Imagina que tu rostro hubiera sido añadido de
manera digital a un video porno sin tu consentimiento y compartido
en internet. Así le ocurrió a Kate Isaacs. Una noche, mientras
revisaba Twitter, Kate Isaacs se encontró un inquietante video
entre sus notificaciones. "Me invadió el pánico", cuenta la
británica, quien habla por primera vez de forma pública sobre
lo que le pasó. "Alguien agarró mi cara, se la puso a un video
pornográfico, e hicieron que pareciera que era yo".
Kate estaba siendo víctima de un deepfake. Alguien
había utilizado inteligencia artificial para manipular un
video y colocar su rostro de forma digital sobre el de otra
persona; en este caso, una actriz porno.
Para el video falso habían utilizado imágenes
de una entrevista televisiva de Kate, quien hace campaña contra
la pornografía no consentida, y la habían etiquetado al compartirlo
en Twitter. Parecía mostrarla teniendo relaciones sexuales.
"Se me cayó el alma a los pies. No podía pensar con claridad",
dice. "Recuerdo haber pensado que el video llegaría a todas
partes. Fue horroroso".
Durante un tiempo fueron los famosos y políticos
de alto perfil las víctimas más comunes de estos deepfake.
Los videos no siempre eran pornográficos, algunos fueron creados
con el objetivo de hacer reír. Pero eso ha cambiado con los
años: de acuerdo a la empresa de ciberseguridad Deeptrace,
el 96% de todos estos videos son pornografía no consentida.
Al igual que la "pornovenganza", la pornografía
deepfake se considera abuso sexual basado en imágenes, un
término paraguas que abarca la toma, la creación y/o el intercambio
de imágenes íntimas sin consentimiento. En Escocia, por ejemplo,
ya es delito mostrar o compartir imágenes y videos que presentan
a alguien en una situación íntima sin su consentimiento. Pero
en otras partes de Reino Unido solo lo es si se prueba que
el objetivo era generarle angustia a la víctima, una laguna
por la cual los perpetradores con frecuencia no enfrentan
consecuencias legales. El gobierno británico lleva tiempo
trabajando en un proyecto de ley de seguridad en internet,
que ha sido sometido a revisiones sin fin y repetidamente
archivado. De aprobarse, daría al ente regulador, Ofcom, la
potestad para emprender acciones contra cualquier página web
a la que se considere que permite causar daño a los usuarios
británicos, sin importar en qué país tengan la sede. A principios
de mes la secretaria de Cultura, Michelle Donelan, dijo que
ella y su equipo están "trabajando a toda máquina" para que
el proyecto de ley salga adelante.
La amenaza se intensificó cuando alguien publicó
su dirección de casa y la de su trabajo bajo el video, una
práctica conocida como doxing. "Me volví totalmente paranoica.
¿Quién conoce mi dirección? El que hizo esto, ¿es alguien
a quien conozco?", cuenta. "Recuerdo haber pensado: 'Estoy
realmente en problemas. No es solo gente hablando en internet,
hay un peligro real".
Por su experiencia apoyando a otras personas
que habían pasado por lo mismo, sabía perfectamente qué debe
hacer una víctima de esta práctica. Pero en aquel momento
se quedó paralizada. "No seguí ninguno de los consejos que
yo misma suelo dar", reconoce. "Por una parte estaba Kate,
la activista, que era muy fuerte y no se mostraba vulnerable,
y por otra yo, Kate, quien estaba realmente asustada". Una
colega denunció el video, los comentarios malintencionados
y el doxing a Twitter, y fueron eliminados de la plataforma.
Pero una vez que se ha compartido un deepfake en internet,
es difícil sacarlo completamente de circulación. "Solo quería
que el video desapareciera de internet", dice Kate. "Pero
no había nada que pudiera hacer al respecto".
Una técnica de inteligencia artificial que permite
editar vídeos falsos de personas que aparentemente son reales,
utilizando para ello algoritmos de aprendizaje no supervisados,
conocidos en español como RGAs (Red generativa antagónica),
y vídeos o imágenes ya existentes.
Existe un mercado para los deepfakes en ciertos
foros online. Es gente que pide que se hagan estos videos
de sus esposas, vecinas, compañeras de trabajo e incluso,
y por muy increíble que parezca, de sus madres, hijas y primas.
Los creadores de contenido responden con instrucciones paso
a paso, desde qué material original necesitarán hasta consejos
sobre qué ángulos de grabación funcionan mejor, e informan
de lo que costará su trabajo. Gorkem, un creador de contenido
deepfake con sede en el sureste de Inglaterra, habló con la
BBC bajo la condición de anonimato. Empezó a crear este tipo
de videos de celebridades para sí mismo. Dice que permiten
a cualquiera "hacer realidad sus fantasías en formas que antes
no eran posibles". Después siguió creando deepfakes de mujeres
que le atraían, incluso de compañeras de trabajo a las que
apenas conocía. "Una estaba casada, otra tenía una relación",
cuenta. "Me sentí raro al ir a trabajar tras haber creado
videos falsos de estas mujeres, pero logré controlar mis nervios.
Podía actuar como si nada hubiera pasado. Nadie sospechaba
nada". Al darse cuenta de que podía ganar dinero con lo que
él llama su "pasatiempo", Gorkem empezó a aceptar encargos
de clientes.
Aunque parecen ser imágenes de personas reales,
los rostros fueron generados por computadora.
Una buena parte del material original la recopila
de las cuentas de redes sociales de las mujeres en cuestión.
Dice que hace poco hizo un deepfake usando una conversación
de Zoom grabada. "Una buena cantidad de video, mirando directamente
a cámara, es un buen material. El algoritmo puede extrapolar
los datos y hacer una buena reconstrucción del rostro sobre
el video destino". Reconoce que las falsificaciones pueden
afectar psicológicamente a "algunas mujeres", pero se muestra
indiferente ante el potencial impacto de haberlas cosificado.
"Pueden simplemente decir: 'No soy yo, es falso'. Deberían
poder reconocerlo y seguir con su día", explica. "Desde el
punto de vista moral, no creo que haya nada que me detenga",
sigue. "Si voy a ganar dinero con un encargo, lo haré, es
obvio". El estándar de estos videos puede variar enormemente,
y depende tanto de la experiencia de quien los hace como de
la sofisticación de la tecnología utilizada. Pero el hombre
detrás del mayor sitio web de pornografía deepfake admite
que ya no es fácil estar seguro de si lo que estás viendo
son imágenes manipuladas o no. Su página web atrae hasta 13
millones de usuarios al mes y puede llegar a tener hasta 20.000
videos. Tiene su sede en Estados Unidos y raramente habla
con los medios, pero accedió a conversar con la BBC de forma
anónima. Colgar deepfakes de mujeres "comunes" es una línea
roja que no está dispuesto a cruzar, dice, pero tener en su
plataforma videos de famosas, influencers de las redes sociales
y políticas es, en su opinión, justificable. "Están acostumbradas
a la negatividad en los medios, su contenido está disponible
para la gran audiencia. Son distintas a las ciudadanas normales",
dice. "Tal como yo lo veo, pueden lidiar con ello de una manera
diferente: pueden simplemente ignorarlo. Realmente no siento
que el consentimiento sea necesario. Es una fantasía, no es
real". ¿Cree que lo que hace está mal? Parte de él está en
"negación sobre el impacto que puede tener en las mujeres",
reconoce, y revela que su mujer no sabe a qué se dedica.
"No se lo he dicho a mi esposa. Tengo miedo
de cómo le pueda afectar".
Investigadores del Instituto de Informática
Médica de la Universidad de Lübeck propusieron un nuevo enfoque
para este tipo de tecnología: el diagnóstico médico.
Hasta hace relativamente poco tiempo, el software
para crear deepfakes no era de fácil acceso y la gente promedio
no tenía las habilidades para utilizarlo. Pero ahora, cualquier
persona mayor de 12 años puede descargar legalmente docenas
de aplicaciones y hacer deepfakes convincentes con apenas
unos clics. Para Kate es preocupante y "realmente aterrador".
