso y que permiten
conocer valles, picos, barrancos y municipios pintorescos
del Alto Aragón.
Los espectaculares pasos colgantes de Panticosa
se sitúan en el congosto del río Caldares, en el valle de
Tena, y conforman un recorrido de 800 metros que despierta
el interés de personas de todas las edades. El camino es de
aproximadamente una hora de duración y cuenta con un desnivel
de 160 metros, lo que no impide subir a uno de los miradores
con mejores vistas de Panticosa y alrededor: el O Calvé.
Las pasarelas ofrecen grandes vistas. En esta
sección hablamos de ellas.
En este mismo valle hay otras muchas opciones
para los que buscan un paseo tranquilo y poco exigente. El
sendero que va desde Biescas a la ermita de Santa Elena, la
subida en tren desde Tramacastilla de Tena al ibón de las
Paules o el paseo cruzando el bosque del Betato desde Pedrafita
de Jaca, entre otras.
El sendero circular hacia las Gorgas del Alba
en el valle del Benasque es perfecto para esta época del año,
incluso para bien entrado el otoño. Su trazado es circular
y se prolonga durante 2,5 km con un desnivel de poco más de
100 metros en el marco del Parque Natural de Posets-Maladeta.
Se cruzan, pastos, bosques y paisajes más rocosos donde se
ofrece una detallada información botánica de las especies
que van encontrándose en el camino. En la zona existen más
alternativas para dejarse sorprender por la naturaleza sin
gran esfuerzo físico, como el sendero desde Anciles hasta
el embalse de Eriste o la ruta por el Congosto del Ventamillo.
El Cañón de Añisclo ss
considerado uno de los rincones más bellos del Pirineo aragonés
y, por tanto, una visita obligada para los amantes de la montaña.
El cañón de Añisclo se encuentra muy cerca del municipio de
Escalona, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Entre las numerosas rutas que ofrece este paraje, destaca
la de 2 kilómetros que se puede recorrer en menos de 2 horas
sin muchas dificultades, pues el desnivel no supera los 150
metros. Al ser circular, comienza hacia el puente de San Urbez
y termina en el aparcamiento tras pasar por la ermita y por
el molino de Aso. Este parque nacional cuenta con una amplia
red de senderos y multitud de propuestas para contemplar su
belleza sin mucho esfuerzo físico. La excursión a la Cola
de Caballo de Ordesa es un clásico y dura tres horas, pero
quien lo desee puede optar por darse la vuelta en la cascada
d'Arripas o en las gradas de Suaso.
Una interesante propuesta es visitar los pueblos
del valle de Chistau, un camino circular que une los tres
pueblos del valle por un sendero corto y agradable. El sendero
parte en Plan, llega a Gistaín y desciende hasta San Juan
de Plan, coincidiendo con el camino a Viadós. Es de baja dificultad
y se puede concluir en un par de horas solamente. Las vistas
al valle son espectaculares. Una de las excursiones más populares
de la zona es la que sube al ibón de Basa de la Mora desde
el pueblo de Saravillo, que se puede realizar en vehículo
hasta el refugio de Lavasar, haciendo un camino de ida y vuelta
en menos de una hora.
Los llanos de San Indalecio, que rodean el Monasterio
Nuevo de San Juan de la Peña cuentan con varios senderos de
corto recorrido que ofrecen unas vistas privilegiadas del
entorno de este paisaje protegido ubicado en la comarca de
La Jacetania. Entre ellas, destaca una ruta circular que en
poco menos de dos horas permite recorrer tres magníficos miradores:
el de Santa Teresa, el de San Voto y el Balcón de los Pirineos.
El entorno del valle del Aragón pone a disposición de los
menos acostumbrados al senderismo muchos paseos para estar
en contacto con la naturaleza. Así, por ejemplo, son sorprendentes
los caminos que rodean el municipio de Jaca, ya sea el de
los ríos o el de los miradores, perfectamente senalizados.
Internarse en la Garcipollera desde Castiello de Jaca y acercarse
hasta la ermita de Iguacel o recorrer Aguas Tuertas desde
el aparcamiento de Guarrinza en el Parque Natural de los Valles
Occidentales son otras interesantes excursiones.
En silencio y con los ojos bien abiertos hay
que emprender la ruta ornitológica por el río Ésera en la
que se pueden avistar distintas especies de aves mientras
se recorren las orillas del río Ésera, en el valle del Noguera
Ribagorzana. El itinerario, en la parte más oriental de Aragón,
une los cascos urbanos de tres municipios ribagorzanos situados
en la entrada al valle de Benasque: Castejón de Sos, Sesué
y Villanova, albergando grandes valores naturales y paisajísticos
en una caminata de poco más de dos horas. Si se visita la
zona, es muy recomendable el paseo por la villa medieval de
Montañana o por los alredores del embalse de Llauset, en concreto
un recorrido circular desde el municipio de Betren.
