Joana Biarnés Florensa (Tarrasa, Barcelona,
1935-Ibidem, 19 de diciembre de 2018) fue una fotógrafa
española considerada la primera mujer fotoperiodista de
España.
Fue la primera fotógrafa española que adoptó
la carrera profesional de reportera gráfica. Se inició en
la fotografía cuando era pequeña y ayudaba en el laboratorio
a su padre, que era fotógrafo deportivo. Estudió en la Escuela
de Periodismo de Barcelona. El profesor Del Arco, al enterarse
de que no le gustaba hacer fotos de corridas de toros por
la sangre, le mandó hacer un reportaje de cómo se mataban
todo tipo de animales en el matadero. Joana realizó el reportaje
añadiendo fotos del museo de los horrores donde tenían animales
aberrantes con malformaciones. Un veterinario que iba a
publicar un libro sobre los mataderos le compró las fotografías
para incluirlas en el libro. Cuando terminó la carrera de
Periodismo se le cerraron las puertas para trabajar, de
modo que a menudo trabajó con su padre. Cubría acontecimientos
deportivos y, por el hecho de ser mujer, fue objeto de una
fuerte hostilidad. A pesar de que tenía las acreditaciones
necesarias para trabajar como reportera, protagonizó situaciones
absurdas, como cuando un árbitro paró un partido de fútbol
para tratar de impedir que una mujer hiciera fotos al campo.
En septiembre de 1962 cubrió la gran riada que en Tarrasa
produjo numerosos muertos.
En 1962 hizo un trabajo en Barcelona para
el diario Pueblo titulado la Cenicienta de Pueblo. El reportaje
le gustó al director de Pueblo, Emilio Romero, que la llamó
para ofrecerle un trabajo como fotógrafa del diario Pueblo
en Madrid. Atrevida y gran profesional, como reportera gráfica
se arriesgaba mucho con tal de conseguir la noticia que
buscaba. Trabajó también en muchos grandes acontecimientos
sociales de la época. En Madrid conoció al periodista francés
Jean Michel Bamberger, que producía el programa Ustedes
son formidables, de Alberto Oliveras. Al poco tiempo se
casó con Jean Michel Bamberger. En 1965 cubrió el concierto
de los Beatles en Madrid. A través del encargado de relaciones
públicas de la compañía Iberia, Biernés consiguió una plaza
en el mismo avión que tomó el grupo en su traslado a Barcelona,
ello le permitió tomarles unas fotos hasta que los guardaespaldas
se lo impidieron. En el hotel Avenida Palace de Barcelona
esquivó al equipo de seguridad subiendo por el montacargas,
llamó a la puerta de la suite donde se alojaban y les preguntó
si podía hacerles más fotografías. La invitaron a pasar
y allí estuvo durante tres horas obteniendo un reportaje
insólito del paso de los Beatles por España. Al día siguiente
ofreció este trabajo al diario Pueblo, que lo rechazó porque
tenían órdenes de tratar el paso de los Beatles por Madrid,
pero nada más. Biernés regaló el reportaje a la revista
Ondas para que al menos se publicara.
Durante años fue la fotógrafa del cantante
Raphael. Realizó reportajes a Sara Montiel, la duquesa de
Alba, Sammy Davis Jr., Sebastián Palomo Linares, Lola Flores,
Audrey Hepburn, Tom Jones, el Cordobés y Joan Manuel Serrat.
Acompañó a Massiel a París a comprar el vestido para el
festival de Eurovisión. Cuando en la tienda de Dior les
dijeron que no tenían nada adecuado, Joana sugirió ir a
Courrèges, donde compraron el vestido que lució cuando ganó
el Festival de Eurovisión de 1968. En una ocasión le encargaron
que fuera a ver a Salvador Dalí y le pidiera que pintara
el número que creía iba a salir premiado en la lotería de
Navidad. Dalí pintó el número 60477. En el periódico le
dijeron que ese número no entraba en el bombo. Así que volvió
y le pidió a Dalí que lo rectificase y entonces borró el
número anterior y pintó el número 50477. Para hacer un reportaje
sobre el director Roman Polanski se hizo pasar por la esposa
de José Luis Navas y le preparó una paella. Para el reportaje
del bailarín Rudolf Nureyev se hizo pasar por la secretaria
del bailarín Antonio. En el diario Pueblo realizaba una
página dedicada a la moda al estilo de las revistas Vogue
y Elle. Dejó el diario Pueblo y se fue a trabajar para Raphael.
Luis María Anson la fichó para el diario ABC.
Joana Biarnés en la Plaza de Oriente (Madrid).
Con un grupo de compañeros, Joana fundó la
agencia fotográfica Sincropress. También trabajó para las
agencias Heliopress, Contifoto y Cosmopress. Dejó el trabajo
de prensa en 1985, en desacuerdo con el estilo amarillista
que se había impuesto en la profesión. Abrió el restaurante
Cana Joana en Ibiza, considerado uno de los mejores de las
Islas Baleares. Participó en un episodio del programa de
cocina Con las manos en la masa de Elena Santonja. Cerró
el restaurante y se retiró a Viladecavalls, Barcelona. El
25 de octubre de 2017 se presentó su libro Joana Biarnés.
Disparando con el corazón en el Centro Cultural Conde Duque
de Madrid.
