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6 - Febrero - 2021
>>>> Ser humano > Segregación

 

 

 

 

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Referencias.
>> Filmografía

Verano de 1959. La familia Lodge se muda a Suburbicon, una comunidad residencial pacífica e idílica con viviendas asequibles y céspedes impecables... el lugar perfecto para criar una familia. Pero la aparente tranquilidad esconde una realidad perturbadora. El cabeza de familia de los Lodge, Gardner (Matt Damon) se sumergirá en el lado oscuro del pueblo, lleno de traición, engaños y violencia. Este es un cuento de gente imperfecta que toma muy malas decisiones.

Cynthia Erivo interpreta a la abolicionista Harriet Tubman. Los críticos la pusieron a caer de un burro.

En Paseando a Miss Daisy, Daisy Werthan es una anciana totalmente independiente y acostumbrada a valerse por sí misma para todo. Sin embargo, un absurdo incidente de tráfico hace que su hijo contrate para ella a un chofer personal: el señor Hoke. Al principio Daisy se niega a aceptarlo pero, finalmente, no le quedará más remedio que sentarse en el asiento de atrás mientras Hoke se ocupa del volante. Durante un viaje por carretera levantarán suspicacias.

Lo que el viento se llevó (en inglés: Gone with the Wind) es una novela escrita por Margaret Mitchell y uno de los libros más vendidos de la historia, un clásico de la literatura de los Estados Unidos y es, junto a su adaptación al cine, uno de los mayores iconos o mitos de la cultura universal.

Margaret Mitchell escribió y publicó Lo que el viento se llevó por influencia de su marido y de sus amistades. La autora volcó en la novela sus extensos conocimientos de historia, los relatos de sus mayores sobre la Guerra de Secesión y sus propias vivencias personales sobre tormentosas relaciones de pareja para crear una obra maestra de la literatura universal.

A Dios pongo por testigo que jamás volveré a pasar hambre.

Nota de prensa, Septiembre 2023:

La Academia de Hollywood rectifica y sustituirá el Óscar perdido de Hattie McDaniel, la primera actriz negra ganadora por su trabajo en 'Lo que el viento se llevó'. La Academia de Hollywood ha anunciado que va a proceder a reemplazar el Óscar otorgado a Hattie McDaniel por su inolvidable interpretación en 'Lo que el viento se llevó'. Este galardón es especialmente significativo porque fue la primera actriz negra en conseguir un premio por su trabajo interpretativo.

Lo cierto es que el galardón de McDaniel llevaba casi seis décadas desaparecido, pus la intérprete lo donó a su muerte a la Universidad de Howard, donde se le perdió el rastro a finales de los años 60. Hay varias teorías sobre qué pudo ser del premio, pero hasta la fecha no ha podido confirmarse ninguna de ellas. Por desgracia, la Academia de Hollywood tiene una política estricta de no reemplazar aquellos Óscar que se pierdan estando en posesión de una persona que no sea la ganadora del mismo. En 2021 se habló mucho de eso cuando la Academia abrió su museo y decidió colocar una vitrina vacía en representación del galardón de McDaniel con la intención de que los visitantes pudiesen “reflexionar sobre el trato y la omisión de tantos artistas negros a lo largo de la historia del cine”.

Ahora se han dado cuenta de que eso no es suficiente y han tomado una decisión totalmente inesperada, ya que además se va a sustituir el galardón pero no con el objetivo de poder exhibirlo en su museo. Su destino será la Universidad de Howard a la que se lo había donado la actriz, un lugar muy importante dentro de la comunidad afroamericana de Hollywood, pues por ejemplo allí se graduó el tristemente fallecido Chadwick Boseman.

Esta decisión tiene además una consecuencia añadida, pues McDaniel recibió en su momento una placa y no una estatuilla, tal y como era habitual en la época los premios para actores de reparto. No fue hasta 1943 cuando eso cambió, pero la actriz recibió su premio en la edición celebrada tres años antes. Desde la Academia han asegurado que "Hattie McDaniel fue una artista innovadora que cambió el curso del cine e impactó a generaciones de artistas que la siguieron" y que "estamos encantados de presentar un reemplazo del Premio de la Academia de Hattie McDaniel a la Universidad de Howard. Esta ocasión trascendental celebrará el notable arte y la histórica victoria de Hattie McDaniel”.

Pásate por JyV >> Tienda >> Serie behind 2.

Nadie como Will Smith para darle un toque de humor. El agente J viaja a 1969. Al llegar a dicho año trata de orientarse y descubre la violencia racial y la época hippie de los 60s. Ese tono de piel resulta sospechoso. ¿Que hace alguien de ese "particular grupo étnico" con un coche tan lujoso?

Earl Montgomery (Martin Lawrence) es un engreído e hiperactivo cadete de la Policía de Los Ángeles que, a causa de su mala actitud, es expulsado de la academia. Tras ser arrestado en un incidente con su vehículo por el policía Hank Rafferty (Steve Zahn), Earl lo acusa de acoso y, como consecuencia, el agente ingresa en prisión durante seis meses. En ese tiempo, Earl acepta un humilde puesto de trabajo como guardia de seguridad en Seguridad Nacional, el mismo empleo que consigue Hank tras abandonar la cárcel. Es entonces cuando Earl descubre una sofisticada operación de contrabando que ya le costó la vida a su compañero meses atrás y en la que podría estar implicado el propio Departamento de Policía.

El propio Lawrence juega con el humor en varias películas para situaciones que en el pasado serían impensables.

Pásate por Séptimo arte >> Reseñas.

La vida en una isla al sur del Pacífico es casi perfecta para dos amigos ya retirados del ejército, tras luchar juntos en la Segunda Guerra Mundial, pasan su tiempo en la taberna, lugar donde discuten, pelean y se liberan de la monotonía de la vida tropical. Y a este auténtico paraíso, llega una estirada bostoniana que busca a su padre. Una película que clama contra la injusticia del racismo de los años de la postguerra. Se trata de una deliciosa comedia, considerada una obra menor dentro de la cinematografía de Ford.

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Soldados del Ejército de la Unión, disfrutando de su liberación, 1864/1865.

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Ben Raines, descubridor de los restos de una vieja embarcación parcialmente enterrada en un islote de Alabama, confíaba en 2018 en que los arqueólogos confirmasen que correspondían al "Clotilde", el último buque negrero estadounidense procedente de África, que fue quemado y hundido en la zona en 1860.

En el verano de 1860, más de cincuenta años después de que Estados Unidos aboliera legalmente el comercio internacional de esclavos, 110 hombres, mujeres y niños de Benin y Nigeria fueron llevados a Alabama al amparo de la noche. Fueron el último grupo registrado de africanos deportados a los Estados Unidos como esclavos. Timothy Meaher, un empresario establecido en Mobile, envió el barco de esclavos, el Clotilda, a África, con la apuesta de que podría "llevar un barco lleno de negros directamente a la bahía de Mobile ante las narices de los oficiales". Ganó la apuesta.

Este libro reconstruye la vida de las personas en África occidental, relata su captura y paso por el corral de esclavos en Ouidah, y describe la experiencia de esclavitud junto a hombres y mujeres esclavizados nacidos en Estados Unidos. Después de la emancipación, el grupo se reunió de varias plantaciones, compró tierras y fundó su propio asentamiento, conocido como African Town. Lo gobernaron de acuerdo con las leyes africanas consuetudinarias, hablaban su propio idioma regional y, cuando daban entrevistas, insistían en que los escritores usaran sus nombres africanos para que sus familias supieran que todavía estaban vivos. El último superviviente de Clotilda murió en 1935, pero African Town sigue siendo el hogar de una comunidad de descendientes.