La barriada de Pelayo es un punto de partida
de varias rutas senderistas en el entorno de Algeciras. Desde
este lugar puedes poner rumbo al río de la Miel, pasear por
la colada de la Costa entre Algeciras y Tarifa o la Garganta
de Marchenilla, entre otros itinerarios.
La colada de la costa es un sendero estrecho
que aprovecha una vía pecuaria costera y atraviesa los acantilados
del frente litoral entre Algeciras y Tarifa. A lo largo del
trayecto es frecuente encontrar búnkeres, antiguos cuarteles
de la Guardia Civil y otros edificios que, en su momento,
tuvieron función de vigilancia y defensa del territorio. El
camino comienza en Huerta Grande, en Pelayo, y pone rumbo
hacia Tarifa, pasando también por Punta Carnero. Las impresionantes
vistas del continente africano son el gran atractivo de estos
16 kilómetros que transcurren entre paredes de acantilados
y plataformas de abrasión en las zonas intermareales.
Allí comienza el ascenso hacia una explanada
de la que parte un pequeño carril estrecho que nos lleva a
atravesar un alcornocal. Una vez completada esta etapa, nos
introducimos de lleno en la Garganta del Arroyo de Marchenilla.
Las vistas espectaculares de esta ruta son un gran atractivo.
El Estrecho de Gibraltar y la costa de África protagonizan
una panorámica envidiable en medio de un entorno en el que
puedes encontrarte rebaños de cabras, ovejas o vacas. Para
llegar al río de la miel hay que descender por el bosque hasta
un bosque galería, dejando atrás el Monte Comares y llegando
a la Sierra del Bujeo.
Algeciras, ciudad de tradición marinera, moderna
y cosmopolita, es cuna del guitarrista flamenco Paco de Lucía.
De gran riqueza botánica y faunística es el paraje de la Garganta
o "canuto" del río de la Miel del parque natural de los Alcornocales,
con la cascada de La Chorrera, molinos, o restos de calzada
que se usaban como atajos para atravesar la sierra desde la
Edad Media. Buena parte de los atractivos turísticos de Algeciras
lo constituyen sus playas, entre las que destacan la del Rinconcillo
que, situada en el interior de la Bahía a tres kilómetros.
del casco urbano, se extiende hasta la desembocadura del río
Palmones; la de San García y Getares, a cuatro kilómetros
de la ciudad en dirección al faro de Punta Carnero. De hecho,
resulta muy interesante la visita a la ensenada de Getares,
valioso entorno natural y paisajístico constituido por unos
atractivos acantilados y una espléndida playa, formada por
los aportes del río Pícaro y los arroyos Marchenilla y del
Lobo. La plaza Alta y el mercado de abastos son el centro
social de la ciudad. La plaza Alta alberga importantes monumentos
como la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Palma y
la pequeña capilla de Nuestra Señora de Europa.
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La provincia de Cádiz no deja de sorprender
por su infinidad de lugares increíbles como parques naturales,
playas salvajes, formaciones creadas por la naturaleza, patrimonio
histórico, gastronomía y cultura. La mejor manera de conocerla
es idearse un plan de ruta que contenga alguna de estas maravillas
para disfrutar de un día especial. Que todos los caminos lleven
al mar es una de las mejores cualidades del litoral gaditano.
Ya sea en ciudades, pueblos, pinares o miradores. Recorrer
lugares de gran riqueza paisajística llena el corazón del
visitante y de los gaditanos que deciden sumergirse en las
entrañas de esta tierra situada al sur de España.
Una de las rutas con más encanto y más atractivas
para practicarla durante el fin de semana es el sendero de
la Torre del Tajo y los acantilados de Barbate. Este municipio
cuenta con uno de los parques naturales más importantes de
Cádiz, unas 5.000 hectáreas componen el Parque Natural de
la Breña y las Marismas de Barbate. Esta riqueza natural no
pasa desapercibida y son muchos los que se dirigen hacia este
enclave para reconectar con sus emociones. A través de este
mágico sendero descubrirás el encanto de un sinfín de ecosistemas
como, por ejemplo, los impresionantes acantilados, su frondoso
pinar, las marismas, dunas y el mar. Un camino por la naturaleza
que te llevará a contemplar un paisaje de ensueño en el horizonte
más azul de la costa de Cádiz. Para hacer este sendero se
puede dejar el coche en el parking habilitado en el pinar
(sendero de la Breña), desde el puerto de Barbate, el parking
de la playa de la Hierbabuena o desde los Caños de Meca.
Torre del Tajo en Barbate.
Esta sencillo sendero a través del pinar de
la Breña te conducirá al mirador de la torre del Tajo, un
punto estratégico de la costa de Cádiz desde donde podrás
contemplar unas increíbles vistas al Atlántico más profundo.
Más de cien metros de altura se alzan en este entorno otorgándole
a los acantilados de Barbate el título del más notorio del
Atlántico en Andalucía. La torre del Tajo, que se alza sobre
este enclave, es una torre vigía del siglo XVI construida
por aquel entonces para vigilar la costa de Cádiz junto al
faro de Trafalgar.
