Uno de los secretos mejor guardados de la Comunidad
de Madrid es el impresionante patrimonio natural que alberga.
Repleto de maravillosas cascadas, pueblos pintorescos de arquitectura
negra y unos valles impresionantes, brinda experiencias rurales
únicas dentro de la capital. A esto se le suma una gran red
de senderos que permiten disfrutar y conocer todos los secretos
y rincones que guarda este paraje.
En este sentido, muchos destacan por su sencillez,
lo que les convierte en planes ideales para hacer en familia.
Por ello, hemos seleccionado cinco rutas de senderismo que
son imprescindibles en la provincia y que son perfectas para
hacer con los más pequeños.
La senda de las formas en La Pedriza, incrustado
en el corazón del Parque Nacional de Guadarrama, La Pedriza
es uno de los parajes más impresionantes de la sierra de Madrid.
Cuenta con múltiples rutas y senderos, pero sí hay alguno
que destaca sobre los demás es la conocida como la senda de
las formas. Se trata de un recorrido que discurre a través
de un paraje geomorfológico singular donde poder observar
rocas en curiosas formas y posiciones. Tiene una longitud
de poco más de ocho kilómetros, aunque existe un camino alternativo
de 1,5 que es ideal para hacer en familia.
La cascada del Hervidero es en realidad dos
saltos de agua formados por el cauce del río Guadalíx. Este
conjunto natural se sitúa en un espacio de lo más pintoresco,
pues sus aguas conforman un paisaje único que se encuentra
dominado por un extenso lago. La mejor forma de llegar hasta
la cascada del Hervidero, y de paso disfrutar del bello entorno,
es a través de la ruta conocida como el Camino del Brincadero.
Este parte desde el municipio de San Agustín de Guadalix,
concretamente en el área recreativa de la Laguna de los Patos
y tiene alrededor de 5,5 kilómetros de longitud en sentido
ida y vuelta. Además, su duración no llega a las dos horas
y es perfecta para toda la familia, ya que en todo momento
es sobre terreno llano.
Con una superficie de alrededor de 500 hectáreas,
el Bosque de la Herrería es uno de los parajes más importantes
dentro de Madrid. Se localiza próximo a San Lorenzo de El
Escorial y cuenta con una de las vistas más conocidas de la
comunidad: las que brinda la Silla de Felipe II. Entre fresnos,
arces, cerezos y castaños, los visitantes pueden disfrutar
de un día agradable recorriendo este bello paisaje, el cual
cuenta con una fauna envidiable.
El Bosque de La Herrería es un espacio natural
de gran valor histórico y paisajístico dentro de la Comunidad
de Madrid. Su superficie total es de 497 hectáreas. El Bosque
de La Herrería fue declarado Paisaje Pintoresco en 1.961,
y actualmente está comprendido en la Red Natura 2000 como
Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial Protección
para las Aves.
La Hiruela, uno de los mejores pueblos para
hacer senderismo en Madrid, se enclava concretamente en el
límite noreste de la Sierra Norte de Madrid, dentro de la
Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón, lo que la
convierte en una eminencia del senderismo dentro de la comunidad.
Además, se caracteriza por mantener las casas casi intactas
desde su construcción, brindándole una arquitectura propia.
Así, la localidad es punto de partida de varias rutas de senderismo,
las cuales discurren por un paraje increíble. En primer lugar,
se encuentra la conocida como De Molino a Molino, un sendero
que parte desde la iglesia de San Miguel. Tiene una distancia
de 3,8 kilómetros y es perfecto para hacer en familia. Por
otro lado, la ruta de Las Eras y Pila de Riego permite conocer
los caminos por los que se transportaba el cereal y contemplar
la flora autóctona de La Hiruela. Además, brinda espectaculares
vistas desde sus miradores.
La ruta del Camino del Agua es ideal para pasar
un día en mitad de la sierra de Guadarrama. Permite recorrer
este entorno acompañado de toda la familia o de los amigos,
disfrutando de un paisaje lleno de belleza. El camino es de
poco más de cuatro kilómetros y brinda impresionantes vistas
del Valle de la Fuenfría y de los pueblos serranos asentados
en él.
Conocido antes como el "Camino de las Canteras"
pasó a llamarse la "Senda del Agua" por ser el recorrido que
hace la entubación desde el pantano de las Berceas hasta los
depósitos de agua de Cercedilla, canalización que puede observarse
a lo largo del recorrido, debido a la erosión. En esta ruta
podemos observar varias panorámicas del Valle y los pueblos
serranos colindantes.
Una ruta ideal para adolescentes.
La ruta de Peña Izaga tiene un formato circular
por lo que empezarás y acabarás en el mismo punto. Ardanaz,
un pueblo en la cuenca de Pamplona de 70 habitantes que también
merece la pena visitar. Este enclave sirve como punto de reunión,
para aparcar el coche y también para comer después de la caminata.
Desde Ardanaz el trayecto consiste en un paseo por el faldón
de la montaña donde puedes pararte a ver la ermita de San
Miguel o el bosque de bojes. La ruta tiene tramos exigentes
ya que hay que salvar un desnivel de 800 metros. Tiene una
distancia de 12 kilómetros y puede completarse en tres horas
y media. Durante el camino irás encontrando pequeños balcones
que puedes usar como miradores. Las vistas son uno de los
grandes atractivos y si el día está claro llegarás a ver los
Pirineos. Durante todo el trayecto irás por sendas y el camino
está correctamente señalizado así que no corres el riesgo
de perderte.
La ruta no es larga ni requiere un buen nivel
técnico, pero las subidas pueden ser demasiado exigentes si
no estás en buena forma. Además, en un par de momentos el
camino se estrecha por lo que no es una opción ideal si tienes
vértigo. La segunda parte del recorrido (ya en bajada) es
bastante pedregoso por lo que, si esto te supone una molestia,
una alternativa es regresar por el mismo camino una vez alcances
la ermita.
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Las cascadas de la Tobería, se encuentran ubicadas
en la Llanada Alavesa, en la localidad de Andoin. A unos 40
kilómetros de Vitoria Gasteiz. Estos saltos de agua, son uno
de los grandes atractivos de la Sierra de Entzia. Unas cascadas,
que nos animan a realizar una breve pero intensa ruta entre
bosques de hayas y robles. Un espacio de gran belleza, que
os recomendamos realizar en cualquier escapada a la provincia
de Araba. El secreto de estos saltos de agua reside en el
manantial que brota del subsuelo dando vida al cauce de agua
que desciende entre las Tobas (rocas porosas formadas por
el carbonato cálcico).
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La senda de los «Mil Colores» que une tres pueblos
en el corazón de la Sierra de Francia comprende 10 kilometros
y baja dificultad. Una ruta de ensueño que genera paisajes
multicolores con construcciones históricas donde la naturaleza
hace su magia. Dentro del Parque Natural de Las Batuecas en
la provincia de Salamanca, que en cada estación del año brilla
con luz propia y refleja a través de sus paisajes y recorridos
imágenes, patrones y colores, miles de colores que proporcionan
una experiencia única. Es una senda fabulosa para hacer solo,
en familia, en pareja, con amigos, andando o incluso en bicicleta
y especialmente recomendable con buen tiempo y un día despejado.
La Senda de los Mil Colores transcurre por un
sendero tradicional, con pista forestal y agrícola. Tiene
aproximadamente 10 kilómetros y puede realizarse en unas cuatro
horas. Es de dificultad baja, para todas las edades, incluso
para realizar con niños. Todo el itinerario se encuentra señalizado
con marcas en amarillo y blanco (sendero de pequeño recorrido,
PRCSA-20) ya que la dirección del Parque Natural pretende
favorecer el conocimiento del entorno paisajístico y cultural
de esta zona.
Durante la ruta atravesarás caminos serpenteantes,
bosques de encina y robledales y restos de antiguos molinos
y construcciones del pasado. Es una actividad única, en un
enclave incomparable y apta para los amantes de la naturaleza
y también de la historia. En el recorrido, podrás encontrarte
desde un espectacular puente medieval, el Puente de la Dehesa,
que atraviesa el Arroyo del Coso, hasta maravillas naturales
como un frondoso bosque donde encontrarás castaños, madroños,
avellanos, acebos, robles... un sinfín de árboles típicos
de esta privilegiada zona natural. Una mezcla de sensaciones,
estampas e imágenes que precisan de la calma necesaria para
disfrutar y apreciar la belleza de estos parajes.
Al ser una ruta circular, se puede empezar a
explorar por cualquiera de los dos pueblos. Si empiezas por
Cepeda, un pueblo que brilla por sus tradicionales construcciones
serranas levantadas sobre un castro prerromano, encontrarás
su inicio ubicado en la fuente romántica que está en plena
circunvalación, en la carretera C-512 en dirección a Sotoserrano.
Cepeda se encuentra en la ladera de un monte de la Sierra
de Francia y cuenta con cerca de 550 habitantes. Durante el
primer paseo por Cepeda nos llamará la atención las siempre
vistosas casas de la comarca con sus líneas de madera perfectamente
dispuestas a lo largo de las fachadas. También es singular
la Avenida de los Reyes Católicos que desemboca en la Ermita
del Humilladero y el Antiguo Colegio.
Por otra parte, si prefieres, puedes comenzar
la ruta por Madroñal. El nombre de este municipio proviene
del madroño, sin embargo, es el cerezo el que se ha convertido
en seña de identidad de Madroñal. Al sur de Madroñal encontramos
fincas agrícolas con árboles frutales, prados y tierras de
labranza. Es una zona especialmente colorida cuando llega
la primavera. Un poco más abajo, situaremos el bosque multicolor
que nos lleva a Cepeda de la Sierra. La arboleda está salpicada
de robles, castaños, madroños, acebos y alcornoques, siendo
otoño su plenitud paisajística. Esta ruta, aparte de atraer
personas fanáticas de la naturaleza, da a conocer la belleza
de estos dos pueblos de Sierra de Francia y también su cultura,
patrimonio, tradiciones y gastronomía ampliando su estancia
más allá del fin de semana.
El fuego está completamente prohibido y tampoco
podrás verter ni líquidos ni sólidos que puedan contaminar
el lugar. Tampoco puedes lavar ni en ríos ni en fuentes. Tienes
que tratar de mantener el parque completamente limpio, así
como “La Senda de los Mil Colores”. Debes respetar al máximo,
la fauna y la flora durante el camino, la geología y las construcciones
que encuentres. Además, debes tener en cuenta que el ruido
también es una forma de contaminar. Mantén un comportamiento
tranquilo y céntrate en disfrutar de todo lo que nos ofrece
la naturaleza y los paisajes que se generan.
