Trumbull Land es una historia sobre soñadores.
Entre ellos, uno que quería explorar el espacio, bajarlo
a la Tierra y mostrarlo en las pantallas de cine; un segundo
que fantaseaba con contactar con alienígenas; un tercero
que ansiaba mostrar el futuro con cierto anhelo del pasado;
y otro que ayudó a los tres primeros con su magia cinematográfica.
Los soñadores son Stanley Kubrick, Steven Spielberg, Ridley
Scott y el hechicero fantasioso, Douglas Trumbull. Trumbull
Land cuenta cómo estas visiones e invenciones se entrecruzaron
para dar algunas de las películas más impactantes de la
historia del cine.
El documental está dirigido por Gregory Wallet,
un profesor e investigador de estudios cinematográficos
en la Universidad de Rennes (Francia). "En mi trabajo estoy
interesado en el modo en que los espectadores perciben las
imágenes en movimiento y más concretamente en la inmersión
del público". Y por eso se fijó en Trumbull. "Él está también
interesado en la inmersión de los espectadores cuando ven
cine. Es uno de sus temas favoritos y, de hecho, ha inventado
varios dispositivos que permiten que el espectador tenga
una experiencia más sensorial y envolvente en la sala de
cine cuando ve una película".
Douglas Trumbull, ilustrador, técnico de efectos
especiales y director de cine que ha trabajado en pocas
películas, pero todas clave. A destacar: 2001: una odisea
del espacio, Encuentros en la tercera fase, Blade Runner
y El árbol de la vida. Llegó al cine casi por casualidad,
y eso que su padre, ingeniero, fue uno de los responsables
de los efectos de El mago de Oz. Sus ilustraciones para
una película de la NASA que se exhibió en una pantalla de
360 grados en la Feria Internacional de Nueva York de 1964
llamaron la atención de Kubrick y Arthur C. Clarke, que
preparaban ya la que llamaban "la primera película buena
de ciencia ficción" de la historia. "Su carrera es atípica
y apasionante. Es un técnico desconocido para el gran público
porque casi siempre ha estado en la sombra, pero es un verdadero
mago del cine", explica Wallet.
Trumbull, apoyado sobre una de las maquetas
usadas en 'Blade Runner'.
En su estudio, Trumbull experimenta con luces,
agua e inventos tecnológicos. Defiende el uso de efectos
materiales en vez de los hechos con un ordenador, incluso
para efectos como el pasillo de colores del final de 2001.
"Trumbull lamenta que las imágenes sintéticas estén cada
vez más presentes. Él no se opone a las innovaciones. Defiende,
por ejemplo, las posibilidades que ofrece la fotografía
digital tanto para la filmación como para la proyección",
explica. "Las técnicas tradicionales dan más organicidad
a la imagen. Él piensa que los efectos digitales hacen que
la imagen del cine sea cada vez más fría, que carezca de
consistencia. El hecho de que sus propios efectos visuales
hayan resistido el paso del tiempo, especialmente los de
2001, Blade Runner y Encuentros en la tercera fase, sea
probablemente la prueba de que tiene razón", comenta el
director.
Trumbull aspiró a rodar su tercera
película. Usar sus inventos para tener éxito. Su regreso
a la realización. El proyecto se llamó Lightship,
ciencia ficción de la buena. Desarrolló una cámara
digital y un dispositivo de proyección llamado MAGI. Un
dispositivo que sumerge al espectador en la película a través
de una imagen 3D más fluida y brillante. También desarrolló
salas inmersivas para 60 espectadores que permiten que el
espectador se sumerja en la película en cualquiera de las
butacas de la sala.
"Él está constantemente en ebullición creativa.
En el documental también quería que se viera al hombre,
sus dudas… Y eso es lo que fui a buscar. Y me encontré con
un hombre que transmite emoción y pasión. Espero que los
espectadores digan lo mismo cuando vean Trumbull Land",
explicó Wallet en el lanzamiento.
Trumbul dirigió dos películas, ambas
dos pequeños hitos en la ciencia ficción cinematográfica,
en las que participó también en los efectos especiales y
en la invención de nuevas técnicas: Naves misteriosas (1972)
y Proyecto Brainstorm (1983). "Me encantan las imágenes
que emanan de Naves misteriosas: sus robots [que a su vez
sirvieron de inspiración a George Lucas para La guerra de
las galaxias], sus barcos que transportan bosques bajo cúpulas.
Esta es una de las primeras películas de ciencia ficción
que aborda el tema del ecologismo", cuenta Wallet. "Proyecto
Brainstorm es una película muy interesante que trata sobre
la inmersión, es fascinante. Sus efectos visuales son sublimes.
También es una película que prefigura el uso de tecnologías
inmersivas como la realidad virtual o la realidad aumentada".
El pasado año nos dejaba a los 79 años,
según informó su hija. "Mi padre, Doug Trumbull,
murió anoche después de una gran batalla de dos años contra
el cáncer, un tumor cerebral y un derrame cerebral", explicó
Amy Trumbull en su cuenta de Facebook. En la misma publicación,
su hija reivindicó la figura de su padre, al que describió
como "un genio absoluto y un mago", por sus contribuciones
a la industria del cine y los efectos especiales, que "perdurarán
durante décadas".
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