En la provincia de Cádiz, a unos pocos kilómetros
de Alcalá de los Gazules y en el corazón del Parque Natural
de los Alcornocales, se encuentra el camino de Valdeinfierno,
una ruta de senderismo que, gracias a su corta duración y
trazado accesible, se ha convertido en una opción destacada
para familias y amantes de la naturaleza.
Este recorrido, de aproximadamente 2 horas de
duración, es perfecto para realizar con niños debido a sus
condiciones de seguridad y fácil acceso, así como por el fascinante
entorno natural que lo rodea. Con una longitud de alrededor
de 4,6 kilómetros y un trazado circular, el sendero de Valdeinfierno
es, además, una buena oportunidad para que personas de todas
las edades puedan disfrutar de un día al aire libre en uno
de los espacios naturales más emblemáticos de Andalucía.
El parque natural de los Alcornocales es la
selva del sur de Europa. Miles y miles de alcornoques, quejigos
y acebuches en el extremo meridional de la provincia de Cádriz.
Ubicada en el entorno de Los Alcornocales, uno
de los parques naturales más importantes de la región, este
sendero permite a los excursionistas adentrarse en un área
que alberga una amplia variedad de especies vegetales, entre
las que destacan los alcornoques, los quejigos y el madroño.
El Parque Natural de Los Alcornocales es considerado uno de
los pulmones verdes de Andalucía, con más de 170.000 hectáreas
de bosque mediterráneo. Dentro de este parque, el sendero
de Valdeinfierno ofrece un vistazo único a un ecosistema poco
común, especialmente por su diversidad de musgos, líquenes
y helechos, que se benefician de la constante humedad en el
aire. La singularidad del clima y las condiciones del parque
permiten que los visitantes puedan disfrutar de una sensación
de frescura y tranquilidad que difícilmente se encuentra en
otras rutas de la provincia.
El punto de partida se encuentra en el cerca
de Los Barrios, este inicio permite a los excursionistas adentrarse
en el bosque y disfrutar de un trazado diseñado accesible
para todos los visitantes.
La senda, de nivel fácil, cuenta con una señalización
clara que guía a los visitantes durante todo el trayecto,
además de disponer de paneles informativos en los que se explican
aspectos del entorno natural, lo cual añade un valor educativo
a la experiencia. Estos paneles permiten que los más jóvenes
puedan conocer de primera mano la flora y fauna del lugar.
Uno de los principales atractivos del sendero de Valdeinfierno
es su diversidad paisajística, que se despliega a lo largo
del recorrido. En ciertos puntos, el camino pasa por pequeños
arroyos que forman charcas y zonas húmedas, enriqueciendo
el paisaje y brindando la oportunidad de ver de cerca la fauna
acuática y de ribera, como ranas y libélulas, especialmente
durante la primavera. Además, los excursionistas podrán encontrar
varios puentes de madera, que cruzan estos pequeños cursos
de agua y añaden un toque pintoresco a la caminata. Otro de
los aspectos más valorados por los visitantes es la posibilidad
de disfrutar de varias vistas panorámicas a lo largo de la
ruta, especialmente en los puntos más elevados.
Desde estos miradores, los caminantes pueden
apreciar la majestuosidad de Los Alcornocales, con sus colinas
y valles que se extienden hasta donde alcanza la vista. Este
contraste entre las zonas de sombra, la vegetación exuberante
y las amplias vistas al valle es uno de los elementos que
hace del sendero de Valdeinfierno una experiencia única y
gratificante, tanto para adultos como para niños. Para muchos,
estas vistas se convierten en el escenario ideal para una
pausa o incluso un pícnic, ya que los bancos y áreas de descanso
instalados en ciertos tramos invitan a relajarse y disfrutar
del paisaje.
Cabe destacar que el sendero está gestionado
por la Diputación de Cádiz, y su acceso es libre durante todo
el año. Las autoridades locales, no obstante, recomiendan
llevar calzado adecuado, agua suficiente y protección solar
–especialmente necesaria en los meses de verano pero también
en los días de sol y frío–. Asimismo, se sugiere a los visitantes
respetar las normas de conservación del parque, evitando dejar
residuos y permaneciendo en los caminos señalizados para minimizar
el impacto sobre el entorno natural.
Con su combinación de accesibilidad, riqueza
natural y valor educativo, el sendero de Valdeinfierno se
posiciona como una de las rutas de senderismo más recomendables
de Cádiz para hacer con niños.
Los Senderos de Cuento de Jabugo se han convertido
en los últimos años en un gran atractivo turístico para amantes
del senderismo, que acuden en familia a disfrutar de la naturaleza
y de los cuentos de toda la vida. Si hay seres que amen la
naturaleza, sin duda alguna, esos son los gnomos del bosque.