Al sur de Madroñal encontramos fincas agrícolas
con arboles frutales, prados y tierras de labranza. Esta zona
está especialmente colorida cuando llega la primavera. Un
poco más abajo, situaremos el bosque multicolor que nos lleva
a Cepeda de la Sierra. La arboleda está salpicada de robles,
castaños, madroños, acebos y alcornoques, siendo otoño su
plenitud paisajística.
Los bosques de castaños, robles y madroños de
la Sierra de la Francia son protagonistas estos días de otoño
donde muchos senderistas recorren sus caminos en busca de
desconexión. Una de esas rutas que se adentra en el parque
natural de Las Batuecas es la que une tres de los pueblos
serranos más típicos, Cepeda, Herguijuela de la Sierra y Madroñal,
a través de un paisaje de auténtico cuento. De hecho, algunos
conocen esta senda como la de los «Mil Colores» por la variedad
paisajística que ofrece a quienes se animan a descubrirla.
A lo largo de 10 kilómetros, muchos de ellos sobre una alfombra
de hojas, la ruta puede iniciarse en cualquiera de las tres
localidades al ser circular. Si se elige Cepeda, las primeras
indicaciones se encuentran cercanas a su fuente románica,
uno de los emblemas del pueblo junto al viejo olmo que preside
su plaza mayor. El camino recorre un espectacular paraje con
sorpresas, como el puente de la Dehesa, una recuerdo medieval
que atraviesa el pequeño arroyo de San Pedro del Coso. El
enclave destaca además por tener una de las alisedas más bonitas
de la Sierra de Francia. Siguiendo las indicaciones amarillas
y blancas, el sendero continúa en dirección a Herguijuela
de la Sierra, uno de los pueblos que mejor ha sabido proteger
la tradición, como prueban sus típicas construcciones prácticamente
intactas. Tras atravesar la localidad, la ruta sigue rumbo
a Madroñal, donde los cerezos toman el protagonismo, junto
a los huertos de los vecinos y las tierras de cultivo.
En medio de esta exuberante vegetación se encuentra
un buen numero de pueblos que conservan una belleza arquitectura
rural, construidos, en su mayor parte, con piedra de granito,
adobe, madera de castaño y roble.
El regreso a Cepeda desde aquí vuelve a estar
salpicado de robles, madroños y castaños en un paisaje típico
de esta zona del parque natural de Las Batuecas. La ruta de
los «Mil Colores», que es dificultad baja, puede recorrerse
en unas cuatro horas, incluso con niños. Todo el recorrido
ha sido señalizado con las correspondientes bandas amarillas
y blancas para que sea difícil perderse.
La Sierra de Francia está situada en el sur
de la provincia de Salamanca y ocupa una superficie de 628,43
km². Es una de las subdivisiones del Sistema Central. Su paisaje
se caracteriza por la gran extensión de montes poblados de
grandes masas boscosas y valles por los que circulan numerosos
ríos y arroyos. El punto más alto de todo el conjunto montañoso
es el pico de La Hastiala (1735 m s. n. m.), situado entre
los términos municipales de Monsagro y El Maíllo, pero el
más famoso es el de la Peña de Francia (1727 m s. n. m.),
que se encuentra entre los términos de El Cabaco y Monsagro.
En su cima hay un santuario mariano, y un mirador. También
son reseñables las cumbres de la Mesa del Francés (1638 m
s. n. m.) y el Pico Robledo (1614 m s. n. m.).
Comprende 32 municipios: Aldeanueva de la Sierra,
Cepeda, Cereceda de la Sierra, Cilleros de la Bastida, El
Cabaco, El Maíllo, El Tornadizo, Escurial de la Sierra, Garcibuey,
Herguijuela de la Sierra, La Alberca, La Bastida, La Rinconada
de la Sierra, Las Casas del Conde, Linares de Riofrío, Madroñal,
Miranda del Castañar, Mogarraz, Molinillo, Monforte de la
Sierra, Nava de Francia, Navarredonda de la Rinconada, Pinedas,
San Esteban de la Sierra, San Martín del Castañar, San Miguel
de Valero, San Miguel del Robledo, Santibáñez de la Sierra,
Sequeros, Sotoserrano, Valero y Villanueva del Conde. Todos
los municipios forman parte de la reserva de la biosfera de
las Sierras de Béjar y Francia. Algunos de ellos también se
integran (total o parcialmente) en el parque natural de Las
Batuecas-Sierra de Francia y el Espacio Natural Protegido
de la Sierra de las Quilamas. Limita con el Campo de Salamanca
al norte, con la Sierra de Béjar al este, con Extremadura
al sur y con Los Agadones al oeste.
Santillana del Mar es uno de los pueblos más
bonitos del litoral Cantábrico. Aunque eso sí, no está en
el mar. Se encuentra a 30 kilómetros de Santander y su casco
histórico es una auténtica preciosidad. Y no solo eso, no
muy lejos tiene las cuevas de Altamira, de gran valor cultural.
Hay que visitar las cuevas además de su colegiata,
del siglo XII. Y sí, además de visitar este precioso pueblo,
también podemos hacer senderismo por sus alrededores. Podemos
hacer una ruta hasta las Cuevas de Altamira, son unos 9 kilómetros.
¿Otra opción? Por el Mar de Santillana, entre 10 y 14 kilómetros,
según si visitamos la Ermita de Santa Justa. Pasamos por Arroyo
hasta llegar a la playa de Ensenada de Calderón. Podemos seguir
hasta la Playa de Santa Justa y pasamos por Ubiarco para volver.
Besalú es pueblo medieval en la provincia de
Girona, en La Garrotxa, es de los más bonitos de España. Su
centro fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1966,
por lo que Besalú bien merece una visita. Cruzar su puente
medieval es absolutamente impresionante. Besalú es como un
plató de cine, por eso se han rodado multitud de películas
ambientadas en la Edad Media. Para hacer senderismo en Besalú
debemos realizar la Ruta Románica, una ruta circular de 13
kilómetros que se realiza a los pies de la Sierra del Mont.
Empieza en Besalú y continúa por los bosques
de Palera, hasta el Santo Sepulcro de Palera. Seguimos por
la falda del Puig de Cantallops hasta el pueblo de Beuda,
ahí es donde encontramos la preciosa iglesia de Sant Feliu.
Y aquí ya es cuando volvemos.
Albarracín es un precioso pueblo en la sierra
del mismo nombre y en la provincia de Teruel, merece una visita.
Por su murallas medievales, su casco antiguo, su preciosa
catedral, sus balcones y detalles de forja. Albarracín merece
mucho la pena. Por eso esa zona se conoce como la Toscana
Española. «El precioso legado arquitectónico y urbanístico
de Albarracín transpira encanto y sosiego» dicen desde Turismo
de Aragón.
Eso sí, además de su casco histórico, también
merecen la pena sus rutas de senderismo. En la ruta de Molino
de Barranco Hondo, el río Guadalaviar ha ido abriéndose paso
por la Sierra de Albarracín, y ahora se puede disfrutar de
una ruta de senderismo por su barranco. Son 9,4 kilómetros,
y se empieza a una media hora en coche de Albarracín. ¿Otra
ruta desde el pueblo? La Ruta Circular de las Pinturas rupestres
de los Pinares de Rodeno.
La Selva de Irati es un enorme hayedo, el segundo
más grande de Europa, y el sitio perfecto para hacer desde
deportes de aventura hasta relajantes paseos a la sombra de
los árboles. Es posible hacer tanto senderismo, como rutas
en bicicleta. Al ser un territorio tan extenso, es posible
realizar varias rutas y conocer diferentes senderos, los más
sencillos para hacer con niños. Situado en el punto donde
los ríos Urbeltza -agua negra- y Urtxuria -agua blanca- unen
fuerzas para crear el río Irati, el Área de la Virgen de las
Nieves es el punto de partida de algunas de las mejores excursiones
por el mayor hayedo-abetal del Pirineo. Rutas sencillas que
se adaptan a todas las edades y permiten recorrer en familia
el corazón de la Selva de Irati.
Iratiko Kabiak, «Nidos del Irati», es un alojamiento
rural único y singular situado en Orbaizeta (Navarra), compuesto
por 6 cabañas de madera suspendidas en los árboles de un bosque
mágico de robles y conectadas a través de un sendero circular
de madera de 400m.
Para el Paseo de los Sentidos, iniciamos el
recorrido en la antigua casa de los guardas, hoy reconvertida
en centro de acogida y situado a un paso del aparcamiento
principal. El centro, abierto únicamente en temporada alta,
cuenta con salas de exposiciones, servicio de hostelería y
juegos infantiles. Muy cerca encontraremos las ruinas de las
antiguas Casas de Irati, también llamadas Casas del Rey por
ser la residencia de los leñadores que durante el s. XVIII,
por encargo de Carlos III, talaban el bosque para la construcción
de navíos de guerra.
No tendremos que andar mucho para alcanzar el
siguiente hito de la ruta: la Ermita de Nª Señora de las Nieves,
un pequeño edificio situado sobre una loma desde la que se
domina la confluencia de los ríos Urbeltza y Urtxuria. Desde
la ermita y siguiendo las marcas del Sendero Local nos adentraremos
en el bosque por un agradable y sombreado camino que llanea
a media ladera. Con la ayuda de varios paneles iremos descubriendo
la variada vegetación que nos rodea: abetos blancos, hayas,
arces o acebos que durante el otoño forman un sorprendente
calidoscopio de colores. Finalmente alcanzaremos una bifurcación
señalizada donde tomaremos el camino descendente que rápidamente
nos acerca hasta la orilla del Urtxuria. Para continuar deberemos
vadear el río para, siguiendo las indicaciones llegar de nuevo
al punto de partida.
Desde Ochagavia tenemos una opción de
10 kilómetros y una duración de 3 horas, aproximadamente.
Hay que partir de Ochagavia y seguir las indicaciones que
nos señalan la dirección de la Selva de Irati. Son unos 15
kilómetros en coche hasta llegar a un parking desde donde
seguiremos a pie.
