La polémica comenzó nada más terminar la final en Sídney,
Australia, donde España venció 1-0 a Inglaterra. Luis Rubiales,
en el palco VIP del estadio y sentado al lado de la reina
Letizia de España y su hija la infanta Sofía, de 16 años,
se agarró los genitales a modo de celebración. Minutos después,
durante la entrega de medallas a las españolas, besó a Hermoso,
quien juega para el Club de Fútbol Pachuca Femenil de la liga
mexicana. En sus primeras reacciones ante medios, tanto Rubiales
como Hermoso intentaron restar importancia al asunto, aunque
en un directo en Instagram de las jugadoras en el vestuario
la futbolista dijo, en referencia al beso, que “no le había
gustado”. Un día después, Rubiales pidió perdón en un video
difundido por la RFEF, pero el presidente en funciones del
gobierno español, Pedro Sánchez, dijo que esto no era suficiente
y la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, pidió
la dimisión del directivo.
España consiguió en Australia su primer Mundial femenino
en un torneo que deslumbró por su competitividad y atractivo.
De no haber sido por el beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso,
el comunicado de "las 15 rebeldes" sólo unos meses antes de
la celebración del Mundial en Australia habría sido olvidado.
O, al menos, el mensaje se hubiera disuelto progresivamente,
bien por los que maliciosamente han celebrado que algunas
de las que se plantaron ante la Federación Española de Fútbol
no participaran del tremendo hito que ha supuesto levantar
la Copa del Mundo, bien porque la propia victoria habría opacado
la naturaleza de aquel mail beligerante. Pero Rubiales besó
a Hermoso en la ceremonia de entrega del trofeo, celebrada
en el Estadio Olímpico de Sidney (Australia) el pasado 20
de agosto. El "piquito", en efecto, ha desdibujado la celebración
y, en consecuencia, empaña el descomunal éxito de la selección,
pero también ha abierto definitivamente la Caja de Pandora
de una Federación que ahora se ve obligada a rendir cuentas
con la historia del fútbol femenino en nuestro país. Rubiales,
suspendido por la FIFA como presidente de la institución después
de que este viernes se negara a dimitir ante la Asamblea,
es la punta del iceberg, pero jamás imaginó que un bloque
tuviera tanta fuerza.
Los antecedentes inmediatos, decíamos, se remontan a septiembre
de 2022. Hasta quince futbolistas, entre las que se encontraban
las campeonas del mundo Aitana Bonmatí, Ona Batlle y Mariona
Caldentey —Jenni Hermoso y Alexia Putellas, doble Balón de
Oro, no firmaron, pero manifestaron el apoyo a sus compañeras—,
renunciaron a ser convocadas para jugar con la selección hasta
que no se atendieran sus reclamaciones, que aludían a "cambios"
en las estructuras ante lo que consideraban "una mala gestión".
El episodio es, ahora, conocido por casi todos. Lo que muy
pocos sabían es que este motín no era el primero en la historia
de la selección española de fútbol femenino. Movistar Plus,
oportunamente, ha rescatado el reportaje Romper el silencio
(2021), pieza incluida en la serie Informe + —continuación
del mítico Informe Robinson— que recoge testimonios de las
principales protagonistas. Más allá del interés que suscita
el relato de las conquistas logradas —mejoras en las condiciones
económicas, evolución en materia de derechos, etc.— y el irregular
periplo de la selección en competiciones internacionales,
Romper el silencio presenta un claro antagonista. Se trata
de Ignacio Quereda, seleccionador femenino durante veintisiete
años hasta que, en 2015, fue sustituido por Jorge Vilda.
Un fotograma del reportaje 'Romper el silencio' (Movistar
Plus, 2021) en el que el exseleccionador Ignacio Quereda pellizca
las mejillas de una jugadora,
Cuenta María Teresa Andreu, presidenta del comité de fútbol
femenino de la Federación Española entre 1981 y 1999, que
la llegada de Ángel María Villar a la presidencia en 1988
supuso un punto de inflexión. El seleccionador elegido para
hacerse cargo del equipo femenino fue Quereda, y al principio,
según reconoce Andreu, resultó determinante en las cuestiones
de "ámbito organizativo". El problema era el trato con las
futbolistas. Una de ellas, Mar Prieto, lo define como "un
déspota". Roser Serra, por su parte, confiesa que entonces
no era consciente del maltrato psicológico. Frases como "A
ver si te cuidas, que estás gorda…" habrían sido algunas de
sus perlas.
"Le gustaba humillar a la gente", puntualiza Andreu, mientras
que Vicky Losada asegura que “lo tenían miedo, no querían
cruzárselo”. La primera futbolista en marcar un gol con España
en un Mundial (Canadá, 2015) alude a su carácter controlador:
en las concentraciones, se inmiscuía en las habitaciones de
las jugadoras, revisaba las bolsas cuando venían de compras...
Precisamente antes de la cita mundialista, la primera de España
en su historia, Quereda anuló todas las entrevistas que Losada
tenía pactadas. Cuando cayeron eliminadas, la culpó de un
error y dijo que siempre sería "una jugadora mediocre que
no llegaría a nada".
Amén de los desgarradores testimonios, las imágenes de archivo
de Romper el silencio también resultan estremecedoras. Por
un lado, gritos, desprecios, golpes en la cabeza, tirones
de oreja, pellizcos en las mejillas... Por otro, el paternalismo
con el que se refiere a sus pupilas: las niñas, las chavalitas,
las pitufas... y a las catalanas, además, "polacas".
Pásate por Intro >> Resumen temático.
