Para ser un cineasta con estilo, convicciones y curiosidad
por la historia muy ancladas en lo oriental, resulta curioso
que Akira Kurosawa se haya vuelto una fuerte influencia a
lo largo de la historia del cine occidental. El caso de George
Lucas es bastante notorio, tomando muchas notas a partir de
‘La fortaleza escondida’ para desarrollar la historia y el
carisma de su célebre ‘Star Wars’. Muchas otras películas
han tenido su impacto en varias películas de Hollywood u otros
mercados como el europeo. Ahora mismo Spike Lee se encuentra
realizando un remake de ‘El infierno del odio’, que también
es fuerte influencia de la miniserie ‘Círculo cerrado’, mostrando
la vigencia de su filmografía hasta para los estándares del
cine contemporáneo. Aunque si una película se lleva la palma,
esa es ‘Los siete samuráis’.
Una de las películas definitivas de este clase de cine de
acción oriental, una de las más importantes de la filmografía
de Kurosawa y, para muchos, una de las mejores de la historia
del cine. Una extraordinaria cinta de aventuras donde volvió
a contar con Toshirô Mifune como protagonista principal, que
cumple 70 años desde su estreno en cines y que puedes ver
en streaming a través de acontra+ y también en Filmin.
Protagonizada por Toshiro Mifune como el general Makabe Rokurota
y Misa Uehara como la Princesa Yuki. Es conocida por servir
de influencia, según su creador George Lucas, para la saga
de películas de ciencia ficción Star Wars. Entre otros reconocimientos
Kurosawa obtuvo en 1959 el Premio FIPRESCI y el Oso de Plata
del Festival de Berlín.
La acción nos lleva a la Japón feudal del siglo XVI, donde
una modesta aldea campesina recibe la constante amenaza y
ataque de unos temibles forajidos. A pesar de que en el poblado
hay posturas reacias a los samuráis, no les quedará otro remedio
que contratar a un grupo de siete mercenarios dispuestos a
ser su última defensa contra estos terribles enemigos. Aquí
tenemos una película cuya impronta se aprecia en mucho del
cine grande que nos ha ido llegando posteriormente. Desde
remakes medio declarados como el western ‘Los siete magníficos’
o la bélica cinta de aventuras ‘Los cañones de Navarone’,
hasta una cinta de animación como ‘Bichos, una aventura en
miniatura’ que toma tanto su historia como parte de sus ideas.
Hasta Zack Snyder ha dado la tabarra mencionando la película
como clave para su ‘Rebel Moon’.
Ciertamente su historia de honor y defensa ante el mal es
algo perfectamente trasladable a cualquier otra obra o cultura,
pasando ya a un nivel universal a la hora de hacer llegar
su mensaje. Aun así, Kurosawa realizó esta película con toda
la intención de indagar en el pasado de Japón, y también en
la compleja relación con los samuráis y el choque entre tradición
y futuro.
En un mundo dominado por constantes guerras y disputas entre
clanes, dos campesinos harapientos, Tahei y Matashichi (Minoru
Chiaki y Kamatari Fujiwara), que buscan su propia supervivencia
revelan su intención de luchar junto al triunfal clan Yámana.
Tras llegar demasiado tarde a la lucha fueron tomados erróneamente
como soldados del derrotado clan Akizuki y obligados, como
castigo, a enterrar a los muertos en la batalla. Después de
pelearse y separarse ambos son nuevamente capturados por el
clan Yámana y obligados a excavar, junto con otros prisioneros,
en las inmediaciones del castillo Akizuki buscando el oro
propiedad del clan vencido. Después de una insurrección Tahei
y Matashichi logran escaparse. Cerca de un río se encuentran
con personas que portan el blasón del clan Akizuki. A partir
de entonces los campesinos viajan en comitiva junto al general
del derrotado clan Akizuki, Makabe Rokurota (Toshiro Mifune),
mientras escoltan a la princesa Yuki Akizuki (Misa Uehara)
y lo que queda del oro de su familia, hacia un territorio
secreto. Con el fin de mantener su identidad en secreto Yuki
se hace pasar por muda. Durante el viaje los campesinos en
ocasiones impiden el robo del oro y, a veces, tratan de apoderárselo.
Pero también se encontrarán con más personas que se unirán
en su aventura como la hija de un granjero (Toshiko Higuchi)
a quien rescatan de un traficante de esclavos. Finalmente,
son capturados y retenidos por el rival del general Rokurota,
quien más tarde e inesperadamente se alía con la princesa
y Rokurota. Los campesinos descubren el oro pero, más tarde,
son capturados, con lo cual Rokurota se ve obligado a desvelar
la verdadera identidad de Yuki afirmando que todo el oro se
ha utilizado para restaurar el dominio de su familia. Los
campesinos son entonces despachados llevando consigo un solo
ryo. En la escena final Tahei le entrega esa recompensa a
Matashichi, para que la proteja, pero Matashichi le permite
a Tahei conservarlo.