Una vez aparcado el coche, comenzamos la aventura
adentrándonos en el bosque. Hay que tomar el camino que está
indicado como 'Sendero 63', que nos llevará hasta un gran
pantano. Ahora hay que descender hasta llegar a una casa,
la cual está indicada con el cartel 'Casas de Irati'. El interior
de la Selva de Irati está repleta de animales salvajes y la
flora es variada, desde hayas, abetos, sauces, hasta robles.
Hay que seguir el sendero hasta llegar a un puente colgante,
por el que podemos atravesar el río Irati. "Antes de llegar
al puente se encuentra el antiguo balneario donde el escritor
estadounidense Ernest Hemingway pasaba grandes ratos pescando
e inspirándose en sus novelas", según afirman en la página
oficial de la Selva de Irati.
Si escogemos la senda del Urbeltza arrancamos
la excursión tomando la pista forestal que avanza paralela
al margen orográfico izquierdo del Urbeltza para, recorridos
750 m, tomar una senda señalizada que hacia la izquierda desciende
a la orilla del río. Rodeados de preciosos ejemplares de hayas
y abetos blancos recubiertos de musgo nos adentraremos en
la zona de Auztegia, un rincón de alto valor medioambiental
que como sacado de un auténtico cuento de hadas hará volar
la imaginación de los más pequeños. Al llegar a una regata
encontraremos unas antiguas vías férreas, uno de los ingeniosos
sistemas empleados para la exploración forestal de los bosques
de Irati. A partir de este punto comenzaremos un breve pero
fuerte repecho hasta alcanzar de nuevo la pista forestal que
habíamos abandonado previamente y que tomaremos de nuevo para
regresar al punto de partida.
Para la Cascada del Cubo, desde el final del
aparcamiento del área de la Virgen de las Nieves tomaremos
la cómoda y amplia pista forestal que sin apenas desnivel
avanza junto al Urbeltza. Con las aguas del río en todo momento
a nuestra derecha avanzaremos entre hayas y abetos hasta finalmente
alcanzar la Cascada del Cubo, a la que accederemos por una
breve senda señalizada. La cascada del Cubo, también llamada
Itsuosin -”pozo ciego” en euskera- por las dos grandes pozas
que encontraremos a sus pies, se precipita por el lecho rocoso
del Urbeltza entre un paisaje de postal. En las cristalinas
aguas del río podremos encontrar truchas, ranas endémicas
y si tenemos suerte el tritón pirenaico o el desmán de los
pirineos, especies en peligro de extinción que tan solo habitan
allí donde la calidad de las aguas es excelente. Junto a la
cascada encontraremos un buen lugar donde descansar y disfrutar
en familia del excepcional entorno antes de emprender el camino
de vuelta.
Pásate por Paisajismo >> Irati.
Los mejores meses recomendados para visitar
la Selva de Irati son los meses de verano, ya que las temperaturas
rondan los 18 grados, mientras que en invierno las son más
bajas, y a medida que vayas ascendiendo más bajarán. Sin embargo,
la época perfecta es en otoño porque el bosque estará repleto
de tonos rojos y naranjas.
Garajonay es un paraíso para los amantes del
ecoturismo. Suaves temperaturas y alta humedad son las responsables
de un microclima casi mágico. Caracterizado por la diversidad
de su flora, además de laurisilva hallarás grandes extensiones
de fayales y brezo. En ellas habita la numerosa fauna que
puebla el parque, en especial los invertebrados. Más de 1.000
especies, que gracias a su aislamiento, incluyen un gran número
de animales que sólo se encuentran en La Gomera. Pero no sólo
descubrirás grandes bosques. También impresionantes formaciones
rocosas. Debido a la erosión en sus rocas volcánicas, algunas
formas se dibujan en el paisaje de La Gomera, como los roques.
Sin embargo, el punto más destacado de la isla lo conforma
el Alto de Garajonay, con 1.457 metros de altura, y desde
el que se domina toda la vista de la isla.
Los numerosos bosques del parque son fácilmente
recorribles. Hay 18 rutas de dificultad variable, aunque la
mayoría son cortas y accesibles. Además, puedes descargarte
la audioguía que ofrece el parque si decides visitarla en
solitario. Con ella tendrás información sobre la historia
y el ecosistema que te rodea. Si prefieres una ruta guiada,
todos los viernes del año dispones de ellas gratuitamente.
Durante los meses de verano también existe esta posibilidad
los miércoles.
Verdor, agua, molinos y pasarelas. A orillas
del río Labruja en el norte de Portugal se puede recorrer
una senda de pasarelas: el Passadiço de Moinhos da Ribeira
São João.
Nos vamos a Portugal.
No requiere de especial preparación física,
de modo que es ideal para refrescarse con los niños con las
cálidas temperaturas de verano en las cascadas y piscinas
naturales que alberga el trayecto. A diez minutos se encuentra,
además, el Poço do Pé do Negro, una alberca de aguas turquesas.
Labruja es una freguesía perteneciente al concelho portugués
de Ponte Lima, conocida por los peregrinos por ser parte del
camino portugués hacia Santiago de Compostela. El recorrido
se inicia al pie de la Iglesia de São Cristovão de esta localidad
portuguesa. Se considera que su origen se encuentra en un
monasterio benedictino del siglo XI. Al ascender una escalera
hay varias cruces del siglo XVII en su atrio.
Cerca del templo se encuentra también un peto
de ánimas, un pequeño santuario que se trata de una manifestación
material del culto a los muertos y de la devoción a las ánimas,
propio también en la geografía gallega y que se hereda de
generación en generación. Su significado proviene de la creencia
popular gallega acerca de la continuidad de las ánimas después
de la muerte. De todas las construcciones populares, los petos
de ánimas son las que más importancia dan al Purgatorio ya
que la finalidad de estos elementos es que los vivos puedan
ofrecer una limosna para la salvación de las almas en pena
que, al encontrarse en el Purgatorio, no tienen descanso eterno.
Passadiço de Moinhos da Ribeira São João.
La ruta completa son unos dos kilómetros río
abajo con pasarelas y dos puentes colgantes, y se puede circular
a ambos lados del río prácticamente durante todo el trayecto.
Los puentes y senderos de madera, muy utilizados en los senderos
portugueses, además de servir de guía a los turistas, permiten
acceder a puntos más complicados y contemplar unas hermosas
vistas de la naturaleza.
Construidas por todo el país, las pasarelas
constituyen una nueva forma de recorrer numerosos barrancos
y desfiladeros, antes muy difíciles de transitar, contribuyendo
con su construcción a facilitar su conocimiento. La zona más
baja se sitúa en los molinos de Várzea. Durante el camino,
se pueden ver diez molinos diferentes, los cuales están completamente
restaurados, aunque algunos de los terrenos todavía tienen
pendientes finalizar las zonas verdes. Una vez cruzado el
puente colgante sobre el río hay un descenso hasta llegar
a un salto de agua entre rocas labradas por la fuerza del
agua, con un mirador metálico. La duración del trayecto ronda
los 30 minutos debido a su corta extensión. También hay que
tener en cuenta que el desnivel de la senda es pequeñísimo,
tan solo hay ocho metros de inclinación a lo largo del trayecto,
sumado a los caminitos de madera que indican perfectamente
por donde seguir. Finalmente, cerca de las pasarelas, podemos
encontrar un ecomuseo, en el cual otorgan todo tipo de información
acerca de los principales puntos de interés del lugar, así
como un servicio de alquiler de bicicletas.
Cascadas de Poço do Pé do Negro.
A tan solo seis minutos del comienzo sendero
se encuentra el Santuario do Senhor do Socorro en la parroquia
de Labruja, bien conocido por los peregrinos que se dirigen
hacia Santiado de Compostela por el camino portugués. La construcción
del Santuario fue patrocinada por un brasileño en 1773 y se
cree que fue debido a una promesa. Tiene una sola nave, una
capilla mayor y una fachada rococó con dos torres. El recinto
está ornamentado con varias estatuas religiosas y, en la escalinata,
con estatuas de ángeles tocando la trompeta. En el interior
refulgen la talla rococó y las pinturas de exvotos. El santuario
destaca por el fuerte efecto escénico que le da la escalinata
anterior, integrándose en los llamados templos de romería
propios del período barroco portugués, al igual que el Bom
Jesus de Braga y el Santuario de Nossa Senhora dos Remédios,
en Lamego.
Para visitar el segundo lugar destacado de esta
freguesía de Ponte de Lima, hay que volver a la rúa do Santuario
do Senhor do Socorro y caminar menos de diez minutos hacia
el sur, donde se encuentra el Poço do Pé do Negro, una zona
de aguas cristalinas delimitadas con un gran bosque verde.
En él se encuentran tres pozas, siendo la superior la de más
belleza.
La espectacular zona de baño, con las aguas
del río Mestre que limita la freguesía de Labruja con la de
Bárrio y Cepões, no cuenta con ningún horario al no ser un
espacio vigilado, por lo que se recomienda tener cierta precaución
en la pequeña cascada. Debido a sus zonas rocosas y su cierta
profundidad es perfecta para sumergirse y evadirse en un entorno
lejos de las grandes poblaciones. Esta zona se convierte en
un punto clave en el Trail Pé do Negro, que se realiza cada
año en la villa en el mes de octubre. Dentro de esta competición
que recorre buen parte de la localidad de Ponte de Lime, el
Poço do Pé do Negro pone a prueba el equilibro de los participantes
con una cuerda para que puedan pasar por la pequeña cascada.
Tan solo se tarda media hora desde España para
acceder a esta maravillosa ruta. Desde Tuy, en la provincia
gallega de Pontevedra, hay que coger la carretera A3 cruzando
la frontera con Portugal a través del río Miño. A la altura
del pueblo de Sapardos, hay que tomar un desvío por la N303
hasta que, en la rotonda al sur de Gondomil, se pasa a la
EN201 en dirección Rubiães. Finalmente, siguiendo la M522,
se llega a este destino.
En el corazón del Pirineo catalán, el Vall d’Arán
se alza como uno de los parajes naturales más impresionantes
de España. Gracias a sus impresionantes picos, pequeños pueblos
de montaña y paisajes que quitan el aliento, es un destino
ideal para los amantes de la naturaleza y los deportes de
aventura. Recorrerlo a través de sus rutas y senderos es una
maravilla, permitiendo, además, descubrir todos sus rincones
y secretos. De todos los caminos que surcan este enclave,
el que conduce a Saut deth Pish es uno de los más especiales.