Quereda también habría manifestado, en numerosas ocasiones,
actitudes homófobas, una realidad que atañe a la Federación,
entonces comandada por Villar. No es solo que el seleccionador
considerase la homosexualidad como "una enfermedad" y que
espetara a algunas jugadoras comentarios del tipo "Tú lo que
necesitas es un macho". Resulta que, según las protagonistas,
se les recomendaba no confesar su condición sexual públicamente,
pues desde arriba argüían que los medios de comunicación estaban
al acecho de informaciones de esta índole y esto no resultaba
conveniente para la imagen de la institución.
Danae Boronat, periodista, escritora y primera mujer en retransmitir
por televisión un partido de fútbol, habla de una "connivencia
entre Villar y Quereda" y un "interés por que [las jugadoras]
estuvieran amedrentadas”. Fue Boronat quien destapó el "infierno"
de la selección femenina durante la época del exseleccionador.
La autora de No las llames chicas, llámalas futbolistas (Libros
Cúpula, 2021), libro que recoge el testimonio de algunas exfutbolistas
que también participan en este reportaje, considera que el
contexto social es determinante.
Desde luego, la atmósfera en 1996 no era aún la más propicia,
pero el plantel de futbolistas decidió enviar una carta a
la Federación pidiendo la dimisión de Quereda. Andreu se lo
trasladaría a Villar, pero este no habría hecho nada al respecto.
El conflicto se resolvió con la fulminación de algunas jugadoras.
Ángel María Villar Llona es un exfutbolista y dirigente deportivo
español. Fue vicepresidente de la UEFA y presidente en funciones
en 2016, vicepresidente de la FIFA, y presidente de la Real
Federación Española de Fútbol desde 1988 hasta diciembre de
2017. El Estado detalló 267 millones "no justificados
adecuadamente" en la última etapa de Villar en la RFEF.
Los resultados, además, no acompañaban. No había preparación
adecuada, ni entrenamientos suficientes, ni amistosos, ni
análisis de vídeos de los rivales… Sin embargo, en 1997, solo
un año después del primer motín, lograron un meritorio tercer
puesto en la Eurocopa de Noruega y Suecia. Pero solo había
sido un espejismo. En el horizonte, esperaba un desierto de
dieciséis años hasta volver a acudir a un evento internacional.
Sería la Eurocopa de 2013, en la que serían eliminadas en
cuartos de final. Dos años después, el Mundial de 2015 en
Canadá cambiaría las tornas. El fracaso deportivo se convirtió
en la primera victoria real. Tras caer en la fase de grupos,
las jugadoras redactaron un comunicado contra Quereda. Diecisiete
años después, las nuevas futbolistas volvían a protagonizar
un motín contra su seleccionador, pero esta vez el impacto
mediático sí lo arrastró a la dimisión. Quereda fue, entonces,
sustituido por Jorge Vilda. Pero el pulso, aunque fructífero,
no les sale gratis. El trato humano cambió, reconocen las
protagonistas, pero hubo represalias: Vero Boquete, internacional
desde 2008 hasta 2016, fue apartada con la llegada del nuevo
técnico.
Verónica Boquete Giadáns, conocida como Vero Boquete, es
una futbolista española que juega como centrocampista en la
A. C. F. Fiorentina de la Serie A de Italia.? Fue internacional
con la selección española, de la cual llegó a ser capitana.
El último movimiento de las campeonas del mundo, cerrando
filas rotundamente en torno a su compañera Jenni Hermoso,
parece definitivo. La corriente de apoyo a la futbolista madrileña
corre como la pólvora, ha traspasado fronteras e incluso algunas
jugadoras de clubes extranjeros ya han manifestado públicamente
su respaldo. Podría ser, como vaticinaba este viernes el presidente
del Consejo Superior de Deportes Víctor Francos, "el #MeToo
del fútbol español". La FIFA, por su parte, ya ha suspendido
a Rubiales —aunque provisionalmente— de todas sus funciones
a nivel nacional y mundial. Todo apunta a que, efectivamente,
"se acabó".
Resulta oportuno, en todo caso, echar la vista atrás en la
historia del fútbol femenino español para comprender
que las barreras se han ido derribando a través de las generaciones.
Presumiblemente, el grupo de la estrella clavará la pica victoriosa,
pero el reportaje Romper el silencio es providencial para
comprender que otras compañeras pusieron antes la primera
piedra.
La figura de Nahia "una niña que mira ilusionada a San Mamés"
se instala en Bilbao "como icono de la igualdad en fútbol"
Una estatua de bronce que reproduce a Nahia, "una niña que
mira ilusionada a San Mamés", ha quedado instalada este martes
frente al estadio "como icono de la igualdad en fútbol", con
motivo de la presentación de la campaña de sensibilización
y concienciación 'Hay Mucho en Juego'.
La iniciativa pretende que la ciudadanía vasca disfrute del
"histórico evento deportivo de máximo nivel", que se celebrará
en San Mamés el 25 de mayo.
Así, situada al final de la calle Licenciado
Poza esquina con Luis Briñas, está tallada en bronce y a tamaño
real y su objetivo no es otro que el de homenajear a todas
las jugadoras pasadas, presentes y futuras que promueven el
desarrollo del fútbol femenino y los valores como la igualdad,
la inclusión y la diversidad.
Esta estatua se ha inaugurado aprovechando la
presentación de la final de la Women`s Champions League que
tendrá lugar el próximo 25 de mayo a las 18.00 horas en La
Catedral. Un nuevo guiño a Bilbao de la UEFA, que se une al
balón oficial con el que se disputará este último encuentro
de la competición en el que se pueden observar impresas las
famosas baldosas de la capital vizcaina, varias formas icónicas
de la arquitectura vizcaina así como intuir el diseño único
de San Mamés.
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