Esta fue la primera película de Kurosawa filmada en un formato
de pantalla ancha, TohoScope, que continuó utilizando durante
la próxima década. La fortaleza escondida fue presentada originalmente
con sonido direccional Perspecta, que fue recreado para el
lanzamiento en DVD por The Criterion Collection.
En términos de taquilla La fortaleza escondida fue la película
más exitosa en la carrera de Kurosawa hasta el estreno de
Yojimbo (1961). En la valoración realizada para The Criterion
Collection en 1987 David Ehrenstein la calificó como "una
de las mejores películas de acción y aventura de la historia"
y una película de samuráis "de ritmo rápido, ingenioso y visualmente
impresionante".
"La batalla en los pasos del Capítulo 2 (anticipando el clímax
de Ran) es tan visualmente abrumadora como cualquiera de las
escenas similares en Intolerancia de D. W. Griffith. El uso
de la composición en profundidad en la escena de la fortaleza
en el Capítulo 4 es igualmente tan llamativo como lo mejor
de Eisenstein o David Lean. Las demostraciones musculares
de Toshiro Mifune de proezas heroicas en la escena de carga
a caballo (Capítulo 11) y el clímax escrupulosamente coreografiado
de la lucha de espadas que le sigue (Capítulo 12) está en
la mejor tradición de Douglas Fairbanks. En general, hay una
sensación de "cinematografía" pura en La fortaleza escondida
que la sitúa claramente en las filas de esos grandes de la
aventura como son Gunga Din, El ladrón de Bagdag y el díptico
célebre de Fritz Lang El tigre de Esnapur y La tumba india.
David Ehrenstein (The Criterion Collection).
En una revisión posterior para The Criterion Collection en
2001 a cargo de Armond White la película sigue siendo positivamente
calificada.
«La fortaleza escondida tiene un lugar en la historia del
cine comparable a La Diligencia de John Ford: establece la
trama y los personajes de una historia épica sobre el camino
del auto-descubrimiento y la acción heroica. En un estilo
ahora ya familiar, Rokurota y la princesa Yuki luchan su camino
hasta territorio aliado, acompañado de un dúo cómico codicioso
que se ven sorprendidos por su propia buena fortuna. Kurosawa
siempre equilibra el valor y la codicia, la seriedad y el
humor, mientras que representa las desgracias de la guerra».
Tras el reestreno de la película en 2002 para el Reino Unido,
Jamie Russell, realizando una crítica de la película para
BBC, dijo que "sin esfuerzo entrelaza la acción, el drama
y la comedia", que calificó de "tanto un entretenimiento humorístico
y una maravillosa pieza de cine".
George Lucas ha reconocido la fuerte influencia de La fortaleza
escondida en varias películas de la saga Star Wars, particularmente
Episode IV - A New Hope (1977) y Episode VI - Return of the
Jedi (1983). También la técnica de narrar la historia desde
la perspectiva de los personajes más humildes, C-3PO y R2-D2,
quienes también aportan un contrapunto humorístico al drama
mostrado por los personajes principales está presente en la
obra de Kurosawa. Finalmente Lucas también empleó en su saga
la técnica cinematográfica de transiciones entre las escenas
creada por Kurosawa que sería recreado particularmente en
Episode I - The Phantom Menace.
«La Fortaleza Escondida tuvo su influencia en La Guerra de
las Galaxias. Cuando empecé a escribir el guión tenía esa
película en mente. Recuerdo que lo que más me había sorprendido
de ella es que contaran la historia los personajes más humildes.(...)
Es difícil apreciar el verdadero genio de Kurosawa. Hace falta
ver unas cuantas películas suyas. Comparado con otros tiene
un estilo visual único».
A lo largo de más de tres horas nos encontramos una paciente
pero formidable exploración de personajes, de ideas humanísticas,
de la necesidad de obrar ante la injusticia. Sus aspectos
de acción son también loables, al igual que una gran infinidad
de aspectos técnicos que empiezan con una fotografía esencial
en blanco y negro. Podríamos abrir debate sobre si es la película
de samuráis definitiva de Kurosawa, o la mejor de su filmografía,
pero de lo que no cabe duda es que resulta un pilar fundamental
para la historia del cine.
El 10 de mayo de 2008 se estrenó en Japón un remake, Kakushi
Toride no San-Akunin: The Last Princess, dirigido por Shinji
Higuchi y acreditando como guionistas a Akira Kurosawa, Ryuzo
Kikushima y Hideo Oguni.
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