Y el más fuerte de ellos no podía vivir en otro sitio que
no fuese Jabugo. David el Gnomo ha situado su casita de madera
en la Senda Fluvial entre Los Romeros y El Repilado. Se trata
de una senda que transcurre por los márgenes del río Caliente,
y que hace disfrutar a sus visitantes de los paisajes únicos
de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, además de un característico
bosque de ribera.
Una opción más para que los más peques disfruten
de un día en el campo, que se suma a la de las casas de Los
tres cerditos, la de El zapatero y los duendes, Los gnomos
del bosque, Las ardillas del bosque o la de Pinocho y Gepetto.
La casita de David el Gnomo se enclava sobre una piedra, en
un punto del trayecto cercano a la aldea de El Repilado. Si
te cruzas con él no dudará en proporcionarte sabios consejos
para cuidar el entorno y respetar a la madre naturaleza.
El escenario que rodea la vía verde de la Jara,
Toledo, ya es interesante de por sí. Un proyecto de construcción
de ferrocarril que nunca llegó a terminarse. Se dice que entre
las razones se encontraba la guerra, la miseria y la despoblación
de los pueblos hacia las ciudades. La encontrarás entre los
Montes de Toledo y el macizo extremeño de Villuercas, y ha
sido acondicionada para el uso turístico (senderismo, cicloturismo,
etc). Tiene un total de 50 kilómetros aproximadamente, aunque
los kilómetros accesibles se reducen a 20. De todas formas,
estos 20 kilómetros que vamos a comentar son bastante sencillos,
con dificultad mínima y donde las handbikes son más que bienvenidas
y una muy buena opción. Es una vía verde por lo que va ligada
con el desarrollo rural sostenible, el medioambiente, el ocio
y el turismo para todos.
Apeadero de Aldeanueva de Barbarroya y uno de
los túneles por los que discurre la Vía Verde de la Jara.
El recorrido comienza en la estación de Calera
y Chozas (Toledo), llegando en coche y aparcando en un parking.
Allí comienza un tramo de 20 kilómetros donde las vías del
tren, túneles, ríos, bosques, viaductos y estaciones se van
abriendo paso. Quizás, la primera etapa (hasta cruzar la carretera)
es algo más complicada dado la presencia de varias rampas
pero, una vez hemos cruzado la carretera, el camino es muy
agradable, llano y lleno de sorpresas como las vistas impresionantes
al río Tajo. Para recorrer estos 20 kilómetros no es necesario
un gran esfuerzo, está alejado de las carreteras, no pueden
pasar vehículos a motor y, al estar en un antiguo trazado
ferroviario, es más fácil garantizar la accesibilidad universal.
El bosque de secuoyas de Cabezón de la Sal sorprende
a todos con una pasarela de madera que permite adentrarse
todo lo posible para poder sentir el espacio al máximo. La
verdad es que sin la pasarela construida sería del todo imposible
poder contemplar la belleza de los árboles, ya que el terreno
y la orografía del lugar son bastante complicados. Se trata
de una pasarela de tan solo 200 metros pero la recomiendo
totalmente ya que la inmersión y conexión con el lugar es
muy alta y es realmente preciosa. Si quizás te has quedado
con ganas de más, a tan solo 1 hora en coche encontramos el
pueblo de Ramales de la Victoria, también en Cantabria. Desde
el Parque de Cubillas y su área recreativa sale una ruta circular
de unos 2,8Km que es totalmente llana y que pasa por una paseo
que es senda fluvial, puentes de madera y el río Asón. Desde
mi punto de vista, lo mejor de todo es que aún puedes seguir
descubriendo la zona ya que todavía guarda muchos planes.
En este caso no te proponemos más rutas pero si acercarte
hasta las emblemáticas cuevas de Covalanas y Cullalvera, con
pinturas rupestres paleolíticas y descubiertas hace muy poco,
en 1903.
La vía verde de la Terra Alta, Cataluña, permite
recorrer los parajes en torno a la sierra de Pandols y el
Parque Natural des Ports. Es una ruta de unos 23 km con la
que descubrir antiguos viaductos, miradores, túneles, bosques
de pinos, estaciones y ríos como el río Algars o el Ebro.
La historia que hay detrás es la del tramo del antiguo ferrocarril
entre La Puebla de Híjar (Aragón) y Tortosa (Cataluña) y comienza
en la estación de Arnés-Lledó. Es un camino en bajada y que
también te permite descubrir un poco de historia. Desde la
propia vía se puede ver la ermita de Santa Pau, el convento
de Sant Salvador y la ermita de Sant Josep de Bot.