Saut deth Pish, es una de las cascadas más bonitas de Lleida.
Este salto de agua se localiza apenas a 15 kilómetros de la
bella localidad de Vielha, muy cerca de Pont d’Arros, y se
trata en realidad de dos cascadas, una principal de entre
15 y 20 metros, y otra más pequeña de alrededor de 5 metros.
Este conjunto natural da lugar a un espectáculo visual y sonoro
que atrae tanto a turistas como a amantes de la naturaleza
y el senderismo.
La ruta de senderismo que conduce al salto de
agua es muy sencillo, lo que hace que sea una actividad ideal
para hacer con toda la familia. Así, el recorrido tiene una
distancia de apenas dos kilómetros de longitud y una duración
de casi una hora, aunque depende del ritmo al que se vaya.
Su punto de partida se localiza en el aparcamiento habilitado
en Plan des Artiguetes, donde se puede dejar estacionado el
vehículo. Desde aquí, el viajero puede disfrutar de un bello
paisaje con vistas panorámicas de las montañas y los prados
del valle.
En pocos minutos el viajero llega hasta las
deseadas cascadas, donde se puede disfrutar de un paisaje
maravilloso. Los alrededores de Saut deth Pish no solo ofrecen
la impresionante caída de agua, sino también una diversidad
de paisajes que incluyen lagos, bosques y praderas alpinas.
Cascada de Saut deth Pish, en Lleida.
En el mismo recorrido hacia la cascada, los
visitantes pasan por el Estanh de Varradós y las praderas
de pastoreo, donde no es raro ver ganado bovino y equino.
Este entorno natural brinda oportunidades para la observación
de fauna y flora típicas de alta montaña, así como para la
realización de actividades recreativas como el pícnic y la
fotografía. La mejor época del año para visitar Saut deth
Pish es durante la primavera y el verano, cuando el deshielo
incrementa el caudal de la cascada y los senderos son más
accesibles. No obstante, en otoño, los vibrantes colores de
la vegetación circundante ofrecen una experiencia diferente
pero igualmente encantadora. Durante el invierno, el área
puede ser más difícil de acceder debido a la nieve, aunque
la cascada congelada presenta una estampa invernal singular.
La ruta del Forau de Aigualluts o Forao d’Aigualluts
es una de las rutas más accesibles de los Pirineos y uno de
los parajes más bonitos. Está situada en pleno Valle de Benasque,
dentro del Parque Natural Posets-Maladeta. La ruta comienza
en La Besurta y para llegar a ella, en temporada alta de verano,
hay que dejar el coche en el Parking público de Llanos del
Hospital, donde existe un Parking público donde podemos dejar
el coche. El parking está bien acondicionado y es relativamente
grande, aunque a partir de las 10:00h o 10:30h se empieza
a llenar durante los meses de verano.
En el mismo parking, se puede coger un autobús
que te lleva a La Besurta y te ahorra un buen trayecto. El
precio de ida y vuelta es de 5 euros y pasan cada media hora
aproximadamente ininterrumpidamente desde las 8:00h hasta
el último autobús de vuelta a las 21:00h. El autobús nos deja
en La Besurta, donde hay un pequeño bar con un merendero.
El recorrido desde La Besurta a Forau de Aiguallut es aproximadamente
de 2 kms y con un desnivel de 142m, siendo un recorrido de
dificultad baja y que se puede ir con niños (no apto para
carritos de bebé). El tiempo de ida es de unos 45 minutos.
Desde La Besurta, continuamos por un sendero
claramente señalizado. Al principio, el camino es común para
ir al refugio de La Renclusa. Ya por el camino nos encontramos
alguna cascada tras hacer una pequeña subida. Es en este punto,
donde nos desviamos por el camino de la izquierda, que nos
conducirá directamente al mirador sobre el Forau de Aiguallut,
donde podremos disfrutar del paisaje espectacular de esta
cavidad subterránea cuyo techo se ha derrumbado. Por el Forau
discurren las aguas del glaciar del Aneto, las cuales tras
recorrer aproximadamente 4 km subterráneamente, reaparecen
en el vecino Valle de Arán. Si continuamos remontando el río
unos 10 minutos más, veremos la cascada de Aiguallut.
Y tras la cascada de Aigualluts, nos encontramos
con una amplia explanada por donde discurren las aguas del
glaciar del Aneto.
Si nos dirigimos al fondo de la explanada, podremos
apreciar el deshielo del glaciar con algunos puentes de madera
que permiten cruzar a un lado y a otro y dar una vuelta por
el lugar. Volvemos la vista atrás y podemos ver la explanada
con el discurrir sinuoso de las aguas, desde otro punto de
vista muy bonito, donde se intuye al fondo la caída de agua
de Aigualluts. En este punto, podemos optar por reponer fuerzas
en la explanada y tomar el camino de vuelta, o si vamos bien
de tiempo optar por la subida al ibón Coll de Toro (algo más
de 2 kms con un desnivel de unos 200m).
España goza de ser un país con mucha riqueza
paisajística. De las altas montañas de los Pirineos hasta
las cordilleras de origen volcánico de las Islas Canarias.
Este archipiélago además de paisajes insólitos cuenta con
la laurisilva, un tipo de bosque muy singular pues solo se
encuentra en contadas partes del mundo. Una de las zonas de
laurisilva de Tenerife se encuentra en la parte más alta del
Parque Rural de Anaga, a 20 kilómetros de Santa Cruz de Tenerife.
Se trata de una abrupta cordillera con valles y barrancos
que se extienden hacia el mar y está declarado Reserva de
la Biosfera.
El Parque Rural de Anaga cuenta con muchos senderos
pero hay un en concreto que es corto y muy accesible. El Sendero
de los Sentidos es un conjunto de tres itinerarios perfectos
para pasear en familia. Se denomina el Sendero de los Sentidos
porque a lo largo del recorrido hay paneles que invita al
visitante a percibir con algunos de nuestros cinco sentidos
elementos de la naturaleza. Para más información, se puede
consultar la web oficial de turismo de las Islas Canarias.
Las tres rutas parten del Mirador Cruz del Carmen,
donde se encuentra el centro de visitantes. El primer sendero
(El Sendero de los Sentidos 1) está adaptado para carritos
infantiles y personas con movilidad reducida al tener una
pasarela y una pequeña terraza. La segunda ruta (Sendero de
los Sentidos 2) tiene un longitud de 500 metros. Cuenta con
algunos escalones, un puente y una pasarela en altura. La
tercera y última senda (Senda de los Sentidos 3) es algo más
exigente. Recoge las dos anteriores y se extiende hasta el
Mirador del LLano de los Loros, que permite contemplar una
bella vista a Santa Cruz de Tenerife y el Barranco y Presa
de Tahodio.
Mirador del LLano de los Loros en el Parque
Rural de Anaga.
El Parque Rural de Anaga está muy cerca de núcleos
urbanos por lo que se puede llegar perfectamente en coche
por las carreteras TF-11, TF-12 y la TF-134.
La provincia de Jaén no se encuentra entre los
destinos más visitados de España, pero enamora inmediatamente
a todos los turistas que pisan estas tierras de olivares y
esencia andaluza. Para empezar, se trata de la provincia con
más castillos de nuestro país, con ejemplos tan espectaculares
como las fortalezas de Burgalimar, La Iruela y Santa Catalina.
A su historia y arquitectura se suman los paisajes naturales
que acoge este territorio, como el Parque Natural de las Sierras
de Cazorla, Segura y Las Villas. Por supuesto, rutas de senderismo
forman parte de las opciones de turismo activo de la provincia,
con recorridos tan interesantes como el del río Cuadros.
El río Cuadros, un afluente del Guadalquivir,
recorre los municipios de Bedmar y Garcíez, al este de Jaén.
Este cauce de agua serpentea dentro del Parque Natural de
Sierra Mágina, dejando a su paso preciosas postales. Podemos
recorrer su belleza paisajística con una ruta de senderismo
que nos lleva a una cueva natural y al mayor adelfar de España
y el segundo de Europa.
El itinerario es muy sencillo, pues apenas se
recorren 600 metros (20 minutos), de modo que es perfecto
para hacer en familia. El punto de partida es el Área Recreativa
del río Cuadros, situada a solo 10 minutos en coche de Bedmar.
Desde allí empezaremos a caminar siguiendo el cartel que nos
indica el inicio del sendero y pronto atravesaremos un primer
puente sobre el río. Seguiremos remontando el cauce por la
margen izquierda del río, mientras disfrutamos de la espléndida
y frondosa flora. Aquí las adelfas adoptan una curiosa forma,
una especie de túnel vegetal que ha sido bautizado con el
nombre de Senda de los Adelfares. Además, durante la primavera
y el verano esta especie florece y tiñe de rosa este valle.
A las adelfas se suman los pinos, los sauces llorones y las
higueras, entre otros. Por otro lado, si hablamos de la fauna
acuática del lugar, destacan los cachos.
A continuación, llegaremos a un segundo puente
y más adelante nos toparemos con una cueva natural: nada más
y nada menos que el propio nacimiento del río Cuadros. La
combinación de las aguas brotando, la piedra cubierta de misgo
y la vegetación que lo rodea todo crea una postal simplemente
mágica.
Sin duda alguna, la Ruta del Alba es una de
las rutas más conocidas de Asturias, y razones no faltan para
ello. Declarada Monumento Natural, esta pista, fundamentalmente
ganadera, aunque también lo fue minera, se encuentra en el
fondo de un valle y discurre en todo momento junto al río
Alba o Llaímo. El paisaje, la vegetación y la fauna abruman,
pero sobre todos ellos el elemento fundamental es el agua.
Agua en rápidos del río, remansos, pozas, arroyos que se cruzan,
fuentes y abrevaderos, o en hilillos que salen de la roca
creando travertinos. Y quizás el agua nos dé uno de los elementos
del paisaje más bonitos y llamativos de la ruta, las cascadas,
sobre todo dos que embellecen aún más esta ya de por sí espectacular
senda. Sus límpidas aguas acogen al mirlo acuático y el martín
pescador, y en las laderas de las montañas, que llegan al
río, podemos observar con paciencia, detenimiento y prismáticos
los ciervos que viven en ellas.