El documental Descendant se centra en los residentes de Africatown, quienes comparten la historia de su comunidad y sus vivencias personales como descendientes del Clotilda, el último barco de esclavos que se conoce que transportó ilegalmente a seres humanos como mercancía desde África hasta EE. UU. Su existencia, que fue un secreto a voces durante años, ha sido confirmada por un equipo de arqueólogos marinos. La película explora las implicaciones del descubrimiento del Clotilda para los descendientes, que luchan con su herencia y, al mismo tiempo, reclaman su derecho a moldear un destino propio.

Higher Ground, la productora fundada por el expresidente Barack Obama y Michelle Obama, produce historias poderosas que entretienen, informan e inspiran, a la vez que elevan nuevas y diversas voces en la industria del entretenimiento. Higher Ground produce películas y series exclusivamente con Netflix, y también pódcasts exclusivamente con Spotify. La primera película de la compañía, American Factory, obtuvo el Óscar a mejor largometraje documental en 2019, y su primer pódcast, The Michelle Obama Podcast, ha sido el contenido original más escuchado de la historia de Spotify.

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"Cada persona tiene la posibilidad de superar su propia ignorancia y la de su comunidad a través de la experiencia directa de compartir cosas con gente que parece diferente. A la larga, la experiencia siempre vence a la ignorancia. Pero hay que abrirse un poco; hay que hacer un mínimo esfuerzo para aprender, entender y conectar con los demás". La frase es de Viggo Mortensen en una entrevista a propósito de la película Green Book (Peter Farrelly, 2018), que él protagoniza y que era una de las ocho candidatas a mejor película en los Oscar de 2019. Porque de eso se trata. Bajo el paraguas del racismo, los prejuicios y la intolerancia, Green Book cuenta el esfuerzo por aprender, entender y conectar con el otro que realizan dos personas completamente diferentes, por dentro y por fuera, obligadas por las circunstancias a convivir durante varias semanas. Es la historia, como bien diría el capitán Renault en Casablanca, del "comienzo de una hermosa amistad". Basada en hechos reales, esta comedia dramática relata la evolución de la relación entre un famoso pianista negro, Don Shirley (Mahershala Ali), y su chófer blanco, Tony 'Lip' (Viggo Mortensen) durante un viaje por el segregacionista sur de Estados Unidos en 1962.

El filme dirigido por Farrelly obtuvo finalmente un preciado botín, ya que además del premio a la mejor película, cosechó el Oscar al mejor actor de reparto y el Oscar al mejor guión original.

Nada nuevo bajo el sol de Hollywood (el cine está lleno de películas sobre polos opuestos condenados a entenderse) pero no en todas ellas los protagonistas están soberbios y tampoco todas disponen de un guion tan bien elaborado, que consigue que la historia fluya, enganche, emocione y divierta. El resultado: cascada de premios y nominaciones para un filme calificado a veces de 'pequeño', que es lo que se suele decir de las películas que huyen de pretender lo que no son y se limitan a dar lo que prometen: una buena historia bien contada y bien interpretada. Está dirigida por Peter Farrelly, la mitad de los hermanos Farrelly, responsables de películas irreverentes de humor absurdo y gran éxito como Dos tontos muy tontos, Algo pasa con Mary o Yo, yo mismo e Irene. En Green Book Farrely arma una comedia muy alejada del estilo de sus películas más conocidas.

Desde que se llevara por sorpresa el premio del público en el Festival de Toronto, Green Book ganó tres Globos de Oro (comedia, actor de reparto y guion) y Mahershala Ali acumula, además del Globo de Oro, un Bafta, un premio de la crítica y otro del sindicato de actores. Los Oscar son los últimos premios de la temporada.

Don Shirley, excelente pianista y compositor, muy culto, muy estirado, muy refinado, muy esnob, se embarca en una gira por varios estados del sur de Estados Unidos y necesita un chófer. Contrata a Tony Vallelonga, portero y chico para 'todo' en el mítico cabaret Copacabana de Nueva York, temporalmente en paro y necesitado de dinero, al que considera ignorante, maleducado y camorrista. Todo el mundo le conoce como Tony 'Lip' (labio) por su pico de oro, con el que suele salir bien parado de todos los conflictos. 'Lip', que al principio de la película muestra actitudes racistas, debidas más a la costumbre que a sentimientos más viscerales, ejercerá también de guardaespaldas y deberá ocuparse del alojamiento de Shirley en las distintas ciudades en las que actuará, y para ello utiliza una guía de viajes que detalla los lugares que admiten negros, el libro verde al que se refiere el título.

Tony y su pico de oro.

Tony Vallelonga y Donald Shirley no están sólo separados por el color de piel y, como está previsto, encajan como el agua y el aceite. El músico es hierático, marca distancias, se siente desubicado entre dos mundos ("si no soy lo suficientemente negro ni lo suficientemente blanco, ¿qué soy?"), alguien a quien la gente blanca contrata para tocar el piano en su salón pero no le permite utilizar su cuarto de baño. Vive solo en un suntuoso apartamento justo encima del legendario Carnegie Hall, en el que todo músico aspiraba a actuar, y no mantiene relación con su hermano. El chófer roza el estereotipo: italiano del Bronx, rudo, malhablado, con amigos hasta en el infierno, se mete o le meten en todos los charcos, siempre con la ruidosa familia entrometida en su casa y sus asuntos. Y glotón. Muy glotón.

Pero durante su gira por el sur ambos descubren que ni el uno es tan estirado como aparenta ni el otro tan zoquete como parece. La película reduce la gira a varias semanas, pero en la vida real aquel viaje duró año y medio. Y aquella amistad surgida en 1962 se prolongará durante décadas hasta la muerte de ambos en 2013, con tres meses de diferencia. Después de aquello, Don Shirley siguió dedicado a su música. Llegó a alcanzar el puesto 40 en el Billboard Hot 100, en el que permaneció 14 semanas con su álbum Water Boy. Tony 'Lip' volvió al Copacabana, lugar por el que desfilaban todos los que eran alguien en la época. Allí conoció a Coppola, que le dio un pequeño papel en El Padrino, y a partir de ahí desarrolló una pequeña carrera como actor, siempre con papeles de mafioso: participó en Uno de los nuestros, Donnie Brasco y en la serie Los Soprano.

Tony y Don.

Uno de los hijos de Tony, Nick Vallelonga, siempre se sintió fascinado por la historia de aquel viaje y se dedicó durante años a grabar las anécdotas que le contaba su padre. Aquellas grabaciones, las notas que tomaba en sus entrevistas con Shirley y las cartas que Tony 'Lip' envió a su mujer Dolores (Linda Cardellini) durante la gira, han servido de base para el guion, firmado por el propio Nick, Peter Farrelly y el guionista y actor Brian Currie. Nick asegura que Don Shirley le dio el visto bueno y que sólo le pidió que no contara nada más de su vida que lo que sucedió en aquel viaje, que no hablara con nadie mientras escribía la historia y que esperara a su muerte para rodarla. A los familiares del pianista, sin embargo, no les ha hecho mucha gracia. Califican la película de "sinfonía de mentiras", dicen que nadie contactó con ellos antes de hacerla, que en realidad la amistad no era para tanto (de hecho aseguran que no pasó de relación laboral) y que Shirley no era tan estirado ni vivía alejado de la familia. Y que la película no refleja a un hombre negro sino cómo cree un hombre blanco que es un hombre negro. Vallelonga insiste, según cuenta Variety, en que lo que sucedió en aquel viaje sólo lo saben los dos protagonistas y que ambos aprobaban el relato. Parece que el esfuerzo por "acercarse y conectar" no ha saltado del celuloide a la vida real.

"Separados pero iguales" en la práctica; una "zona negra" separada en Lewis Mountain en el Parque Nacional Shenandoah.