"Ya no es algo de la internet oscura, están en las tiendas
de apps, en nuestra cara". También teme que el esperado proyecto
de ley sobre seguridad en internet no pueda mantenerse al
día con el avance de la tecnología. Hace tres años, cuando
se redactó el primer borrador, la creación de deepfakes era
una habilidad profesional para la que se necesitaba capacitación,
no se trataba solo de descargar una aplicación. "Llevamos
años en esto y el contenido del proyecto de ley está desactualizado.
Le faltan muchas cosas", dice. Pero Gorkem cree que si se
criminaliza la creación de este material falso, las cosas
van a cambiar. "Si me pudieran seguir el rastro en internet,
probablemente lo dejaría y me buscaría otro pasatiempo", reconoce.
Haber sido víctima de un deepfake y de doxing ha afectado
la salud de Kate y su capacidad de confiar en la gente.
Cree que aquellos que están detrás de los ataques
no solo querían intimidarla y humillarla, sino también silenciarla.
De hecho, durante un tiempo dejó de hacer campaña y se cuestionó
si podía seguir denunciando la misoginia. Pero ahora está
aún más entusiasmada. Se dio cuenta de que es un tema que
le importa demasiado como para hacerse a un lado. "No les
voy a dejar ganar". Los deepfakes pueden ser usados para controlar
a las mujeres, y se debería alentar a las empresas tecnológicas,
incluidas aquellas que crean las apps que posibilitan el intercambio
digital de rostros, a implementar medidas de seguridad, añade.
"Cualquier aplicación debería ser capaz de detectar contenido
sexual", prosigue. "Si las empresas no han invertido dinero,
recursos y tiempo en asegurarse de que su aplicación no está
siendo usada para crear contenido sexualmente abusivo, entonces
están siendo deliberadamente irresponsables. Son culpables".
Se cree que ni Gorkem ni el hombre detrás de la página web
más grande de videos deepfake estuvieron detrás del deepfake
de Kate Isaacs.
16
- Enero - 2023 |
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Jane Goodall
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En febrero de 1935, el año del vigésimo quinto
aniversario del rey Jorge V, una chimpancé del zoo de Londres
llamada Boo-Boo dio a luz a una cría. Un par de meses más
tarde, una niña rubia recibió una réplica de juguete de la
recién nacida como regalo de su primer cumpleaños. Este fue
el primer encuentro de Jane Goodall con un chimpancé.
En los años que han trascurrido, su investigación
en una comunidad de chimpancés de Tanzania ha revolucionado
nuestra visión sobre estos primates -nuestros parientes más
cercanos- y cuestionado ideas arraigadas sobre lo que significa
ser humano. Goodall abandonó su trabajo de campo para convertirse
en activista, luchando sin descanso en favor de una actitud
más tolerante hacia los animales y el medio ambiente.
Por el camino recibió casi 50 títulos honoríficos,
y se convirtió en Mensajera de la Paz de la ONU en 2002 y
Dama del Imperio Británico en 2004.
Jane Goodall en sus primeros años en Tanzania,
observando a los chimpancés.
La primera vez que fue a África, en 1957, nunca
se le pasó por la cabeza trabajar con chimpancés. Tenía un
sueño mucho menos específico y más romántico inspirado por
los personajes de ficción de los libros que había leído de
niña, en particular Doctor Dolittle y Tarzán. "Nunca quise
ser científica en sí", explica. "Quería ser naturalista".
Como regalo especial, su madre, Vanne, la había llevado al
cine a ver su primera película de Tarzán. Sin embargo, cuando
el telón se levantó para mostrar a Johnny Weissmuller en el
papel protagonista, la joven Goodall rompió a llorar histéricamente.
En el silencio del atrio, se serenó y le dijo firmemente a
su madre: "Ese no es Tarzán". No obstante, cuando describe
sus primeras experiencias en África, no suenan tan diferentes
de las junglas de sus sueños.
Poco después de llegar a Kenia, Goodall captó
la atención de Louis Leakey, el eminente paleoantropólogo
y conservador del Museo Coryndon de Nairobi. Tras horas de
reunión, lo impresionó tanto con su conocimiento de la historia
natural que Leakey le ofreció un trabajo. Varios meses después,
él y su mujer, Mary, prepararon una expedición a la garganta
de Olduvai, en lo que es ahora el norte de Tanzania, y Goodall
los acompañó. El lugar estaba lleno de vida salvaje. "Había
leones, rinocerontes, jirafas... había de todo allí", recuerda
con un destello de emoción. "A menudo pienso que ese fue uno
de los momentos más mágicos de toda mi vida".
Fue explorando este ancestral paisaje en busca
de restos humanos primitivos y otros homínidos cuando Leakey
mencionó por primera vez la idea de establecer un estudio
complementario sobre los chimpancés salvajes en el oeste,
en la Reserva de Chimpancés del río Gombe, a orillas del lago
Tanganica. Tres años después, en 1960, Goodall entró en la
reserva para iniciar su investigación. Allí solo había habido
un intento de estudiar a los chimpancés en su estado natural
y el científico responsable "llevaba un séquito de 22 acompañantes",
dice Goodall con un dejo de orgullo en su voz. Durante los
primeros meses en Gombe, ella solo estaba acompañada por su
madre y un asistente contratado. "Quería estar sola", explica,
"pero no me lo permitían".
Jane Goodall y el cineasta Hugo Van Lawick, en Tanzania,
en los años sesenta. El cineasta se convertirá después en
su marido y tendrá con él un hijo.
"Nunca olvidaré cuando iba caminando por la
orilla del lago Tanganica y miré hacia arriba..." Allí, en
los valles de frondosos bosques que canalizaban los ríos colina
abajo hacía la orilla del lago, estaban los chimpancés que
había venido a estudiar. Con la ayuda de un guardabosques
que actuó como escolta, Goodall y su madre montaron una vieja
tienda de campaña militar. "Si querías que entrara el aire,
solo tenías que enrollar los laterales y sujetarlos con cinta
aislante", explica. "Bueno, el aire entraba, pero también
lo hacían las arañas, los escorpiones y las serpientes". Aunque
su madre estaba aterrorizada, "¡Sabes que me dan miedo las
arañas!", Goodall se mostraba impávida, subiendo las pendientes
para explorar su nuevo hogar.
"Me senté allí arriba y no podía creer dónde
estaba. Parecía totalmente irreal". La imagen que nos ofrece
Goodall -una cama plegable junto a una palmera en el claro
de una selva bajo una brillante luna, el sonido de los babuinos
aullando en la distancia- parece sacada de una novela de Edgar
Rice Burroughs.
Jane Goodall y el pequeño Flint: la icónica
foto que cambió la manera en que entendemos el mundo animal.
Cuando no está viajando, Goodall vuelve a The
Birches, la casa cerca de Bournemouth, en Reino Unido, donde
creció. A "todos los libros de mi infancia, los árboles que
escalaba de niña, los acantilados por los que caminaba ...
así me siento afortunada".
Durante su primer período de exploración, a
Goodall le costó acercarse a los chimpancés. Sin embargo,
el chimpancé al que llamó David Greybeard le ofreció una inspiración
particular, mostrándole un lado de los chimpancés que jamás
había sido documentado. A finales de octubre de 1960, observó
a David desde la distancia mientras roía el cuerpo sin vida
de lo que parecía una cría de potamóquero de río -una especie
de jabalí- una observación que se oponía a la entonces extendida
suposición de que los chimpancés eran estrictamente vegetarianos.
Unos días más tarde, Goodall vio a David creando y usando
una herramienta para alimentarse de hormigas.
David Greybeard nos enseñó a mirarlos
con otros ojos.
"Había vegetación en medio y David me daba la
espalda... Así que lo que vi fue su mano tomando la herramienta.
Vi los movimientos. Y era obvio que estaba comiendo". Cuando
David se retiró, Goodall fue a investigar y descubrió unos
tallos largos de hierba por el suelo. Tomó un tallo y lo introdujo
en uno de los estrechos huecos del hormiguero. La perturbación
hizo que las hormigas salieran. Supuestamente, después los
chimpancés las lamían del tallo. Tras posteriores observaciones
más claras de este comportamiento, Goodall habló con Leakey
sobre su descubrimiento.