La ruta del Alba o Foces del Llaímo, es una
preciosa y conocida ruta, de poca dificultad, del Parque Natural
de Redes. Transcurre junto al río Alba, que forma numerosas
cascadas, pozas y saltos de agua, en su recorrido. Pese a
estar el firme hormigonado en sus primeros kilómetros, la
ruta merece la pena de principio a fin, aunque las partes
más bellas y los saltos mas espectaculares, se encuentran
en la parte final de la ruta. La ruta está catalogada como
monumento natural, es lineal y tiene una longitud total de
unos 14 km y dificultad baja. Es frecuentada por todo tipo
de senderistas, familias con niños incluidas. Comenzamos a
caminar dentro del pueblo en dirección sur hasta el lavadero
del pueblo, un poco más adelante nos encontramos con el cartel
de inicio de la ruta. Caminamos por una pista ancha y hormigonada,
por donde solamente pueden circular vehículos autorizados.
A los pocos minutos de empezar a caminar alcanzamos la piscifactoría,
hoy en deshuso, rodeados de avellanos, espinos blancos, castaños
y algún roble. Avanzaremos entre zonas de pasto, sin alejarnos
nunca demasiado del río, hasta llegar a la zona del Campurru,
donde encontraremos los cargaderos de la mina de Los Pandanes
o mina Carmen (mina de mineral de hierro en las laderas del
monte Llaímo) y una fuente con su abrevadero.
Un poco más adelante pasamos junto al puente
Retortoriu que cruzaríamos si quisieramos realizar la ruta
de La Collada Isorno, pero nosotros continuaremos ruta en
dirección a las brañas de La Vega, donde el camino se va transformando
en un sendero que penetra en las Foces de Llaímo. Aunque hasta
ahora la ruta contaba con lugares hermosos y pozas muy bonitas,
es a partir de este lugar donde disfrutaremos de los lugares
más espectaculares: cascadas, raviones, rápidos, pozas, toboganes...
Atravesaremos un par de puentes sujetos literalmente en la
peña: La Pontona y La Resquiebra, hasta llegar al final de
la ruta en la Cruz de los Ríos, donde hay un pequeño refugio
con algunas mesas de madera.
Sin salir de Asturias tenemos una senda verde
muy agradable con dos tramos y dos opciones de caminata. El
primero, llega hasta la collada La Trapa, un balcón estupendo
sobre los valles de Valderosa y Caleao, con vistas a cumbres
como el Cuyargayos, la Peña Riegos, la Canalina o la peña
El Cuervo…y, desde ahí, regresa por el mismo itinerario. El
segundo, continua ruta desde la Trapa, adentrándose un poco
más profundamente por territorios de monte casinos, bosques
y núcleos rurales silenciosos.
Se trata del PR.AS 244, precioso recorrido que
tiene origen y regreso en Coballes, una población colgada
de las laderas que cercan el embalse de Tanes: desde ahí,
el sendero se alarga en lo que –técnicamente- es una ruta
sencilla que discurre casi todo el tiempo por pistas de tierra
y hormigón. Eso sí, los desniveles a salvar (aunque alejados
de vertientes montañosas) son bastante entornados y exigen
un esfuerzo que convierte la ruta en un paseo senderista de
dificultad moderada. Los pueblos vetustos, los arroyos, los
bosques de hayas, las majadas con buenas vistas y ese silencio
tupido y pacifico que siempre viste a las rutas tranquilas
dominan la caminata, que llega a alzarse a los 1100 metros
del altu la Trapa para luego zigzaguear por recodos naturales,
trazando un interesante círculo que regresa sin pérdida hasta
el embalse de Tanes y hasta Coballes.
Embalse de Tanes, punto de inicio y regreso
de esta ruta por Casu.
En total, unos 15 kilómetros de recorrido que
salvan alrededor de 800 metros de desnivel y pueden andarse,
sin prisas, en poco más de media jornada. Y aunque las empinadas
cuestas a salvar a veces se pongan duras, el paisaje circundante
y el solitario sendero que se sigue por bosques y aldeas compensa
el esfuerzo con creces, regalando una bella ruta de bello
paisaje por territorios de Caso.
La Cascada de Nonaya, la Olla de San Vicente,
la Senda de la Peridiella, la Senda Costera en el Concejo
de Llanes, el Refugio del Meicin, el Pico 3 concejos, la Cascada
de Xurbeo, la Senda Costera en el Concejo de Colunga, el Pico
La Mostayal y las Cascadas de Guanga son destinos ideales,
rutas que no superan los 5 kilometros.
Si te gusta el senderismo y disfrutar de la
naturaleza, tenemos para ti una ruta cerca de Burgos que no
te puedes perder. Se trata de un recorrido de 11 kilómetros
que atraviesa el valle de Sotoscueva, un lugar lleno de encanto
y belleza. Hablamos de la Senda del Ventanón, a unos 95 kilómetros
de la capital burgalesa, una ruta que nos permite descubrir
uno de los rincones más sorprendentes del Monumento Natural
de Ojo Guareña, un espacio protegido que alberga un rico patrimonio
natural y cultural. La ruta tiene una longitud de unos 11
kilómetros y un desnivel de unos 280 metros, y se puede hacer
en unas 3 o 4 horas. El grado de dificultad es medio, aunque
hay que tener cuidado con algunos tramos de roca suelta y
pendiente pronunciada. Como siempre te decimos, en las zonas
más escarpadas te recomendamos tener precaución, especialmente
en otoño o invierno donde puede aparecer el temido hielo.
El punto de partida de la ruta es el aparcamiento del Alto
de la Concha, donde se encuentra la ermita y la cueva de San
Bernabé, uno de los símbolos de Ojo Guareña. Se trata de un
complejo kárstico formado por más de 100 kilómetros de galerías
subterráneas, que albergan restos prehistóricos, pinturas
rupestres y santuarios del medievo. La cueva se puede visitar
con un guía, previa reserva, y la ermita está abierta al público
los fines de semana y festivos.
Ermita de San Bernabé.
Desde el aparcamiento, tienes que tomar el sendero
que sale a la izquierda y que está bien señalizado con las
típicas marcas blancas y amarillas de este tipo de rutas.
El camino discurre por una ladera cubierta de encinas, con
vistas al valle de Sotoscueva y al río Guareña. A lo largo
del camino, podrás ver algunas simas, pero hay que tener precaución
al pasar por ellas y no acercarse demasiado al borde para
evitar un posible percance. Tras unos 4 kilómetros, llegamos
al Ventanón, el objetivo de esta maravillosa ruta burgalesa.
Se trata de un impresionante arco natural de piedra, de 30
metros de ancho y 20 de alto, que se formó por la erosión
del agua sobre la roca caliza. Desde aquí podrás disfrutar
de una espectacular vista del paisaje, con los montes del
Somo y la Merindad de Valdeporres al fondo. Por supuesto,
es un lugar ideal para hacer una parada y comer algo mientras
disfrutas de una naturaleza espectacular.
Río Nela a su paso por Puentedey.
Los ríos Nela y Engaña vertebran la compleja
orografía de los Montes del Somo. En el límite con la vecina
Cantabria, cerca del Portillo de la Magdalena, en Matanela,
las aguas del río Nela comienzan su largo y sinuosos recorrido.
Es un lugar salpicado por bosques, verdes pastizales y numerosas
cabañas pasiegas. El río Engaña nace bajo el antiguo poblado
pasiego de la Marruya. Las riberas del río Nela están incluidas
dentro de la Red Natura 2000 con la declaración de Lugar de
Importancia Comunitaria (LIC).
Después de contemplar los alrededores desde
el Ventanón, tienes que seguir el sendero que desciende por
una pista hasta la localidad de Villamartín de Sotoscueva,
donde podrás ver la iglesia gótica con restos románicos de
San Esteban Protomártir. Desde este pueblo, toma el camino
que sale a la derecha que te llevará de vuelta al aparcamiento,
pasando por el sumidero del Guareña, donde el río se introduce
en la cueva. Esta ruta es una de las más populares en la provincia
de Burgos entre los amantes del senderismo, que buscamos escapar
del estrés de la ciudad y conectar con la naturaleza. Es una
opción ideal para disfrutar de un día al aire libre para admirar
los paisajes que ofrece esta maravillosa zona burgalesa. ¿A
qué estás esperando?
En Cataluña se encuentra un pueblo fascinante
que combina diferentes ecosistemas. San Pedro Pescador es
un municipio de unos 2.000 habitantes ubicado en la comarca
del Alto Ampurdán en la provincia de Gerona. Esta localidad
del centro de la bahía de Roses te permite disfrutar la naturaleza
y de diferentes actividades al aire libre.
San Pedro Pescador te ofrece diferentes opciones
para visitar. La playa del pueblo es la más larga de toda
la bahía de Roses con más de 6 kilómetros de arena y dunas.
En ella, hay varias zonas reservadas para la práctica de windsurf
y kitesurf. En este lugar se celebra cada año una de las pruebas
del campeonato mundial de windsurf. Hay varios campings cerca
con acceso directo a ella. Si prefieres el río puedes visitar
el Fluviá. En él puedes hacer kayak, paddle surf, tomar un
picnic, dar un paseo por la orilla o descansar. En el río
puedes contemplar un gran número de aves como el ánade real,
la garza real, el martinete común, etc. En la vegetación destacan
los juncos, salicornias y tamarindos. Si deseas hacer una
ruta a pie o a bici puedes partir desde la oficina de turismo
de San Pedro Pescador hasta este sitio. La distancia es de
3,2 kilómetros.
En este pueblo catalán puedes ver la Plaza Mayor,
la capilla de San Sebastián, la iglesia parroquial de San
Pedro y la Casa Caramany. Éste edificio residencial fue construido
en diferentes fases entre los siglos XVI y XIX sobre los restos
del antiguo castillo medieval del pueblo. Algunos de los elementos
que más destacan son su torre y el escudo familiar de los
Caramany. Además, hay que destacar que ha sido declarado Bien
Cultural de Interés Nacional. Esta localidad ofrece uno de
los paisajes más impresionantes de la Costa Brava junto con
los campos de cultivo y los campos frutales.