Mahershalalhashbaz Gilmore (Oakland, 1974), comprendió pronto que llamarse como el hijo del profeta Isaías quizá puede dar glamour, pero ofrece pocas posibilidades de triunfar en el cine si nadie sabe decir tu nombre, así que decidió acortarlo y cambiarse el apellido, y así nació para la gran pantalla Mahershala Ali. Tras una infancia difícil y muchos papeles menores, llegaron Los juegos del hambre, Figuras ocultas, la serie True Detective y sobre todo Moonlight, por la que obtuvo el Oscar a mejor actor en 2017, convirtiéndose en el primer musulmán en lograrlo. Este año llega su segunda nominación y participa en los Oscar por partida doble. Es el favorito a llevarse el premio a mejor actor de reparto por Green Book, y pone voz al tío Aaron en Spiderman: un nuevo universo, una de las candidatas a mejor película de animación.

Viggo Mortensen (Manhattan, 1958) no es un novato en los Oscar, pero ésta sí es su primera incursión en la comedia, de la que sale con excelente nota. Ver al legendario Aragorn aparecer en pantalla con aspecto de haberse lavado el pelo con betún y pinta de haberse comido a todos los 'hobbits' de la Comarca es un 'shock' que afortunadamente se pasa rápido, porque su personaje enamora. Aprendió italiano (se recomienda ver la película en versión original) y ganó 20 kilos para parecerse al personaje real a base de comer todo lo que pillaba. En pantalla traga con auténtica voracidad y es raro el plano en el que no sale comiendo, fumando o las dos cosas a la vez. Disfruta tanto del pollo frito estilo Kentucky que contagia las ganas de irse corriendo al KFC de la esquina. Ésta es la tercera vez que es candidato al Oscar tras Promesas del Este (2007) y Captain Fantastic (2016). Ambos tienen una química excelente en la película, muy bien acompañados por una banda sonora espectacular, por la que desfilan desde Debussy hasta Frank Sinatra o Aretha Franklin y el mismo Don Shirley.

Edición de The Negro Motorist Green-Book de 1940.

En 1962 es J. F. Kennedy, favorable al movimiento por los derechos civiles, quien ocupa la presidencia de Estados Unidos. Pero la igualdad legal (la real es otra historia) no llegaría hasta 1964, cuando el presidente Johnson firma la Ley de Derechos Civiles que prohíbe la segregación en lugares públicos. Hasta entonces, los negros que se aventuraban a viajar utilizaban el 'libro verde' (The Negro Traveler's Green Book, The Guide to Travel and Vacations) una guía de viajes editada durante varias décadas y escrita por el cartero negro Victor Hugo Green, que detallaba los lugares (hoteles, restaurantes, etc.) en los que los negros eran bienvenidos. Esa es la guía que Tony 'Lip' utiliza para buscar los alojamientos de Shirley y que da título a la película. Hoy el libro verde ya no existe, pero no se puede decir lo mismo de los prejuicios y el racismo.

El autor de esta guía era Victor Hugo Green, un cartero de Harlem que reunía la información que le daban otros carteros que trabajaban con él. Primero en Nueva York y luego a lo largo y ancho de todo el país, según contó la revista Smithsonian. La época de segregación racial estaba amparada en Estados Unidos por las «leyes de Jim Crow» que bajo el lema «separados pero iguales» imponian que muchos negocios no recibieran a afroestadounidenses y tampoco podían compartir espacios públicos con los blancos. En esta época, según relata un podcast de la BBC, este cuaderno de viaje permitía al al viajero negro ahorrarse incomodidades de que no le atendieran, en el mejor de los casos, hablando de lugares donde reparar el coche o alojarse, pero sobre todo ahorrarse un riesgo para su integridad física si entraba en el bar equivocado de la ciudad equivocada. Green, que murió en el 62 aunque la guía se publicó durante unos años más, dijo en el año 48 unas declaraciones que preveían optimismo: «Habrá un día en el futuro cercano en el que esta guía no tendrá que ser publicada. En el que nosotros, como raza, tendremos iguales oportunidades y privilegios en EE.UU.».

«Podría haber escrito cinco películas sobre mi padre», confiesa Nick Vallelonga. Y lo cierto es que la vida del protagonista de la cinta fue incluso más interesante cuando cambió el coche por los escenarios. La carrera como actor del joven Tony Lip, que había trabajado como cocinero del Ejército, peluquero y participante en concursos de baile, entre otros, empezó en los años setenta, precisamente donde trabajaba como camarero y seguridad, en el famoso Copacabana Nightclub. Por las mesas del Copacabana pasaron los rostros más famosos del momento, desde Frank Sinatra hasta Tony Bennett, según cuenta su hijo. Una noche de 1971, Francis Ford Coppola invitó a Tony a formar parte del elenco de «El Padrino», y le preguntó si sus hijos parecían lo suficientemente «italianos» para participar en la película sobre la mafia.

Tony en Los Soprano. Nos dejaba a principios de 2013.

Así fue como tanto Frank como Nick, acompañaron a su padre como figurantes. El actor también apareció, sin acreditar, en «La Saga del Padrino» (1997), «Joe el loco» (1974) y «Toro Salvaje» (1980). Más tarde, logró personajes secundarios en «Sed de poder» (1984), «Uno de los nuestros» (1990), «Sangre fresca» (1992), «Donnie Brasco» (1997) ... Aunque, como aparece en «Green Book», Vallelonga siempre trató de mantener distancias con la mafia italiana, en el cine sí le ha tocado dar vida a italoamericanos de la peor calaña. En la pequeña pantalla, Tony Lip participó en dos capítulos de la inmortal «Ley y orden» y en «Los Soprano», donde interpretó a Carmine, jefe del clande los Lupertazzi, quien explicó a Tony Soprano que un capo «nunca lleva pantalón corto». «Tenía algo que a muchos actores veteranos les cuesta hacer: habilidad para relajarse. Simplemente respirar y estar tranquilo. Lo puedes ver perfectametne en Carmine. Es un tipo impasible, y eso supone cierta amenaza», explicaba Viggo Mortensen a la publicación americana «NJ».

Muchas de estas historias personales sobre la trastienda de las películas de la mafia están incluidas en el libro «Shut Up and Eat!» («Come y calla»), escrito por el propio Tony Lip, donde publica tanto sus recetas italianas favoritas como las de sus amigos actores: Danny Aiello, James Gandolfini, Chazz Palmintieri y Joe Mantegna, entre otros. Todos explican, además, cómo es crecer en Estados Unidos teniendo raíces italianas.

Pocos años después de la Guerra de Secesión, una diligencia avanza por el invernal paisaje de Wyoming. Los pasajeros, el cazarrecompensas John Ruth (Kurt Russell) y su fugitiva Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh), intentan llegar al pueblo de Red Rock, donde Ruth entregará a Domergue a la justicia. Por el camino, se encuentran con dos desconocidos: el mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson), un antiguo soldado de la Unión convertido en cazarrecompensas de mala reputación, y Chris Mannix (Walton Goggins), un renegado sureño que afirma ser el nuevo sheriff del pueblo. Como se aproxima una ventisca, los cuatro se refugian en la Mercería de Minnie, una parada para diligencias de un puerto de montaña. Cuando llegan al local se topan con cuatro rostros desconocidos: el mexicano Bob (Demian Bichir), Oswaldo Mobray (Tim Roth), verdugo de Red Rock, el vaquero Joe Gage (Michael Madsen) y el general confederado Sanford Smithers (Bruce Dern). Mientras la tormenta cae sobre la parada de montaña, los ocho viajeros descubren que tal vez no lleguen hasta Red Rock después de todo.