"Sabía que era muy importante porque había estado
junto a Leakey el tiempo suficiente", explica. En ese momento,
la mayoría de la gente creía que los humanos eran la única
especia capaz de crear y usar herramientas. En respuesta a
las observaciones de Goodall de David y otros chimpancés,
Leakey hizo la famosa declaración: "Ahora debemos redefinir
'herramienta', redefinir 'hombre' o aceptar a los chimpancés
como humanos".
A pesar de la emoción de Leakey sobre los primeros
descubrimientos de Goodall, no todo el mundo estaba preparado
para aceptarlos. A finales de 1961, llegó a Cambridge, donde
Leakey había usado sus contactos para matricularla en un doctorado,
aunque no era algo que Goodall quisiera. "Solo hice la tesis
por Leakey. Nunca había tenido la ambición de ser científica
y pertenecer a la academia". El trato paternalista que Goodall
recibió por parte de sus colegas, principalmente hombres,
no le hizo apreciar el estilo de vida académico. Fue criticada
por darle nombres y personalidades a sus animales de estudio.
Patio delantero del King's College.
Antes de la fundación de la Universidad de Cambridge
en 1209, Cambridge y el área que la rodea ya habían desarrollado
una reputación académica y eclesiástica, debido en gran parte
a la reputación intelectual y la contribución de los monjes
de la cercana iglesia del obispado de Ely . Sin embargo, la
fundación de la Universidad de Cambridge se inspiró en gran
medida en un incidente en Oxford durante el cual tres académicos
de Oxford, como administración de justicia por la muerte de
una mujer local, fueron ahorcados por las autoridades de la
ciudad sin consultar primero a las autoridades eclesiásticas,
que tradicionalmente se inclinaría a perdonar a los eruditos
en tales casos.
"No les di personalidades, tan solo las describí",
argumenta. El descubrimiento de que los chimpancés usaban
herramientas tampoco fue bien recibido. "Algunos científicos
llegaron a decir que yo les debía haber enseñado",
"Habría sido fabuloso haber podido hacer eso".
Simplemente sabía que ella tenía razón y que
sus críticos estaban equivocados. Una convicción de sus años
de juventud. "Mi madre siempre nos enseñó que si la gente
no está de acuerdo con nosotros, lo importante es escucharles.
Pero si los has escuchado atentamente y todavía sigues pensando
que estás en lo cierto, entonces debes demostrar el valor
de tus convicciones".
Puente de los Suspiros sobre el río Cam en St
John's College. Cambridge incluye una treintena de Facultades.
Así que cuando sus colegas de Cambridge le dijeron
que no podía decir que los chimpancés tenían personalidad,
mente y emociones, se permitió discrepar gracias a Rusty,
un perro mestizo negro. "Rusty me demostró lo contrario. Si
pasas tiempo con animales, no vas a traicionarlos quitándoles
lo que es suyo". Rusty fue uno de los dos perros que fueron
cercanos a Goodall durante su preadolescencia en The Birches.
El otro, Budleigh, era un precioso collie de pelo largo que
pertenecía al propietario de la tienda de dulces. "Los collies
suelen ser inteligentes, pero este no lo era", dice Goodall,
recordando que Budleigh demostró ser incapaz de aprender a
dar la pata. Sin embargo, un día, mientras Goodall seguía
intentando amaestrar a Buds, Rusty, el mestizo (mirando desde
la distancia) levantó su pata. "En ese momento me di cuenta
de que Rusty era muy inteligente porque, aunque no le estaba
enseñando a él, había aprendido al observarme mientras enseñaba
a Buds".
La joven Goodall se imaginó en la mente de Rusty,
en un esfuerzo por ver el mundo desde su perspectiva y revivió
la proeza que había realizado.
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Pero el trato de sus colegas de Cambridge no
fue nada en comparación con un simposio sobre primates celebrado
en la Sociedad Zoológica de Londres en abril de 1962. "Hice
mi primera presentación científica y estaba aterrorizada",
comenta Goodall. "Practiqué durante horas", dice. "Estaba
determinada a no leer y a no decir er o um. He sido fiel a
esto desde el principio". Después de tres días de charlas,
la reunión terminó con un discurso de Sir Solly Zuckerman,
un anatomista que había estudiado los monos en África y se
había convertido en el secretario de la Sociedad y asesor
científico del Ministerio de Defensa. Aunque Goodall había
sido bien recibida, Zuckerman aprovechó la oportunidad para
lanzar un bombardeo de comentarios dirigidos a la nueva veinteañera.
"Algunos aquí prefieren las anécdotas y lo que debo confesar
que veo como ocasionales especulaciones sin consolidar", explicó
a su audiencia, como se relata en la biografía de Goodall
escrita por Dale Peterson, The Woman Who Redefined Man (La
mujer que redefinió al hombre).
Solomon " Solly " Zuckerman fue un funcionario
británico , zoólogo y pionero de la investigación operativa.
Es mejor recordado como asesor científico de los aliados en
la estrategia de bombardeo en la Segunda Guerra Mundial, por
su trabajo para promover la causa de la no proliferación nuclear
y por su papel en llamar la atención sobre los problemas económicos
globales. En el caso de Goodall no estuvo acertado.
"En el trabajo científico es mucho más seguro
basar las conclusiones principales y las generalizaciones
en un gran conjunto de datos coincidentes que en unas cuantas
observaciones aisladas y contradictorias, cuya explicación
a veces deja que desear". Descarta su trabajo sobre monos
definiéndolo como "basura". Este no había sido el primer encuentro
de Goodall con Zuckerman.
A finales de 1961, se preparó una conferencia
de prensa en el Zoológico de Londres para anunciar sus descubrimientos
preliminares y había elaborado un plan para usar esta plataforma
pública y pedir una mejora de las condiciones de los chimpancés
cautivos del zoo. "Había una jaula vacía con un suelo de cemento",
explica. En los meses de verano los chimpancés no tenían sombra.
"Hacía un calor abrasador y solo había una plataforma, la
otra se había roto, así que el macho se quedaba con esa y
la hembra tenía que sentarse en el suelo. Era horrible". Antes
de la reunión, durante una cena con el diplomático Malcolm
MacDonald (que la había visitado brevemente en Gombe y pasaría
a ser Gobernador General de Kenia en 1963), Goodall compartió
su intención de defender el bienestar de los chimpancés cautivos.
"Estaba muy emocionada", cuenta. Pero MacDonald, con su experiencia
como político, vio el fallo: hablar públicamente en nombre
de los chimpancés ante un auditorio lleno de gente sería una
crítica directa a la dirección del zoo, es decir, a Zuckerman.
"¿Crees que va a permitir que una pequeña jovenzuela que no
tiene ni un título le diga que está equivocado?", recuerda
Goodall que le dijo MacDonald. "Te crearás un enemigo para
siempre y no quieres un enemigo como él". En lugar de su idea
original, Goodall sugirió varios pequeños cambios para el
recinto de los chimpancés que mejorarían su bienestar y MacDonald
trabajó tras las bambalinas para que fueran implementados.
"Lo que aprendí entonces fue no dejar que la gente quede mal,
no intentar hacer algo públicamente hasta que hayas probado
todas las formas de hacerlo discretamente. Esto me ha resultado
de mucha ayuda", comenta, especialmente en lugares como África
y China. Naturalmente, Zuckerman se llevó el crédito de las
mejoras del recinto de los chimpancés. "No me importa lo más
mínimo mientras se haga", dice Goodall.
Habitantes del Zoo de Londres.
La habilidad de tener una visión más amplia
puede explicar de alguna forma su éxito como activista. Ubica
su transformación en 1986 y una conferencia sobre chimpancés
organizada por la Academia de Ciencias de Chicago que coincidía
con la publicación de The Chimpanzees of Gombe.
Para entonces, había pasado más de 25 años en
el terreno, completado su doctorado, establecido el Centro
de Investigación del río Gombe, se había casado, había criado
un hijo y había hecho más observaciones revolucionarias sobre
las sociedades de chimpancés, incluyendo conocimientos sobre
la comunicación, el sexo, los vínculos entre madre y cría,
las guerra intracomunitarias y el canibalismo en estos animales.