Este pueblo de Cataluña forma parte del Parque
Natural de los Humedales del Ampurdán. Es una de las principales
zonas húmedas de la comunidad catalana con mayor variedad
de especies animales. Hay que señalar que se trata del refugio
de más de 300 especies de pájaros. Se pueden realizar rutas
de senderismo dentro de él. Éstas están completamente señalizadas
y no presentan grandes dificultades. Por último puedes contemplar
mirador, torres de observación y ser partícipe de las visitas
y talleres que organiza este parque natural. Cataluña cuenta
con numerosos pueblos con encanto. San Pedro Pescador es uno
de ellos gracias a los diferentes ecosistemas que forman parte
de él.
La Senda Mitología Leonesa es una ruta homologada
incluida dentro de la red de senderos locales de León con
la matrícula SL – LE 7 dentro del destino turístico Montaña
de Riaño, al noreste de la provincia de León que comienza
en la localidad de Carande. Es una senda sencilla y circular
que atraviesa valles, colladas y bosques cantábricos con un
fondo temático y didáctico relacionado con la etnografía leonesa.
Durante un recorrido de aproximadamente 5 km
podrás encontrar a los seres mitológicos que se han transmitido
oralmente de generación en generación y que fueron durante
años la explicación a los fenómenos naturales que la ciencia
de aquellos tiempos no podía explicar. Así, el Reñuberu era
el personaje fantástico que anunciaba su presencia con truenos
y relámpagos o el Trasgu, duende que habitaba en las casas
y hacía todo tipo de travesuras para reirse de los humanos.
Una senda sencilla y fácil de andar que auna el placer de
estar en contacto con la naturaleza, de descubrir miradores,
de oir el sonido de la berrea, con el placer de aprender la
tradición, los mitos y las leyendas de los pueblos ancestrales
que vivieron en este territorio Una verdadera senda dentro
un espacio protegido como el Parque Regional Montaña de Riaño
y Mampodre.
El Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre
esconde senderos con historia, llenos de leyendas, y sobre
todo, de una vibrante naturaleza, que se convertirán en el
plan perfecto para este verano 2024. Rutas de dificultad baja
para hacer en familia y así descubrir esta zona de la Montaña
Oriental Leonesa.
Ruta a la Cueva de la Vieja del Monte.
Para una visita en familia a Riaño es indispensable
una visita a la Cueva de la Vieja del Monte, la 'reina' de
la mitología leonesa. El mágico recorrido que nos lleva hasta
ella hará las delicias de los más pequeños, que podrán disfrutar
del paseo de 2,5 kilómetros hasta ella sin problema. El punto
de salida se encuentra al comienzo del Viaducto de Riaño y
tras el recorrido por una sencilla senda, con poco desnivel,
podremos alcanzar el hogar de la Vieya'l Monte, donde tiene
un horno en el que amasa el pan que luego entregará a los
padres para que se lo den a sus hijos al llegar a casa.
Senda de la Mitología Leonesa en Carande.
Otra ruta de especial interés para familias
es la Senda de la Mitología Leonesa, un recorrido sencillo
y circular de 5 kilómetros con tan solo 233 metros de desnivel,
que desde que sale de Carande no solo atraviesa valles, colladas
y bosques, sino que también nos permite explorar a los seres
mitológicos que los habitan, junto a sus mitos y leyendas.
El Reñuberu, la Mora, el Trasgu, el Cuélebre, las Ánimas,
y por supuesto, la Vieja del Monte, harán las delicias de
los más pequeños. Además, también esconde bellos miradores,
con el placer de aprender la tradición, los mitos y las leyendas
de los pueblos ancestrales que vivieron en este territorio.
Carande se sitúa en un brazo del embalse de
Riaño.
PR-LE 35: Corral de los Lobos en Prioro.
Con mayor extensión pero también de dificultad
baja, destaca la ruta del Corral de los Lobos en Prioro, que
nos llevará a descubrir un pasado trashumante y ganadero.
Es una travesía circular de 7,3 kilómetros y 285 de desnivel
que arranca en dicha localidad y, tras cruzar el río Cea nos
lleva por un monte de grandes robles albares donde tradicionalmente
los pastores llevaban sus rediles siguiendo las marcas del
GR-1. Después, bajando al collado del Corral de Los Lobos
podremos observar un chorco, la trampa que antaño utilizaban
las gentes de la zona para cazar al lobo, el mayor depredador
para su ganado, mediante batidas colectiva.
PR-LE 24: Puerto de San Glorio.
Otro itinerario de relativa sencillez es el
que discurre por el Puerto de San Glorio desde Llánaves de
la Reina. Son 8,2 kilómetros con 270 metros de desnivel, que
arranca en una pista de tierra, junto a un pinar de repoblación,
para llegar al Valle de Culebrejas. Después la ruta se desvía
a la derecha por una vieja senda que asciende por el interior
del pinar y que, posteriormente, nos permitirá gozar de una
hermosa panorámica sobre el Valle Estébano y el imponente
Coriscao (2.234 metros). Más adelante finaliza la subida y
se desciende hasta el alto del Puerto, para iniciar el regreso
a Llánaves por un hermoso paisaje en el que destaca la quebrada
del Portillo del Boquerón.
PR-LE 17: Lago de Isoba.
Uno de los recorridos que sin duda merecen la
pena es el que asciende a 1.120 metros de altitud hasta el
entorno de Vega Fonda para vislumbrar el Lago de Isoba, de
origen glaciar. El trayecto de ida, de algo más de 6 kilómetros,
cuenta con un desnivel de 360 metros y se completa con facilidad.
Tras partir desde la gasolinera de Puebla de Lillo nos dirigiremos
por una pista hacia el espléndido robledal que cubre el Monte
Polvoredo. Más adelante podremos contemplar unas impresionantes
vistas desde el Alto de la Vega del río Silván, y a continuación
atravesaremos las antiguas minas de talco por La Foz, siguiendo
el camino que desemboca en la falda de la cara oeste de Peña
Niales. Al llegar encontraremos el pequeño lago, de unos cuatrocientos
metros de perímetro y hasta cinco metros de profundidad, acompañado
de un chozo restaurado.
PR-LE 18: Collado de Lois.
Desde Reyero parte otro bello itinerario, en
este caso circular, que nos llevará a contemplar desde la
Collada de Lois este encantador pueblo y su sorprendente Catedral
de la Montaña dominando el entorno del valle del río Dueñas.
La ruta alcanza los 8,7 kilómetros con 445 metros de desnivel
y arranca detrás de la iglesia para llegar al arroyo Valderriero,
donde nos desviaremos por el camino de la izquierda para ascender
por el puerto de Valdehigüende. La subida culminará en el
collado Reyero y desde ahí nos dirigiremos a la derecha a
la collada de Lois Tras maravillarnos con la panorámica, comenzaremos
el descenso hasta las chozas ganaderas de Recubiles, para
llegar de nuevo al punto de inicio.
Rio Dueñas hacia Lois.
Ruta de los Osines.
Y entre los recorridos preferidos por las familias
se ha ganado uno de los primeros puestos la Ruta de los Osines
de Riaño, un itinerario de apenas 3 kilómetros, sin gran desnivel,
en el que los más pequeños se lo pasarán en grande al atravesar
el Hayedo de las Viescas y las antiguas minas de arsénico
en busca de los osines Cierzo y Cueto. Para encontrarlos,
los pequeños caminantes tendrán que arrancar la senda desde
la carretera N-625, al otro extremo del viaducto de Riaño.
Durante más o menos 1,5 kilómetros caminarán por la Ruta a
la Cueva de la Vieja del Monte hasta alcanzar una bifurcación.
En este punto, el sendero continúa hacia la derecha para aprender
sobre el pasado industrial de Riaño, y al final el camino
se abre a un espectacular mirador natural, con vistas al embalse,
al estrecho de Bachende y al Pico Yordas, donde unas carabiellas
(lechuzas) y los osines les esperan.
PR-LE 23: Arroyo de Orpiñas.
Y dentro de las rutas más fáciles no podemos
olvidar la que nos lleva a descubrir el Valle de Orpiñas y
la Hoz de Llánaves de la Reina. Sale de esta localidad de
la Montaña Oriental Leonesa y al principio discurre por una
empinada pista de tierra que, más adelante, describe varias
curvas hasta alcanzar el límite de una repoblación de abetos
que vadearemos por la derecha en una subida más cómoda. Llegaremos
así a la pradera de los Pandos para contemplar una panorámica
incomparable sobre la Hoz de Llánaves, y desde ahí el camino
alcanzará la divisoria del Valle, donde brota el arroyo de
Orpiñas y se inicia el descenso hasta la pasarela de madera
que nos acerca al mirador de la Hoz. En total la ida nos llevará
casi 4 kilómetros con 220 metros de desnivel.
PR-LE 46: Camino de Wamba.
El rey visigodo Wamba da nombre a esta ruta
histórica de casi 4 kilómetros y apenas 300 metros de desnivel
(Solo ida) que comunica la meseta con la parte central de
Asturias. El punto de partida se encuentra cerca del Puente
de Wamba, en el entorno del Puerto de San Isidro, para salvar
el arroyo Los Fornos. Una pista de tierra da paso a una subida
entre piornos y una serie de construcciones típicas de la
montaña, los invernales. La pendiente termina al salir a una
majada y seguiremos por un tramo llano junto al cauce del
arroyo Los Fornos, que cruzaremos más adelante para avistar
una campera surcada por meandros. De nuevo volveremos a ascender
por un cómodo zig-zag final que nos lleva al estrecho paso
del Acebal, donde encontraremos una maravillosa panorámica
del Parque Natural de Redes.
PR-LE 36: Camino Real.
Otro recorrido con historia es el tramo del
antiguo Camino Real de Carlos III, una de las calzadas más
importantes de la conquista romana, que recorría el curso
del río Esla. El itinerario va desde Las Ventas de Valdoré
hasta la localidad de Las Salas, atravesando Villayandre y
Crémenes para completar 10 kilómetros con unos 200 metros
de desnivel. Tras comenzar en las Ventas de Valdoré iremos
ganando altura por el interior de un robledal hasta alcanzar
el Ventaniello, un tajo abierto en la peña que da paso a la
vega de Villayandre y Crémenes. A continuación, el camino
desciende hacia el primero de dichos pueblos y continúa entre
chopos y praderas hasta las inmediaciones de Crémenes. A partir
de ahí seguiremos la carretera de Argovejo hacia el área recreativa
de la Virgen de Pered y, poco a poco, el valle se va estrechando
para terminar en un área de recreo frente al caserío de Las
Salas.
PR-LE 48: Monte La Boyería.