Sommersby es un remake estadounidense de 1992 dirigido por Jon Amiel, de tipo drama romántico, sobre el fin de la guerra de Secesión de la película francesa de 1982 Le Retour de Martin Guerre, que estaba ambientada en el Siglo XVI en El caso Martín Guerre.

Tras el fin de la guerra de secesión, mientras que Jack Sommersby ha desaparecido, sin duda muerto en combate, y su mujer Laurel ha tomado las riendas de los asuntos de la propiedad sin él. No lo lamenta mucho, ya que era un hombre rudo y un marido abusivo. Pero un día, Jack vuelve. Laurel lo encuentra más delicado y completamente cambiado. ¿Se trata de un impostor?

John "Jack" Sommersby (Gere) dejó su granja para luchar en la Guerra Civil Americana y se presume muerto después de seis años. A pesar de las dificultades de trabajar en su granja en Vine Hill, Tennessee, su aparente viuda Laurel (Foster) está contenta con su ausencia, porque Jack era un esposo desagradable y abusivo. Hace planes para volver a casarse con uno de sus vecinos, Orin Meacham (Pullman), que la ha estado ayudando a ella y a su hijo pequeño con el trabajo agrícola. Un día, Jack regresa con un aparente cambio de corazón. Ahora es amable y cariñoso con Laurel y su hijo pequeño, Rob. Por las noches, les lee la Ilíada de Homero, cosa que el viejo Jack nunca habría hecho. Afirma que el libro le fue entregado por un hombre que conoció en la cárcel. Jack y Laurel reavivan su intimidad, lo que lleva a Laurel a quedar embarazada.

Medgar Evers, uno de los líderes más carismáticos en la lucha por los derechos civiles en el sur de Estados Unidos, que fue asesinado en junio de 1963.

El ex dueño de la plantación, Alan Johnson, y Britt, el esclavo liberado al que considera un hermano. Britt se metió en una pelea con un hombre, más tarde se fue a la casa que comparte con Alan. Trás la pelea unos hombres buscan matar a Britt, pero por desgracia, Alan y su esposa estaban allí, golpean a Alan y matan a su esposa. Alan cae en una profunda depresión y ahoga sus penas en la botella. Con el tiempo, desaparece. Britt acepta el nombramiento como diputado marshall y se dedica a encontrar al hombre que mató a la esposa de Alan.

Kareem Abdul-Jabbar es una leyenda de la NBA, pero el hombre conocido por sus tiros a la canasta también ha dedicado su vida a abogar por la igualdad y la justicia social. Abdul-Jabbar emprenderá otro paso en su activismo como productor ejecutivo y narrador del documental “Fight the Power: The Movements That Changed America”, que se estrena el sábado en History Channel. El programa de una hora explora la historia de las protestas por la justicia en Estados Unidos que se remontan al siglo XIX.

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Dos hombres regresan de la Segunda Guerra Mundial a su hogar, en una pequeña población rural en Mississippi. Allí tendrán que adaptarse a su nueva vida tras la guerra, y al racismo imperante en la región.

Eran las dos de la mañana y la luz de la linterna cegó a Mildred y Richard Loving. “Me desperté y vi esa luz… había un policía junto a mi cama”, recuerda ella. Con “voz amenazadora”, se dirigió al hombre con desdén y preguntó: “¿Quién es esta mujer con la que estás durmiendo?”. El sheriff y dos de sus ayudantes revisaron el certificado de matrimonio de la pareja y lo declararon nulo. Unas horas después, ambos estaban entre rejas. Richard salió a la mañana siguiente. Mildred fue recluida varios días más. Quizá fuera el color de su piel lo que provocó que la retuvieran más tiempo. O a lo mejor el policía intentaba hacerle pagar por su desacato, al ser ella la que se levantó de la cama y frente a él, contestó a su despreciable pregunta: “Soy su esposa”.

Este es solo uno de los insólitos episodios por los que tuvieron que pasar los Loving, una pareja que se enfrentó a una pena de prisión por contraer matrimonio y cuya lucha permitió abolir definitivamente las leyes segregacionistas que prohibían las uniones interraciales en Estados Unidos.

“El crimen de estar casados”. Así titulaba en 1966 la revista LIFE la primera referencia en los medios nacionales al caso de los Loving. Por aquel entonces, la pareja esperaba la sentencia del Tribunal Supremo, que un año después, en junio de 1967, les daría la razón. El caso Loving v. Virginia dictaminaría a su favor, declarando todas las leyes de uniones segregacionistas del país inconstitucionales. Las más de medio millón de parejas mixtas que existían en aquel tiempo les deben su libertad a los Loving. Sin embargo, ellos nunca quisieron verse como héroes, revolucionarios o meros activistas de la lucha por los derechos civiles. “No lo hacemos porque alguien tenga que hacerlo y queramos ser nosotros. Lo hacemos por nosotros, y porque queremos vivir aquí”, explicó Richard a la revista.

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Len Tau y Jan Mashiani fueron los primeros africanos negros en participar en los Juegos Olímpicos modernos.

En 1904, EEUU celebró los JJOO más lamentables: la maratón la ganaron en coche y hubo deportes para "seres primitivos". A este respecto, se trató de dos jornadas donde el evento obligaba a competir a los que EEUU consideraba “seres primitivos” (negros africanos o indios) en “disciplinas” como el lanzamiento de lanzas o arcos de cada “tribu”. El motivo era doble: se intentaba ridiculizar y demostrar la superioridad física y moral de la cultura angloamericana. Un hecho lamentable de la historia del deporte que el COI ha tratado de erradicar desde entonces.

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La pareja se conoció en su ciudad natal, Central Point, en el estado de Virginia. Allí los negros y los blancos convivían en paz, trabajando juntos en las granjas y en el cultivo de tabaco, el motor económico del pueblo. Comenzaron a salir en el instituto, cuando Mildred tenía 11 años, seis menos que Richard. Al cumplir ella la mayoría de edad se quedó embarazada. Tener un hijo sin estar casados era un estigma imposible de asumir por aquel entonces, así que en 1958, la pareja viajó a Washington para contraer matrimonio. Solo cinco semanas después, de vuelta en su hogar, el sheriff del condado los detuvo mientras dormían en su casa para meterlos en prisión. Su delito era el “cohabitar como hombre y mujer, en contra de la paz y la dignidad de la mancomunidad de Virginia”, una ley vigente en 17 estados por aquel entonces. Las comunidades del sur de Estados Unidos, normalmente más conservadoras y cerradas, han permitido que muchas de estas leyes perduraran hasta muy avanzado el siglo XX, en pos de la «integridad y pureza» de la raza blanca.

El juez los condenó a un año de cárcel, pero les ofreció suspender la sentencia si salían del estado y permanecían en el exilio durante al menos 25 años. Asustados y desconocedores de su derecho de apelación, la pareja huyó a Washington, donde vivieron un lustro. Los Loving volvieron a Virginia para visitar a la familia de Mildred y fueron arrestados de nuevo. Pero en esta ocasión, decidieron luchar. Fijaron la residencia en su ciudad natal y pidieron ayuda al Fiscal General del Estado y a la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles.

Una de las fotos que hizo Grey Villet al matrimonio Loving en 1965. Richard besa a su esposa tras llegar a casa de trabajar. El fotógrafo sudafricano convivió con la pareja y sus tres hijos.

Hablamos de Villet en JyV >> fotografía >> autores.