Pero a sus 52 años, se había salido de este campo y lo había
cambiado por una vida en la carretera. "Es ridículo, de verdad,
cuando lo piensas", dice. "¿Qué pensaba que podía conseguir
corriendo por África con una exposición de viejas imágenes
ampliadas y trozos de rocas y palos?" Su foco inicial, facilitado
por el Instituto Jane Goodall que había fundado casi una década
antes para apoyar su investigación sobre los chimpancés en
Gombe, fue atraer atención a la mala situación de los chimpancés
de forma más general.
En el mundo salvaje, la destrucción de hábitats,
el comercio de carne de animales salvajes y el tráfico de
animales suponían amenazas significativas para el futuro de
la especie, y todavía lo hacen. "Es horrible". Incluso ahora,
China pide chimpancés y gorilas a los gobiernos africanos
para el entretenimiento, me cuenta Goodall. "Sentimos que
nuestros refugios, que nos cuestan tanto dinero, ya no son
seguros". Me veo sumergido en un remolino de tristeza, pero
Goodall siempre está lista para ofrecer un motivo de esperanza,
una palabra que aparece una y otra vez en los títulos de sus
muchos libros. Un motivo que ella llama "la adaptabilidad
de la naturaleza". Para ilustrarme, me habla de las reformas
agrarias en Tanzania en los años 70 que causaron una deforestación
generalizada alrededor de la Reserva de Chimpancés del río
Gombe.
"Cuando miré hacia abajo", comenta recordando
una de sus visitas, "fue estremecedor ver nuestro pequeño
oasis de Gombe... Parecía un desierto: colinas completamente
desnudas, sobrecultivadas, más gente viviendo allí de lo que
la tierra podía soportar". Sin embargo, en la actualidad,
como resultado del Proyecto de Educación y Reforestación de
la cuenca del lago Tanganica, que inició su Iinstituto en
1994, los chimpancés de Gombe ahora tienen "tres o cuatro
veces más selva que hace diez años. Se ha regenerado muy rápido.
Y tenemos árboles de 9 metros de alto".
Los impactos climáticos en el lago Tanganica
son un referente del cambio global en todo el mundo.
Más de medio siglo después de diseñar las primeras
mejoras para las condiciones de los chimpancés del Zoo de
Londres, Goodall sigue luchando sin descanso en defensa de
los chimpancés cautivos. En los 80, generó inquietudes éticas
sobre el uso de los xenotransplantes (transplantes de células,
tejidos u órganos entre especies próximas), lo que llevó a
la comunidad médica a alejarse de esta práctica. Más recientemente,
ha trabajado con Francis Collins, Director de los Institutos
Nacionales de Salud de EE. UU., para eliminar gradualmente
el uso de chimpancés cautivos en la investigación médica.
Está encantada de que el senado estadounidense votara para
incrementar el presupuesto a los planes de retirada de estos
chimpancés. "Estamos empezando a ganar", comentaba.
Al preguntarle sobre la investigación
médica con animales espeta lo siguiente. "No puedo
decir que lo esté. Pero sí que puedo decir que, ética y moralmente,
creo que no es correcto usarlos y que es totalmente incorrecto
meterlos en jaulas de 1, 5m x 1,5m". Goodall pone a los chimpancés
al frente de un debate mayor sobre el uso de animales de laboratorio.
"Una vez, los científicos dijeron que siempre necesitaremos
a los animales para esto, y ahora ya no los necesitamos",
dice. "Si la ciencia realmente se centra en conseguir alternativas
... cuando las tiene, son más baratas y normalmente más seguras".
La experimentación con animales o experimentación
in vivo es el uso de animales en experimentos científicos.
Se calcula que cada año se utilizan más de 100 millones de
animales vertebrados de varias especies.
De algún modo, Goodall, la activista, no parece
sentirse completa sin él. Mr. H. fue un regalo de Gary Haun,
un marino estadounidense que perdió la vista en un accidente
de helicóptero a los 21 años y se convirtió en mago profesional,
escaló el monte Kilimanjaro e hizo submarinismo, paracaidismo
y mucho más. "Pensó que me estaba regalando un chimpancé de
juguete por mi cumpleaños", recuerda Goodall, pero el muñeco
tiene cola, así que es claramente un mono. "Gary", le dijo,
mientras guiaba su mano hacia la prueba de su error, "sé que
no puedes verlo... pero no tienes excusa". Durante los últimos
20 años, Goodall ha mantenido cerca a Mr. H. como recordatorio
de otro de sus motivos de esperanza. "El indomable espíritu
humano ... Ha estado en al menos 60 países conmigo, ha sido
tocado por al menos cuatro millones de personas. Pienso que
cuando lo tocas, se te contagia la inspiración".
"Casi lo pierdo en varias ocasiones pero es
el original". Una vez lo dejó en lo alto de un teléfono público
en un aeropuerto y ya había subido al avión cuando se dio
cuenta. "Tengo que bajar del avión", explicó a la tripulación.
"Van a tener que atarme para mantenerme aquí
porque me he dejado mi objeto más preciado fuera", añadió.
Mientras abraza a Mr. H., Goodall mete la mano en su bolso
y aparece otro peluche. "Este es Cow", un regalo que recibió
en una visita al estado lechero de Wisconsin. "Iba a regalar
a Cow a un niño necesitado", explica, pero en cambio lo ha
convertido en un "portavoz" de los animales de granja explotados.
Mira al juguete y habla de él como si estuviera felicitando
a un niño. "Cow ha trabajado muy duro, ha creado no sé cuántos
vegetarianos en lugares como Argentina, donde se vive principalmente
de carne". A Goodall, de niña, le encantaba preparar fiestas
del té para sus peluches.
Jubilee, el chimpancé de su infancia..
"Voy a Düsseldorf, después a Viena y luego de
vuelta a Múnich... Todavía me asombra". "Los niños me escriben
y me dicen 'me has enseñado, lo hiciste, yo también puedo
hacerlo'. Y por esto tengo que seguir viajando. Porque esto
está marcando la diferencia".
Pásate por Planeta Tierra >> Grandes
simios.
25
- Marzo - 2023 |
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Charles Bradlaugh
|
Charles Bradlaugh fue un activista político
inglés y ateo. Fundó la National Secular Society en 1866,
15 años después de que George Holyoake acuñara el término
"secularismo" en 1851. En 1880, Bradlaugh fue elegido diputado
liberal por Northampton. Su intento de afirmarse como ateo
finalmente lo llevó a su encarcelamiento temporal, multas
por votar ilegalmente en la Cámara de los Comunes y una serie
de elecciones parciales en las que Bradlaugh recuperó su escaño
en cada ocasión. Finalmente, se le permitió prestar juramento
en 1886. Finalmente, un proyecto de ley parlamentario que
él propuso se convirtió en ley en 1888, lo que permitió a
los miembros de ambas Cámaras del Parlamento afirmar, si así
lo deseaban, al prestar juramento. La nueva ley resolvió el
problema para testigos en casos judiciales civiles y penales.
A la edad de 17 años, publicó su primer folleto,
Algunas palabras sobre el credo cristiano. Sin embargo, al
rechazar el apoyo financiero de sus compañeros librepensadores,
se alistó como soldado en la 7.ª Guardia de Dragones con la
esperanza de servir en la India y hacer fortuna. En su lugar,
estuvo destinado en Dublín. En 1853, una tía abuela le dejó
un legado y lo usó para comprar su baja del ejército.
Bradlaugh regresó a Londres en 1853 y tomó un
puesto como empleado de un abogado. En ese momento era un
librepensador convencido y en su tiempo libre se convirtió
en panfletista y escritor sobre ideas "secularistas", adoptando
el seudónimo de "Iconoclasta" para proteger la reputación
de su empleador. Gradualmente alcanzó prominencia en un número
de grupos o sociedades políticas liberales o radicales, incluyendo
la Liga de Reforma, los Reformadores de la Ley de Tierras
y los Secularistas. Fue presidente de la London Secular Society
desde 1858. En 1860 se convirtió en editor del periódico secularista,
el National Reformer, y en 1866 co-fundó la National Secular
Society, en la que Annie Besant se convirtió en su colaboradora
más cercana. En 1868, el reformador fue procesado por el gobierno
británico por blasfemia y sedición. Bradlaugh finalmente fue
absuelto de todos los cargos, pero la feroz controversia continuó
tanto en los tribunales como en la prensa. Una década más
tarde (1876), Bradlaugh y Besant decidieron volver a publicar
el panfleto estadounidense de Charles Knowlton que defendía
el control de la natalidad, "Los frutos de la filosofía, o
el compañero privado de los jóvenes casados", cuyo anterior
editor británico, Charles Watts, ya había sido procesado con
éxito por obscenidad. Los dos activistas fueron juzgados en
1877 y Charles Darwin se negó a declarar en su defensa, alegando
problemas de salud, pero en ese momento le escribió a Bradlaugh
que su testimonio les habría sido de poca utilidad porque.