En diciembre de 2017 expuso en el Palau Robert
de Barcelona una selección de 90 fotografías de su amplio
archivo fotográfico que muestran la España de la postguerra
civil. Hacia 2001 se le diagnosticó una maculopatía degenerativa
que le fue disminuyendo la visión y en 2016 solo le quedaba
un 30 % de visión. Falleció en Barcelona el 19 de diciembre
de 2018, a los 83 años.
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Durante años su nombre quedó en el anonimato,
aunque ella misma se encargó de que así fuera. Había dejado
atrás una vida como fotógrafa, la primera reportera gráfica
de su tiempo en nuestro país, hasta el punto de vender sus
cámaras. Sin embargo, un documental sirvió para que su nombre
fuera reivindicado. A partir de ese momento, Joana Biarnés
empezó a sonar con fuerza, casi a la par que los justos homenajes
que se le dedicaban. La fotógrafa falleció el 19 de diciembre
de 2018 dejando tras de sí una vida fascinante, con personajes
secundarios de lujo como The Beatles, Audrey Hepburn, Salvador
Dalí, Luis Buñuel, Raphael o Joan Manuel Serrat.
Reunir todo ese material y convertirlo en libro
era el reto de Jordi Rovira, quien fue uno de los autores
del documental «Joana Biarnés. Una entre tots». Y firma el
libro «No serà fàcil», publicado por La Campana, y que supone
la primera biografía de la fotógrafa, además de un retrato
de un tiempo y un país en continuo cambio.
Durante la presentación el pasado año,
Rovira explicó que contactó por primera vez con Biarnés a
finales de 2012. «Tenía muy buena memoria, además de vitalidad
y un archivo increíble. Era una mujer jubilada a la que nadie
recordaba», recordaba Rovira sobre el momento en el que se
impuso la propuesta del documental. Pese al éxito y el impacto,
«muchas historias se quedaron en el tintero. Había recuperar
esos materiales, algunos de los cuales estaba en hemerotecas».
El periodista pudo hablar con su biografiada quien le dio
algunas pistas sobre los nombres con los que podía hablar
para completas sus vivencias. Sin embargo, Biarnés murió inesperadamente.
«Me planteé qué hacer. Pero en ese momento me ayudó mucho
su marido, Jean Michel, que estuvo cincuenta años con ella.
El libro es el resultado de medio centenar de entrevistas,
además de la búsqueda de sus reportajes, sobre todo los que
realizó en el diario “Pueblo”», comentó el autor.
La vida de Joana Biarnés es, en palabras de
Jordi Rovira, «la crónica de un país. Fotografiaba las manifestaciones
en favor de Franco en la plaza de Oriente pero también captaba
los nuevos gustos musicales, los cambios de moda, los nuevos
diseñadores... Es decir, recogió los cambios de finales del
franquismo». De esta manera, además de seguir, por ejemplo,
el entierro de Franco, también capturó la fiesta privada en
casa de Lola Flores con la asistencia de Audrey Hepburn y
Yul Brynner. Ella era la única en estos sitios, la única a
la que invitaban a participar. Sabía meterse en todos los
meollos».
La cámara de Biarnés se adentró en las riadas
del Vallès en febrero de 1962, su estreno cubriendo una tragedia.
Eso la ayudó cuando después tuvo que acercarse a otros acontecimientos
trágicos, como lo sucedido en la urbanización Los Ángeles
de San Rafael, un escándalo urbanístico de Jesús Gil que acabó
costando la vida a 58 personas. «Su padre le advirtió que
“no será fácil”. Le advirtió que él no estaría siempre a su
lado. Eso le quedó. Además de fotógrafa Joana fue muchas cosas,
pero ante todo fue una persona capaz de superar los obstáculos»,
añadió el periodista.
Una imagen de los Beatles, antes de su actuación
en Las Ventas, según la cámara de Joana Biarnés.
El libro nos permite saber cómo Biarnés se hacía
con la confianza de aquellos a los que retrataba. «Serrat
me decía que con su sonrisa se ganaba a todos mientras que
Juan Pardo me aseguraba que ella era de una modernidad a la
que no estaban acostumbrados. A Raphael le hacía de hermano
mayor... Sabía cómo tratar con ellos y sabía guardar los secretos».
Estuvo en Port Lligat con Dalí, en el rodaje de «Tristana»
junto con Buñuel, Catherine Deneuve y François Truffaut, con
Massiel cuando ganó en Eurovision, al lado de Clint Eastwood
en los Oscars o con Raphael cuando se convirtió en un ídolo
de masas en la Unión Soviética. Pero uno de los grandes logros
de Joana Biarnés fue acompañar a John, Paul, George y Ringo,
es decir, The Beatles, cuando actuaron en Madrid y Barcelona
en 1965, un concierto mítico. «Muchos negativos están perdidos,
como es el caso de las fotos que tomó de los Beatles. “Pueblo”
no quiso ese reportaje. Así que se lo ofreció a la revista
“Ondas” que sí lo publicó y gratis», dijo Rovira. Ella acompañó
a los cuatro de Liverpool en el avión que los llevó de Madrid
a Barcelona. Se coló en el montacargas del hotel y pudo fotografiarlos
en la capital catalana, logrando un material único.
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