El estado alegó que prohibir el matrimonio interracial no era discriminatorio, ya que se aplicaba tanto para blancos como para negros. Los abogados de la Unión intentaron que el juez Leon Bazile se retractara de su veredicto original, pero Bazile, un defensor de la segregación racial, se negó a hacerlo. Según The Telegraph esta fue su sentencia. “El todopoderoso Dios ha creado las razas blancas, negras, amarillas, malayas y rojas, y las separó en diferentes continentes. Y, si no fuera por la interferencia de su acuerdo, no habría ninguna razón para tal matrimonio. El hecho de que separara las razas nos muestra que él no pretendía que se mezclaran entre ellas”. Gracias al dictamen posterior del Tribunal Supremo, y casi una década después de contraer matrimonio, los Loving pudieron vivir por fin en el lugar donde siempre quisieron, Virginia.

El escritor Phyl Newbeck contó su historia en 2004 en el libro Virginia hasn´t always been for lovers (Virginia no siempre fue para los enamorados), pero su caso adquirió relevancia y popularidad internacional gracias a un documental emitido por la HBO. Jeff Nichols, una de las grandes promesas del cine norteamericano gracias a trabajos como Mud, vio el tráiler y se echó a llorar, según confiesa en una entrevista con El País. “Cometí otro error, pasárselo a mi esposa, que me dijo que si no rodaba la historia sobre ellos se divorciaba de mí”. Loving, con Joel Edgerton (El gran Gatsby) y Ruth Negga (Misfits) como Richard y Mildred, estrenada en la sección oficial del Festival de Cannes, con críticas unánimes y entusiastas, toda una revelación en 2016. Tanto es así, que se retrasó la fecha de estreno al público hasta el siguiente noviembre, para poder competir en la temporada de premios. Nichols dijo que quería que su película hablara de la gente y no de los políticos, ya que contaba con “la relación de amor más pura de los Estados Unidos”.

Tras tantos años de pelea, en 1975 un conductor borracho chocó contra su coche. Richard falleció y Mildred perdió el ojo derecho. Cuando se cumplía medio siglo desde aquella boda en Washington que no fue (o que no dejaron ser), en 2008 Mildred murió. Unos meses antes, había ofrecido a la prensa el último testimonio de un amor y una lucha que, contra su deseo inicial, va a perdurar en la historia. “No pasa un día en el que no piense en Richard y nuestro amor, y lo que significó para mí tener la libertad de casarme con la persona querida, incluso si los otros pensaban que era “la equivocada”.

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I Am Not Your Negro (No soy tu negro) es una película documental filmada en 2016 por Raoul Peck basada en la obra inconclusa Remember this house de James Baldwin sobre el racismo en Estados Unidos.

El escritor James Baldwin realizó en 1979 un ensayo, Remember This House, sobre el racismo en Estados Unidos, hablando de su relación con Malcolm X, Martin Luther King, Medgar Evers, entre otros activistas, y el proceso por la lucha de los derechos de los afroestadounidenses. Raoul Peck tomó el documento inconcluso Remember This House que escribió, en 1979, James Baldwin y en voz de Samuel L. Jackson presenta una recuperación de fotografías y vídeos relacionadas con las notas y el contexto contemporáneo.

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Tratando uno de los temas más polémicos de los últimos años, ‘The Hate U Give’ cuenta una historia sobre la raza, la identidad y el conflicto entre la gente negra y los policías contado desde la perspectiva de una adolescente, Starr Carter, interpretada por Amandla Stenberg. Starr vive entre dos mundos: el barrio pobre, en su mayoría negro, donde vive, y la escuela para ricos, en su mayoría blancos, donde estudia. El incómodo equilibrio entre estos mundos se hace añicos cuando Starr es testigo de la muerte de su mejor amigo de la infancia a manos de un oficial de policía. Lo que Starr haga, o no haga, podría trastornar su comunidad e incluso poner en peligro su vida.

Dirigida por George Tillman Jr. y basada en un guión de Tina Mabry y Audrey Wells, ‘The Hate U Give’ también está protagonizada por Regina Hall y Russell Hornsby, como los padres de Starr, y completan el reparto Issa Rae, Sabrina Carpenter, Algee Smith, Lamar Johnson, Anthony Mackie, KJ Apa y Common. La película trata un tema que también podemos ver en la serie de Netflix ‘Seven Seconds’ y está basada en la novela del mismo título de Angela Thomas. El libro rebasó las 63 semanas en la lista de best-sellers de jóvenes adultos del New York Times, después de debutar en el puesto número 1, por lo que era de esperar que llegaría la película basada en el mismo.

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Nacida de padres blancos, ultraconservadores y prosélitos del Apartheid, Sandra Laing heredó por la gracia de Mendel y de unos lejanos antepasados, la piel negra de una raza por siempre agraviada. El pigmento silente de un ancestro desconocido había despertado en el peor sitio y momento. Sandra nació negra, pero la ofuscación y presión familiar la convirtieron en una blanca ‘postiza’ hasta que la mentira reventó. Esta es la fantástica y ridícula historia de la búsqueda de una identidad perdida dentro de un régimen tan absurdo como irracional.

Sandra Laing tiene hoy el gesto recio de su retrato, se adivina un pasado difícil. Medio siglo luchando por encontrar un hueco en la misma sociedad que por la mañana, en el seno de una familia de fieles ‘afrikaners‘, le daba de comer; mientras que por la tarde, con el carné de su piel por toda documentación, le impedía circular libremente por la calle. Una infancia con dos identidades de derechos opuestos que minaron su confianza en el sistema y ridiculizaron las bases ideológicas del oscuro régimen. «Mi padre siempre me decía que era blanca. Él pensaba en mí como ‘su niña blanca’.

Sandra nació en 1955 en Piet Retief, epicentro del integrismo ‘negrero’ y afortunado paraje de bosques perennes y minas doradas. Cuentan las fuentes familiares que la cara de sus padres al recibirla en este mundo fue épica. Dos árboles genealógicos más blancos que el pulido marfil africano ahijaban, por la gracia de su Dios blanco, el castigo de una niña ‘manchada’ de piel pero con sangre de su misma sangre. Paradójicamente el mismo ‘principio de segregación’ que profesaban en comunión con la doctrina ‘afrikaner’ es el que determinó el color de la piel de su discípula:

Segunda Ley de Mendel o Principio de la segregación “ […] Ciertos individuos son capaces de transmitir un carácter aunque en ellos no se manifieste”.

Sus progenitores (Abraham y Sannie) defendían a muerte la pureza de sus ancestros; catalogación muy común, por entonces, para atestiguar ‘alto pedigree’ y el abolengo de los pulcros linajes afines al movimiento. Pero un gen recesivo de alguna generación muy lejana y descatalogada -seguro por vergüenza- pasó a manifestarse como ‘dalla justiciera’ en manos del inocente. Los ojos mostraban una certeza que la razón anulaba por deshonra de la impureza de su casta. Una prueba de ADN posterior confirmó la paternidad de Abraham y Sannie. En 1967 el gobierno sudafricano, a instancias del padre de Sandra, aprobó una ley que declaraba ‘blancos’ en derecho a todos los hijos de padres blancos. Sandra Laing blanca y la incoherencia al servicio del racismo.

Sandra Laing con su hermano y su madre y en el colegio de blancos ‘Deborah Retief‘.

Los primeros años de la infancia de Sandra fueron tan blancos como el expediente de sus progenitores en el ritual burgués ultraconservador. Colegio y costumbres de blancos salpicados con adoctrinamiento antisubversivo en la Iglesia Reformista Holandesa. El color de la piel y los rizos del pelo eran obviados con disimulo ignorante por su progenitor, no así por los extraños. Siempre que podía, su madre la apartaba del sol para impedir remarcar su pigmento natural mientras peinaba sus rizos diariamente con potingues oleosos en una lucha alisadora imposible. Sandra no entendía nada. Más adelante su padre abusaría de las cremas despigmentantes que abrasarían varias veces la cara de Sandra. Después de 5 años en la ortodoxa escuela infantil Deborah Retief y tras la marginación ejercida por toda la comunidad infantil al grito de «cafre» o «negra sucia» fue expulsada, con 10 años, por la dirección, que informó convenientemente a las autoridades. Dos policías la escoltaron, entre lágrimas, a su casa. Sólo el test de ADN y la potestad de su padre al frente del Partido Nacional-racista salvaron a Sandra de una segura deportación al ‘gueto negro’ de la ciudad, abandonando el domicilio familiar. Pero la niña fue rechazada por la iglesia tradicionalista y repudiada por todo su comunidad. No podía relacionarse con ningún blanco y hasta nueve colegios negaron su nueva escolarización. El padre apeló a la recalificación de 1967 pero la ley fabricada por él mismo no cambiaba el color de su piel para evitar los prejuicios ajenos.