Fueron condenados a fuertes multas ya seis meses
de prisión, pero el Tribunal de Apelación anuló su declaración
de culpabilidad basándose en que la fiscalía no había expuesto
las palabras precisas que supuestamente eran obscenas en la
acusación. La Liga malthusiana fue fundada como resultado
del ensayo para promover el control de la natalidad. Fue miembro
de una logia masónica en Bolton, aunque más tarde dimitiría
debido al nombramiento del Príncipe de Gales como Gran Maestre.
El 6 de marzo de 1881 habló en la inauguración del nuevo Salón
secular de la Leicester Secular Society en Humberstone Gate,
Leicester. Los otros oradores fueron George Jacob Holyoake,
Annie Besant y Harriet Law.
Su hija, Hypatia Bradlaugh Bonner (1858–1935),
fue una activista por la paz, autora, atea y librepensadora.
Ella fue nombrada después de Hipatia, la filósofa, matemática,
astrónoma y profesora neoplatónica alejandrina griega.
Annie Wood Besant (1 de octubre de 1847 - 20
de septiembre de 1933) fue una escritora, activista por los
derechos de la mujer, oradora, pedagoga, teósofa y filántropa
británica.
Annie Besant ha sido considerada una gran defensora
de las libertades humanas y una ferviente partidaria del autogobierno
Irlandés e Indio. También fue una prolífica escritora con
más de trescientos libros y folletos en su haber. Entre sus
contribuciones cuentan las de ser una de las fundadoras de
la Universidad Hindú de Benarés. Durante quince años Besant
ha sido una defensora pública en Inglaterra del ateísmo y
el materialismo científico. El objetivo de Annie era crear
empleo, mejores condiciones de vida y una educación adecuada
para los pobres. Seguidamente Besant pasó a ser una eminente
oradora de la Sociedad Nacional Secular, así como escritora
y amiga cercana de Charles Bradlaugh. En 1877 ambos fueron
procesados por publicar un libro del activista del control
de la natalidad Charles Knowlton. El escándalo los hizo famosos
y, posteriormente, Bradlaugh fue elegido Miembro del Parlamento
por Northampton en 1880.
Annie luchó por las causas que creía correctas,
empezando por la libertad de pensamiento, los derechos de
la mujer, el secularismo, el control de la natalidad, el socialismo
Fabiano y los derechos de los trabajadores. Fue miembro destacado
de la Sociedad Secular Nacional, junto con Charles Bradlaugh
y la Sociedad Ética de South Place.
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Sinéad O'Connor
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“¡Lucha contra el verdadero enemigo!”. Estas
fueron las palabras que Sinéad O'Connor pronunció después
de, mirando a cámara, romper en pedazos una foto del papa
Juan Pablo II en el programa Saturday Night Live en 1992.
Acababa de cantar a capela la canción War, de Bob Marley,
para protestar contra los abusos sexuales dentro de la Iglesia.
Aquel gesto fue determinante en la carrera de la cantante,
fallecida este miércoles a los 56 años; y seguramente el mejor
ejemplo de su implacable personalidad. La irlandesa fue una
artista muy politizada y contestataria; y su carrera no solo
estuvo marcada por la música. Su feroz militancia, la tragedia,
la misoginia y la polémica cuentan con sus propios capítulos
dentro de su biografía no por ello menos reivindicable. Al
contrario.
O'Connor nació en Dublín en 1966 y no tuvo una
infancia fácil. Sus padres se divorciaron cuando ella tenía
ocho años y, tanto ella como sus otros dos hermanos mayores
–tenía otros dos más pequeños–, se mudaron con su madre, que
abusó físicamente de ellos. Les daba palizas. La cantante
hablaría sobre las consecuencias que tuvo sobre ella en la
canción Fire on Babylon, que reza: “Me quitó a mi padre de
mi vida. Me quitó a mi hermana y hermanos. La vi torturar
a mi hijo. Era débil entonces, pero ahora he crecido”.
"La gente dice 'Te has cargado tu carrera',
pero están hablando de la carrera que tenían en mente para
mí".
Más tarde se fue a vivir con su padre y su nueva
pareja, pero con 15 años la enviaron a un reformatorio dirigido
por las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad. “El lugar
donde las chicas lloran”, era como lo calificaba O'Connor.
Allí fue donde entró en contacto con la música, después de
que una monja la escuchara cantar Evergreen de Barbra Streisand
e, impresionada con su talento, le comprara una guitarra y
le pusiera en contacto con un maestro.
En 1983 fue enviada a la Newtown School de Waterford,
donde su profesor de lengua irlandesa Joseph Falvy fue clave
sus primeros pasos musicales. Grabó con él cuatro temas, de
los cuales dos acabarían apareciendo en su primer álbum. Un
año después formó su propio grupo, al que pusieron el nombre
de las milicias gubernamentales haitianas, Ton Ton Macoute.
O'Connor acabó dejando los estudios y se trasladó
con la banda a Dublín, aunque la abandonaría un año después,
tras la trágica muerte de su madre en un accidente de tráfico.
No obstante, su experiencia le valió para llamar la atención
de la industria musical y firmó con el sello Ensign Records.
La grabación de su álbum debut fue complicada. Sus diferencias
con el productor Mick Glossop provocaron que acabaran desechando
hasta cuatro meses de trabajo. Entre medias se quedó embarazada
del batería John Reynolds y la respuesta de la discográfica
fue presionarla para que abortara. Ella se negó y su elepé
The Lion and the Cobra acabó viendo la luz en 1987. Con él
se ganó su nominación al Grammy, en la categoría de Mejor
Interpretación Vocal Rock Femenina.
Desde la discográfica la presionaron igualmente
para que tuviera un aspecto más femenino. Tenía 19 años cuando
le pidieron que se dejara el pelo largo y vistiera con minifalda.
Su reacción fue raparse la cabeza. Su melena ya le había causado
problemas previamente en su vida. La irlandesa reveló en una
entrevista que cuando era pequeña, su madre la comparaba todo
el rato con su hermana, sobre la que consideraba que su cabello
pelirrojo era “horroroso y asqueroso”.
Mick Glossop es un productor musical e ingeniero
de sonido británico. Glossop comenzó su carrera profesional
como productor e ingeniero de bandas de new wave y punk como
Magazine, Public Image Ltd, The Ruts, The Skids y Penetration,
aunque consiguió un mayor reconocimiento en el campo musical
con artistas como The Waterboys, Furniture, The Wonder Stuff,
Frank Zappa, Revólver, Paul Brady, Ian Gillan, John Lee Hooker
y Lloyd Cole. En 1986 comenzó a trabajar extensivamente con
el músico norirlandés Van Morrison, para el cual produjo y
mezcló cerca de una quincena de trabajos.
“Cuando yo tenía el pelo largo nos presentaba
como su hija guapa y su hija fea. Por eso me corté el pelo,
no quería ser guapa”, expuso. Pero ni si quiera esta fue la
única razón: “Era peligroso ser guapa porque me violentaban
y me acosaban allá donde iba. No quería que me acosaran, no
quería vestirme como una chica, no quería ser guapa, Hasta
las chicas te pegaban por ser guapa”.
El hit que le catapultó a la fama llegó en 1989,
Nothing Compares 2 U. Aunque ella nunca quiso ni esperó ese
nivel de tema. “Me metí en la música como terapia, por eso
me chocó tanto convertirme en una estrella del pop”, reconoce
la propia O'Connor en el documental Nothing Compares –disponible
en Movistar– que relató su vida en 2022. La canción fue escrita
por Prince, a quien acusó en 2021, tras anunciar su retirada
en una publicación de Twitter, de hacerle vivir “una experiencia
aterradora” y le definió en una entrevista con The New York
Times como “un abusador violento”.