Y de Cataluña nos trasladamos a Madrid para
poder conocer un poco más la sencilla y a su vez bonita vía
verde del Tajuña, en la Comunidad de Madrid. Tiene una longitud
total de 49 km y es muy fácil de encontrar, ya que está asfaltada
de color rojo-rosa oscuro. La vía comienza en Arganda del
Rey y finaliza en Ambite, pasando por varias poblaciones como
Morata, Tajuña, Perales, Tielmes o Orusco. Hablamos también
de una antigua vía que quedó en desuso y a la mitad (pretendía
llegar desde Madrid a Aragón), se dice incluso que el tren
que pasaba por Arganda era lento, pitaba mucho y que era de
vocación agrícola. Es un camino muy ameno entre poblaciones,
pasajes agrícolas, antiguas estaciones, algún que otro olivo,
ermitas, puentes y muchas arboledas.
Como curiosidad, son varias las personas que
afirman que la mejor parte de la ruta es el kilómetro 47 ya
que pasa por una antigua estación que se ha convertido en
una piscina municipal exterior. Puede resultar la parada perfecta
pues está adaptada y pensada para todos (tiene un elevador),
aunque lo cierto es que en cualquiera de sus kilómetros podrás
disfrutar del entorno y podrás descansar, ya que a lo largo
de toda la ruta hay varias zonas de descanso habilitadas.
Por último, no hace falta completarla de golpe ya que también
se puede hacer por tramos, poco a poco y disfrutando de todo
lo que esta zona minera, industrial y agrícola ofrece. Es
perfecta para hacer senderismo, ciclismo o simplemente salir
a conocer nuevos rincones que te sorprenderán seguro.
La vía verde de la Sierra, Andalucía, es el
recorrido perfecto para poder conocer en profundidad un poco
más de la sierra de Cádiz y la sierra Sur de Sevilla. Son
36 kilometros de principio a fin, 4 viaductos por los que
cruzar, 30 túneles y varios tramos donde el tipo de pavimento
es o bien zahorra o asfalto. Todos son aptos para poder ir
en silla de ruedas pero quizás el primer tramo, el que enlaza
la estación de Puerto Serrano con Junta de los ríos, es el
que menos ya que tiene alguna pendiente pronunciada a lo largo
del tramo.
El resto de tramos (5 en total) son totalmente
accesibles para sillas de ruedas y son pura naturaleza. La
zona comprende lo que antiguamente era el trazado ferroviario
de Jerez a Almargen, así como mucha sombra, un bosque mediterráneo
y varias estaciones de tren que se han recuperado y ahora
son restaurantes y hoteles con mucho encanto.
Las marismas de Urdaibai son una verdadera joya
escondida en el País Vasco. Comienza en Gernika y te lleva
a través de las marismas de Urdaibai, espacio natural declarado
Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Las pasarelas de madera
serpenteantes te guiarán a través de este ecosistema, donde
podrás observar aves acuáticas, plantas únicas y paisajes
tranquilos. A medida que avanzas, disfrutarás de vistas impresionantes
de los montes vascos y la costa del Golfo de Vizcaya. Tras
finalizar el recorrido, nada mejor que descansar en una encantadora
casa rural. Te recomendamos alojarte en Elizetxe, situado
en Errigoiti, a pocos kilómetros de Gernika. Este alojamiento
es ideal para relajarte después de tu caminata y ofrece un
ambiente acogedor y rústico. Disfruta de la tranquilidad del
entorno natural y la hospitalidad vasca.
¿Eres fanático de la literatura clásica? Entonces,
la Ruta de los Molinos de Consuegra te llevará a un lugar
que es inseparable de la historia de Don Quijote. En Consuegra,
verás los icónicos molinos de viento que Cervantes inmortalizó
en su obra maestra. Camina por los campos dorados de La Mancha,
disfrutando de las vistas panorámicas de los molinos y el
castillo de Consuegra en la distancia. Para una estancia cómoda
y acogedora en Consuegra, te recomendamos los Apartamentos
Turísticos OnceMolinos.
Alojamiento completamente equipado y que ofrece
comodidades modernas en un entorno tradicional.
Si estás buscando una experiencia de senderismo
única, El Ventanón – Ojo Guareña (Burgos) comienza el recorrido
en el aparcamiento de la Ermita de San Bernabé, desde el que
podrás visitar la ermita y la Cueva Palomera. Pero la joya
de la corona es El Ventanón, una impresionante abertura natural
que te dejará sin palabras. Para disfrutar al máximo de la
experiencia, puedes alojarte en Camino El Bernacho, un alojamiento
rural en Espinosa de los Monteros que te permitirá sumergirte
en la historia de esta región. Sus habitaciones cómodas y
su ambiente acogedor te ayudarán a relajarte después de un
día de caminata.
El Lago de Sanabria, en Zamora, es el lago glaciar
más grande de la Península Ibérica y un destino de asombrosa
belleza natural. Este recorrido circular alrededor del lago
te llevará a través de bosques de robles, ofreciendo vistas
serenas y la oportunidad de disfrutar de un picnic en sus
orillas. Durante tu caminata, podrás apreciar los reflejos
del paisaje en las aguas cristalinas del lago. Para una experiencia
auténtica en la zona, te sugerimos alojarte en Casa A Devesa
de Sanabria en Remesal. Este alojamiento rural te brinda una
sensación hogareña en medio de un entorno natural impresionante.