Por último, pero no por ello menos importante,
destacamos esta ruta circular de 8 kilómetros con suaves subidas
y bajadas que discurre por el privilegiado entorno del Macizo
del Mampodre. La salida se sitúa a las afueras de Maraña,
concretamente en El Barrero, donde tomaremos una pista que
sube desde la carretera hacia los prados de siega de El Belledo.
Poco después encontraremos una bifurcación y viraremos a la
derecha para vadear al arroyo antes de seguir subiendo hacia
el Monte La Boyería. A continuación, la senda se adentra en
un hermoso y tranquilo bosque en el que predomina el roble
albar. Después, tras una corta bajada, la pista cambia radicalmente
de sentido y coge altura entre hayas hasta que, de nuevo,
la pendiente se suaviza y emprendemos el regreso y el descenso
para llegar de nuevo a la pista por la que comenzamos a caminar.
El paseo, sin duda, merece la pena por las inigualables vistas
sobre el Macizo del Mampodre que nos ofrece.
La provincia de Cáceres es un tesoro escondido
de España, especialmente en verano, cuando sus paisajes naturales
se convierten en el destino ideal para los amantes del senderismo
y las piscinas naturales. Un rincón que destaca por su encanto
y accesibilidad es la ruta de la Chorrera de Hervás, que culmina
en las impresionantes Charcas Verdes. Esta aventura es perfecta
para familias y grupos de amigos, gracias a su baja dificultad
y su riqueza en belleza natural. La ruta de esta chorrera
es conocida por su entorno pintoresco y accesible. Con una
longitud de aproximadamente siete kilómetros en sentido lineal
y una duración de alrededor de dos horas y media, este sendero
es ideal para disfrutar de una caminata relajante mientras
se descubren maravillas naturales. El punto de partida se
encuentra tras pasar el puente del Arroyo del Posturillo en
Hervás, donde se puede aparcar el coche fácilmente.
El recorrido comienza al cruzar el puente y
seguir una pista de tierra que se desvía a la derecha. Esta
pista, que inicialmente puede parecer poco interesante, pronto
revela su verdadero encanto mientras te adentras entre las
casas de Marinejo, antiguas viviendas de los operarios de
la central eléctrica cercana. En este tramo, un puente de
piedra, que conecta con la conocida Pista Heidi, se convierte
en un punto de referencia.
A medida que avanzas, el sendero se transforma
en una senda estrecha que se adentra en un frondoso robledal.
Aquí, el aire fresco y el sonido de la naturaleza te envuelven,
creando una atmósfera de tranquilidad y exploración. Una bifurcación
en el camino te ofrece dos opciones: continuar de frente hacia
las Charcas Verdes o girar a la izquierda para ascender hacia
la Chorrera de Hervás.
Si decides explorar las Charcas Verdes primero,
te encontrarás con tres pozas naturales formadas por las cristalinas
aguas del río Ambroz. Estas piscinas, cada una con su propio
carácter, son perfectas para un refrescante baño en un entorno
natural. Las dos pozas inferiores son más redondeadas y están
rodeadas de rocas de distintos tamaños, mientras que la superior
destaca por su forma de bañera natural excavada en la roca,
ofreciendo un espectáculo visual impresionante.
La verdadera joya de esta ruta es la cascada
de la Chorrera de Hervás. Con una altura de 15 metros, esta
cascada es un espectáculo natural que no te puedes perder.
La senda ascendente que lleva a la cascada ofrece vistas panorámicas
del paisaje circundante, haciendo que el esfuerzo valga la
pena. Justo debajo del cruce hacia la Chorrera se encuentra
la central hidroeléctrica, conocida como la Fábrica de la
Luz, un punto de interés histórico y cultural en la ruta.
Hervás, el punto de partida de esta aventura,
es fácilmente accesible desde varias ciudades. Desde Cáceres,
el viaje dura aproximadamente una hora y diez minutos por
la vía A-66. Si vienes desde Salamanca, el trayecto tiene
una duración similar, también por la A-66. La buena conectividad
de carreteras hace que Hervás sea un destino conveniente para
una escapada de un día o un fin de semana.
La ruta de la Chorrera de Hervás y las Charcas
Verdes es una experiencia que combina el placer del senderismo
con la maravilla de descubrir piscinas naturales y cascadas
escondidas. Ideal para disfrutar en familia o con amigos,
este sendero de baja dificultad en la provincia de Cáceres
es un testimonio de la belleza natural y la tranquilidad que
España tiene para ofrecer. Ya sea para un refrescante baño
en las pozas o para admirar la majestuosa cascada, esta aventura
promete recuerdos inolvidables y una conexión profunda con
la naturaleza.
Solamente llegar a la localidad de Riglos y
contemplar como los mallos arropan y protegen el pueblo, es
una maravilla que merece la pena detenerse y contemplar. Vamos
con otra aventura que podrás disfrutar los 365 días del año
en el Prepirineo español. Comenzamos nuestra ruta desde
la Localidad de Riglos, por un sendero circular de baja dificultad,
5,4 Km y una duración de alrededor de 2:30 horas.
Inicio de la ruta desde la localidad de Riglos.
El ascenso es largo y prolongado pero con un
desnivel muy progresivo.
Sendero de ascenso.
Llegando a la pradera de los Mallos de Riglos.
El paisaje, la calma y las imponentes paredes
verticales de roca que alcanzan los 300 metros de altura son
una maravilla. Es imprescindible llevar prismáticos, practicamente
en todas las rutas del Prepirineo puedes encotrar aves increibles
como el Quebrantahuesos, el Águila Rela, el Milano, Buitre
Leonado ... Pero aquí especialmente. Si eres un apasionado
de estas aves no te puedes perder la visita al Centro de interprepación
de Aves Arcaz con la impresionante vista de los Mallos de
Riglos, donde hay una de las colonias de buitres leonadas
más numerosas de Europa.
Ya falta poquito para llegar a la pradera, un
lugar perfecto para tumbarse a descansar, tomar un refrigerio
y coger fuerzas para continuar con la ruta, en nada llegamos
a la parte más alta, el Mirador de Bentuso, donde un letrero
informativo nos muestra los nombres y puntos más importantes
de la ruta y podemos tomar unas fotografías espectaculares.
El mirador, donde sacarse el bocata ...
Vista de los Mallos Pisón a la izquierda y
Firé a la derecha. El rio Gállego al fondo.
Senda de bajada dejando los mallos a la izquierda.
Todo el recorrido es precioso pero hay tres
puntos clave que no te puedes perder; El mirador del Colorado,
el mirador de Ventuso o Espinable y el mirador del Circo.
Cada mallo debe su nombre a alguna de us características.
Mallo cuchillo, la visera, el puro, el Firé, el Colorado,
el Tornillo ... Todos ellos paraiso de escaladores y aficionados
declarado Monumento Natural por el consejo de Aragón en 2016.
Zaragoza cuenta con muchas rutas de senderismo
que dejan ver la diversidad orográfica de la región. Sierras,
barrancos, valles y ríos son algunas formaciones de la naturaleza
de las que puedes disfrutar haciendo deporte. Si quieres huir
de las altas temperaturas este verano tienes que realizar
el sendero del Galacho de Juslibol.
El Galacho de Juslibol se ubica a dos kilómetros
del barrio que le da nombre en Zaragoza. Este espacio se erige
como un espacio natural de gran relevancia que ha sido reconocido
como lugar de Interés Geológico y Humedal Singular de Aragón.
Los galachos son antiguos meandros del río y testigos de la
dinámica fluvial. Este galacho se formó como consecuencia
de la gran crecida de 1961. Ahora, su núcleo central es un
meandro abandonado del río Ebro. El inicio de la ruta se encuentra
al salir del barrio rural de Juslibol donde encontrarás un
camino de tierra en el que tienes que adentrarte.
El Galacho de Juslibol presenta una ubicación
estratégica entre el Ebro y el escarpe de yesos. Esta zona
abarca unas 100 hectáreas que incluyen el antiguo meandro,
el cortado y zonas de alrededor. Este lugar cuenta con fuentes,
bancos y un Centro de Visitantes. Desde éste se organizan
actividades divulgativas dirigidas a niños y adultos que te
ayudarán a conocer a fondo el entorno medioambiental. El galacho
ha experimentado alteraciones indebidas por actividades como
la caza, pesca y pastoreo. Este entorno natural alberga diferentes
especies vegetales como pastizales, sotos y zonas esteparias.
La vegetación también está compuesta por plantas mediterráneas.
En las zonas más expuestas al viento y al fuego se pueden
observar estepas y espartos. Respecto a la fauna, el galacho
es el hogar de tejones, zorros, garzas, cormoranes y aves
rapaces.
Durante la crecida del río se convierte en una
importante área de inundación que ejerce una función importante
en la contención de las inundaciones en zonas bajas. Zaragoza
se presenta como un destino ideal para hacer senderismo. La
localidad aragonesa ofrece diversos paisajes y rutas para
todos los niveles y edades. El sendero del Galacho de Juslibol
es una buena alternativa para hacer frente al calor este verano
y disfrutar en las orillas del Ebro de un entorno natural
único. El galacho es un hábitat valioso en el que se mezcla
la biodiversidad, geología y el agua.
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La Ruta de la Cova Tallada, entre Denia y Jávea,
que ha sido definida por muchos como una de las más bonitas
del Mediterráneo. Se encuentra en pleno Parque Natural del
Montgó, entre las localidades costeras de Denia y Jávea, en
Alicante. En los últimos años, estos dos municipios se han
convertido en auténticos referentes turísticos de la zona,
recibiendo la visita de miles y miles de turistas. Sin embargo,
también se ha convertido en el lugar perfecto para los amantes
del senderismo gracias a las rutas que se pueden completar
en la zona.
La ruta comienza desde la zona de Les Rotes
en Dénia, pero existen otras alternativas. Para todos aquellos
que prefieran arrancar el camino en otro lugar, también pueden
hacerlo desde Cala Tangó en Jávea. El sendero recorre un total
de 3,5 kilómetros (ida y vuelta) en los que los visitantes
recorren diferentes zonas disfrutando de las mejores vistas
a las espectaculares calas que hay en la zona. En cuanto al
nivel de dificultad, es moderado. Y es por ello por lo que
la ruta es perfecta para todos los públicos y se completa
en dos horas, aproximadamente. Eso sí, hay que tener en cuenta
una serie de aspectos importantes antes de comenzar la ruta.