El tema formó parte del disco I Don't Want What
I Haven't Got, que vendió millones de copias en todo el mundo
y le valió para ser reconocida con Grammy a Mejor Álbum de
Música Alternativa. Estaba nominada en otras tres categorías,
pero O'Connor se negó a aceptarlos. “No acepto premios que
se me hayan concedido por mi éxito material los Grammy se
dan al disco que más ha vendido, pero no al mejor artísticamente
hablando. No me interesan. No quiero tomar parte en nada que
anime a la gente a creer que el éxito material es importante,
especialmente si eso representa que te has de sacrificar personalmente
para obtenerlo”, pronunció.
El 24 de agosto de 1990, la cantante iba a actuar
en un estadio de Nueva Jersey en el que, antes de cada concierto,
se ponía el Himno Nacional de Estados Unidos. La intérprete
aseguró que no supo nada sobre esta costumbre hasta poco antes
de empezar, y se negó a cantar si se hacía sonar la marcha
porque, para ella, los himnos suelen hacerse sonar en los
conflictos bélicos y eran diatribas nacionalistas. “No voy
a salir a un escenario después del himno nacional de un país
que impone la censura sobre los artistas. Es hipócrita y racista”,
argumentó.
Su tercer disco, Am I Not Your Girl, se publicó
en 1992. El mismo año en el que rompió la imagen del papa
en directo. En su autobiografía, publicada en 2021, explicó
sobre lo sucedido: “Mi intención siempre había sido destruir
la foto del Papa que tenía mi madre. El tipo de personas que
guardaban estas cosas eran demonios como mi madre. Nunca supe
cuándo, dónde o cómo la destruiría, pero lo haría cuando llegara
el momento adecuado. Y con eso en mente, la llevé cuidadosamente
a todos los lugares donde viví desde ese día en adelante.
Porque a nadie le importaron una mierda los niños de Irlanda”.
Sinéad O'Connor pagó muy caro criticar a la
Iglesia católica, pero la historia le dio la razón.
Aquello marcó un antes y un después en su carrera.
La cantante fue criticada, se pidió su retirada, se quemaron
discos suyos en público y muchas emisoras se negaron a pinchar
sus temas. Dos semanas después, participó en un concierto
que rindió tributo a Bob Dylan, en el Madison Square Garden
de Nueva York. Estaba previsto que interpretara I Believe
in You.
Los asistentes la recibieron con un sonado abucheo
que duró minutos. El cantante de country Kris Kristofferson
se acercó a ella y le dijo: “No dejes que estos bastardos
te depriman”. Ante lo que respondió: “No estoy deprimida”.
El griterío impidió que pudiera escuchar a la banda tocar
los primeros acordes de la canción. O'Connor pidió que pararan
y que le subieran el volumen del micrófono. Sin cambiar el
semblante, se puso a gritar su versión de War, deteniéndose
después de mencionar el abuso infantil, refrendando el objetivo
de su actuación en Saturday Night Live. Al concluir, se quedó
de frente al público varios segundos, y abandonó el escenario.
Más adelante publicó otros álbumes, aunque nunca
volvió a repetir las cotas de éxito de los anteriores. Universal
Mother y Gospel Oak fueron sus dos siguientes títulos hasta
que en el 2000 comenzó una nueva etapa con títulos como Faith
and Courage, Sean-Nós Nua, Throw Down Your Arms, Theology
y How abou I be me (and you be you)?. En paralelo a su música,
la vida de O'Connor estuvo marcada por el activismo, con una
constante postura antibelicista. Entre los conflictos que
criticó estuvo la guerra de Irak.
O'Connor ha muerto 18 meses después de que su
hijo, de 17 años, se suicidara. El joven desapareció durante
una semana del centro de rehabilitación en el que se encontraba
y su cuerpo acabó siendo encontrado sin vida. “Ha decidido
poner fin a su lucha terrenal”, escribió la propia cantante
en sus redes sociales sobre lo sucedido. Ella, que fue diagnosticada
de trastorno bipolar en 2003, también había intentado suicidarse
en varias ocasiones. La artista explicó en su autobiografía
que, además de los abusos que sufrió, las exigencias de la
industria musical fueron determinantes a la hora de complicar
su estado de salud. Afirmó que las discográficas habían querido
etiquetarla como una 'loca' en la época en la que gozó de
más éxito, para poder vender –y aprovecharse– de su imagen
transgresora. Una dinámica que le afectó muy negativamente
y motivó que decidiera alejarse del mundo del espectáculo.
En 2015 canceló una gira que tenía prevista por problemas
mentales y, dos años después, subió un vídeo a sus redes sociales
llorando en la habitación de un motel.
La historia de Nothing Compares 2 U, la desgarradora
canción con la que Sinéad O’Connor cautivó al mundo.
“Sé que soy una de los millones de personas
en el mundo que está exactamente igual que yo. Otros no tienen
necesariamente los recursos que yo tengo, en el corazón o
en el bolso. La enfermedad mental es como las drogas, no le
importa nada quién seas”, declaró al tiempo que reconocía
que vivía en una lucha constante contra la depresión fruto
de su soledad. Aquello marcó un nuevo punto de inflexión y
su salud mejoró, aunque poco después volvió a sufrir un duro
golpe: la muerte de su pareja. En 2020 había llegado a anunciar
una nueva gira, que terminó por cancelar. La cantante recayó
en sus problemas con las drogas y se internó en un centro
de desintoxicación.
Pero logró volver a resurgir. Hace un mes informó
en su página de Facebook que se había mudado a Londres y que
estaba trabajando en los últimos retoques del álbum que tenía
previsto lanzar el año que viene. A su vez avanzó que tenía
planeado hacer una gira por Australia y Nueva Zelanda en 2024,
y en Europa y Estados Unidos en 2025. Su final ha llegado
antes, y por el momento se desconoce si sus nuevas canciones
verán finalmente la luz. Y quizás por ello es un buen momento
para reivindicarla aplicándole el estribillo de su canción
más emblemática: “Nada se compara a ti”.
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Gerald Durrell
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Gerald (Gerry) Malcolm Durrell (Jamshedpur,
Raj Británico, 7 de enero de 1925 – Saint Helier, Jersey,
30 de enero de 1995) fue un naturalista, conservacionista,
escritor y presentador de televisión británico. Fundó el Zoo
de Jersey en 1958 y la Jersey Wildlife Preservation Trust
en 1964 (renombrada como Durrell Wildlife Conservation Trust)
ambas instituciones en la isla de Jersey. Era hermano del
conocido novelista Lawrence Durrell.
Durrell nació en Jamshedpur, entonces provincia
de Bihar, en la India el 7 de enero de 1925. Sus padres habían
nacido también en la India, aunque eran de ascendencia irlandesa
(la madre) y británica (el padre). Fue el cuarto hijo (y el
menor) de Louisa Durrell (nacida Dixie) y el ingeniero Lawrence
Samuel Durrell. Sus otros hermanos fueron, en orden de edad,
Larry, Leslie y Margo. De su estancia en la India, Durrell
recuerda principalmente su primera visita a un zoo, a la que
atribuye su posterior pasión por los animales. Tras la muerte
del padre de Gerald en 1928, la madre, Gerald y sus tres hermanos
se mudaron a Bournemouth, Inglaterra.
La familia se trasladó de nuevo a la isla griega
de Corfú en 1935, donde Durrell empezó a capturar y coleccionar
especímenes de la fauna local como mascotas. Permanecieron
en la isla hasta 1939. Este intervalo de tiempo sería más
tarde la base para la Trilogía de Corfú, iniciada por Mi familia
y otros animales y sus secuelas, Bichos y demás parientes
y El jardín de los dioses, además de varias historias cortas.
Durrell no asistió a la escuela durante su estancia en Corfú,
sino que recibió sus enseñanzas de varios amigos de la familia
y tutores privados, la mayoría amigos de su hermano mayor
(y futuro novelista de éxito, Lawrence). Uno de ellos en especial,
el griego-británico Theodore Stephanides, sería el mentor
y amigo del joven Gerald. Doctor, científico, poeta y filósofo,
las ideas de Stephanides, junto con los escritos del naturalista
francés Jean Henri Fabre, dejaron una impresión imperecedera
en el muchacho. Profesor y alumno capturaron, investigaron
y examinaron las especies existentes entre la fauna de Corfú,
usando desde tubos de ensayo hasta bañeras.