Cada una de estos recorridos ofrece una experiencia única
y una oportunidad para conectar con la naturaleza de una manera
relajada y enriquecedora. Así que, cuando estés listo para
una escapada tranquila, ponte las botas de senderismo y disfruta
de estas maravillosas rutas.
Más allá de sus impresionantes y turísticas
playas, Valencia cuenta con hermoso interior donde bellos
pueblos y parajes de ensueño inundan el territorio. Así, son
muchos los rincones y secretos que esconden, los cuales se
pueden descubrir gracias a la cantidad de senderos que los
recorren. La gran mayoría de ellos son perfectos para disfrutar
en familia o con amigos. De esta forma, hemos seleccionado
cinco rutas de senderismo que son imprescindibles en la provincia
y que son perfectas para hacer con los más pequeños.
A la ribera del río Buñol, la ruta de los molinos
es una de las más bonitas de Valencia. A lo largo de poco
más de tres kilómetros, en sentido ida y vuelta, azudes, molinos
y una vegetación de gran belleza inundan el recorrido dando
lugar a un paisaje de lo más pintoresco. Igualmente, es perfecto
para que los más pequeños conozcan lo que es un molino y como
funcionaban durante el siglo XIX. Además, cuenta con una zona
recreativa donde poder descansar escuchando el rumor incesante
del agua.
Desde el punto de inicio de la ruta del agua,
en el pueblo de Buñol desde el Parque de San Luis, accederemos
al paseo del parque fluvial, el cual nos dirige hacia el Molino
de Galán donde se puede ver una gran chimenea recuerdo de
la industria papelera de Buñol. Siguiendo el las marcas que
encontramos por el camino llegamos a la Cueva de Turche, un
paraje natural con una gran belleza. En épocas de lluvia desde
lo alto de la gran pared de roca se precipita una caída de
agua de 60 metros sobre un lago. Además podrás descansar en
la pequeña playa fluvial, y a la vez disfrutar de uno de los
mejores puntos de baño que hay en la ruta. Otro de los puntos
emblemáticos que encontraremos siguiendo las marcas que hay
por el camino, es el Mirador de la Cueva del Turche, un lugar
con unas vistas privilegiadas en el que se puede disfrutar
de unas panorámicas de todo el entorno natural típico de Buñol
característico de las zonas de ríos mediterráneos. Por útlimo,
el enclave del Charco de Mañán o de las Palomas, un paraje
de gran belleza en el que podrás disfrutar de un baño. Aquí
podrás ver la Cueva de las Palomas, la cual se formó por la
erosión del río Juanes, por ella se precipita el agua hasta
la gran poza formando una cortina de agua que crea un lugar
íncreible para disfrutar de una zona de baño inmejorable.
La ruta del agua en Chelva es uno de los mejores
senderos para hacer acompañados de los más pequeños. Se trata
de un sencillo camino que discurre a la par del río que se
tarda en completar en apenas una hora. Es perfecto para disfrutar
en cualquier época del año, aunque quizá es preferible durante
los meses de primavera y verano para contemplar todo el entorno
en su mayor esplendor. Igualmente, los niños quedarán asombrados
con el túnel que se debe de cruzar, para el que hay que llevar
linterna. Toda una aventura que no olvidarán nunca.
La ruta, que se inicia en la Plaza Mayor de
Chelva, es un recorrido guiado por señales y paneles informativos
que facilitan el recorrido. Cabe decir que se puede iniciar
también este recorrido desde Calles. Esta iniciativa, promovida
por el ayuntamiento de Chelva en colaboración con la Agencia
Valenciana de Turismo, discurre por el centro histórico de
la localidad valenciana y por parajes singulares del río de
Chelva. Una ruta que os encantará, donde se mezcla cultura
histórica y naturaleza. Durante el recorrido podréis visitar
el Barrio Árabe de Benacacira, construido en el siglo XI sobre
un promontorio. La medina musulmana que se halla en el barrio
conserva en la actualidad su trazado urbano intacto, todo
un lujo. Paseando por sus callejones, el susurro del agua
y la blancura de sus casas, os evocarán a las raíces históricas
de esta villa para transportaros a este lugar. En el centro
del barrio se alza la bella Ermita de la Soledad, que data
del siglo XVII, construida sobre la que fue la primera mezquita
musulmana del lugar.
La localidad ofrece una interesante ruta por
las 4 ermitas de la zona.
Sin salir de la ciudad y a otro extremo, se
sitúa el Barrio Judío del Azoque, donde la aljama judía permanece
intacta en su trazado y ambiente, recogida y cerrada al exterior
a través de sus callejones estrechos y soportales, como el
de la Parra, Camote o la antigua Cuesta del Onsal, ahora llamada
Cuesta de misa. Muy cerca se encuentra el Barrio Morisco del
Arrabal, de origen mudéjar. El Arrabal surge a partir del
siglo XIV, extramuros, con un trazado sinuoso y descendente.