El sendero incluye tramos de roca, escaleras naturales y algunas
zonas escarpadas, por lo que es importante seguir una serie
de recomendaciones en lo relativo al equipamiento y al calzado.
Hablamos de ello al comienzo de esta sección. El calzado
adecuado es importante también para evitar caídas, ya que
algunas zonas resbalan, sobre todo dentro de la cueva. Además,
es importante llevar agua, comida, linterna para explorar
la cueva y ropa de baño todos aquellos que quieran bañarse
en el interior de la cueva.
La Ruta de la Cova Tallada termina, como su
propio nombre indica, en la Cova Tallada, una cueva que fue
utilizada durante años como cantera para extraer piedra tosca.
El acceso a la cueva está permitido y se puede realizar desde
el acantilado. Una vez dentro, los visitantes tienen la oportunidad
de completar diferentes formaciones de roca y charcas. A la
cueva se puede llegar tanto a través del sendero de la ruta
como a través de una excursión en kayak.
Para llegar a la cueva, el trayecto a realizar
dependerá del lugar de origen. Para todas aquellas personas
que vayan desde Denia, se puede llegar en coche hasta la zona
de Les Rotes y, una vez allí, seguir el camino que indica
la señalización de la ruta. Por el contrario, las personas
que accedan desde Jávea deberán ir primero hasta Cala Tangó,
donde hay un parking habilitado para el estacionamiento de
vehículos. Una vez allí, solo habrá que seguir las indicaciones
hasta llegar a la cueva.
El sendero comienza en la zona de Les Rotes,
en Dénia. Lo mejor es dejar el coche en los diferentes aparcamientos
que hay habilitados en la zona y comenzar el camino. La primera
parte del sendero está muy bien señalizada a través de carteles
y diferentes pinturas en las rocas. El camino sigue después
en paralelo al mar con una dificultad baja. Sin embargo, a
medida que avanza el sendero, el terreno se va volviendo poco
a poco más escarpado y rocoso, lo que complicará más el camino.
Según el camino avanza a la cueva, se va haciendo más estrecho.
Una vez superada esta etapa más complicada, se llega a la
cueva, que se encuentra situada al nivel del mar. Es importante
saber que a pesar de que el acceso está permitido durante
todo el año, los días de oleaje la entrada puede volverse
complicada. Por ello, se recomienda hacer la ruta en primavera
y otoño, que es cuando menos gente hay, y en días en los que
la marea esté tranquila.
Algunas personas lo consideran el pueblo medieval
más bonito de Barcelona. A una hora de la capital catalana
se sitúa Mura, un municipio de unos 230 habitantes con mucha
tradición y encanto. Esta localidad con calles de piedra cuenta
con auténticas maravillas arquitectónicas como la iglesia
de San Martín del siglo XII o las ruinas del castillo del
pueblo de 1023. Además, en las cercanías del municipio se
encuentran una serie de construcciones medievales como el
molino harinero o el Puig de la Balma una masía excavada en
la roca del siglo XII.
Esa minúscula localidad de Cataluña te invita
a viajar en el tiempo a través de sus calles medievales. Mura
forma parte del Parque Natural de San Lorenzo del Munt y el
Obac. Gracias a ello dispone de todo tipo de rutas de senderismo,
muchas de ellas señalizadas que invitan a explorar el entorno
del municipio. Una de las más conocidas es la Ruta de las
Mil Fuentes de algo menos de 3 kilómetros. Esta ruta es muy
fácil de realizar y es ideal para niños. El trayecto recorre
mucha de las fuentes naturales de las inmediaciones de Mura.
Este sendero comienza en el Centro de Información
de Mura. Al bajar la calle de La Coma hasta antiguos colegios,
atravesarás la riera del pueblo y deberás seguir las señales
de color verde. Tienes que tomar el recorrido paralelo al
agua hasta llegar a unas escaleras que suben a la Fuente de
la Mascarosa. Tras atravesar las explanadas donde se encuentra
la fuente, tienes que descender por unas escaleras situadas
justo al otro lado por donde subiste. Después, giras unos
180º hasta seguir por un sendero muy estrecho en el que encontrarás
un antiguo molino harinero. Una vez que bordees el molino,
seguirás con la ruta hasta llegar a la Fuente de la Coma.
En este sendero podrás observar las ruinas de un viejo horno
de cal y luego la Fuente de Cal. Siguiendo con el trayecto,
te encontrarás con la Fuente de la Blanquera, Fuente del Agujero,
la Fuente del Queso y finalmente, terminarás el recorrido
en la plaza principal del pueblo junto a la iglesia de San
Martín.
Esta ruta de senderismo de Barcelona no presenta
dificultades y es apta para todas las edades. Otro de los
senderos más conocidos de Mura que puedes realizar es la Ruta
de la Riera de Nespres, de algo más de 5 kilómetros de recorrido.
La Sierra de Albarracín (Teruel) ofrece numerosos
caminos que recorren espectaculares entornos naturales. Caminos
que te muestran paisajes únicos, bosques impresionantes en
los que descubrir ciervos, águilas y otros animales y tranquilas
sendas que harán las delicias de los apasionados del senderismo
y la naturaleza.
Micología, turismo en familia ...
Rutas entre prados y pinos, donde veremos un
sinfín de flores, orquídeas y mariposas. Sabinares y campos
de cultivo hasta llegar a las salinas de Royuela. Descubrir
la diversidad que albergan estos paisajes. Juega con los peques
a buscar alondras, mochuelos, currucas, bisbitas …
La sierra de Albarracín es un conjunto montañoso
de la parte sur-occidental de la cordillera Ibérica, ubicado
entre las comunidades autónomas españolas de Aragón, Castilla-La
Mancha y Comunidad Valenciana. Se extiende a lo largo de 60
km, en disposición noroeste-sureste, con una cota máxima de
1936 m sobre el nivel del mar en el cerro o pico de Caimodorro.
En esta sierra nacen varios ríos de relevancia en la península
ibérica, como el Tajo, el Júcar, el Jiloca, el Turia y el
Cabriel.
La sierra de Albarracín es uno de los puntos
de la península ibérica con mayor número de manantiales. En
lo más elevado de la sierra, cerca de Frías de Albarracín,
tiene su nacimiento el río Tajo, en un manantial de escasas
aguas. Desde allí se dirige al oeste, cruzando la Vega del
Tajo y recibiendo a varios afluentes, hasta entrar en Castilla-La
Mancha delimitando las provincias de Cuenca y Guadalajara.
Nacimiento del río Gallo, en la Sierra de Albarracín,
a los pies del Pico Caimodorro. Orihuela del Tremedal (Teruel).
En el término de Tormón nace el río Ebrón y
en Cella hay un pozo artesiano de piedra, conocido como la
Fuente de Cella, construido en 1729 del que nace el río Jiloca.
Las aguas de la Fuente de Cella provienen íntegramente de
la Sierra de Albarracín. En Orihuela del Tremedal, cerca del
santuario de la Virgen del Tremedal y a los pies del Caimodorro,
entre la sierra de Molina y la de Albarracín nace el río Gallo,
que se adentra posteriormente en la provincia de Guadalajara,
para desembocar finalmente en el río Tajo cerca del lugar
conocido como Puente de San Pedro, en la localidad de Zaorejas,
en la provincia de Guadalajara.
Pasear por las calles empinadas de Albarracín
y descubrir a cada paso escalinatas y pasadizos es una experiencia
única. Cada rincón, cada casa no te dejará indiferente por
su color rojizo y su irremediable encanto.
A las afueras de Albarracín encontrarás el Paisaje
Protegido de los Pinares de Rodeno, con su característico
tono rojizo y verde. En estos bosques que forman el Parque
Cultural de Albarracín encontrarás numerosas muestras de arte
rupestre de tipo levantino. El resto de la Sierra de Albarracín
es una sucesión de montes y barrancos situados por encima
de los mil metros, con pueblos llenos de encanto rodeados
de impresionantes paisajes. Gea de Albarracín, Bronchales
u Orihuela del Tremedal son solo algunos ejemplos. A su vez,
la Sierra del Tremedal y la Reserva de Caza de los Montes
Universales esconden valiosos parajes llenos de fauna salvaje.
Si eres de los aficionados a las setas que sepas que en otoño
el clima lluvioso convierte estos montes en un paraíso micológico
(con permiso de los agentes forestales).
Además, cerca de Frías de Albarracín puedes
acercarte hasta el nacimiento del río Tajo. También es hermoso
el nacimiento del río Guadalaviar (que luego cambia su nombre
a Turia), en el pueblo del mismo nombre, y el del río Cabriel,
en los Ojos del Cabriel, con sus bonitas cascadas, como la
espectacular del Molino San Pedro.
Posiblemente octubre sea un mes perfecto para
hacer actividades al aire, disfrutar de la naturaleza y descubrir
lugares increíbles. España es una tierra muy rica y diversa
en cuanto a parajes naturales mágicos, con encanto y con una
curiosa historia detrás. Y una ruta de senderismo única que
te sorprenderá en todos los sentidos se encuentra en el corazón
de Castilla-La Mancha.
Junto a la Sierra de Altomira, en plena comarca
de La Alcarria, se encuentra el municipio de Buendía que está
rodeado por una muralla que protege un rico patrimonio. Uno
de lo lugares de referencia es su Plaza Mayor compuesta por
pórticos con arcos de medio punto sobre pilares cuadrados
que a su vez establecen una conexión con la plaza de Ruiz
Jarabo.
Plaza mayor de Buendía (Cuenca).
También merece especial mención la iglesia de
Nuestra Señora de la Asunción, un edificio que mezcla el estilo
gótico y el renacentista tan en la fachado como en el interior.
La casa Tercia del siglo XV alberga el museo del carro y también
es de obligada visita. Uno de los aspectos que hace mágico
al pueblo de Buendía y el motivo de este artículo es la Ruta
de las Caras, un sendero en mitad de un pinar que recorre
varias esculturas talladas en las rocas realizadas por distintos
autores.
Un recorrido circular de 4 kilómetros que pasa
por un total de 15 caras esculpidas en la roca rodeadas de
un paisaje natural digno de admirar. La Ruta de las Caras
no requiere mucho nivel de senderismo ya que en poco más de
una hora la habrás concluido. Es muy sencilla de hacer y además
es apta para ir con niños.
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