La familia volvió de nuevo a Inglaterra en 1939
con el estallido de la Segunda Guerra Mundial. A causa de
lo difícil que resultaba durante la guerra y la posguerra
encontrar un empleo, especialmente para un joven sin estudios
formalizados, Durrell trabajó como ayudante en un acuario
y una tienda de mascotas. Algunas memorias de ese periodo
se pueden encontrar en su libro Filetes de lenguado. Llamado
a filas en el reemplazo de 1943, fue declarado exento del
servicio por causas médicas, y posteriormente solicitó servir
al esfuerzo de guerra trabajando en una granja. Tras la guerra,
Durrell entró a trabajar en el Zoo de Whipsnade como becario.
Con este empleo, cumplió con el sueño de su vida: Durrell
afirmaba que la primera palabra que pronunció de pequeño fue
zoo. Un zoológico en mi azotea relata sucesos de esa etapa.
Esteban Sánchez Ocaña presenta el programa monográfico
sobre el zoólogo, escritor y ecologista Gerald Durrell, con
entrevista y visita al zoo de la isla de jersey y la Fundación
para la Conservación de la Vida Salvaje en Peligro de Extinción
de la isla de Jersey, en el Reino Unido.
Durrell abandonó el Zoo de Whipsnade en mayo
de 1946 para poder unirse a expediciones de captura de fauna
salvaje, pero no fue aceptado en ningún viaje a causa de su
falta de experiencia. Consiguió finalmente organizar una expedición
por su cuenta al Camerún Británico (hoy Camerún) en 1947 junto
al ornitólogo John Yealland. Financió el viaje usando una
herencia de 3000£ recibida de su padre al cumplir los 22 años
Vendieron los animales que trajeron de vuelta a los zoos de
Londres, Chester, Paignton, Bristol y el Zoo Belle Vue (en
Mánchester). Tras esta primera expedición exitosa, prosiguió
durante muchas décadas con esta actividad, durante las cuales
se haría famoso como activista del movimiento conservacionista
y su trabajo en pro de la preservación de la fauna salvaje.
Realizó las dos expediciones siguientes junto a su antiguo
compañero de Whipsnade, Ken Smith: un segundo viaje al Camerún,
y uno a la Guayana Británica (hoy Guyana), en 1949 y 1950
respectivamente.
En el primero de estos viajes, conoció y se
hizo amigo del enigmático Achirimbi II, Fon (caudillo autocrático)
de Bafut región del África Occidental que posteriormente le
ayudaría a organizar futuras expediciones. Las expediciones
de captura de especímenes de fauna salvaje aún eran frecuentes
en la época, ya que los zoos existentes no disponían de otra
forma para abastecerse de ejemplares (no existía aún el concepto
de cría en cautiverio, que ayudaría a implantar el propio
Durrell años más tarde). A causa de su dedicación a los animales,
Durrell tenía unas costumbres muy distintas a las de otras
expediciones de captura más convencionales: siempre mantenía
y alimentaba a sus animales con las mejores opciones disponibles,
nunca capturaba más de los que podía llevarse en buenas condiciones,
y no capturaba especímenes por su precio de mercado, sino
por su valor científico. De modo que al volver de la tercera
expedición, estaba en bancarrota. Aún más, debido a una discusión
con George Cansdale, superintendente del Zoo de Londres, Durrell
sufrió el ostracismo por parte de la comunidad de zoos británica
y le fue imposible encontrar un trabajo estable en ninguno
de ellos.
Una dulce mirada en el zoo de Londres.
Finalmente, logró un empleo en el acuario del
Zoológico de Belle Vue durante algún tiempo. El 26 de febrero
de 1951, tras un extenso noviazgo, Durrell se casó con la
residente en Mánchester Jacqueline ('Jacquie') Sonia Wolfenden
tras fugarse con ella por la oposición de su padre al enlace.
Jacquie acompañó a Durrell en la mayoría de sus expediciones
posteriores, le ayudó a financiar y gestionar el Zoo de Jersey,
y escribió dos memorias cargadas de humor sobre los esfuerzos
de Durrell por conseguir dinero para sus esfuerzos de conservación
de la fauna salvaje, que serían dos éxitos de ventas.
El exceso de trabajo de Durrell, sus cambios
de humor y sus crecientes problemas con la bebida acabarían
provocando su divorcio en 1979. Animado por Jacquie y aconsejado
por su hermano mayor, Lawrence, Gerald Durrell empezó a escribir
relatos autobiográficos a fin de conseguir dinero con que
financiar sus expediciones. Su primer libro (El arca sobrecargada)
fue un gran éxito, que le empujaría a seguir escribiendo.
Aunque los derechos de publicación en Gran Bretaña solo le
reportaron 50£ (Faber and Faber), consiguió más de 500£ con
los derechos en los USA (Viking Press), y logró reunir financiación
suficiente para una cuarta expedición a América del Sur en
1954. Esta casi acaba en ruina total cuando Gerald y Jacquie
se vieron sorprendidos por un golpe de Estado mientras estaban
en Paraguay que les obligó a abandonar el país con solo una
parte de los animales que habían logrado reunir (la historia
del viaje sería posteriormente narrada en su libro La selva
borracha).
Hablamos de los hermanos Durrell en la tercera
página del monográfico dedicado a las sagas
de nuestra bibliotecaria.
La publicación de Mi familia y otros animales
en 1956 hizo que Durrell lograse cierta fama como escritor
y como naturalista. El libro alcanzó la cima de los más vendidos
en el Reino Unido, y los beneficios del mismo sirvieron para
financiar la siguiente expedición. Al mismo tiempo, Durrell
estaba cada vez más desilusionado con la forma en que se gestionaban
los zoos, y se mostraba cada vez más convencido de que los
mismos debían cambiar de objetivo para convertirse principalmente
en reservas para especies en peligro. Ambas ideas le llevaron
a la decisión de crear su propio zoo. En 1957, viajó a Camerún
por tercera y última vez, con el fin de recoger animales para
formar el núcleo de su nuevo zoo. Esta expedición fue extensamente
filmada, tras el primer experimento realizado en Argentina
en el viaje anterior. El éxito de la película resultante,
unido al de un programa de radio relatando sus memorias hasta
la fecha (Encuentros con animales) convirtieron a Durrell
en un presentador habitual de los programas sobre historia
natural de la BBC durante décadas, y le reportaron importantes
ingresos para sus proyectos de conservación. Al volver de
Bafut, Durrell fue a vivir a la casa de su hermana Margaret
en el pueblo costero de Bournemouth. Mientras buscaba localizaciones
adecuadas para instalar su zoo, ubicó de forma temporal a
los animales en el jardín y el garaje de la casa. Pero para
su disgusto, los municipios de Bournemouth y Poole rechazaron
su proyecto.
The Bafut Beagles del naturalista británico
Gerald Durrell cuenta la historia de la expedición de Durrell
a Camerún en 1949 recolectando animales para zoológicos, realizada
con Kenneth Smith. Publicado en 1954, fue el tercer libro
de Durrell para audiencias populares. Particularmente notable
fue su descripción de un gobernante nativo, el Fon de Bafut,
que resultó tan popular que Durrell lo visitó nuevamente en
A Zoo in My Luggage. El libro retrata al Fon principalmente
de manera humorística, discutiendo su poligamia, su perspectiva
anglófila y su alta tolerancia al alcohol, pero también de
formas más halagadoras. El Fon le otorgó a Durrell el traje
y el bastón de ceremonia durante su segunda expedición.