Sandra empezó a frecuentar entonces amistades de color. A los 16 años se fugó a Swazilandia con un frutero zulú llamado Petrus Zwane con el que más tarde se casó y tuvo dos hijos. Su padre no se lo perdonó nunca por traicionar los ‘ambiguos’ principios que le había inculcado. Le retiró el saludo, acusó a su marido de secuestro y prometío recibirla con disparos, primero a ella y luego a Petrus si pisaban de nuevo sus tierras. Murió antes de volver a hablar con ella. A la vuelta a su tierra natal, Sandra tuvo que asentarse en el gueto, sin agua ni electricidad y sometidos a la dureza del Apartheid. Le retiraron la custodia de sus propios hijos por la misma ley que modeló su padre y que impedía la convivencia de dos razas bajo un mismo techo: ella era todavía legalmente blanca. Sobrevivió hasta la caída del Apartheid en 1990 y a otro matrimonio, para, después de 30 años, volver a ver a su madre y reconciliarse.

Los grandes terratenientes del Sur ya no cuentan con esclavos negros para realizar ciertos trabajos, por lo que contratan a mexicanos a precios miserables. Estos pagan por el viaje, sin saberlo, a una banda de mafiosos para que les introduzcan de forma ilegal en los Estados Unidos. Pero la banda se deshace se ellos y se queda con todo el dinero. Ante la imposibilidad por parte del ejército de controlar la frontera, se ha optado por poner precio a las cabezas de los miembros de la banda, lo cual atraerá a dos cazadores de recompensas: Johnny Brandon (Django en la traducción) y Everett Murdock (Sartana).

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Referencias.
>> Literatura

Apenas medía metro y medio, pero hizo bueno eso de que el perfume y el veneno vienen en tarros pequeños. La estatura de Harriet Beecher Stowe fue lo suficientemente grande como para poner patas arribas un país en el que la esclavitud era un pilar más del engranaje laboral y en el que las mujeres no tenían voz en asuntos de Estado. Lo que la autora plasmó en «La cabaña del tío Tom» supuso tal impacto que, en menos de una década, Estados Unidos se veía inmersa en toda una guerra civil que se extendería de 1861 a 1865. Se le atribuye a Abraham Lincoln un acercamiento a Stowe al poco de haber comenzado el conflicto: «Así que es usted la pequeña mujer que escribió el libro que ha desatado esta gran guerra», le dijo.

Igual que la muerte de George Floyd desató una ola de protestas en contra del racismo, la novela de Stowe produjo un ambiente abolicionista que derivó en la Guerra de Secesión de 1861 y en la posterior supresión de la esclavitud.

Abolicionista reconocida, la escritora había convertido su novela en un auténtico «best-seller» del siglo XIX. Una herramienta perfecta para levantar los ánimos antiesclavistas. Desde su publicación en junio de 1851, «La cabaña del tío Tom» fue una historia de masas. El periódico «The National Era» había previsto una serie corta, pero la aceptación del público obligó a Jewett, el editor, a ampliar, primero, el papel y, luego, a convertirlo en el libro que tenemos hoy. El día del lanzamiento se compraron 3.000 copias y cada nueva jornada subía su cotización. Hasta el punto de lanzar una edición «gourmet» un año más tarde, cuando ya se habían vendido 300.000 ejemplares y comenzaba su expansión por el Viejo Continente. Dicen las malas lenguas que en Reino Unido gustó por el hecho de comprobar que los todopoderosos Estados Unidos no eran tan libres como presumían. A pesar del éxito, Jewett se vio obligado a cerrar poco antes de la Guerra de Secesión y la producción se detuvo hasta que una nueva editorial recuperó su impresión en 1862. Solo la Biblia vendía más que Stowe.

Escritora estadounidense, feminista y abolicionista. Publicó múltiples novelas y artículos periodísticos. La más famosa de sus obras es La cabaña del tío Tom (Uncle Tom's Cabin), la cual narra una historia de la vida en esclavitud y fue publicada originalmente entre 1851 y 1852, en forma seriada, en un órgano periodístico abolicionista, The National Era, editado por Gamaliel Bailey. Aunque Stowe nunca había pisado el Sur estadounidense, en 1853 publicó A Key to Uncle Tom's Cabin, un trabajo en el que documenta la veracidad de la descripción de las vidas de los esclavos que había realizado en la novela. Su segunda novela fue Dred: A Tale of the Great Dismal Swamp, de 1856, también de tema esclavista y abolicionista.

En el centro del bullicio, una trama que comienza «a mediados de una fría tarde de febrero»: el matrimonio granjero de los Shelby decide vender a dos de sus esclavos para hacer frente a las deudas. Uno es el tío Tom, y el otro Harry, el hijo de la criada, que cuando se entera de las intenciones de sus amos decide huir junto a su vástago. Por su parte, Tom sí es vendido al señor Haley, un comerciante de esclavos, que lo monta en un bote para venderlo más tarde en el mercado. Durante el traslado, Tom salva a una niña blanca que había caído al agua, lo que le vale para ser comprado por el padre de la muchacha, Augustine St. Clare, como forma de agradecimiento. A partir de ahí se sucederán las peripecias de Tom con los diferentes personajes del libro, esclavos y amos, a través de los cuales se irán viendo las diferentes caras del Sur norteamericano.

A pesar de que el tío Tom sea el personaje principal, el esclavo a través del cual Stowe quiso denunciar la situación de ese Estados Unidos de mediados del XIX, la revisión del libro en años posteriores le ha llevado a ser acusado de «venderse a los blancos». La gran parte de los abolicionistas vieron el libro como una ayuda para la causa, sin embargo, también los hubo que se opusieron por esa «sumisión» de Tom y por la migración de los personajes negros «más fuertes», entre otras. Todo ello, sabiendo que la intención de la escritora, como recuerda Debra J. Rosenthal en «Harriet Beecher Stowe’s Uncle Tom’s Cabin» (2003), fue la de construir a un «héroe noble», alguien al que admirasen sus lectores. El acercamiento del protagonista hacia sus contrarios le hizo ganarse las críticas de una parte de «su» público. A medida que avanza la novela, el tío Tom se va alejando del sentimiento de explotación y va logrando el «cariño blanco», a la vez que los ayuda a ver el mal de sus acciones.

Stowe llegó a recibir amenazas e, incluso, un paquete con una oreja de un esclavo. Como muestra la imagen, el desprecio a la vida era total.

Ni por esas. Ya en tiempos modernos, los lectores han vuelto a poner en duda el impacto histórico de «La cabaña» como una herramienta antiesclavista. Descripciones racistas condescendientes, el habla y el comportamiento de los personajes negros (además de la citada pasividad del tío Tom al aceptar su destino) son algunos de los puntos que han vuelto a rebatir la novela. En los 60 y 70 llegaron acusaciones de «traición racial» por parte del «Black Power», que consideró que Tom hizo que los esclavos fueran «peores que los dueños de esclavos». Años antes, en 1949, James Baldwin había dedicado todo un ensayo a calificar la obra de Stowe de ser «muy mala» y arruinada por el «sentimentalismo». Todo lo contrario a las afirmaciones que más recientemente ha pronunciado Henry Louis Gates Jr., que habla de un «documento central en las relaciones raciales estadounidenses y una exploración moral y política significativa del carácter de esas relaciones».