Actualmente conserva tres de las muchas joyas arquitectónicas
del municipio: la Ermita de Sta. Cruz, antigua mezquita del
arrabal de Benaeça (s. XIV), que ha mantenido su estructura
interna original; la Ermita barroca de los Desamparados (s.
XVII), y el Consejo de la Villa o Antiguo Ayuntamiento, (s.
XVI), situado en la plaza del Arrabal, centro histórico neurálgico
de la Villa, lugar de mercado y punto de encuentro de la vida
medieval, del barrio morisco y los barrios judío y cristiano.
Por último, dentro de la villa, tenemos el precioso
Barrio Cristiano Medieval, un barrio construido después de
la conquista de Jaume I. Algunos de estos barrios, como Murtera,
Ollerías o Moreras, crecieron en torno al barrio de árabe
de Benacacira y el palacio, orientados hacia el río y ampliándose
la muralla para ir acogiendo las nuevas disposiciones y que
no se quedaran extramuros.
Peña Cortada desde Chelva es otra ruta corta
para niños. Para llegar al inicio de la ruta corta al acueducto
de Peña Cortada, ir por la CV-35 (dirección Ademuz). Tomar
la primera salida (Centro de conservación / Camino de servicio)
en la rotonda antes de entrar al pueblo. Continuar por la
pista de tierra. Pasar La Torrecilla y seguir el Camino de
Chelva girando a la derecha. En la explanada dejar el coche.
Otra posibilidad es ir desde Chelva hacia la CV-346. Pasar
la plaza de toros y girar a la derecha en el desvío Peña Cortada
/ La Torrecilla. Seguir por la pista hasta la explanada.
La ruta satarenya es una de las varias rutas
que se pueden hacer por la zona de Náquera, en un paraje que
combina una impresionante vegetación con el relieve arcilloso
propio de la zona, la torre defensiva de Satarenya y el Castillo
de Serra se alzan como punto de vigilancia de toda la zona.
El entorno conforma una pintoresca ruta ideal para hacer con
niños. Se trata de un sendero circular de poco más de tres
kilómetros donde se pueden contemplar construcciones relacionadas
con el agua y una rica biodiversidad donde destaca la variedad
de flora. El punto de salida de la ruta lo marca un panel
indicativo ubicado en el paseo de Las Delicias, en la carretera
de Náquera a Serra. Ojo porque es fácil pasarse de largo.
En este punto se puede dejar algún coche, pero no hay mucho
espacio, así que a lo mejor te toca aparcar por las calles
cercanas.
Esta ruta circular es de aproximadamente 3,3
kilómetros, el primer tramo discurre por un barranco, donde
encontramos diferentes construcciones relacionadas con el
agua. A unos 200 metros se encuentra el puente de Peucal,
que permite el acceso desde la carretera a la urbanización
del mismo nombre. Este primer tramo no nos gustó, debido principalmente
a la abundante presencia de suciedad y basura (plásticos,
botellas, envoltorios, trapos…), por lo que podría empezarse
la ruta en el mismo puente, además, al estar al lado de la
urbanización es fácil encontrar aparcamiento. El recorrido
está señalizado, pero en la parte que discurre por la urbanización,
tendremos que estar atentos a las indicaciones de la ruta,
pues es fácil equivocarse al principio y tomar la calle equivocada.
Al abandonar la parte urbanizada cruzaremos un pontezuelo
a mano izquierda y seguiremos la pista paralela al barranco
de Satarenya, que constituye sin duda la parte de la ruta
más bonita, con tramos de gran belleza por los almendros en
flor (final de invierno-primavera). Además podemos encontrar
pino carrasco y sotobosque típico mediterráneo.
Desde el corazón de la Sierra Calderona, el
municipio valenciano de Náquera, ubicado a 212 metros sobre
el nivel de mar y a tan solo 24 kilómetros de Valencia, se
ha convertido en un lugar idóneo para la práctica de actividades
deportivas al aire libre, como el senderismo, el ciclismo,
el motociclismo o la equitación. Como en todos los lugares,
Náquera tiene rincones naturales que merece la pena descubrir
a través de sus rutas senderistas. La ruta del Salt es una
de las más concurridas, sobre todo en épocas de lluvia. En
ella se puede encontrar un salto de agua que aparece en el
curso del 'Barranc del Salt', a la altura del sinclinal del
Salt, un gran pliegue rocoso de origen natural formado por
materiales calizas en forma de 'U'.
Un recorrido de 10'53 kilómetros que podrás
recorrer en poco más de 3 horas. La ruta inicia en la Plaza
del Ayuntamiento de Náquera, desde donde hay que caminar por
la Plaza de la Fuente hasta la calle de l'horta y desde allí
a la Plaza Manuel Navarro. Tomando el camino de la derecha
se llega a la Plaza Cronista Emilio Lluch, donde se vuelve
a tomar la calle de la derecha hasta la carretera. Una vez
cruzada, hay que tomar la calle del Salt hasta el cruce con
el PR-CV-329.