Después de una larga e infructuosa búsqueda,
Durrell logró fundar el Parque zoológico de Jersey en 1958
tras encontrar por casualidad el lugar para su ubicación,
la mansión del siglo XVI conocida como Les Augres Manor, ubicada
en la isla de Jersey. Después de alquilar la mansión, rediseñó
completamente los jardines y organizó una nueva expedición
a América del Sur el mismo año para conseguir más especímenes
en vías de extinción. El zoológico abrió sus puertas finalmente
al público en 1959. El zoo fue creciendo en tamaño, así como
la cantidad de proyectos emprendidos a lo largo del planeta
para preservar la fauna salvaje. Con el fin de poder hacer
frente a las dificultades cada vez mayores en la gestión del
zoo y los hábitats contenidos en el mismo, Durrell creó la
Jersey Wildlife Preservation Trust el 6 de julio de 1963.
La fundación abrió una rama internacional en 1971, la Wildlife
Preservation Trust International, con base en los Estados
Unidos de América, con el fin de apoyar los esfuerzos pro
conservación a nivel mundial.
Ese mismo año, la fundación compró Les Augres
Manor a su propietario, el Mayor Hugh Fraser, con lo que el
zoológico se aseguró una residencia permanente. La iniciativa
de Durrell logró que la Sociedad para la Preservación de la
Flora y Fauna organizase en 1972 la primera Conferencia mundial
sobre la cría de especies protegidas en cautividad como ayuda
a su supervivencia en Jersey, una de las conferencias más
prestigiosas hoy día en su campo. También en 1972 la Princesa
Real Ana del Reino Unido se convirtió en mecenas de la fundación,
atrayendo gran cantidad de publicidad positiva sobre la misma
y facilitando su financiación. Durante los años 70, la Jersey
Wildlife Preservation Trust se convirtió en una entidad pionera
en el campo de la cría en cautividad, defendiendo su práctica
en especies como el gorila de planicie, y otra fauna propia
de Mauricio. Durrell visitó Mauricio varias veces y coordinó
proyectos de conservación a gran escala en el lugar, incluyendo
programas de cría en cautividad de pájaros y reptiles nativos,
la recuperación ecológica de Isla Redonda, la formación de
personal nativo, y la creación de instalaciones de conservación
in situ y ex situ.
Todo este conjunto de proyectos llevaría a la
creación en 1984 de la Mauritian Wildlife Foundation En 1978,
Durrell inauguró en el zoológico de Jersey un centro de formación
para conservacionistas, al que llamaba informalmente "la mini-universidad".
Hasta el año 2005, algo más de un millar de biólogos, naturalistas,
veterinarios y arquitectos de zoológicos de 104 países distintos
habían asistido al Centro de Formación Internacional. Durrell
fue también pieza clave en la formación del Grupo especialista
en cría en cautividad de la World Conservation Union en 1982.
En 1982, como reconocimiento a su carrera profesional, se
le nombró Oficial de la Orden del Imperio Británico. En 1985
Durrell fundó también la Wildlife Preservation Trust Canada,
renombrada hoy como Wildlife Preservation Canada. El lema
oficial, Salvando animales de la extinción, se lanzó en 1991,
en un momento en que los zoológicos británicos no estaban
funcionando demasiado bien, e incluso el Zoológico de Londres
corría el peligro del cierre forzoso. En 1990 la fundación
estableció un programa de conservación en Madagascar, siguiendo
las líneas del proyecto en Mauricio. Durrell visitó Madagascar
ese año para iniciar la cría en cautividad de cierta cantidad
de especies endémicas, como el aye-aye. Durrell eligió como
símbolo tanto del Zoo de Jersey como de la fundación al dodo,
un pájaro terrestre nativo de Mauricio que fue cazado hasta
su extinción completa en el siglo XVII. La rama infantil de
la fundación ostenta el nombre de Club Dodo. Tras la muerte
de Durrell, la fundación fue renombrada como Durrell Wildlife
Conservation Trust durante el 40 aniversario del Zoo de Jersey,
el 26 de marzo de 1999. La Wildlife Preservation Trust International
también cambió su nombre por Wildlife Trust el año 2000, adoptando
como logotipo al tamarino negro.
Theodore Stephanides fue un poeta, autor, traductor,
médico, naturalista y científico griego-británico. Es conocido
principalmente como amigo y mentor del famoso naturalista
y escritor Gerald Durrell. Fue uno de los protagonistas de
libros como Mi familia y otros animales de Gerald Durrell,
La celda de Próspero de Lawrence Durrell o El coloso de Marusi
de Henry Miller.
Su primera esposa fue Jacquie Durrell que se
separó (y posteriormente divorció) de su marido en 1979, argumentando
la creciente carga de trabajo de su cónyuge y los consiguientes
problemas con la bebida. Durrell conoció a su segunda esposa,
Lee McGeorge Durrell, en 1977, mientras daba una conferencia
en la Universidad Duke, donde ella estudiaba para conseguir
un doctorado en comunicación animal. Se casaron en 1979. Lee
fue coautora de varios libros junto a su marido, incluyendo
El naturalista amateur, y se convirtió en Directora Honoraria
de la fundación tras la muerte de Gerald.
Gerald Durrell was my hero … I married him for
his zoo.
Una vida dura en la intemperie, junto con sus
problemas con la bebida, llevaron a Durrell a sufrir graves
problemas de salud durante los años 80. Se sometió a una operación
de reemplazo de cadera para evitar la artritis, pero sufría
también problemas de hígado. Tras un viaje a Madagascar en
1990, su salud empeoró rápidamente. Finalmente murió a consecuencia
de complicaciones postoperatorias tras someterse a un trasplante
de hígado el 30 de enero de 1995. Fue incinerado y sus cenizas
están enterradas bajo una placa memorial con una cita de William
Beebe en el zoológico de Jersey. El 28 de junio de 1995 se
celebró un memorial en homenaje a la vida y obra de Gerald
Durrell en el Museo de Historia Natural de Londres. Los asistentes
incluyeron, entre otros, al famoso naturalista y presentador
de televisión David Attenborough, y la princesa Ana.
El concepto que Durrell tenía sobre la que debía
ser la función principal de un zoológico del siglo xx, plasmado
principalmente en su libro Stationary Ark, era muy avanzada
para su época. Se basaba en las siguientes bases:
- El objetivo principal de un zoológico debe
ser actuar como reserva de especies en peligro de extinción
que necesitan de la cría en cautividad para poder sobrevivir.
- El objetivo secundario es educar a la población
sobre la fauna salvaje y la historia natural, así como educar
a los biólogos sobre los hábitos de los animales.
- Los zoológicos no deben gestionarse tan solo
con propósitos de entretenimiento, y las especies no amenazadas
deben ser reintroducidas en su hábitat natural.
- Un animal solo debe estar en un zoológico
como último recurso, cuando todos los esfuerzos para salvarlo
en su entorno hayan fallado.
Durrell también tenía una opinión muy firme
sobre los espacios donde los animales debían estar confinados,
resumida en unas ideas clave que empleó en el zoológico de
Jersey:
- Los recintos deben construirse teniendo en
mente primero la comodidad del animal (incluyendo un refugio
privado), después la conveniencia del cuidador, y finalmente
la comodidad de observación de los visitantes.
- El tamaño del recinto dependerá de cuan grande
fuera el territorio del animal en libertad.
- Los compañeros de un animal deben reflejar
no solo su nicho ecológico, sino también sus habilidades sociales,
lo bien que se lleva con otros individuos tanto de su especie
como de otras.
- Cada animal merece disponer de comida de su
elección, variándola de vez en cuando para mantener su interés,
así como una pareja de su elección, y un entorno atractivo
e interesante.
Sensibilizar a la ciudadanía y conservar la
biodiversidad son los pilares básicos de los zoológicos
modernos.
El zoológico de Jersey fue el primero en hospedar
solo a especies en peligro de extinción, y ha sido uno de
los pioneros en el campo de la cría en cautividad. Así mismo,
ha sido el primero en establecer un Centro de Entrenamiento
Internacional y una serie de conferencias sobre el tema. Durrell
tuvo que enfrentarse a una férrea oposición al principio,
plagada de críticas por parte de miembros de la comunidad
de zoológicos, especialmente cuando introdujo el concepto
de cría en cautividad, aunque finalmente logró la aceptación
total al lograr la cría de una amplia gama de especies en
peligro. Uno de sus oponentes más activos fue, nuevamente,
George Cansdale, el superintendente del Zoológico de Londres
y la Sociedad Zoológica de Londres, que gozaba de notable
influencia en la comunidad.
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