Es curioso comprobar cómo novelas que se escribieron con una intención determinada terminan dándose la vuelta hacia un lado y otro con el paso de los años. Lo hemos podido comprobar en el Caso Floyd y con «Lo que el viento se llevó» (1936), una obra original en la que Margaret Mitchell, con el telón de la Guerra de Secesión de fondo, narra las bondades de la vida en las plantaciones de Georgia. Y aunque la historia se hubiera escrito por una partidaria del Sur, la película de Victor Fleming del 39 significó el primer Oscar para una actriz negra, Hattie McDaniel. Un hito para la inclusión en Hollywood que 80 años después vive una nueva etapa tras las revueltas a causa de la muerte de George Floyd, que han obligado a revisar una cinta que ahora acusada de «racista».

“No puedo respirar”: un afroamericano muere bajo custodia policial en Minneapolis.

George Floyd: quién era el afroestadounidense muerto bajo custodia policial en Minneapolis (y qué se sabe del agente involucrado en el incidente).

Muerte de George Floyd: qué es la "paradoja de Minnesota" y qué dice de la discriminación racial en Estados Unidos.

George Floyd no fue el único: otras víctimas narran los abusos del oficial Derek Chauvin.

De vuelta a mediados del siglo XIX, y mientras el público devoraba el libro por la historia que contaba y por la empatía que sentían, las gentes del Sur no estaban nada contentos con la novela, que, como era de esperar, fue atacada por los partidarios de la esclavitud. Para el escritor William Gilmore Simms, la obra era totalmente falsa y su crítica se acercaba a la de otros que la calificaron de «criminal». Incluso un librero de Alabama tuvo que escapar de su ciudad, Mobile, por vender copias de «La cabaña». Por descontado que el enfado derivó en amenazas, vía carta, para la propia Stowe, pero también los hubo que decidieron dar un paso más y enviar un paquete con una sorpresa dentro: la oreja de un esclavo negro. Hasta se desarrolló una literatura anti-Tom para hacer de contrapeso.

La falta de experiencia de Stowe, nacida en Litchfield (Connecticut), en la vida sureña fue aprovechada por algunos para atacar su falta de exactitud. La autora no ocultó que nunca había estado en una plantación, pero que sí se había inspirado en los esclavos fugitivos que habían llegado hasta su tierra: «Las escenas que observó en el río Ohio, incluyendo ver a un esposo y una esposa siendo vendidos por separado, así como también periódicos y revistas y entrevistas, contribuyeron con material a la trama emergente. La familia compartió su sentimiento abolicionista y fue activa en la ocultación de esclavos fugitivos», recoge la biblioteca de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee. No se iba a quedar Stowe de brazos cruzados y dos años después de comenzar con su novela, en 1853, publicaba un texto en el que documentaba cada uno de las dudas que sobrevolaban su obra. Pero quiso ir un paso más allá y ya no solo atacó a la propia esclavitud, sino que quiso mostrar cómo el sistema legal era el que permitía dicha actividad, así como el maltrato de los propietarios a los esclavos. Ampliaba los temas a tratar dentro de una novela que, además del sometimiento, también pivota sobre la maternidad y el cristianismo, principalmente en el humilde tío Tom.

Adaptaciones al cine.

En el monográfico hablamos de Harriet Tubman, la mujer estadounidense que famosamente condujo a 70 personas esclavizadas a través del “ferrocarril clandestino”, una red de caminos secretos, rutas y casas de seguridad; a la libertad. Menos conocido es Josiah Henson, que vino antes que Tubman. Nació en la esclavitud en Maryland, huyó de su dueño y escoltó a 118 personas esclavizadas a través de la red hasta Canadá. En la actualidad, el Departamento de Parques del condado de Montgomery en Maryland organizó el museo Josiah Henson Museum en honor al abolicionista estadounidense en la misma plantación de tabaco y trigo en la que laboró durante tantos años.

“Queremos volver a ponerlo en el punto de mira y hacer que la gente entienda lo importante que es para entender la esclavitud en el Sur no profundo y también para el movimiento de la abolición”, dice el historiador Jamie Kuhns. El museo abrió en Noviembre de 2020.

Una réplica del sombrero de Josiah Henson y una fotografía de su autobiografía con su foto y firma.

La autobiografía narrada de Henson, La vida de Josiah Henson, fue publicada originalmente en 1849 e inspiró a Harriet Beecher Stowe a escribir La cabaña del tío Tom, que modela su personaje en honor a Henson. Stowe conoció a Henson antes de que su libro se publicara en 1852.

La novela antiesclavista de Stowe, inspirada en Josiah Henson, se convirtió en la novela más vendida del siglo XIX y contribuyó a iniciar la guerra civil estadounidense que acabó con la esclavitud.

La vida de Henson estuvo llena de altibajos. Nacido en 1789 en el sur de Maryland, experimentó la brutalidad de la esclavitud a una edad temprana. Su padre atacó a un capataz por agredir a la madre de Henson. Como castigo, Henson padre fue azotado, le cortaron la oreja y fue vendido a otro esclavista, indica Kuhns. Henson nunca volvió a ver a su padre. El resto de su familia fue dividida en una venta, pero Henson se unió a su madre en la plantación de Isaac Riley en Maryland. Además de trabajar como capataz y vender los productos de Riley en Washington, Henson predicó en la Iglesia Metodista Episcopal para ganar 350 dólares para comprar su libertad. Riley trató de venderlo en Nueva Orleáns de todos modos. Luego, Henson, su esposa y sus dos hijos menores escaparon de la esclavitud en Kentucky, caminando más de 960 kilómetros hasta la actual Ontario (Canadá).

La casa principal todavía está en pie en la plantación de Isaac Riley, ahora conocida como parque Josiah Henson. En la casa se situa un museo en honor a Henson.

Allí, Henson ayudó a establecer Dawn Settlement (el asentamiento del amanecer), una comunidad de 500 negros libres. Regresó a Estados Unidos varias veces para guiar a los esclavos hacia la libertad, predicar la palabra de Dios y recaudar dinero para el asentamiento. Henson también hizo varios viajes a Gran Bretaña para recaudar dinero y oponerse a la esclavitud. En los últimos años de Henson, el abolicionista y presidente de Estados Unidos Rutherford B. Hayes lo recibió en la Casa Blanca. La Reina Victoria lo agasajó en el palacio de Buckingham. Falleció en 1883 a los 93 años. “Tuvo mucha fama en su vida”, dice Kuhns. “La gente lo conocía en Estados Unidos y Canadá y también en Inglaterra”.

El sitio histórico y museo “Cabaña del tío Tom” en Dresden (Canadá), fue construido en el asentamiento para negros que Josiah Henson ayudó a establecer.

Gertrudis Gómez de Avellaneda (Santa María de Puerto Príncipe, Cuba, 23 de marzo de 1814 - Madrid, 1 de febrero de 1873), llamada cariñosamente «Tula» o «La Avellaneda», fue una novelista, dramaturga y poetisa española del Romanticismo. Se instaló en la Península a los veintidós años, donde comenzó a publicar bajo el seudónimo de «La Peregrina» y se dio a conocer con la novela Sab, considerada la primera novela antiesclavista (anterior incluso a Uncle Tom's Cabin, la cabaña del tío Tom, de la escritora estadounidense Harriet Beecher Stowe). Es considerada como una de las precursoras de la novela hispanoamericana, junto a Juana Manso, Mercedes Marín, Rosario Orrego, Júlia Lopes de Almeida, Clorinda Matto de Turner, Juana Manuela Gorriti y Mercedes Cabello de Carbonera, entre otras.