En este punto se abandona el casco urbano para
entrar en la montaña del Pinar, donde cruzarás el Barranco
de Náquera y tomarás la pista forestal. Hay que tomar la pista
hasta llegar a la entrada al 'Camí Fondo'. Tomando la pista
a mano izquierda llegarás al 'Barranc de l'Arquet', junto
a una zona de recreo.
Muy cerca de Valencia, el Puntal del Llops se
alza como uno de los lugares más especiales de la provincia
gracias a la increíble fortaleza que alberga. Este paraje
ofrece una impresionante y didáctica ruta que da a conocer
la historia de los que allí vivieron a la par de disfrutar
de un hermoso entorno. Parte desde el aparcamiento del cementerio
de Olocau, en una senda totalmente señalizada y que alberga
paneles explicativos. Una vez en la cima, las vistas que ofrece
son impresionantes, pues permiten contemplar todo el Camp
del Túria, l’Horta de València y el litoral.
El Poblado ibérico del Puntal dels Llops es
un asentamiento del siglo v a. C. ubicado en una de las estribaciones
meridionales de la Sierra Calderona. Está situado en el término
municipal de Olocau (Comunidad Valenciana, España), en la
cumbre de un promontorio a 427 m sobre el nivel del mar y
a más de 150 m sobre el llano, con amplia visibilidad sobre
el territorio del Campo de Turia y el corredor del Barranco
del Carraixet que da paso al norte.
El asentamiento ostenta una muralla y una torre
que lo definen como una pequeña fortaleza de 960 metros cuadrados.
Junto a otras similares formó parte del sistema defensivo
y de vigilancia del territorio de la ciudad de Edeta (edetanos)
y está considerado uno de los mejores ejemplos de atalaya
de época ibérica. La estructura interna del poblado es sencilla
y funcional: se trata de un conjunto de 17 habitaciones que
se abren a una calle central que recorre longitudinalmente
todo el asentamiento.
No podía faltar el Parque Natural de la Albufera.
Este es ideal para hacer todo tipo de actividades, ya sea
dar un paseo en barca, observar aves en el Centro de Información
Racó de l’Olla o practicar el senderismo. Son numerosas las
rutas que ofrece, siendo en su mayoría aptas para todo tipo
de públicos. Todos estos caminos permiten conocer los rincones
más mágicos y secretos de este bello paraje, la ruta histórica
por la Gola del Pujol, la ruta botánica y el itinerario de
los sentidos.
Se encuentra a sólo 10 km de la ciudad. Naturaleza
en estado puro, atardeceres de ensueño, paseos en barca y
desconexión en mayúsculas. Como un oasis urbano rodeado de
arrozales y bosque: eso es el Parque Natural de L'Albufera
para todo el que la conoce. Visítala si quieres entender el
origen de la gastronomía valenciana, porque ¿Puede haber un
motivo mejor para visitarla que saber que es justo el lugar
donde se inventó la paella? Acércate al poblado de El Palmar
y degusta sus platos típicos. Prueba el all-i-pebre o la llisa
adobada y siente una nueva forma de entender la comida: disfrutando
y comprendiendo también su origen. Da un paseo por alguno
de los seis itinerarios señalizados del parque natural. Descubre
todas las aves acuáticas, la vegetación y vive como un auténtico
pescador de la zona en el lago más grande de España. Querrás
repetir.
Sumergirse en una de sus puestas de sol es tan
sencillo como realizar un paseo en barca por la laguna coincidiendo
con la hora mágica. Para vivirla desde tierra basta con coger
sitio en el mirador de la Gola del Pujol. Situado en la carretera
CV-500 por la que se accede a la Albufera desde València,
este embarcadero ofrece una de las mejores panorámicas sobre
el agua. Podría resultar tentador hacerse fuerte en él para
asegurarse primera fila en el espectáculo. Pero desde el agua
es un aliciente.
Desde nuestro canal de Youtube, con los amigos
de Natura Albufera.
El origen del lago de la Albufera se remonta
a comienzos del Pleistoceno. Su formación es el resultado
del cierre de una antigua bahía (formada como consecuencia
del hundimiento de la llanura valenciana) por un amplio cordón
litoral entre los ríos Júcar y Turia, es decir, entre Valencia
y Cullera (unos 30 km). La separación definitiva entre la
Albufera y el mar se dio durante la época romana. Entonces
la superficie del lago era mucho mayor (en torno a 30.000
ha) pero con el paso de los años y debido al interés en obtener
nuevas zonas de cultivo (especialmente de arroz) sumado al
efecto de la colmatación (consistente en una acumulación progresiva
de sedimentos) se ha ido disminuyendo de tamaño hasta las
2800 ha actuales.
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