De formación neoclásica, fue valorada en su época como una de las figuras clave del romanticismo hispanoamericano. El tratamiento que dio a sus personajes femeninos la convirtieron en una de las precursoras del feminismo moderno. Entre su vasta obra, destaca su novela histórica Guatimozin, último emperador de México (1846) y sus piezas teatrales Saúl (1849) y Baltasar (1858), considerada esta última como una de las obras maestras del teatro romántico. Referentes como Margarita Nelken han reseñado sus obras, y entre sus coetáneos contó con la admiración de su amigo Alberto Lista y el político, orador y alcalde de Madrid Fermín Caballero. Tanto Juan Valera como Marcelino Menéndez y Pelayo fueron grandes admiradores de su obra, considerándola como una de las más grandes poetas de lengua castellana y refiriéndose a ella como «la poetisa más grande de los tiempos modernos».

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Maria Firmina dos Reis (São Luís, 11 de octubre de 1825 - Guimarães, 11 de noviembre de 1917) fue una educadora y escritora abolicionista por la esclavitud brasileña, considerada la primera novelista del país. En 1880 fundó la primera escuela mixta y gratuita del Estado de Maranhão.

Es un mosaico cariñoso de vivencias negras, un canto amoroso y doloroso. En la figura del personaje Fio Jasmim, Conceição analiza magistralmente las contradicciones y complejidades que rodean la masculinidad de los hombres negros y sus efectos en las relaciones con las mujeres negras. El libro es una inmersión en la poética de la escritura y al mismo tiempo un homenaje al amor desde una perspectiva pocas veces vista en la literatura brasileña.

El camino del tabaco es una novela de 1932 escrita por Erskine Caldwell sobre los campesinos del algodón en Georgia. Fue dramatizado para Broadway por Jack Kirkland en 1933, y funcionó por un entonces sorprendente periodo de ocho años (3.182 actuaciones). Se realizó una versión cinematográfica en 1941 dirigida por John Ford, aunque se modificó considerablemente el argumento.

En los campos de Augusta, en el estado de Georgia, el algodón ha dejado de cultivarse y los campesinos se han trasladado a la ciudad para trabajar en las hilanderías. Jeeter Lester, el personaje central, es un blanco pobre, heredero arruinado de una extensa propiedad, que en tiempos de su abuelo había sido próspera. Por desidia y enraizamiento, él no ha abandonado sus tierras, de las cuales es sólo el arrendador, y mantiene la inútil esperanza de que al llegar la primavera, si consigue un pequeño préstamo, podrá comprar unas semillas de algodón y alquilar una mula para reavivar el cultivo. Su mujer, Ada, con quien tuvo diecisiete hijos, mata el dolor que le produce el hambre mascando tabaco y la abuela, ignorada por todos, se arrastra sigilosamente, como un animal, por los matorrales en busca de raíces y leña. Una hija y un hijo todavía viven con ellos: Ellie May, de 18 años, y Dude, de 16 años. Los otros han abandonado el hogar.

Kneel to the Rising Sun es una colección de cuentos de Erskine Caldwell publicada por primera vez en 1935. Las diecisiete historias, de solo unas pocas páginas cada una, tratan sobre diversas tragedias que ocurrieron a principios del siglo XX en el sur de Estados Unidos, causadas principalmente por la pobreza o el racismo. Caldwell es más conocido por sus novelas, como Tobacco Road; sin embargo, Kneel to the Rising Sun es muy elogiado por sus críticos.

La extraordinaria historia de la autora de "Mujercitas".

Al igual que la última versión de "Mujercitas" de la actriz y directora de cine estadounidense Greta Gerwig estrenada en 2020, la novela original escrita por la estadounidense Louisa May Alcott hace más de 150 años, fue un éxito rotundo. Publicada inicialmente en dos partes, los críticos destacaron la frescura y la naturalidad de este relato que describía de un modo muy real la vida de cuatro hermanas de una familia humilde de Nueva Inglaterra, Estados Unidos, antes y después de la Guerra Civil.

Pásate por >> La bibliotecaria >> Diciembre 2019.

Pásate por >> La bibliotecaria >> Febrero 2020.

Angie Thomas (1988) es una autora americana que nació, creció y continúa viviendo en Jackson, Mississippi. Escribió la novela para adultos jóvenes The Hate U Give (El Odio Que Das) y en 2019 lanzó su segunda novela, On the Come Up. Aunque es ficción, el objetivo del trabajo de Thomas es sacar a la luz los problemas que enfrentan muchos afroamericanos en los Estados Unidos y facilitar el entendimiento del movimiento de Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan).

Angie Thomas nació en Jackson, Mississippi. Creció cerca de la casa del activista de derechos civiles asesinado Medgar Evers y le contó a la revista Ebony que su madre escuchó el disparo que lo mató. Cuando tenía seis años, Thomas presenció un tiroteo. El día después del incidente, su madre la llevó a la biblioteca para mostrarle que el mundo no se parecía en nada a lo que vio en ese momento, y esto la inspiró a comenzar a escribir. Es la única hija de su madre, pero tiene muchos medios hermanos.

The Hate U Give (El Odio Que Das), originalmente terminado como una historia corta, debutó en el número uno de la lista de libros más vendidos del New York Times para libros de tapa dura para adultos jóvenes en la primera semana de su lanzamiento. The Hate U Give fue escrito, como dice Angie Thomas, para reconocer el tema bastante controvertido de la brutalidad policial y el movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan). En resumen, este libro cuenta la historia de una muchacha llamada Starr Carter y cómo su vida se ve afectada por la muerte de su amigo Khalil, un adolescente negro desarmado que recibió disparos a manos de un oficial de policía. The Hate U Give trata el efecto de la brutalidad policial en las comunidades de quienes rodean a la víctima.

En algún momento de este monográfico hablamos de aquellos primeros encuentros entre colonos europeos y los indígenas de América, también llamados indios americanos, amerindios, nativos americanos o aborígenes americanos, los primeros pobladores humanos de América y sus descendientes, que mantienen su cultura o se reconocen como tales.

En su libro Continente indígena. La implacable pugna por Norteamérica, el aclamado historiador Pekka Hämäläinen presenta un potente argumentario que echa por tierra muchos de los supuestos más aceptados de la historia de Norteamérica. Hämäläinen gira nuestra perspectiva para alejarnos del Mayflower, de los padres fundadores y de otros episodios trillados de la cronología convencional, para acercarnos a un mundo de naciones nativas cuyos miembros, lejos de ser víctimas indefensas de la violencia colonial, dominaron el continente durante siglos tras la llegada de los primeros europeos.

Peter Cozzens consigue con el libro La tierra llora. La amarga historia de las Guerras Indias por la conquista del Oeste, una narración apasionante merecedora del prestigioso Gilder Lehrman Prize for Military History y que ha sido elogiado por Booklist como «un maravilloso trabajo de comprensión y compasión».

En el libro Las Guerras Apaches. Polvo y sangre en la última frontera del salvaje Oeste, Paul Andrew Hutton relata este legendario conflicto, tan presente en el imaginario popular, tan pleno de heroísmo como de brutalidad, con un pulso que consigue trasladar la intensidad del drama y ponerse en la piel de ambos bandos, haciendo justicia a los nombres legendarios de Gerónimo, Mangas Coloradas, Cochise o Victorio. Como hilo vertebrador, Hutton revive la experiencia de individuos cuya vida discurrió a medio camino entre los dos mundos, como el legendario explorador y cazarrecompensas tuerto Micky Free o como Apache Kid, el último indio libre.

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